Fin del mundo: Historia y tramas

Todo comenzó en el año 2009 cuando un desconocido científico descubrió que el fin del mundo iba a empezar en el año 2020, automáticamente todos los gobiernos y la gente más importante del mundo se reunió en secreto nada más saber la noticia y comprobar su veracidad para preparar o buscar una solución. Finalmente y tras una larga serie de conversaciones interestatales, acabaron encontrando una salida para la catástrofe que se avecinaba y fue entonces cuando prepararon el llamado 'Protocolo de Auschwitz'. Este plan, realizado en una conferencia de las Naciones Unidas en la ciudad de Auschwitz en el año 2010, consistiría en la creación de varias naves espaciales para que la humanidad pudiera quedarse a vivir en ella por el mayor tiempo posible en el espacio mientras el planeta se iba autodestruyendo. Sin embargo, existía un gran problema: personas hay demasiadas y no todos podían ser salvados. Así fue como acordaron también seleccionar a los individuos que zarparían en las naves y elegir a los miembros por su valor, desde los más importantes a los menos... Pocos, muy pocos se salvarían pero era la única opción.

El tiempo pasó y llegó el 2015, época en la que todo ya estaba prácticamente preparado para la evacuación. Se habían recogido animales esenciales del mundo para permitir el alimento y la supervivencia de los supervivientes, se habían creado también cabinas de oxígeno, reparado los combustibles, construido las tres naves que formaría la flota y, sobre todo, elegido las personas que deberían sobrevivir: presidentes, gobernantes, políticos, científicos, ingenieros, pensadores, premios nobeles, servicio para las naves y un organismo militar de protección. Ahora solo quedaba rellenar el escaso hueco que se había dejado en las naves con aquellos que tuvieran el dinero suficiente para poder pagar el gran precio de los pases "VIP", un espacio para poder salvarse. Paralelamente, no obstante, poca gente estaba al tanto de toda esta situación, por no decir que nadie más que las mentes pensantes del Protocolo de Auschwitz, y las personas mundanas en su día a día no sabían nada de lo que se les iba a echar encima. Otro de los acuerdos en la Conferencia fue mantenerlo todo en secreto para evitar el pánico y el caos. De forma que a pesar de que en las noticias iban mostrándose todas las continuas catástrofes que empezaban a producirse en el planeta, los violentos e inexplicables terremotos, los bruscos cambios de temperatura, los tsunamis, los tornados y tifones, nunca se contó ni se anunció la razón de todo ello: nadie sabía que se debía a que en cinco años el planeta iba a, al parecer, auto-destruirse.

Pero pasaba más el tiempo y con la llegada del 2018 el clima se volvió verdaderamente loco, no paraban de cambiar las temperaturas, las lluvias, sol y las nevadas iban y venían sin ton ni son... Y la gente comenzó a ponerse nerviosa, a no creer que no hubiera nunca ninguna respuesta para tales catástrofes, a sospechar del silencio de sus gobernantes. ¿A qué venía todo eso?, ¿qué estaba pasando exactamente? El gobierno, preocupado por la situación y lo que podía quedar al descubierto, empezó dar charlas a través de todos las emisoras y en todas las televisiones, intentando tranquilizar a los distintos ciudadanos. Pero continuaban engañándolos diciendo que no sucedía nada, que no debían preocuparse porque todo estaba controlado, porque no podían contar la verdad. Ellos no tal vez pero otros sí: hubo grupos de pensadores y científicos incapaces de callarse aquel gran secreto e incapaces de condenar a gran parte de la humanidad a la muerte sin siquiera saber un porqué y estos hombres y mujeres hablaron por primera vez. A través de emisoras codificadas, artículos en la red o conferencias, trataron de contar el secreto y el plan de salvación. Algunos trataron de ser callados, algunos fueron asesinados, pero nada impidió que al final el secreto se divulgara por todo el planeta.

En el año 2019 las naves comenzaron a embarcar, los elegidos tenían reservadas ya sus habitaciones, la gente más prestigiosa y adinerada llegaba para ocupar su lugar a salvo, pero ¿qué pasaba con los demás? La verdad había se había extendido como el fuego a través de la pólvora...
Abrieron las puertas, todas las mentiras se destapaban, y una gran masa de gente esperaba ante ellas rugiendo por poder salvarse también. Los que pudieron corrieron a su interior para tratar de salvarse también, otros se colaban por escondijos secretos, otros empujaban a los ricos rezagados y robaban su lugar, otros eran acogidos por personas de dentro compadecidas, pero no todas las personas consiguieron entrar antes de que las naves cerraran sus puertas y despegasen. Por supuesto.
A esas personas embarcadas les esperaba un nuevo mundo, una nueva vida, serían los únicos supervivientes de la historia. A los que se quedaban en tierra, esa gran mayoría, solo les quedaba maldecir a sus superiores, despedirse de sus familias y rezar para que todo pasase lo más rápido posible. ¿No creías en Dios? Tal vez ahora fuera el momento de empezar a hacerlo...

Comenzó el año 2020, señoras y señores, y comenzó en el apocalipsis. El planeta inició toda una serie de transformaciones físicas nunca antes vistas, todo iba quedando destruido poco a poco. Tsunamis violentos, interminalbes tempestades, tornados, huracanes, volcanes que entran en erupción a la vez, terremotos resquebrajando el suelo; todo lo que alguien hubiera visto antes multiplicado por cien. Los edificios de las grandes ciudades caían los unos detrás de otros, la gente moría aplastada, abrasada, víctima de su propio pánico; los bosques desaparecían, un continente quedaba oculto bajo el mar y otros colisionaban entre ellos. La Tierra, nuestro hogar, había muerto... ¿El fin?

Tal vez no, o al menos no del todo, porque hubo supervivientes. Algo con lo que los científicos no contaron en 2009, algo inexplicable: la mutación. Nadie sabe muy bien por qué pero, de entre los humanos que quedaron rezagados en el planeta, de entre los que no murieron durante la primera semana de apocalipsis, hubo un número reducido que empezó a percibir en su propio cuerpo cambios extraños. Desarrollaron habilidades, poderes sobrenaturales que, si bien no controlaban, les servían de ayuda para sobrevivir. Porque unos podían hacerse intangentes y así no resultaban heridos, otros controlaban el fuego y evitaban ser abrasados, otros lograban controlar a otras personas para que les protegieran y otros se aprovecharon de los beneficios del instinto animal... Eran muy distintos entre ellos pero les unía la mutación, su ADN, y esto, solamente eso, les permitió sobrevivir.
Cuando ya habían pasado cinco años del inicio del Apocalipsis, los únicos supervivientes en el planeta eran aquellos que habían desarrollado un poder. Tal vez era hora de iniciar una nueva era en el mundo, la era mutante.

O tal vez no, porque en el año 2030 ocurrió otro suceso en el planeta que cambiaría el nuevo pensamiento de sus supervivientes: regresaron las naves. Al parecer hacía tiempo que desde ellas se había visto que la Tierra ya había terminado su ciclo de destrucción, que la gran parte de las catástrofes ya se habían dado y que su nivel de energía era el equilibrado. Por lo que decidieron volver dispuestos a restablecer su mundo como antes había sido.
No se esperaban no obstante, que al regresar no estarían solos. Y había un problema: los supervivientes en su mayoría no parecían agradados por ese retorno. A fin de cuentas, ¿qué se creían? Les habían abandonado y ahora pretendían volver y recuperar lo que ahora era suyo? Y los humanos, ¿qué pensaban de esos seres que acababan de ver? ¿Qué eran? Mutantes, aberraciones, criaturas víctimas tal vez de la radiación pero desde luego no seres humanos. Temían esos poderes, temían que les culparan de algo que no habían podido evitar.

Los mutantes odiaban a los humanos por abandonar el planeta a su suerte, los humanos odiaban a los mutantes por su condición de ser. La unión no era posible, la confrontación inevitable.

Ahora el planeta era como una bomba de relojería, cargada y esperando a explotar, porque en ambos bandos los nervios estaban descontrolados, crispados, a la espera de un ataque. Los mutantes ya habían empezado a hacer de las suyas pues, apenas dos meses después de la llegada de los humanos, ya habían grupos que habían tratado de entrar en las naves. Sus primeros asaltos no tenían intenciones violentas, solamente querían robar: su comida, mucho más buena que carne cruda o plantas salvajes cuando escaseaban los animales; su ropa, nueva y limpia; sus medicinas; sus armas. Pero los cuerpos de seguridad lo impedían y entonces el choque era inevitable, entonces los nervios se crispaban todavía más.

Gracias al increíble descubrimiento de la ciudad subterránea, los mutantes fueron uniéndose cada vez más y por eso no tardó en aparecer un grupo secreto y radical llamado Ragnarök. Liderado por una mujer que consideró que era hora de unirse de verdad en un único bando para ser más fuertes, la misión que los dirigía era y es conseguir el exterminio absoluto de los humanos. Porque los odian con toda su alma, porque después de abandonarlos queieren quitarles el hogar que ahora les pertenece, porque les consideran aberraciones y no la evolución que verdaderamente son. Su estrategia era moverse y a acercarse a ellos lentamente, como antes ya habían hecho, y organizar pequeños actos para llamar su atención que cada vez se volvían más brutales y menos compasivos. El deseo de venganza les alimentaba.
Pero el asesinato de una humana por parte de Rägnarok llevó a algunos humanos a abrir los ojos y comprobar que no podían quedarse de brazos cruzados esperando a que aquellas "aberraciones" los aniquilaran. Los científicos y militares que ahora formaban el grupo de gente importante en el interior de las naves, 'La Élite', crearon una nueva cooperación secreta y restringida que se denominaba La Organización. Este grupo dedicaba día y noche a trabajar en sus laboratorios para crear una especie de vacunas que, afectando al organismo de los mutantes, les hicieran perder completamente sus poderes y, en cierto modo, volver a humanizarlos. Solo se consiguieron prototipos que duraban poco y tenían efectos secundarios y no que siempre afectaban pero no dudaron en empezar probarlos con un mecanismo de disparo. También trabajaban en la creación de robots más resistentes, inteligentes y fiables, puesto que ese era el único modo posible a la hora de atacar de no salir heridos. Reclutaban más humanos para que capturaran mutantes, para experimentar con ellos y descubrir cómo hacer que sus máquinas e invenciones fueran más efectivas. Su poder creció con una velocidad asombrosa, en otros dos meses ya se habían ganado la aprobación del consejo gubernamental de las naves y para ese entonces prácticamente ya controlaban en secreto a todos los órganos de poder.

Y mientras grupos de humanos y mutantes se encontraban en continuas peleas, aparecieron unos que no podían soportar tanta guerra. Un mutante y una humana unieron sus manos para crear Eirene: una pequeña sociedad totalmente clandestina que promovía la hermandad entre ambas especies y la posibilidad de coexistir. La unión no estaba bien vista por nadie, desde luego, pero en sus reuniones secretas ellos no pierden su esperanza y buscan la forma de detener tanto a Ragnarök como a la Organización. Un grupo formado por jóvenes y esperanzados, sin armas, sin intenciones bélicas, reunidos para parlamentar y buscar un modo pacífico de evitar una futura confrontación. Repudiados por todos, por los que tenían un bando y también por los que no lo tenían, pero con intenciones de cambiar el mundo.

Año 2032, han pasado muchas cosas en tan poco tiempo... La Organización ha avanzado en sus investigaciones, Ragnarök cada vez hostiga más a la ciudad humana y Eirene ha sufrido un cambio por completo.

Los humanos han empezado a progresar en cuanto a tecnología y en la creación de sus vacunas que detienen los poderes de los mutantes hasta el hecho de que ya están a punto de conseguirlas a la perfección, aunque sigue en pruebas y con fallos. También han construido prácticamente la que será su nueva ciudad y la primera desde el momento en el que aterrizaron, de forma que la mayor parte de las personas que ocupaban las naves empezaron a abandonarlas para comenzar a vivir en las nuevas casas construidas. Parece que todo va bien para ellos si no fuera porque de tanto en cuando se encuentran con algún asesinato, algún aviso, algún ataque a sus reservas de alimentos, algún intento de destruir esa nueva ciudad de esperanza, etc. Porque, por otro lado, los mutantes están progresando bastante con los entrenamientos de sus poderes y se están haciendo cada vez más fuertes que antes -al menos los que se dedicaban a ello-, ya no son tan novatos que recién descubren sus habilidades y empiezan verdaderamente a conocer cómo funcionan sus dones. Son peligrosos.
Entre ellos, Ragnarök ha reunido sus filas para volverse una entidad mucho más organizada de lo que era antes, quieren dejar atrás su imagen de grupo de salvajes sin estructura, y pensar un plan de acción gracias a la ayuda de sus espías dentro de las naves y fuera. Porque sí, hay un par de humanos del lado de Ragnarök y uno de ellos de hecho está en el mismo punto de control. Pero de la misma forma en la Organización tienen a un mutante en sus filas, modificado genéticamente, el primero de su serie y el orgullo del creador, dispuesto a encontrar esa líder de Ragnarök para eliminarla.
Y esto ha comportado que Eirene se vea bastante afectado, su misión sigue siendo la misma: tratar de que humanos y mutantes se lleven bien y proteger el equilibrio, pero sus líderes han cambiado debido a muchas tragedias y ahora es aún más difícil dar con ellos. Un asesinato sin explicación del líder mutante, el abandono de la líder humana incapaz de mantener sus pretensiones no bélicas, la sustitución de una nueva líder humana tal vez muy joven, la búsqueda de un nuevo líder mutante que no da frutos y el recién descubrimiento de que cada vez son menos los que se atreven a unirse a ese bando. La gente tiene miedo, demasiado como para arriesgar su supervivencia con grupos pacifistas.

Además se han descubierto unas zonas completamente congeladas, que antes ni siquiera se sabía que existían, y nadie sabe qué habrá más allá de aquellas llanuras de hielo. Además se dice que se oyen ruidos extraños procedentes de ellas y dicen, lo peor de todo, que los que se han adentrado no salen con vida sino hechos pedazos, o directamente desaparecen... Algo extraño y violento se está formando en las profundidades de esos páramos de hielo, algo que ataca igual a mutantes y a humanos, algo que habrá que detener antes de que se alce y tome por sorpresa a todos, demasiado concentrados en sus disputas tal vez. Hay que actuar. Y se actúa. A finales de la temporada fría del año 2032, tanto Ragnarök como La Organización deciden que ya han muerto demasiados de los suyos de forma inexplicable y que ya es hora de ir a investigar qué está sucediendo en esa zona desconocida y qué o quién puede habitar ahí para causar esos asesinatos; sobre todo porque ya hay civiles tratando de resolver aquel enigma por su cuenta. Paralelamente, se especula que un espía de un bando dio un chivatazo, crean dos grupos de investigación en los que los mismísimos líderes se encuentran incluidos y ponen en marcha sus respectivos planes de expedición.
Nadie esperaba lo que van a encontrarse ahí.

En medio del silencio y del frío atroz se alzan toda una serie de criaturas jamás vistas, ni siquiera por los mutantes. Seres de aspecto semi-humanoide pero imposible de clasificar como personas humanas, seres cuya principal característica en común es la deformidad: extremidades múltiples, escamas, garras, colmillos, branquias, membranas y otros rasgos grotescos. Son aparentemente criaturas silenciosas que empiezan a caminar hacia los intrusos que han llegado a sus terrenos pero su silencio no es más que una apariencia que se palpa en la tensión. Esperan en silencio hasta que una señal invisible da aviso del inicio de la batalla y entonces es cuando atacan a todo aquel que se interponga en su camino. Caos, todos corren por salvar su vida de aquellos que han estado causando todos los anteriores asesinatos. Se desvela el secreto pero, ¿a qué precio? En medio del desorden uno de los grupos de la Organización, el que estaba dirigido por su líder Mikhail, ha logrado abatir a una criatura y se ha llevado su cuerpo para poder realizar las investigaciones pertinentes; luego dan media vuelta para retirarse. Ragnarök también lo hace pero hay problemas con la reagrupación sobre todo por el hecho de que Lilith parece haberse quedado atrás, algo la ha detenido. Sin embargo las criaturas amorfas llega un momento que sin razón aparente deciden que la batalla ha llegado a su fin y dan media vuelta para perderse entre las brumas de las llanuras heladas, a sus espaldas dejan los cuerpos desgarrados e irreconocibles de aquellos que han caído en sus garras y una amenaza latente de que aquel es solo su primer ataque. Y no da tiempo a buscar entre los cuerpos a aquel amigo o compañero pues hay que marchar antes de que pueda pasar algo todavía peor, atrás quedan los rezagados.

Nos encontramos a inicios de la temporada cálida del año 2032, han pasado dos meses desde aquel fatídico suceso en las llanuras heladas y, con él, muchas novedades se han sucedido en muy poco tiempo. La primera de todas es que, para lamento de algunos y alegría de muchos otros, sigue sin saberse absolutamente nada de la líder de Ragnarök; al nivel de que ya hay algunos que empiezan a darla por muerta. Ni siquiera su grupo de mentalistas es capaz de localizar su conciencia en alguna parte y este ha sido el motivo por el cual, tras una reunión in extremis, Ragnarök ha adoptado un nuevo líder provisional: el anterior segunda mano de Lilith, Alexandre di Pietro; no obstante, no todos parecen estar del todo de acuerdo con esta elección. Los mutantes radicales deben igualmente mantenerse fuertes en este momento porque las noticias ya han corrido a oídos de La Organización más rápidas que fuego en pólvora, que no dudarán de aprovecharse de esos posibles momentos de debilidad de sus enemigos.

Y es que los humanos pueden estar de fiesta en estas semanas porque por fin, después de jornadas de duro trabajo, de muchos contratiempos e intentos de boicoteo, se ha inaugurado la primera ciudad tras la destrucción del mundo. Llamada adecuadamente Nova Copeit, cuya traducción aproximada es nuevo comienzo, pretende ser el primer núcleo urbano de un ambicioso proyecto de re-urbanización del mundo. Se encuentra protegida con un amplio muro considerado inexpugnable y permanentemente vigilado por los cuerpos de seguridad y dispone de un gran barrio de residencias así como una zona de comercios que ya empiezan a abastecerte. Todos los humanos ya han dejado las naves para mudarse a sus nuevas viviendas con tal de poder dejar de lado de una vez por toda la experiencia claustrofóbica de haber vivido por doce años encerrados en habitaciones. Sin embargo, la tranquilidad no es tanta porque Ragnarök no piensa dejar que sus enemigos se pongan fuera de su alcance tan fácilmente y, desde los mismo tiempos de su construcción, siguen todavía hostigando esos infranqueables muros nuevos para lograr un modo de entrar. Tal vez sea hora de recurrir de una vez por todas a esos contactos que tienen entre sus filas, esos espías, antes de que se les olvide para quién trabajan verdaderamente.
¿Y Eirene? Parece que han estado silenciosos durante estos dos meses pero no ha sido así, sino que en todo este tiempo se han ido reuniendo en secreto durante más veces y se han propuesto por primera vez realizar una organización seria de sus propósitos. Su de momento única líder Kristin, consciente de su juventud, busca la forma de permitir la mayor participación de todos sus compañeros en largas charlas a partir de las cuales pretende sacar nuevas ideas para llevar el grupo. Está claro que no pueden seguir cómo están, puesto que así nadie les hace caso y no consiguen sus propósitos.

Pero no todo es tranquilidad ni más ni menos, más bien todo lo contrario, los civiles deberán ir con cuidado sin van solos o despistados por este mundo pues la amenaza de los amorphos no ha desaparecido todavía. Amorphos ese es el nombre que popularmente se les ha dado a las criaturas de las llanuras solo que ahora ya no son solo de las llanuras, pues han empezado a traspasar la frontera de la gran sierra rocosa que los separaba del resto del continente y han empezado a dispersarse por él. Ahora, cada cierto tiempo, uno puede encontrarse un cadáver devorado en cualquier parte; uno puede ser la víctima en cualquier lugar.