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Mensaje por Apocalíptica Dom Jul 17, 2011 9:21 pm

Información general


Forman parte de este grupo todas las personas que pudieron escaparse del fin del mundo embarcando en las naves las cuales, a su vez y en un principio, se encontraban destinadas a aquellos privilegiados con dinero, importancia, poder, etcétera. Sin embargo, muchas personas que no tenían el suficiente dinero como para pagarse el "viaje" también forman parte de este grupo puesto que consiguieron colarse cuando el caos azotó a toda la población.

Puesto que escaparon del mundo cuando todavía no había habido grandes cambios, no han desarrollado ningún poder especial, es decir, no son mutantes. No obstante, tienen una gran ventaja frente a estos últimos y es que poseen una tecnología muy avanzada que se desarrolló durante el exilio y que siguen mejorando a cada instante.
En su mayoría, y principalmente las personas ricas, tras la vuelta del espacio exterior desarrollaron un miedo mezclado con curiosidad e incluso a veces asco hacia los mutantes con los que prefieren guardar las distancias, a excepción de los científicos. Sin embargo, hay humanos que se han vuelto algo sociables y que han llegado a aceptarlos.

Por otro lado, en las naves la especie continuó reproduciéndose y debido a ello hay muchas personas que nunca han llegado a vivir en la Tierra, fuera de las naves, o que no se acuerdan de su anterior vida a causa de lo pequeños que eran cuando ocurrió el fin del mundo. Todas estas personas al principio sufrieron grandes miedos al encontrarse en espacios exteriores pero, en su mayoría, poco a poco se han ido acostumbrando al cambio sufrido en el planeta; aún y así, poco son los que se alejan del periodo supervisado por las fuerzas militares.

Por tanto, de manera general, los humanos pueden encontrarse en el interior de las naves principalmente por ese asco o temor hacia el mundo que les rodea; esos lugares son la entrada a las tres naves, las habitaciones, los pasillos, el comedor, baños y una zona secreta en el caso de ser personas de gran importancia. También están las zonas exteriores, lo que viene a ser el gran continente, que muy poco se atreven a pisar aquellos que no formen parte del grupo privilegiado; es por ejemplo el caso del volcán que aunque está activo e inestable y que atrae sobre todo a los científicos para investigar los cambios producidos en el planeta, las ruinas de antiguas y grandes ciudades, los páramos inestables a causa de la radiación, el peligroso bosque, las playas y la recién descubierta llanura helada. Por último, uno de los pocos terrenos externos que los humanos sí se atreven a pisar con mayor asiduidad son los alrededores de las naves, es decir el descampado, la ciudad en construcción y el lago. Dependiendo del bando al que pertenezcan podrán encontrarse también en las sedes de las organizaciones. Sin embargo, de manera casual, podrán estar en las cercanías de Eirene y de La Organización. Y, por descontado, ningún humano sabe aún de la existencia de la ciudad subterránea de los mutantes.

En un principio había diferencias demográficas y étnicas pero con el paso del tiempo fueron desapareciendo debido a que, después de embarcar, en las naves ya no existían países y las barreras entre las personas que pertenecían a distintos gobiernos se perdieron prácticamente por completo; no obstante las hay sociales. Las personas que forman el grupo más importante serían los científicos, los eruditos, los que pertenecían al gobierno y todos los que poseen grandes cantidades de dinero. Todos (o casi todos) los que forman parte de este grupo forman parte de La Organización o son partidarios a ella, a excepción en el caso de científicos y eruditos pero no tanto en el de los ricos. Gracias a esta situación, todas estas personas tienen grandes poderes, privilegios y son los que dirigen la vida en las naves mediante el voto entre ellos; entre los demás se les conoce como la Élite. Frente a ellos están todas las personas que se colaron o que están destinados al bien de los demás, integrantes del servicio, los militares que no forman parte de los altos cargos, policías y guardia y los polizones, los cuales no tienen ningún privilegio y casi ninguno es parte de La Organización por el simple hecho de no conocerla. Este último grupo, a excepción de policía y militares, no tienen acceso a armas ni a las nuevas tecnologías además de vivir en habitaciones asignadas y superficiales. Los ricos y empresarios tampoco tienen acceso a estas armas pero muchos de ellos, dada su situación, tienen el dinero suficiente para comprarlas de contrabando.

En último lugar, sobre los campos del saber o estudios, hay que decir que no todos los humanos tienen las mismas posibilidades para realizar grandes carreras. La educación se divide en la primaria, que sería la que realizan todos los humanos al completo y en la que son enseñados a las cosas más necesarias, tales como leer, escribir, matemáticas primarias y un poco de la historia de la humanidad. Tras ella se encuentra la especialización, en la que los niños estudian principalmente cosas relacionadas con el campo que ejercerán de mayores y su futura ocupación en la nueva sociedad. Esta parte de la educación no es accesible a todos, al menos no de forma libre, y en ella los hijos de las personas que forman el grupo privilegiado dan las clases de manera individual con un profesor especializado en cada materia. Sin embargo, algunos de los humanos llegan a incluir en su especialización ámbitos que se acercan más a su curiosidad que a su futuro laboral y obviamente solo aquellos humanos que pueden permitírselo. Por último, entrarán en el mundo laboral.
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Mensaje por Apocalíptica Dom Jul 17, 2011 9:22 pm

    Científicos
Pertenecen a este grupo todas aquellas personas que realizaron una carrera de ciencias, ya pueda ser de la salud (médicos, enfermeros, etc.), de ciencias puras (matemáticos, ingenieros,...) o las compuestas (físicos, químicos,...). Los científicos que se salvaron cuando llegó el fin del mundo fueron todos aquellos que tenían una gran importancia, es decir, los mejores como puede ser el caso de premios nobel, nombres importantes, aquellos que hicieron grandes descubrimientos para la humanidad, ...

La mayoría de ellos fueron exactamente los mismos que descubrieron que el fin del mundo se acercaba y que causaría cambios a los que seguramente los humanos no podrían sobrevivir. Tras su descubrimiento, fueron haciendo investigaciones para saber qué cambiaría en la Tierra y se dieron cuenta de que aquel sería el fin de la humanidad, de que se necesitaba escapar para salvar la especie. Presentaron todos sus descubrimientos frente a un grupo de políticos y personas de altos cargos y, todos juntos, decidieron qué sería exactamente lo que harían: realizar tres grandes naves para que todos los importantes pudiesen sobrevivir a la catástrofe, este plan se conoce como el Protocolo de Auschwitz. Escogieron cuáles serían los animales que embarcarían en las naves y cuáles se quedarían en Tierra, de dónde se obtendría el combustible para las naves, la comida, la bebida, la zona que dedicarían a las plantas en las naves, etc. Podemos decir que fueron los cabecillas de todo en cuanto a pensamiento, puesto que siempre lo hacían a las órdenes de los políticos, y los que controlaron los principales datos sobre el futuro en las naves y los que eligieron todas las cosas. También descubrieron que, si las naves se cargaban con lo estrictamente necesario para un viaje hacia Marte, se podría obtener el agua y el combustible de la superficie de nuestro planeta vecino suficiente para poder sobrevivir.

Cuando la humanidad se quedó suspendida en mitad del espacio exterior, después de diez años, fueron los que descubrieron también que el planeta había dejado de cambiar. En un primer momento enviaron a un par de personas en lo que llamaron "naves de investigación" para que se descubriese si los humanos podrían volver a vivir en la superficie del planeta Tierra sin tener que exponerse a grandes problemas. Todas las pruebas dieron respuestas afirmativas y, finalmente, acabaron decidiendo que las naves embarcarían de nuevo.

Los científicos desarrollaron una avanzada tecnología en su exilio que mejoró notablemente la vida en las naves. Al volver y descubrir a los mutantes, un 89% de ellos decidieron unirse a La Organización por los principales motivos de miedo, interés y horror. Hay algunos que sienten una gran envidia hacia las personas que se quedaron y desarrollaron poderes, por ello, intentan encontrar alguna manera de implantar sus cambios y sus poderes a los humanos normales y corrientes. Además y para poder salir victoriosos en la guerra contra ellos, intentan encontrar la manera de hacer que sus poderes se desactiven y desaparezcan totalmente. Sin embargo, sus investigaciones solo los han llevado a una vacuna de una corta duración que paraliza los poderes del mutante en cuestión.

Son pocos los que salen al exterior de las naves puesto que, aunque saben que no hay riesgos si salen, prefieren quedarse en el interior con su vida sedentaria y continuar con sus investigaciones a los mutantes.

La mayoría de las personas han llegado a desarrollar un profundo odio hacia ellos puesto que consideran que aunque lo sabían todo decidieron mantenerlo en secreto aunque realmente fueron los políticos los que llegaron a la conclusión de que los civiles no deberían de enterarse de nada de lo que iba a pasar en el planeta Tierra.
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Mensaje por Apocalíptica Dom Jul 17, 2011 9:24 pm

    Políticos
En el grupo de políticos se encuentran incluídos todos los gobernantes que consiguieron tener una plaza en las naves y así poder salvarse. No todos los países tuvieron políticos que pudieron salvarse, nada más lejos de la realidad. Los que primero se enteraron de la catástrofe fueron todos los que pertenecían a las mayores potencias mundiales: Japón, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. Entre todos ellos fueron haciendo votaciones para elegir cuáles deberían de subir a bordo de las naves y cuáles quedarse sin espacio. Sin embargo, también hubo políticos que consiguieron salvarse gracias a su dinero puesto que pudieron comprarse una entrada a las naves como tantas otras familias ricas hicieron y luego continuaron dedicándose a la carrera política.

Entre todos los elegidos, fueron sometiendo a votación a todas las personas que serían informadas y seleccionadas para poder salvarse. Junto con los científicos decidieron cuáles serían los militares y eruditos que irían para ofrecere ayuda de apoyo. Cuando se enteraron de que el fin del mundo se encontraba cercano, decidieron mantenerlo en secreto para que el terror no se desarrollase entre la población y poder continuar dirigiendo sus países con total normalidad. También, participaron en todas las decisiones que se iban desarrollando sobre los víveres, las cosas que se podrían llevar, etcétera, y fueron sus rostros los que se promovían en las pantallas de televisión asegurando que no estaba sucediendo nada extraño y que todo iba bien. Es decir, se encontraron como cabecillas en el Protocolo de Auschwitz. Sin embargo, la mayoría decidieron quedarse al margen de todas las decisiones cuando supieron que ellos se podrían salvar porque no querían mancharse las manos.
Cuando las naves zarparon la mayoría de ellos fueron perdiendo su poder debido a que ya no tenían ningún país que dirigir. Sin embargo, otros muchos continuaron formando parte de la administración en las naves y votando sobre cuál sería la decisión siguiente a tomar. Después de ser informados por los científicos de que el planeta había vuelto a la normalidad y, tras hacer caso a los consejos que les dieron los eruditos, decidieron enviar las dos naves de investigación.

Al llegar el día en el que volvieron a la Tierra, los gobernantes que continuaban teniendo poderes dieron rienda a suelta a Mikhail para que crease La Organización, aunque no se unieron para salvaguardad su imagen, y dieron su voto de aprobación. Consideraban que los mutantes eran una amenaza y que además habían conseguido desarrollar unos poderes que ellos deseaban. Por ello también aceptaron que se empezasen a hacer investigaciones para neutralizar sus poderes obligando a la mayoría de los científicos a acatar sus órdenes con la excusa de que era necesario para proteger a la humanidad del peligro que suponían los mutantes.
Al principio se mostraron cautelosos en lo referente a salir de las naves pero, finalmente, han sido uno de los grupos que mejor se ha asentado a la nueva vida. La mayoría se han desplazado a la ciudad en construcción en la que se han comprado una casa. Aún así, hay muchos que han preferido quedarse en el interior de las naves para poder dirigirlo todo mucho mejor desde allí.

Solo unos pocos tienen acceso directo a armas aunque la mayoría han acabado haciéndose con al menos una por contrabando para poder protegerse mejor de las amenazas exteriores. Además, suelen engañar al resto de los humanos para sus propios propósitos hablando como dictadores o populistas. Todos se han acabado poniendo de acuerdo y trabajan juntos para sus bienes sociales y económicos bajo la excusa de volver a construir una gran civilización humana, más moderna y más poderosa que antes.
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Mensaje por Apocalíptica Dom Jul 17, 2011 9:25 pm

    Eruditos
Incluiremos en este grupo a todas las personas que dedicaron su vida al saber y que, tras muchos logros personales, sociales y hacia la humanidad, acabaron obteniendo un gran lugar en las naves por decisión general de todos o la mayoría de los gobernantes. Es decir, que en eruditos están incluidos los filósofos, escritores, humanistas, artistas de renombre, figuras emblemáticas, etcétera; haciendo una gran división entre los que son considerados científicos y se dedican a las ciencias y los eruditos, que son todos los que se encargan del saber pero en ámbitos más generales.

Aunque hay algunos que consiguieron una plaza en las naves debido a su dinero, otros muchos lo hicieron por decisión de los gobernantes y científicos; nóbeles de la paz, premios en concursos dedicados al saber, no podían quedar abandonados a la merced del apocalipsis. Este grupo no es muy amplio y, en su mayoría, se dedicaron a aconsejar a los gobernantes y científicos en sus actividades tanto pre-huida como post-huida.

Sin embargo, no se enteraron de que las naves iban a zarpar hasta que los dirigentes los seleccionaron como miembros de la zona élite, unos cuantos días antes de que las naves se marchasen. Muchos de ellos no estuvieron en ningún momento de acuerdo con dejar al resto de la humanidad en la Tierra pero, puesto que a ninguno se le ocurrió nada mejor que poder hacer para solucionar el problema, acabaron aceptando el plan. No bostante, hubo muchos eruditos que, puesto que consideraban que el marcharse estaba en contra de sus principios, decidieron devolver su entrada y quedarse con el resto de los humanos, con los pies sobre la Tierra. Otros habían estado tan detrás de los planes de las naves como los mismos científicos, conscientes de que era imposible salvar a la humanidad al completo y que, por ello, era mejor rescatar a unos cuantos.

Una vez en el espacio exterior, entre ellos se seleccionó a todos los que fueron considerados como los más importantes y estos entraron a formar parte en el nuevo gobierno en las naves. Se convirtieron en una especie de consejeros y se encargaron de ejercer de intermediarios entre las personas que no eran parte del gobierno y los dirigentes.

Cuando llegó la noticia de que el planeta parecía que se había calmado y que los cambios habían parado; aconsejaron en todo momento el enviar a varias personas a la Tierra para descubrir si las investigaciones eran ciertas o, por el contrario, erróneas.

En todo momento se mostraron muy cautelosos y la mayoría no salieron de las naves hasta que pasaron un par de meses en tierra firme. Sin embargo, al conocer la existencia de mutantes, un 80% de ellos se mostraron interesados y decidieron no unirse a La Organización puesto que querían usar unos métodos más humanos de investigación sobre ellos. Después decidieron que lo mejor sería crear una nueva ciudad para que todas las personas pudiesen vivir tranquilas con mayor espacio para ellas mismas que una simple habitación. Pusieron los planes en marcha y enviaron a arquitectos y exploradores para que encontrasen una zona cercana a las naves pero que fuese un lugar seguro para todos. Así que actualmente son la base que fundamenta el pensamiento de los políticos y nuevos gobernantes, sus palabras son tomadas en cuenta en los casos de los más famosos y reconocidos filosofos y algunos de hecho participan del consejo de gobierno principal. No obstante, dada su vesante humanista, no suele llevarse muy bien con los integrantes de la Organización y, como estos últimos son los que tienen más importancia, los eruditos no poseen un voto tan fuerte en los órganos principales como desearían.
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Mensaje por Apocalíptica Dom Jul 17, 2011 9:27 pm

    Alta sociedad
En este grupo se incluyen a todas aquellas personas millonarias que gracias a su dinero fueron capaces de comprarse una entrada a su salvación. Junto con ellos embarcaron todos a los que pudieron comprarle otro billete ya fuesen sus hermanos, sus hijos, sus parejas, etc. Por ello, podríamos incluir en este apartado a todos aquellos "suertudos" que fueron tan afortunados como para ser capaz de salvarse del final gracias a su dinero y a sus muchos contactos. Es decir, grandes empresarios, banqueros, familias poderosas, etcétera; que han conseguido tal cantidad de dinero como para comprar un "billete de nave". Muchos tuvieron, además, unas grandes porciones en dichas naves en las que poder vivir cómodamente aunque otros tuvieron que "conformarse" con unas habitaciones más pequeñas.

De manera general cuando subieron en las naves se olvidaron de todo lo que había pasado e intentaron volver a rehacer sus felices vidas allí dentro, desentendiéndose del mundo que los rodeaba. No participaron en política ni se vieron interesados en entrar a formar parte del gobierno. Lo único que querían era que su vida siguiese como hasta el momento.

Gracias a que la mayoría se llevaron su dinero con ellos, pudieron tener a su servicio a otras personas para que su vida fuese lo más cercana a lo que había sido en la Tierra. Se olvidaron de sus trabajos y la mayoría se pasaba el día en las zonas recreativas o bebiendo, para poder olvidar todo lo que había pasado en su planeta y a todas las personas que habían dejado atrás.

Sin embargo, pasaron los días y los meses y finalmente los años. Al final, en su mayoría empezaron a interesarse por las cosas que ocurrían en las naves y a montar pequeñas empresas de ocio para que la vida en las naves no fuese tan amena ni aburrida como lo había sido hasta el momento. Algunos llegaron incluso y volver a ser personas importantes e ingresaron en el gobierno, aunque fueron pocos.

Cuando se enteraron de la noticia de que la Tierra volvía a la normalidad algunos dieron todo el dinero que fue necesario para que las investigaciones avanzasen. Así pues, fueron los que financiaron la llegada de las dos naves exploradoras. Es decir, que fueron los primeros en enterarse de que todo en la Tierra se había estabilizado y que la vida podría continuar en ella. Hicieron rápidamente las maletas y fueron los menos cautelosos a la llegada de las naves a la Tierra, hasta que descubrieron la existencia de los mutantes. A la mayoría de integrantes de este grupo no les gusta la idea de los mutantes y siente hacia ellos un fuerte terror y asco, su educación les obliga a sentirse superiores a ellos y, por lo tanto, estar a favor de que sean eliminados. A su vez, el miedo a que el mundo pueda volver a desestabilizarse en cualquier momento los hace temerosos de salir mucho al exterior o de dar vueltas lejos del perímetro de aterrizaje; por ello, permanecieron la mayoría encerrados en sus habitaciones de lujo hasta que se trasladaron a la nueva ciudad humana.

A día de hoy, la mayoría viven en la ciudad de los humanos y medio pertenecen a La Organización, es decir que financian todas sus investigaciones y sus armas pero no llegan a participar directamente de ellas. Podríamos decir que, sin este apartado social, la tecnología de los humanos no se podría haber desarrollado tan rápidamente.
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Mensaje por Apocalíptica Dom Jul 17, 2011 9:27 pm

    Polizones
Pertenecen al grupo de polizones todas aquellas personas que, aunque no tuvieron el suficiente dinero para poder comprarse un billete a la salvación, pudieron entrar en las naves o bien por el escándalo que se montó el día del despegue o simplemente por pura suerte. Por tanto, estas personas no son para nada partícipes de la mayoría de las cuestiones que aparecieron en las naves pues, se encontraron durante bastante tiempo escondidos para que las autoridades no los encontrasen y, cuando salieron de sus escondites se mantenieron en todo momento al margen.

Tampoco tenían muchas pertenencias y la mayoría solo poseía lo que llevaba puesto. Solo se habían preocupado por salvarse el pellejo y las posesiones que se tenían era algo de menor importancia. Algunos privilegiados recibieron más ayudas de la gente rica tales como ropa, zapatos y habitaciones en un estado aceptable por pura caridad aunque en su mayoría solo recibieron un par de comidas y una habitación ruinosa que además debían de compartir con otros polizones. No había espacio y menos para aquellos que no habían sido contados.

Algunos de ellos decidieron encontrar un trabajo y servirles a las personas importantes de las que se enteraban de las novedades. Otros decidieronn buscar trabajo en los servicios de las naves, como limpiadores o cocineros, incluso en el cuerpo militar, para así asegurarse un alojamiento y comida ya que era la única forma de tenerlo garantizado. Sin embargo, la mayoría de ellos continuaron viviendo en el anonimato durante toda su estancia en el espacio exterior. Además, en todo momento prefirieron mantenerse al margen de la gente rica y del gobierno pues consideraban que eran unas personas importantes pero asquerosas que habían estado engañando a toda la población para poderse salvar solamente ellos dejando atrás a todas sus personas queridas. Los polizones son grupos reducidos de personas y, al contrario de la alta sociedad, no pudieron salvar a sus familiares ni a nadie más pues, en todo momento entraron por pura suerte en las naves.

Los rumores se extendieron rápidamente y finalmente, llegó a sus oídos que la Tierra volvía a la normalidad. Ansiosos hicieron las maletas rápidamente con las pocas cosas que tenían y, al llegar a tierra firme salieron de las naves felices. Se esperaban recibir una buena bienvenida, que todos sus familiares se encontrasen vivos y que la vida fuese como antes había sido. Sin embargo, allí no había nadie y, más tarde se enteraron de que la mayoría de los humanos se habían muerto y los que no, habían mutado.

Muchos de los polizones se han transladado a la ciudad de los humanos en la cual intentan recobrar su vida pasada y pocos son los que siguen estando en las naves.
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Mensaje por Apocalíptica Dom Jul 17, 2011 9:28 pm

    Trabajadores
Este grupo es bastante numeroso pues está formado por todas aquellas personas que fueron escogidas para continuar trabajando en un ámbito que no fuera ni el gobierno ni la ciencia. Es decir: militares, profesores, policías, servicio, cocineros, etcétera. Muchos de ellos fueron elegidos al azar por los científicos y gobernantes y, el resto, fueron contratados por la alta sociedad para que continuasen trabajando para ellos. También hay un pequeño grupo de trabajadores que consiguieron un billete para las naves comprándolo con su dinero y, que una vez dentro, continuaron trabajando. Una vez abordo y, aunque hay unos cuantos que decidieron abandonar su trabajo, la mayoría continuaron trabajando para el bienestar de los humanos. En este grupo también están incluidos todos aquellos polizones que consiguieron un trabajo en las naves a cambio de comida, en este caso trabajos mucho más mediocres e indeseables.

Generalizando, éstos humanos en un principio no sabían muy bien lo que pasaba en el mundo que los rodeaba. En un principio la única información que les llegó es que habían sido escogidos entre todos los habitantes de la Tierra para participar en una expedición de gran importancia para la humanidad que no podrían rechazar. Después, sin embargo, al percatarse de que en ningún medio de comunicación aparecía información sobre la supuesta expedición la mayoría llegaron a opinar que se trataba de un descubrimiento secreto que los jefes del gobierno no querían que se supiese.

Pasaron los días hasta que finalmente la noticia saltó a la luz. Muchos de ellos se sintieron afortunados por la oportunidad que la vida les había ofrecido, porque continuarían viviendo aunque dejasen a sus seres queridos en tierra. Sin embargo, hubo un pequeño grupo de renegados que entregaron sus billetes a otras personas y que decidieron quedarse con el resto de sus familiares para morir sin abandonarlos, porque estos no habían sido elegidos para ser salvados. Los miembros de los cuerpos militares y de policía, no obstante, no tuvieron esta última elección.

Dentro de la comunidad de trabajadores de las naves, existe una profunda división interna entre diferentes profesiones, según la dificultad y preparación que requiere las tareas en sí.

Las profesiones que requieren de alta preparación profesional, como por ejemplo, médicos, arquitectos, y demás. Se trata de gente que, por la naturaleza de su trabajo, tratan de construir un mundo mejor para los supervivientes del cataclismo. La mayoría ejercían ya antes de embarcar, y fueron contratados entre la élite de los suyos para subir junto a sus familiares, pero también hay unos pocos que embarcaron siendo niños y que completaron sus estudios en las naves, siendo estos más jóvenes y levemente despreciados por los más veteranos.
Suelen anteponer a la población civil a todo, por lo cual a menudo hay disputas entre estos y los cuerpos armados. También tienen tendencia a sentirse indispensables y muy útiles a la sociedad, por lo que les gustaría sentirse más halagados y respetados.

Las profesiones de bajo nivel, véase servicio de limpieza, mano de obra, etcétera, son gente con trabajos poco reconocidos pero, por supuesto, necesarios como el que más. Suelen sentirse despreciados en cierto modo por los cuerpos de seguridad (militares y policía), que los suelen tratar como una carga, y por los civiles de alta clase, que los consideran sus criados. Hay un amplio espectro de edades pues tanto los que embarcaron en las naves con la misión de trabajar ahí, como los que compraron el billete por su cuenta y la mayoría de los hijos de todos estos están ocupados en este sector. Como se ha dicho antes, también pueden formar parte del grupo bajo del servicio aquellos polizones que acepten un trabajo a cambio de alojamiento seguro, es la opción más viable si se quiere una estancia mínimamente confortable en las naves.

Los cuerpos de seguridad, formados por los mejores militares traídos de los ejércitos de todos los países, y por algún que otro policía y demás. Los dirigentes de las naves llegaron a la conclusión de que sería mejor agruparlos todos en una sola organización, así que ahora existe solamente un cuerpo de seguridad, con diferentes subdivisiones encargadas de los diferentes ámbitos, sea reconocimiento del exterior, o protección de los civiles. Los miembros de las fuerzas armadas son los únicos que tienen acceso a armas, ya que poseen una identificación que les permite acceder a los almacenes. A pesar de esto, el rango de cada militar permite el acceso a otros tipos de armas. Suelen ser personas protectoras, pero también tienen una relación algo tensa con los demás civiles. Se basan en un código moral y de conducta muy estricto ue debn jurar cumplir nada más ingresar en el cuerpo, y la mayoría son rectos y disciplinados.
Algunos trabajan directamente bajo las órdenes de La Organización, tanto como miembros voluntarios o porque algún jefe necesita el ejército por algo en concreto. No pueden negarse en ningún momento (ni quieren), ya que ellos no piensan incumplir el código.
Otra destinación muy habitual entre los militares es la nueva ciudad humana recién construida, y su misión consiste en proteger tanto las infraestructuras, las cuales han sido complicadas de construir teniendo en cuenta los escasos recursos disponibles, como proteger a los humanos que viven ahí.
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