Your Insanity {#} Afiliación normal

No queda nada. Todo lo que conocíamos ha desaparecido. ¿A dónde voy a ir ahora, mamá? Por el momento me he unido a un grupo de errantes que se dedican a ir de aquí para allá buscando un sitio dónde vivir entre las ruinas. El mundo se cae a pedazos, pronto no quedará nada más que un montón de polvo y cenizas de nuestros antepasados. Espero que estés bien, te echo mucho de menos y además no hay otros niños con los que poder jugar por aquí. Muy pocos niños. Hace frío, cada día más. El invierno es crudo y el verano hace arder las tierras que pisamos. Cada vez el tiempo es más extremo, al final no lograremos sobrevivir y moriremos congelados. ¿Qué voy a hacer? Papá está enfermo. No hay medicinas, ni siquiera un hospital al que poder llevarle. Solo hay un curandero en el grupo y dice que no hay nada que podamos hacer. Las personas sucumben en el día a día ante una enfermedad que no se puede curar por falta de medios o por una herida infectada. Viajamos de un lado para otro en vehículos que todavía funcionan y están en buen estado, buscando gasolina, comida y agua. En algún lugar tiene que haber una colonia de personas que se han refugiado, no podemos ser los últimos que quedan en pie en el país. Debemos esperar, esperar a que manden ayuda.

He perdido la esperanza, mamá. Nadie vendrá a buscarnos. Se han olvidado de nosotros después de el bombardeo. ¿Por qué, por qué tuvo que suceder esto? Nosotros éramos gente pacífica, ¿no? Entonces no entiendo nada. Bueno, sí que lo entiendo. Estábamos en guerra, seguro. Por eso lanzaron aquellas bombas sobre nuestras cabezas y todo se volvió rojo y negro. Muerte salpicada aquí y allá en forma de sangre y cenizas. La gente corriendo horrorizada intentando escapar de las llamas engullidoras y de las explosiones. Caos. Y ahora encima nos dejan a la intempiere sin ayuda, como si nadie se hubiera dado cuenta de lo sucedido. Pero... ¿Y si realmente nadie se ha dado cuenta?¿Y si nos han olvidado aquí encubriendo el ataque como un acto de terrorismo más? Oh, madre mía. Estamos perdidos. Cada día somos menos los que aguantamos.

¡Hemos encontrado gente, mamá, gente! Personas de carne y hueso. Es una colonia enorme, de miles de personas que se han organizado entre las ruinas y los escombros construyendo una cidudad que renace de sus propias cenizas. Son gente un poco extraña, pero creo que no son malos. Está lleno de soldados, y las normas son muy estrictas. No me dejan andar por ahí con mi peluche, dicen no se qué de que puede tener armas dentro. ¿Pero cómo va a tener armas dentro? Si es blandito y gustoso. No lo entiendo, no lo comprendo. Papá... Está siendo tratado ahora mismo, en el hospital de la ciudad. No tengo ni idea de qué sucederá, pero al menos sabemos que no somos los únicos. Volveremos a ser una nación, mamá, más fuerte y más decidida. Por que lo llevamos en nuestro corazón, y nadie nos podrá aplastar aunque lo intente. Eso es lo que le he oído decir a un soldado muy simpático que había por allí. Incluso he visto cómo preparaban extraños juegos para gente mayor. Ponían una cuerda alrededor del cuello de un hombre y le hacían saltar al vacío. No sé, tienen costumbres muy extrañas, estas personas.

Te quiero mamá.
X.