El hombre... ¿zorro? | Zero Halliwel

por **Ben Adams** Sáb Dic 11, 2010 1:30 pm

Ahí me encontraba yo, en los inhóspitos principios de un volcán que amenazaba constantemente con entrar en erupción, para que os hagáis una idea, era tan constante su amenaza como el llanto de un niño al no comprarle el juguete que quería.

Se podría decir un día, pero las estaciones eran difíciles por no decir casi imposibles de adivinar, pues cada lugar parecía tener un clima propio, y si bien aquí hacía un calor de cojones. En el bosque o en algún otro lugar semejante podrías helarte en un segundo.

Ni siquiera sabía que día sería, extrañaba eso, saber una hora, saber un día, saber el nombre del momento en el que me encontraba, encontrase o encontraré, pero... por lo visto aquello pertenecía al pasado o a personas con acceso a dicha información, no obstante divagando con cada uno de estos pensamientos, tras mi entrenamiento diario.
Procedí a desvestirme quedando en la prenda más íntima de todas, no había lugar en el que bañarse o asearse como mínimo, aunque... Cada cara del volcán al alejarte podía llevarte a un sitio distinto.

Me parecía escuchar pasos, no podía permitirme que fuese algún humano escaso de miras que pretendiese llevar a cabo mi exterminio.

Y no me quedó otro remedio que transformarme en aquel poco común animal de pelo rojizo, nariz afilada, uñas hirientes y gran astucia: el zorro.
Mi cuerpo... empequeñecía; mi pelo parecía teñirse de un rojo fruto de la mezcla del color de la sangre y del color de la zanahoria; mis uñas se alargaban, se afilaban, y ennegrecían; mi nariz, bueno... mi "hocico" se afilaba, y se alargaba; mis ojos, éstos se rasgaban ennegreciendo a su vez casi por completo, dando paso a un animal que a nadie en su "sano" juicio se le ocurriría pensar que realmente es un ser humano, ahora podía olerle... Con un precisión tan sublime, era inimaginable cuan desarrollados tienen los sentidos los animales.

por **Zero Halliwell** Sáb Dic 11, 2010 11:48 pm

Llevaba ya más de una hora hora corriendo y destrozando todo lo que había a mi paso. Las piedras con las que me cruzaba empezaban a temblar y las lanzaba a varios metros. Algunas de ellas incluso empezaron a estallar. En dos años había mejorado bastante todo mi poder. A veces, gracias a Lilith, había conseguido manifestar grandes dosis de electrokinesis, reventando el cuerpo de varios humanos que se habían puesto en mi camino para intentar atraparme. Pero claro, después de eso acababa rendido, por lo que no lo usaba demasiado.

Comencé a correr por el pie del volcán, sintiendo los pequeños terremotos que emitía. Parecía que fuera a estallar en mil pedazos e inundarnos con un océano de lava, pero eso nunca llegó a suceder. Eran simples avisos: perro ladrador, poco mordedor. Suspiré y continué corriendo, hasta que me encontré con algo anormal.

Derrapé con mis converses en el suelo y respiré con profundidad. Ladeé la cabeza cuando me encontré con un precioso animal que no había visto en muchos, muchos años. Un animal que debería estar extinguido ya: Un zorro. Sonreí y di un paso hacia él, no podía ser otra cosa que un mutante. Me relajé y los objetos de mi alrededor dejaron de temblar con violencia. El remolino de piedras que había generado y que daba vueltas a mi cuerpo cayó hacia el suelo. Había aprendido esa técnica hacía tiempo, como un sistema de defensa.

por **Ben Adams** Dom Dic 12, 2010 1:00 am

Ahí llegaba, un pequeño terremoto en piedras de la mano de un chico, un desconocido.
Lo curioso de todo era cómo iba reventando las piedras como si fuesen canicas con un martillo, era divertido, no sabía que poder sería aunque... Si entablábamos conversación quizás se lo preguntaría.
Se detuvo en seco, y me miró así que lo miré, por su cara pude obviar que era un mutante además de por sus poderes anteriormente demostrados.
Resoplé aún con mi forma de zorro y hablé.

-¿Tan obvio es? -Pregunté un momento, y caminé hacia él para transformarme en humano otra vez frente a él, observándolo gracias a mis violáceos ojos, y sonreí de medio lado para dar un paso atrás.

-A juzgar por tu anterior expresión facial, supongo que sí -Comenté divertido y acto seguido me rasqué la barbilla, que ya empezaba a raspar un poco, normal, hacía unos días que no me afeitaba, pero bueno, todo tiene solución.

-Eso que has hecho antes, ha sido fantástico, me recordaste incluso a un cómic de hace algunos años.

Expliqué un instante, y volví junto a donde tenía mis pertenencias, mi mochila, y algo de comida recién hecha aprovechando el calor de la propia tierra.

-¿Carne... un huevo quizás? - Cierto era que apenas existían animales de la época en la que vivíamos, pero lo cierto también era que al igual que los humanos habíamos mutado... Éstos también.

por **Zero Halliwell** Lun Dic 27, 2010 5:08 am

Esbocé una pequeña sonrisa y me metí la mano en los bolsillos de los vaqueros mientras lo examinaba con curiosidad. No había conocido a nadie que se pudiera convertir en un animal, me parecía un poder realmente curioso, pero sin ninguna utilidad. ¿De qué serviría un zorro en una lucha cuerpo a cuerpo? Yo al menos podía electrocutar a las personas si realmente me lo proponía.

-Hombre, colaría si el zorro no se hubiera extinguido hace bastantes años. Podías cambiarte por un perro o un gato, eso llama menos la atención -me encogí de hombros, pasándome una mano por el pelo-Eh... no gracias, no tengo hambre, ya he comido.

Mi sonrisa de hizo un poquito más ancha, pero le quité importancia.

-No era espectacular, es lo que pasa cuando empiezo a ponerme nervioso. Antes solo creaba pequeños terremotos, ahora remolinos de piedras.

por **Ben Adams** Jue Dic 30, 2010 12:19 am

Observé con detenimiento al chico, y sonreí de lado cuando rechazó la comida, por que "ya había comido" Observaba a su vez la curiosidad del chico hacia mi persona, cosa que me

-Hmm... un zorro, siempre fue mi animal favorito, y tiene ambas habilidades, las de perro y gato así que... ¿por qué elegir uno de ellos cuando hay uno que tiene ambas características? Aunque aún así no elegí mi transformación, pero como me gustaba tanto este animal, supongo que es normal.

Miré al chico con una sonrisa divertida cuando mentó lo de ponerse nervioso, y negué de lado mientras terminaba de calentarse el huevo y el "algo" de carne sobre aquella losa que coloqué sobre fuego, saqué de mi mochila casi multiusos, un tablón de madera a modo te plato, y unos cubiertos que se me quedaron ahí en su día y decidí guardar.[/b]

-¿Nervioso? Vaya... No era mi intención, aunque yo también a veces, me siento así al avistar a alguien nuevo/a.

Comenté sentándome en el cálido suelo, sin dejar de mirarle.

-¿Estás solo?

Pregunté al fin al ver que nadie más acudía por la zona, aunque tampoco se puede decir que fuese un lugar de paso.

por **Zero Halliwell** Jue Ene 06, 2011 6:58 am

Me crucé de brazos y miré al horizonte, pero sin llegar a pararme demasiado en él. Tenía muchas cosas en la cabeza en aquel momento. Una de ellas era mi inmediata muerte a manos de toda la Organización. Estaba seguro al cien por cien de que Dylan ya se habría encargado de reclutar a miles de humanos para acabar conmigo. Pues muy bien, que lo haga, me llevaré el secreto de su vida a la tumba.

Desvié la mirada hasta el chico y esbocé una sonrisa de indiferencia, pasándome una mano por el pelo y volviendo la vista al frente.

-Aunque sea tu animal favorito, si los humanos llegan a ser tan avispados como yo, no durarías ni un segundos. Tienes que ser un poco más prudente con las transformaciones.

Bajé la mirada hacia lo que estaba intentando hacer de comida. Enserio, colega, eso estaba muy muy crudo. Arrugué la nariz y estiré la mano, emitiendo un chasquido con los dedos. La carne fue adquiriendo un tono más apetitoso y el huevo de hizo en apenas unos segundos. Ahora aquello si que era una comida de verdad, incluso olía un poquito.

-Como sigas intentando calentar las cosas de esa manera, te mueres de hambre -suspiré-. No ha sido por ti lo de mi nerviosismo, es por... es por otra persona -intenté no pensar en Dylan y que los colores se me subieran a las mejillas. Y logré mantener mis sentimientos en los más profundo para que yo pudiera salir afuera-. Sí, estoy solo. SI no lo estuviera, habría un escuadrón de humanos a mis espaldas.

por **Ben Adams** Jue Ene 06, 2011 9:01 am

El chico se dirigía a mí casi como si le costase hablarme y me respondía con mayor indiferencia aún, me limité a mirar como se hacía la comida, y a escucharle.

-Bueno, aunque se diesen cuenta podría correr a una velocidad a la que ellos no llegarían a menos que dominasen las carreras a cuatro patas. Mi imprudencia sólo es fruto de mi desconocimiento.

El chico, desconocido aún para mí, emitió con sus dedos un chasquido y el fuego al que se hacía la comida aumentó considerablemente haciendo que la carne roja, cruda con apenas calor, se empezase a sonrosar y dorar por ambos lados y los huevos empezabas además a tomar la forma real de lo que era: un huevo frito.
No le di las gracias, aunque supe que fue el chico.

- Entiendo. Si llegas a estar con un escuadrón de humanos yo no hubiese estado aquí ya... Me refería a algún amigo, o amiga, acompañante o pasajero perdido por el camino.

Expliqué un momento sin detenerme a mirarle, saqué un botellín con algo de agua, y tomé apenas un trago, mientras mis violáceos ojos escudriñaban lo que quedaba de agua, y yo guardaba nuevamente el botellín, no sabía si el quería pero por lo visto estaba a la defensiva, no consideré prudente preguntarle.

-Deberías huír si te están siguiendo.

Sugerí sin mucho interés, mientras practicaba con mis manos la trasformación de una zona corporal, la de un dedo en una ramita de un árbol, en piedra, o cosas por el estilo e igual de sencillas. Dado que el entorno era rocoso, obviamente por culpa del volcán y se lograba avistar algo de vegetación en la lejanía, podía aprender si me lo proponía.
Mientras practicaba dejaba al chico que observase con tranquilidad el terreno, y dejé de practicar... Escuchaba casi las más pequeñas piedrecillas moverse.

por **Zero Halliwell** Jue Ene 06, 2011 9:17 am

No me encontrarían, había sido un poco más rápido que ellos. Y listo, por supuesto. Me giró hacia él, suspirando y metiéndome las manos en los bolsillos. Bueno, por lo menos alguien iba a comer bien. No eran muchos los mutantes que podían permitirse esa clase de comida, aunque no estaba demasiado seguro de la procedencia de los alimentos, puede que hasta fueran robados. Ladeé la cabeza y después negué lentamente.

-No, estoy completamente solo -me encogí de hombros y o vi hacer esas cosas de transformaciones. Vaya, era algo realmente impresionante-. Eso que haces, es genial. Mi poder al lado del tuyo parece ridícu...

Me giré con rapidez al escuchar el choque de piedras y el derrape de algo. El volcán había emitido desde siempre unos terremotos permanentes, pero conocía el sonido de unos pies arrastrándose por la tierra. Me puse alerta y comencé a mirar hacia mi alrededor, pero todo estaba completamente llano. Menos... menos aquella piedra de dos metros que estaba delante mía. Era una de esas de las que el volcán soltaba de vez en cuando en alguna erupción y que eran realmente peligrosas.

Caminé con lentitud hasta dicha piedra y me paré delante de ella, a unos metros, dejando al chico-transformable a mis espaldas. Con un solo gesto de mano, la piedra estalló en mil pedazos y descubrió lo que había detrás de ella: Un humano, un maldito humano de la maldita Organización. Me apuntó con su arma, que voló a varios metros de distancia antes de desintegrarse en el aire. Me acerqué a él mientras iba desarmándolo poco a poco, hasta que no le quedó nada con lo que poder defenderse.

-¿Cumpliendo órdenes? -giré la cabeza y levanté la mano. Estaba demasiado cansado de aquellos palurdos.

Su cuerpo empezó a convulsionar y mantuve el ataque durante diez segundos seguidos. Cuando su cuerpo se quedó totalmente quieto, en el suelo, tuve la certeza de que ya estaba muerto. Uno menos.

Me volví hacia el chico y me paré cuando estaba delante de él. Me crucé de brazos y miré mi mano, con una pequeña sonrisa.

-Bueno, puede que no resulte tan insignificante... No es seguro que esté aquí, pongo tu vida en peligro, será mejor que me vaya.

por **Ben Adams** Jue Ene 06, 2011 9:51 am

El chico se alertó también, y rápidamente me puse en pie cuando salió aquella enorme piedra, ¿cómo diantres podía haber disparado eso un volcán? De acuerdo que era bastante grande este, pero... Tenía que haber sido una monstruosidad al salir de la chimenea volcánica para llegar hasta delante de nosotros de aquel modo.

Le escuché mencionar algo acerca de mi poder y me encogí de hombros, aunque era bastante útil no entendí como alguien que sea pasea con remolinos eléctricos, destruyendo pedruscos reduciéndolos a mil piezas insignificantes podía decir que su poder era "Ridícu..." Pero bueno, ese tipo de cumplidos siempre se agradecen... supongo.
No sabía que pensar del tipo que piensa que es mucho más molón trasformar un dedo en una rama o en una piedra volcánica... aún, a hacer eso que hace que parece casi como si levitase metros aunque no fuesen más que unos centímetros del suelo.

Él encaró la piedra, bueno el pedrusco... El cual debo decir que me recordaba a un menhir. La encaró volviéndola añicos fácilmente confundidos con ceniza volcánica.
Entonces ahí estaba un humano armado, al cuál desarmó con exasperante lentitud y mató con una totura en no más de diez míseros segundos... Sin duda era totalmente impresionante.

Aquel comentario de que me ponía en peligro, me hizo esbozar una leve sonrisa, y negué con la misma, mientras transformaba a voluntad mis orejas, y mi hocico, cómo el de un zorro, y más importante aún... Con su habilidad.

-Dudo de que me pongas en peligro, pero... por lo que escucho - Dado mi buen oído, y ahora muchísimo más mejorado y ampliado debido a la "trasformación local"- En apenas una media hora pueden llegar 20 amigos tuyos... - Comenté - Por lo visto no venías sólo, me lo hubieses dicho y hubiese sacado incluso algo de comer... O hubiese dividido la comida en pequeño pedazos para cada uno de ellos - Comenté con aire pensativo, y distraído... Nada más lejos de la realidad. - De hecho creo que tampoco será buena idea que me quede por aquí, Señor... - No terminé la frase, pues la marcha se detuvo, podía alcanzar débiles murmullos sinónimos de grandes gritos por su parte diciendo "encontradle, cómo le habéis dejado escapar" y cosas así - Sí, será mejor que se vaya... parece que le están buscando.
Sentencié finalmente mientras me colocaba la mochilla en la espalda, la cual por fortuna, o desgracia podía adaptarse a mi transformación.

por **Zero Halliwell** Vie Ene 07, 2011 2:30 am

Como aquel chico decía, del cuál todavía no conocía el nombre, se estaban acercando más y ya no podía seguir estando allí. Eran demasiados para mí y mi poder no era lo suficientemente fuerte como para poder soportar una emboscada como aquella. Tenía que escapar y ya estaba cansado de correr. Probablemente tuviera que ir a las cuevas y ausentarme un poco. Era territorio de los mutantes y los humanos no se solían acercar allí, a no ser que fueran verdaderos suicidas.

Lo miré con una pequeña sonrisa y asentí con la cabeza. Aquellas transformaciones me seguían fascinando, era como ver una de aquellas películas infantiles, fantásticas, como ver lo que todos los niños habían deseado alguna vez en sus vidas: Poder ser un animal y no una persona. Su animal favorito. Lo admito, yo también lo había querido. Suspiré y me di media vuelta.

-Oye, ha sido un placer conocerte... Soy Zero. Yo también me voy, estoy en peligro de muerte y se pagaría demasiado por mi cabeza. No les daré la satisfacción de capturarme con tanta facilidad -hice una pequeña reverencia y lo miré a los ojos-. ¡Espero que nos volvamos a ver, hombre zorro! Mucha suerte.

Me despedí de él con un gesto de mano y empecé a correr hacia las afueras del volcán. Intenté no resbalar con la nieve y corrí todo lo que mis piernas me permitían. Finalmente, me alejé de aquel lugar.

por **Ben Adams** Dom Ene 09, 2011 12:34 am

El chico por una vez me escuchó con más atención como si lo que dijese fuese más interesante, y su vida dependiese de ello y en cierto modo así parecía ser, dado que su rostro cambió ligeramente al escuchar mis palabras.
Levemente asintió con una pequeña sonrisilla y yo me encogí de hombros.

-Yo soy Ben, Zero, es un placer. - Incliné mi cabeza hacia abajo, tal como él se reverenciaba.- Aquí tienes una mano amiga, y... no se las des (la satisfacción de capturarte). - Sonreí de lado un momento, hasta que habló mirándome a los ojos - Mucha suerte también a ti... hombre ¿voltio? - comenté sin esperar que aquel cumplido disfrazado de broma se lo tomase a mal.

Hizo un gesto con la mano y se despidió de mí, corriendo hacia las afueras del volcán, hasta perderse en la lejanía, mezclándose con aquel horizonte rojizo... Yo, por mi parte: Terminé de transformarme en aquel grácil zorrillo rojizo con ojitos almendrados, y una mochila a cuestas, para huir de ahí también a toda velocidad, no dejando más rastro que una comida que dejé... ahora fría.

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