[Flash Back] Las manzanas están ricas (Yvette)

Off: No es por nada, pero no soy pelirroja, soy castaña

On:
Me gustaba el tono rojizo de la manzana, de haber sabido que tendría tanta suerte al encontrar manzanas en este bosque, habría venido antes. Hacía mucho que no las comía y claro, eran una exquisitez para mí. La pasé de una mano a la otra, con cierta monotonía, ser tan solitaria acababa siendo aburrido, últimamente no ocurría nada sumamente interesante; lo mismo de siempre. Levantarse, cazar animales con el arco y si son muy escurridizos ayudándome de las sombras, vagar por el jodido mundo, de vez en cuando encontrarme con alguna persona... más de lo mismo. Si no fuera por mi estúpida conciencia...

Noté movimiento hacia mi izquierda, con el rabillo del ojo vi a una joven cubierta por un halo luminoso que alumbraba aquella zona del bosque. Puse los ojos en blanco cuando habló. Era Yvette, no es que me cayera precisamente bien. - Buenas noches a ti también, Yvette. - dije mirando con algo de pesadez a la rubia. No podíamos ser más opuestas, luz y oscuridad, buena combinación, pero a la vez mala.

- ¿No deberías estar durmiendo a estas horas? Esta zona del bosque es un poco peligrosa para andar por aquí ta tarde. - dije con una pequeña sonrisa irónica. - Esa luz que te rodea hará que algunos animales se despierten. No creo que les guste demasiado.

Off: Ok, ahora lo cambio, sorry. Me lo había parecido en el avatar ^^

La muchacha terminó de acercarse a Danielle, y a pesar del tono de burla de ella, Yvette mantuvo su sonrisa cordial en ese rostro angelical.
Se sentó en un tronco caído, con cuidado de no mancharse en exceso el vestido, y se alisó la falda. Levantó la vista, y giró un poco la cabeza, mirando a la domadora de sombras con curiosidad.
-¿Durmiendo? Me gusta la noche. -su sonrisa se extendió un poco más. -Es cuando más útil es mi poder, y... -se dio cuenta de que lo había dejado puesto, como quien lleva una linterna encendida y ya no se acuerda de su existencia. -Oh, perdón. -se disculpó con una sonrisa avergonzada, y se concentró para mitigar un poco el brillo que emitía.
-Ya.

Contempló durante unos breves instantes como Danielle jugueteaba con la manzana. Sonrió con amabilidad, tratando de dar conversación.
-Tiene buen aspecto. La encontraste en esa zona de ahí, ¿no? -señaló con la mano hacia la dirección donde ella sabía que había un manzano.
-Es que suelo venir bastante por aquí. Este bosque es solitario, y eso es bueno, porque así no viene nadie que pueda ser un peligro para mí... -musitó, bajando la mirada y mirando el suelo, notaba la hostilidad de Danielle y tampoco le acababa de gustar que la trataran así sin motivo. -Bueno, normalmente, claro. Hoy estás tú. -añadió sin ningún tipo de maldad, sólo como mera observación.

-Bueno, el caso es que por eso los animales no vienen. De noche, la luz los asusta. -sonrió con algo de tristeza. -Deben creer que soy algún tipo de cazador o algo así. Aunque la verdad es que cazar se me da más bien mal.

Observé a Yvette sentarse en el tronco con el ceño fruncido, escrutándola con la mirada – No importa, mientras no mantengas tu luz con tanta fuerza y brillo, no pasa nada - dije con una sonrisa de medio lado.

Me pregunté si habría visto alguna vez a la muchacha que tenía en frente sin sonreír, busqué en los recuerdos que tenía con ella y no encontré ninguno en que no tuviera esa cara de ángel, o mejor dicho, esa cara de niña buena que daba la impresión de no haber roto un plato en toda su vida. Dejé sobre la mochila la manzana y apoyé la espalda en el tronco del árbol. Miré hacia dónde señalaba y asentí.
- Sí, es más, vengo de allí. Aunque entré al bosque por esa zona - dije señalando con la cabeza en un pequeño movimiento – Supongo que he dado unas cuantas vueltas por el bosque como para que ya sea tan tarde. – comenté con tranquilidad.

- Vaya, no sabía que fuera peligrosa… quizás sea por mi trato hostil con la gente. No eres a la única que trato así, es mi forma de ser, aunque antes no era así – me encogí de hombros. Notaba que mi tono de voz no era muy amigable, pero no podía evitarlo, quizá necesitaba más confianza con la gente para hablar amistosamente.

Reí ante sus palabras, no sabía por qué, pero me hacían gracia. – Yo en cambio, me he ganado la hostilidad de muchos animales por mi control con las sombras. Saben que soy peligrosa para ellos, pero eso no evita que algunos me ataquen. – dije como si fuera lo más normal en el mundo, aunque con un toque de risa.

Asentí a lo que dijo, cuanta razón tenía, los humanos habían hecho mucho daño a este planeta y ahora que el planeta parecía ir recuperándose, aparecían de nuevo para volver a hacerla suya. - Seguro que el planeta volverá a ser mierda si los humanos vuelven a expandirse por ella procreando de la misma forma de antes.

Mi labios crearon una sonrisa irónica al ver como Yvette habría sus grandes ojos sorprendida, parecía no entenderlo y eso me producía mucha gracia, era fácil de entender, o por lo menos, para mí lo era.
- Hoy me has encontrado de buen humor – dije tranquilamente. Consideré si contárselo o no, era algo que había dejado atrás hacia mucho tiempo y ahora acababa de recordarlo todo, mi pregunta a todo aquello era: ¿dónde estaban en aquel momento? Un ramalazo de tristeza se instauró en mi rostro al recordar cómo me quedé sola por una estúpida pelea entre mi primo y su amigo. Mi voz se volvió sombría y miré hacia abajo, -un pequeño brillo de nostalgia había aparecido en mis ojos- algo abatida - Es muy largo de contar, además, antes iba acompañada de dos personas, pero nos separamos de una forma un tanto idiota, a mi parecer. – Eso era lo máximo que contaría a alguien que tampoco es que fuera de mi confianza. Estar sola era ahora mi vida. Endurecí mi rostro, dejando atrás la repentina tristeza, un sentimiento que odiaba, una pérdida de tiempo.

Levanté la mirada y miré a Yvette duramente - No, no es ningún inconveniente, es genial poder controlar la oscuridad – mi voz se había vuelto dura y el brillo de nostalgia había desaparecido por completo, dejando ver una mirada fría. Me irritó la gran felicidad que emanaba Yvette por todos sus poros, era bastante molesto. - Bonita forma de pescar la tuya – fruncí el ceño.

Yvette asintió medio preocupada y sin atender del todo, algo distraída, a la primera afirmación de su interlocutora.
-Pues... posiblemente así sea. Aunque la verdad, preferiría que no fuera así. Y es que, nos guste o no, probablemente los humanos tengan la clave para vivir de nuevo en una sociedad civilizada, y no deberíamos despreciar esa posibilidad tan a la ligera. Aunque por supuesto, para ellos no somos más que una amenaza. -añadió con algo de tristeza tiñendo su voz aguda.

La muchacha meneó su cabecita rubia dando a entender que no importaba.
-Está bien, no tienes por qué contármelo si se trata de algo largo de explicar o que simplemente no te apetece. Lo entiendo. -aseguró con su dulzura habitual.
-Aunque... -titubeó, pensando que posiblemente a ella no le interesaría escuchar su vida, pero finalmente decidió soltarlo.
Recogió las piernas contra su cuerpo y las abrazó, apoyando su mentón redondeado y suave en sus rodillas huesudas.

-Más o menos lo entiendo, yo también me quedé sola hace no mucho. Aunque lo mío fue por que mi padre murió, y los demás... bueno, hacía mucho que no los veía, y sólo me quedaba él en realidad. -soltó una pequeña risa, quitándole importancia al asunto. -Aunque claro, supongo que nada de esto te interesa, así que mejor lo dejo estar.

Se puso a balancearse levemente, sus ojos claros fijos en la oscuridad que la rodeaba, pero que a pesar de ello, no la incomodaba ni la asustaba. Pues, a pesar de que estaba oscuro y costaba ver lo que la rodeaba, sabía que no estaba indefensa.
Notó el tono de voz irritado de su compañera, e Yvette negó con la cabeza.
-No, quería decir que... bueno, no quería decir que tener ese poder fuera un inconveniente, por supuesto, me refería a que... -comprendió que a esa chica ella no le caía bien, y que daba igual lo que dijera o lo que tratara de decir, que dijera lo que dijera o hiciera lo que hiciera sólo conseguiría irritar a Danielle.
Hizo un ademán con la mano.
-Es igual, déjalo.

OFF: Oh, lo has cambiado a Flash-back? o.o ¿y eso?

Me mordí levemente el labio, ligeramente disgustada por lo que Yvette acababa decir – Pues claro que somos una amenaza para ellos. Nosotros hemos evolucionado hasta el punto de controlar cada uno una parte de la naturaleza, tú controlas la luz, yo la oscuridad. Ellos no pueden entenderlo ni hacerlo, por eso no nos quieren. Dejaron el planeta a merced de la destrucción solo para salvar sus traseros – dije con rabia, me parecía que esa chica, Yvette, tenía algo de esperanza en los humanos cuando nosotros éramos la amenaza para ellos. Tras hablar, pensé que quizás había exagerado, pero me había irritado el toque de tristeza con la que había dicho eso último.

Cogí la manzana que había dejado sobre la mochila y le di un mordisco. Suspiré y observé a la muchacha rubia – Lo siento por lo de tu padre. Por lo menos tú sabes que fue de él, yo solo sé que la estúpida de mi hermana subió a una de esas naves y las otras dos personas lo último que supe de ellas fue que después de su pelea no volvieron, quizá se mataron entre ellos, pero eso es algo que nunca llegaré a saber – comenté bajando la voz según iba diciendo cada palabra. Sacudí la cabeza y abrí mucho los ojos – Perdón haberte hablado antes así, no tengo por qué tomarla contigo, solo que me irrito con facilidad… – me disculpé mientras la veía balancearse con levedad.

- Ya sé a qué te referías… – dije con desgana, me molestaba su gran felicidad, por ello que la había hablado así.

- ¿Cuándo te quedaste sola? – pregunté de pronto, curiosa por saber algo que no fuera felicidad en su vida.

Me levanté y tiré la manzana a pesar de que aun no me la hubiera terminado, me daba igual, se me había quitado el hambre y tenía más de ellas para más tarde. – ¿Qué te parece si caminamos un poco? Las piernas se me están quedando dormidas en esa posición.

OFF: Porque ahora hace calor y ponía que al cambiar de estación había que poner Flash Back. Ah, siento el gran retraso -_-