¿Te conozco? Bueno, podría hacerlo (Thomas )

Ya habíamos avanzado con la infraestructura de la ciudad, y ahora era un buen momento para disfrutarla y estarme un rato fuera de la presión de todos los de la organización, bueno, no es que ellos me presionaran era simplemente que un secreto que debía guardar para con ellos era lo que ya se estaba haciendo difícil de guardar.
Tras un largo suspiro empecé a recorrer la ciudad, todo a mí alrededor parecía que me iba absorber, y me tenía que tranquilizar o nada bueno resultaría de esto.
Me distraje mirando a las pocas personas que caminaban por las calles más panorámicas. Sentí como el mundo me empezaba a dar vueltas y me recargue en una de las esquinas, al parecer este pequeño paseo no me había hecho bien.
Empecé a calcular que tanto me tardaría en regresar y si tendría las fuerzas suficientes pero el mareo por un olor extraño en la atmosfera.

A lo lejos vi a un chico que se acercaba a mi, lo vislumbre con toda la fuerza que me quedaba y me brindaba su ayuda. – Tom, un placer conocerte - *creo* pensé para mi misma al tiempo en que me erguía y me colocaba bien, sin recargarme en la pared. – Soy Reneé, mejor caminemos lejos del olor, a ninguno de los 2 nos ara bien seguir respirando esta peste.-
Me encamine con la poca fuerza y dignidad que me quedaba, ante el mareo por el olor había dejado ver que necesitaba ayuda, algo que no me gustaba mucho. – Vamos, en esta dirección se vuelve nula la peste que perturbar nuestra ciudad – No recordaba haberlo visto, pero igual nos teníamos que ayudar para estabilizarnos, además, fue un tipo directo, “al grano, te ayudo” por lo menos esa fue la imagen que me dejo…, buen tipo sin duda alguna.

El mareo aún seguía en mi, no sabía si era por que me había vuelto mas perceptiva por mi “trabajo” o por que, ya daba igual, se iba anulando por sobre el aire y lo agradecía en verdad. Le dedique una muy leve y pequeña sonrisa cuando me pregunto a que me dedicaba – Soy miembro de la organización y me dedico a esto – señale satisfecha la ciudad en general – Me encargaba de verificar si era buen lugar, conseguir materiales, guiar, cosas de ese estilo.

Me hizo un poco de gracia como me soltaba la bomba de la platica, pero estaba bien, me daba más oportunidad a que yo le preguntara mucho más a él – Pues… mmm, si, un poco joven, aunque bueno solo soy un año menor que tú. – Me impresiono un poco con sus estudios – Sabes un físico es perfecto para esta ciudad, ¿Cuánto te falta para acabar? ¿Dónde estas estudiando? – le pregunte con un toque de curiosidad mientras recordaba donde estábamos exactamente. – ¿Disculpa…,Te parece si tomamos algo de beber mientras charlamos? – pregunté interrumpiendo delicadamente su platica mientras señalaba el café que teníamos en frente.