Trama Misterio Gélido {Preludio: Ragnarök}
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Lilith
Apocalíptica
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Trama Misterio Gélido {Preludio: Ragnarök}
Os encontráis donde sea que estéis cuando de repente percibís la invasión de un mentalista independientemente de vuestra resistencia mental. Os transmite un único mensaje y ese es que habéis sido convocados para una reunión extraordinaria ante Lilith, en la Sala de juntas de la sede de Ragnarök, a la que debéis asistir ahora mismo. No hay más detalles aunque las sospechas apuntan hacia la extendida noticia de los extraños asesinatos que han empezado a darse en las llanuras heladas.
---
- Funcionamiento: Tema introductorio al inicio de la trama, constará de una participación de los personajes a través de dos posts el de llegada al lugar y el de salida después de recibir las instrucciones. Se esperará solamente un día a que todos hayan posteado la primera tanda y otro día más para cerrar el tema.
- Participantes: Lilith, Alexandre di Pietro, Kirsten S. Trachtenberg, Skyler, Enid West y Max Willer (PNJ llevado por Lilith).
Última edición por Apocalíptica el Lun Abr 18, 2011 10:19 pm, editado 1 vez
ApocalípticaNarración - Cantidad de envíos : 260
Fecha de inscripción : 23/02/2010
Re: Trama Misterio Gélido {Preludio: Ragnarök}
La voz monótona había sonado en su cabeza como un eco producido por uno de esos megáfonos que antaño habían habido y servido para hacerse oír sobre el ruido o largas distancias. Sin embargo, aquella voz no le llegó a través de una vibración del aire en sus oídos sino que impactó exactamente dentro del interior de su cabeza, en su mente. Las palabras de uno de los habilidosos mentalistas de Ragnarök le avisaban, como era de costumbre, y le convocaban a una junta urgente en la Sala de Reuniones que disponía el edificio de la sede. Max se sorprendió con cierta ligereza al verse convocad pues, aunque sabía que tenía la confianza de su líder y lo mucho que había luchada para ganarla, nunca había sido partícipe en ninguna de aquellas charlas que de tanto en cuando se daba. A fin de cuentas, según las palabras del propio mutante, él era más de actos y acciones que de palabras.
Aún y así, con toda la diligencia y obediencia que le caracterizaban, Max Willer se dirigió de inmediato hacia el lugar dónde había sido convocado. Sus pasos fuertes, firmes, anunciaban el cambio de su rumbo y en apenas unos minutos de trayecto ya estaba entrando a la sala y ocupando una de las sillas ubicadas alrededor de la mesa redonda de las discusiones. No había aún nadie en aquel sitio.
LilithLíder de Ragnarök - Cantidad de envíos : 2769
Fecha de inscripción : 28/12/2009
Localización : Por ahí las llanuras heladas si es que sigo con vida.
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Edad: 23 años
Nivel/Poder: Molecular (9): invisivilidad, intangencia, teletransporte, transubstanción, elasticidad, dureza,... No sabes la de cosas que puedo hacer con mi cuerpo.
Resistencia mental:
(6/10)
Re: Trama Misterio Gélido {Preludio: Ragnarök}
Rebufaba furiosa otra vez, aquel día lo había dedicado de nuevo a mi entrenamiento pero la sesión que me habían preparado era muy distinta a las anteriores: en lugar de pruebas de tiempo para activar y controlar mi fuego, me fijaron una pelea contra un elementalista de agua de forma que se me pusiera a examen. ¡Y el jodido era muy bueno! Él sabía perfectamente lo que hacía, por supuesto yo me imaginaba que le habían puesto de sobre aviso acerca de cuáles eran mis debilidades y carencias; así que, en cuanto en cuanto había encendido un mechero para empezar a usar mi poder, el se encargó de apagarlo con un directo chorro de agua aparecida de la nada. Para colmo el tío sabía muy bien cómo luchar cuerpo a cuerpo, eso era algo en lo que yo también flaqueaba también bastante y además no dejaba de burlarse de mí llamándome niñita. Estaba claro que durante todo el rato lo que quería era provocarme para que me descontrolara aún más. Cabronazo... ¿Resultado? Cuatro asaltos perdidos, tres de los cinco mecheros gastados -¡y es difícil encontrar mecheros hoy en día!- y la mitad de mi cuerpo empapado. Mi orgullo absolutamente pisoteado estaba pero ya se enteraría ese, ya volveríamos a encontrarnos más tarde y entonces se arrepentiría de todo lo sucedido en aquella pelea.
En todo eso estaba pensando yo cuando, sorprendentemente, una voz flaqueó las casi impenetrables murallas de mi mente. Di un respingo de inmediato, sentí el vello de mis brazos y la piel erizándose felinamente y todo mi cuerpo se puso en tensión al instante, alerta por quién pudiera ser el invasor. La voz, con un tono cansado casi rozando el aburrimiento, se limitó a convocarme a la sala de reuniones para una charla en la que era requerida mi presencia. Las palabras en mi mente me rozaban con displicencia y casi podía sentir como se regodeaba el mentalista por haber burlado mi resistencia mental, algo a lo que desde luego no estaba acostumbrada y que ya fue la gota que colmó el vaso de mi poquísima paciencia. Exploté por todo lo que llevaba guardado y le grité mentalmente la muy amplia retahíla de insultos y juramentos que disponía mi nutrido vocabulario hasta que, al acabar mi discurso y encontrarme algo más calmada, me di cuenta de que volvía a estar sola en mis pensamientos: hacía rato que el mentalista había desconectado.
Reconstruida la defensa mental de nuevo, volví sobre mis pasos y me encaminé hacia la zona donde me habían dicho que se encontraba la sala de las reuniones en el edificio. Yo nunca había estado ahí antes, en primer lugar porque era una militante bastante reciente en Ragnarök y en segundo, y muy importante, porque no destacaba en absolutamente nada ahí dentro ni tenía ningún papel importante; era más bien alguien de relleno. Por eso me sorprendí un poco al reflexionar fríamente la llamada, todo lo fríamente que me era posible, y me dejé llevar por la curiosidad hacia el motivo de la misma durante el viaje.
Cuando finalmente llegué al lugar, otro tío estaba ya en él. Era enorme, tal vez midiera unas dos metros de alto y dos veces yo misma de ancho, y, aunque lo había visto alguna que otra vez antes, desconocía por completo cuál era su nombre. Tampoco me interesaba en absoluto. Con un simple gesto de cabeza a modo de pseudo-saludo, me fui a un rincón dentro de la sala a esperar la llegada del resto. Seguramente vendría el idiota de Alexandre, con sus estúpidas sonrisillas de tío bueno.
En todo eso estaba pensando yo cuando, sorprendentemente, una voz flaqueó las casi impenetrables murallas de mi mente. Di un respingo de inmediato, sentí el vello de mis brazos y la piel erizándose felinamente y todo mi cuerpo se puso en tensión al instante, alerta por quién pudiera ser el invasor. La voz, con un tono cansado casi rozando el aburrimiento, se limitó a convocarme a la sala de reuniones para una charla en la que era requerida mi presencia. Las palabras en mi mente me rozaban con displicencia y casi podía sentir como se regodeaba el mentalista por haber burlado mi resistencia mental, algo a lo que desde luego no estaba acostumbrada y que ya fue la gota que colmó el vaso de mi poquísima paciencia. Exploté por todo lo que llevaba guardado y le grité mentalmente la muy amplia retahíla de insultos y juramentos que disponía mi nutrido vocabulario hasta que, al acabar mi discurso y encontrarme algo más calmada, me di cuenta de que volvía a estar sola en mis pensamientos: hacía rato que el mentalista había desconectado.
Reconstruida la defensa mental de nuevo, volví sobre mis pasos y me encaminé hacia la zona donde me habían dicho que se encontraba la sala de las reuniones en el edificio. Yo nunca había estado ahí antes, en primer lugar porque era una militante bastante reciente en Ragnarök y en segundo, y muy importante, porque no destacaba en absolutamente nada ahí dentro ni tenía ningún papel importante; era más bien alguien de relleno. Por eso me sorprendí un poco al reflexionar fríamente la llamada, todo lo fríamente que me era posible, y me dejé llevar por la curiosidad hacia el motivo de la misma durante el viaje.
Cuando finalmente llegué al lugar, otro tío estaba ya en él. Era enorme, tal vez midiera unas dos metros de alto y dos veces yo misma de ancho, y, aunque lo había visto alguna que otra vez antes, desconocía por completo cuál era su nombre. Tampoco me interesaba en absoluto. Con un simple gesto de cabeza a modo de pseudo-saludo, me fui a un rincón dentro de la sala a esperar la llegada del resto. Seguramente vendría el idiota de Alexandre, con sus estúpidas sonrisillas de tío bueno.
Kirsten S. TrachtenbergMiembro de Ragnarök - Cantidad de envíos : 211
Fecha de inscripción : 22/03/2010
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Edad: 19 años.
Nivel/Poder: Elementalista con el control del fuego (Nivel 4), no puede crearlo de la nada pero sí hacer cualquier cosa con él. Si se descontrola puede llegar a ser muy peligrosa.
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(9/10)
Re: Trama Misterio Gélido {Preludio: Ragnarök}
El ambiente dentro de la base se había vuelto muy tenso, como si la atmosfera notara que algo iba mal. La gente estaba más nerviosa que de costumbre y bastante mas irritante. Ultimamente me sentía bastante más agotado, Lilith me había encargado bastantes misiones de rastreo ultimamente, bastantes más de lo habitual y eso confirmaba que algo no iba bien, además de los cadáveres que había encontrado en las misiones más recientes. Nada de esto tenía buen aspecto.
Estaba echando una cabezadita encima del edificio de la base, pues el ambiente que había dentro era lo peor para poder descansar, cuando escuché la vocecilla dentro de mi cabeza anunciando una reunión con Lilith en la sala de juntas.
-¡Vaya hombre! Ahora que había conseguido dormir. Malditos mentalistas, siempre hurgando en la cabeza de la gente - Refunfuñé, resignándome a volver adentro del edificio.
Me pusé en pie, me sacudí un poco la ropa y empecé a bajar pisos a mi manera: atravesando el suelo hasta llegar al piso del salón de la reunión. Recorrí un par de pasillos hasta llegar a la sala de reuniones. Abrí la puerta y observé a un hombre rubio más o menos de mi estatura y a una jóven morena que habían llegado antes que yo al sitio de reunión.
No vi ni a Lilith ni a Alexandre, por lo que supuse que la reunión no había empezado todavía, asi que me senté en una silla a esperar a que todo esto se empezara a animar.
SkylerMiembro de Ragnarök - Cantidad de envíos : 91
Fecha de inscripción : 25/01/2011
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Edad: 29
Nivel/Poder: Molecular (6): Es capaz de hacerse intangente o duro como el acero casi instintivamente. Puede volverse flexible, pero necesita un poco de concentración y puede volverse invisible durante un breve periodo de tiempo, pero requiere bastante concentración para volverse totalmente invisible.
Resistencia mental:
(4/10)
Re: Trama Misterio Gélido {Preludio: Ragnarök}
Me dejé caer sobre el suelo de arena y paseé mis manos sobre su superficie durante unos instantes. Me gustaría en aquel momento poder potenciar aunque solo fuese un mínimo mi poder pero... ¿Qué hacer si no había por allí nadie con quién hacerlo? Además, me parecía un hecho bastante rastrero el de ir metiéndome en cabezas ajenas solo para que mi poder creciese y pudiese hacer mejores cosas con él.
Pensé seriamente durante unos diez minutos qué podría hacer, meditando sobre mi humanidad y mi capacidad, luchando entre ambas; pues, aunque quería llegar a ser una gran mentalista y que nadie pudiese acabar conmigo, no estaba dispuesta a torturar humanos ni mutantes a diestro y siniestro. Bueno... quizás con algún que otro humano, la verdad es que no me importaría excesivamente... Dylan, Luca, Mikhail.... todos los que pertenecían a la Organización se merecían una especie de "venganza". Obviamente, no estoy hablando sobre ir con un cuchillo matando a toda persona que me hizo pensar que era algo que no era. No. Es algo más... no sé cómo decirlo. Solo quería que se diesen cuenta de lo que habían perdido por tratarme de aquella manera tan rastrera.
Cavilando entre mis pensamientos, de repente me llegó unas palabras ajenas. Miré hacia ambos lados en busca de la fuente de ellas pero, no fui capaz de encontrarla. Seguramente sería algún mentalista de Lilith. Maldita sea, pues para una vez que tenía tiempo libre para reflexionar y aumentar capacidades, la responsabilidad me llamaba a encontrarme con los demás. Quizás allí sí que podría usar mejor mis poderes.... pero... ¿Con gente como yo? eso era terríblemente rastrero.
Me puse en pie y anduve durante un par de horas hasta llegar a la sede de Ragnarök. Cuando lo hice me dolían un poco las piernas de la caminata pero estaba satisfecha conmigo misma pues, había conseguido un ritmo rápido y constante sin muchas quejas.
Llamé a la puerta y al no escuchar a nadie dentro que me diese permiso para entrar, lo hice directamente. A lo mejor la reunión ya había empezado y estaba siendo una maleducada, pero la verdad es que para maleducado el mentalista que se había metido en mi pobre cabeza.
Vi a Skyler y me acerqué a él pues era la única persona a la que conocía-recordaba.
Pensé seriamente durante unos diez minutos qué podría hacer, meditando sobre mi humanidad y mi capacidad, luchando entre ambas; pues, aunque quería llegar a ser una gran mentalista y que nadie pudiese acabar conmigo, no estaba dispuesta a torturar humanos ni mutantes a diestro y siniestro. Bueno... quizás con algún que otro humano, la verdad es que no me importaría excesivamente... Dylan, Luca, Mikhail.... todos los que pertenecían a la Organización se merecían una especie de "venganza". Obviamente, no estoy hablando sobre ir con un cuchillo matando a toda persona que me hizo pensar que era algo que no era. No. Es algo más... no sé cómo decirlo. Solo quería que se diesen cuenta de lo que habían perdido por tratarme de aquella manera tan rastrera.
Cavilando entre mis pensamientos, de repente me llegó unas palabras ajenas. Miré hacia ambos lados en busca de la fuente de ellas pero, no fui capaz de encontrarla. Seguramente sería algún mentalista de Lilith. Maldita sea, pues para una vez que tenía tiempo libre para reflexionar y aumentar capacidades, la responsabilidad me llamaba a encontrarme con los demás. Quizás allí sí que podría usar mejor mis poderes.... pero... ¿Con gente como yo? eso era terríblemente rastrero.
Me puse en pie y anduve durante un par de horas hasta llegar a la sede de Ragnarök. Cuando lo hice me dolían un poco las piernas de la caminata pero estaba satisfecha conmigo misma pues, había conseguido un ritmo rápido y constante sin muchas quejas.
Llamé a la puerta y al no escuchar a nadie dentro que me diese permiso para entrar, lo hice directamente. A lo mejor la reunión ya había empezado y estaba siendo una maleducada, pero la verdad es que para maleducado el mentalista que se había metido en mi pobre cabeza.
Vi a Skyler y me acerqué a él pues era la única persona a la que conocía-recordaba.
Enid West- Cantidad de envíos : 2217
Fecha de inscripción : 04/01/2010
Localización : Ñaa
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Edad: 20
Nivel/Poder: Mental, nivel 6.
Resistencia mental:
(10/10)
Re: Trama Misterio Gélido {Preludio: Ragnarök}
Me encontraba en mi casa de las cuevas. Sí, he de admitirlo, no me aburría más porque no es posible. Mi cabeza se encontraba hundida en la almohada y mis pensamientos rondaban... ¿Por dónde rondaban? Por ninguna parte. No pensaba, solo intentaba descansar por fin después de muchas noches sin dormir. ¿Qué me pasaba últimamente? ¿Por qué no conseguía una noche tranquila? Nada, mi vida tenía que ser tan ajetreada que todos los días tenía fiestas... pobrecito yo, que no había noche que no tuviese que salir a divertirme (XD).
Cerré los ojos y... mierda, ¿Qué coño era aquello? Lancé un grito que sonó más bien como un rugido. Odiaba que los mentalistas se metiesen en mi cabeza, lo odiaba. Me cargaría a aquel estúpido que hubiese querido hacerme una bromita y despertarme. Volví a cerrar los ojos intentando olvidarme de mi enfado, pues, estaba dispuesto a ir a Ragnarök y cargármelo a tortas si hacía falta... espera un momento, me había dicho algo de Ragnarök en el mensaje y hasta entonces no me había dado cuenta. ¿Sería algo importante? Mmm.... la verdad es que no me acordaba muy bien del mensaje pues, había pensado que era más bien una broma "telefónica". Aún así, acabé levantándome de la cama sin muchas ganas y vistiéndome, dispuesto a ir a Ragnarök por si acaso pasaba algo.
Cuando llegué a aquel extraño lugar acudí directamente a la sala de reuniones, en la cual me encontré a más de un conocido y pocos amigos. Puff... No conseguía buenos contactos con la gente, aquello estaba muy mal. Debería de empezar a ser un falso de mierda y hacer muuuchos amigos falsos... nah, yo no era de aquellos. Odiaba a la gente falsa y me enfadaban muchísimo sus maneras de contentar al resto.
Me di cuenta de que allí estaba también Enid, a ella la conocía... había intentado matarla. Vale, otra persona a la que acercarme... Skyler, había discutido y había estado picándolo y llamándolo gallina. ¡Otra persona, por supuesto! Kirsten, era una borde a la que dudaba caerle bien... Vale, nadie. Solo estaba Max. Me acerqué a él y le saludé.
Cerré los ojos y... mierda, ¿Qué coño era aquello? Lancé un grito que sonó más bien como un rugido. Odiaba que los mentalistas se metiesen en mi cabeza, lo odiaba. Me cargaría a aquel estúpido que hubiese querido hacerme una bromita y despertarme. Volví a cerrar los ojos intentando olvidarme de mi enfado, pues, estaba dispuesto a ir a Ragnarök y cargármelo a tortas si hacía falta... espera un momento, me había dicho algo de Ragnarök en el mensaje y hasta entonces no me había dado cuenta. ¿Sería algo importante? Mmm.... la verdad es que no me acordaba muy bien del mensaje pues, había pensado que era más bien una broma "telefónica". Aún así, acabé levantándome de la cama sin muchas ganas y vistiéndome, dispuesto a ir a Ragnarök por si acaso pasaba algo.
Cuando llegué a aquel extraño lugar acudí directamente a la sala de reuniones, en la cual me encontré a más de un conocido y pocos amigos. Puff... No conseguía buenos contactos con la gente, aquello estaba muy mal. Debería de empezar a ser un falso de mierda y hacer muuuchos amigos falsos... nah, yo no era de aquellos. Odiaba a la gente falsa y me enfadaban muchísimo sus maneras de contentar al resto.
Me di cuenta de que allí estaba también Enid, a ella la conocía... había intentado matarla. Vale, otra persona a la que acercarme... Skyler, había discutido y había estado picándolo y llamándolo gallina. ¡Otra persona, por supuesto! Kirsten, era una borde a la que dudaba caerle bien... Vale, nadie. Solo estaba Max. Me acerqué a él y le saludé.
Alexandre Di PietroMiembro de Ragnarök - Cantidad de envíos : 162
Fecha de inscripción : 31/01/2010
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Edad: 25
Nivel/Poder: Elementalista [7]
Resistencia mental:
(8/10)
Re: Trama Misterio Gélido {Preludio: Ragnarök}
Mandé dar el aviso aquella misma mañana sin embargo requerí a los mentalistas que lo transmitieran una vez hubiera pasado el mediodía, porque yo aún tenía algunos asuntos que ultimar durante las siguientes dos horas para poder preparar luego la explicación requerida de lo que necesitaba que se hiciera.
El tema a tratar era ligeramente complejo y llevaba días donde vueltas en mi mente, concretamente des del mismo instante en que nació la primer noticia sobre la aparición del primer cuerpo mutilado. Dos semanas habían pasado solamente del primer suceso y en aquellos exactos quince días se habían ido hallando de forma consecutiva diversos cadáveres en la zona de los glaciares al sud del continente, descubiertos en los inicios de aquel mismo año. En total se contaban diecinueve muertos y entre ellos había el elevado número de catorce mutantes, los cinco restantes eran humanos pero aquello último no me preocupaba en absoluto. La situación era, por lo tanto, bastante alarmante: catorce mutantes en quince días, brutalmente asesinados, mutilados hasta el punto que su carne parecía haber sido arrancada a mordiscos, faltándoles miembros incluso. También estaba claro que los humanos y la Organización no podrían estar detrás de tal salvajada. Así pues había que sacar algo en la claro de aquello y por eso fue que decidí que era necesario ordenar una investigación directa al lugar de los hechos, motivo por el cual llamé en reunión a un número elegido de miembros de Ragnarök.
Llegado el mediodía, esperé y di tiempo suficiente para que la convocatoria se extendiera lo necesario así como para que, entonces, pudieran llegar todos a la sala de reuniones y acomodarse. Finalmente, pasado este tiempo que convenía, cerré la libreta en la cual había estado tomando las últimas notas y apuntes de mis observaciones, la guardé en el bolsillo trasero de mis pantalones y me teletransporté de mi casa.
Representé la imagen del lugar en mi pensamiento e inmediatamente aparecí en la Sala de reuniones justo en el sitio que había decidido previamente: sentada con las piernas cruzadas en la silla que encabezaba la mesa redonda donde se realizaban los debates. Mis ojos, de un azul casi eléctrico, resiguieron a cada uno de los presentes de forma que comprobaron muy rápidamente que se encontraban todos ahí, ya.
-Veo que ya estamos todos presentes -sentencié con un tono de voz decidido-, entonces empezamos.
Apoyé las palmas de las manos sobre la mesa, golpeándola con algo de fuerza, y aproveché el impulso de ese gesto para ponerme en pie detrás de la silla. Pensando en cómo abordar la situación que tenía que contar a los ahí presentes para iniciar mi discurso, di un par de pequeños pasos de un lado a otro en un paseo de corta distancia; finalmente me paré y me giré para volver a mira a los mutantes reunidos.
-Imagino que ya todos os hacéis una idea del motivo de esta inesperada y rápida reunión -Empecé a decir-. Hace dos semanas que está muriendo gente, gente de los nuestros, y no tenemos explicación alguna para estos sucesos. Los rumores son ciertos: están apareciendo sus cuerpos de repente y estos están absolutamente mutilados y desgarrados, es una salvajada, una auténtica bestialidad. No, antes de que penséis comentarlo, no han sido los humanos porque unos cuantos de ellos también se encuentran entre los caídos -Pronuncié aquellas palabras con absoluta indiferencia, para lo único que nos importaba aquel dato era para descartar posibilidades de enemigo-. Así que estamos ante lo desconocido. Tampoco existen posibilidades que hayan sido animales que quede claro, cuando Victor Schreiner, uno de los mejores transformistas que hemos tenido en nuestras filas, es otro de los caídos podemos descartar la idea que hubiera sido incapaz de luchar contra una bestia salvaje. así que estamos ante lo desconocido, he dicho, pero no podemos seguir más tiempo encerrados aquí elucubrando: es la hora de la acción -Me volví nueva a los oyentes-. ¿Para qué estáis aquí, pues? He organizado una misión de exploración, se irá a la zona de los glaciares y se hará una profunda exploración de ella: hay que sacar algo en claro y, mejor que ahí, no será en ningún otro lugar. Es peligroso, todos los que se han adentrado demasiado a esas extensiones de hielo han regresado como cadáveres desgarrados, pero nosotros no tenemos nada que temer. Porque somos mutantes. ¡Así que vamos a ir ahí y vamos a descubrir qué coño está cargándose a nuestros hermanos! -Mis palabras habían ido elevándose tenuemente conforme la explicación llegaba a su punto más álgido, terminando al final con una explicación que no admitía contradicción alguna-. Eso es todo, mañana por la mañana nos vamos. Se clausura la reunión.
El tema a tratar era ligeramente complejo y llevaba días donde vueltas en mi mente, concretamente des del mismo instante en que nació la primer noticia sobre la aparición del primer cuerpo mutilado. Dos semanas habían pasado solamente del primer suceso y en aquellos exactos quince días se habían ido hallando de forma consecutiva diversos cadáveres en la zona de los glaciares al sud del continente, descubiertos en los inicios de aquel mismo año. En total se contaban diecinueve muertos y entre ellos había el elevado número de catorce mutantes, los cinco restantes eran humanos pero aquello último no me preocupaba en absoluto. La situación era, por lo tanto, bastante alarmante: catorce mutantes en quince días, brutalmente asesinados, mutilados hasta el punto que su carne parecía haber sido arrancada a mordiscos, faltándoles miembros incluso. También estaba claro que los humanos y la Organización no podrían estar detrás de tal salvajada. Así pues había que sacar algo en la claro de aquello y por eso fue que decidí que era necesario ordenar una investigación directa al lugar de los hechos, motivo por el cual llamé en reunión a un número elegido de miembros de Ragnarök.
Llegado el mediodía, esperé y di tiempo suficiente para que la convocatoria se extendiera lo necesario así como para que, entonces, pudieran llegar todos a la sala de reuniones y acomodarse. Finalmente, pasado este tiempo que convenía, cerré la libreta en la cual había estado tomando las últimas notas y apuntes de mis observaciones, la guardé en el bolsillo trasero de mis pantalones y me teletransporté de mi casa.
Representé la imagen del lugar en mi pensamiento e inmediatamente aparecí en la Sala de reuniones justo en el sitio que había decidido previamente: sentada con las piernas cruzadas en la silla que encabezaba la mesa redonda donde se realizaban los debates. Mis ojos, de un azul casi eléctrico, resiguieron a cada uno de los presentes de forma que comprobaron muy rápidamente que se encontraban todos ahí, ya.
-Veo que ya estamos todos presentes -sentencié con un tono de voz decidido-, entonces empezamos.
Apoyé las palmas de las manos sobre la mesa, golpeándola con algo de fuerza, y aproveché el impulso de ese gesto para ponerme en pie detrás de la silla. Pensando en cómo abordar la situación que tenía que contar a los ahí presentes para iniciar mi discurso, di un par de pequeños pasos de un lado a otro en un paseo de corta distancia; finalmente me paré y me giré para volver a mira a los mutantes reunidos.
-Imagino que ya todos os hacéis una idea del motivo de esta inesperada y rápida reunión -Empecé a decir-. Hace dos semanas que está muriendo gente, gente de los nuestros, y no tenemos explicación alguna para estos sucesos. Los rumores son ciertos: están apareciendo sus cuerpos de repente y estos están absolutamente mutilados y desgarrados, es una salvajada, una auténtica bestialidad. No, antes de que penséis comentarlo, no han sido los humanos porque unos cuantos de ellos también se encuentran entre los caídos -Pronuncié aquellas palabras con absoluta indiferencia, para lo único que nos importaba aquel dato era para descartar posibilidades de enemigo-. Así que estamos ante lo desconocido. Tampoco existen posibilidades que hayan sido animales que quede claro, cuando Victor Schreiner, uno de los mejores transformistas que hemos tenido en nuestras filas, es otro de los caídos podemos descartar la idea que hubiera sido incapaz de luchar contra una bestia salvaje. así que estamos ante lo desconocido, he dicho, pero no podemos seguir más tiempo encerrados aquí elucubrando: es la hora de la acción -Me volví nueva a los oyentes-. ¿Para qué estáis aquí, pues? He organizado una misión de exploración, se irá a la zona de los glaciares y se hará una profunda exploración de ella: hay que sacar algo en claro y, mejor que ahí, no será en ningún otro lugar. Es peligroso, todos los que se han adentrado demasiado a esas extensiones de hielo han regresado como cadáveres desgarrados, pero nosotros no tenemos nada que temer. Porque somos mutantes. ¡Así que vamos a ir ahí y vamos a descubrir qué coño está cargándose a nuestros hermanos! -Mis palabras habían ido elevándose tenuemente conforme la explicación llegaba a su punto más álgido, terminando al final con una explicación que no admitía contradicción alguna-. Eso es todo, mañana por la mañana nos vamos. Se clausura la reunión.
LilithLíder de Ragnarök - Cantidad de envíos : 2769
Fecha de inscripción : 28/12/2009
Localización : Por ahí las llanuras heladas si es que sigo con vida.
Datos
Edad: 23 años
Nivel/Poder: Molecular (9): invisivilidad, intangencia, teletransporte, transubstanción, elasticidad, dureza,... No sabes la de cosas que puedo hacer con mi cuerpo.
Resistencia mental:
(6/10)
Re: Trama Misterio Gélido {Preludio: Ragnarök}
Vaya, con que el panorama estaba así. Ya decía yo que no era normal lo que ocurría recientemente por la base. No me interesaban mucho los detalles sobre lo que habría que hacer o no, simplemente que había que ir al glaciar a investigar, ¿no? Una vez que nuestra lider terminó su exposición, me levanté de mi asiento y me dispuse a salir, sin mediar palabra con ninguno de los presentes. Debía ir a prepararme para la nueva aventura que nos esperaba, quién sabe a qué tipo de bestia nos enfrentaremos. Lo único que parecía mas o menos seguro es que el ser que había causado esto se decantaba mucho más por los mutantes que pos los humanos. Llegué rápidamente a mi cuarto y, sin más dilación, cogí mi arco y mis flechas y me preparé para partir hacia nuestro objetivo.
SkylerMiembro de Ragnarök - Cantidad de envíos : 91
Fecha de inscripción : 25/01/2011
Datos
Edad: 29
Nivel/Poder: Molecular (6): Es capaz de hacerse intangente o duro como el acero casi instintivamente. Puede volverse flexible, pero necesita un poco de concentración y puede volverse invisible durante un breve periodo de tiempo, pero requiere bastante concentración para volverse totalmente invisible.
Resistencia mental:
(4/10)
Re: Trama Misterio Gélido {Preludio: Ragnarök}
Perfecto, sí, una misión, genial, lo que estaba esperando: ¡¡una misión en los glaciares!! Me cago en tu madre, tenía que ser en los glaciares... Bajé la cabeza y busqué el control de mi mal humor, concienciándome de que no tenía por qué ser tan terrible como yo misma me recreaba, repitiéndome que debía tomármelo nuevamente como una prueba en la que poder demostrar mi valía y mi utilidad. Claro que sí, piroquinesis en el hielo tenía que ser algo muy útil por la fuerza, al menos si a alguien le daba una hipotermia podría ayudar. El optimismo era, obviamente, mi principal cualidad.
Al finalizar la charla de la líder, hice un gesto de asentimiento desganado para dejar algo de constancia sobre mi acatamiento de la misión. Acto seguido, me levanté y crucé la sala sin mirar mucho a ninguno de los demás presentes pues mi mente se mantenía ocupada no dejando de darle vueltas a lo que iba a tener que hacer. Emparanoiarme a mi misma me tenía demasiado ocupada y era demasiado entretenido como para prestar atención a algo más.
Después de cruzar la puerta de la sala de reuniones me permití el privilegio de perder un poco el tiempo paseando por los pocos pasillos que había en aquel edificio, mientras, a la vez, seguía dándole vueltas al asunto en mi cabeza; algo que harías hasta que me cansara tanto de pensar en tonterías y tuviera que tomarme un descanso en aquello de autoatormentarme. Al final, decidí hacer algo producto de una vez por todas y fui directamente a recoger todas mis cosas con la intención de poder pasar revisión de ellas y así elegir aquellas que pudieran serme de ayudara en la misión del día siguiente; tendría que recolectar sobre todo la mayor cantidad de mecheros posibles o, de lo contrario, entonces sí que sería completamente inútil.
Al finalizar la charla de la líder, hice un gesto de asentimiento desganado para dejar algo de constancia sobre mi acatamiento de la misión. Acto seguido, me levanté y crucé la sala sin mirar mucho a ninguno de los demás presentes pues mi mente se mantenía ocupada no dejando de darle vueltas a lo que iba a tener que hacer. Emparanoiarme a mi misma me tenía demasiado ocupada y era demasiado entretenido como para prestar atención a algo más.
Después de cruzar la puerta de la sala de reuniones me permití el privilegio de perder un poco el tiempo paseando por los pocos pasillos que había en aquel edificio, mientras, a la vez, seguía dándole vueltas al asunto en mi cabeza; algo que harías hasta que me cansara tanto de pensar en tonterías y tuviera que tomarme un descanso en aquello de autoatormentarme. Al final, decidí hacer algo producto de una vez por todas y fui directamente a recoger todas mis cosas con la intención de poder pasar revisión de ellas y así elegir aquellas que pudieran serme de ayudara en la misión del día siguiente; tendría que recolectar sobre todo la mayor cantidad de mecheros posibles o, de lo contrario, entonces sí que sería completamente inútil.
Kirsten S. TrachtenbergMiembro de Ragnarök - Cantidad de envíos : 211
Fecha de inscripción : 22/03/2010
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Edad: 19 años.
Nivel/Poder: Elementalista con el control del fuego (Nivel 4), no puede crearlo de la nada pero sí hacer cualquier cosa con él. Si se descontrola puede llegar a ser muy peligrosa.
Resistencia mental:
(9/10)
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