Intentando dormir [Libre + Juliette]

Me encaminé por el bosque, a ver si ya por fin encontraba un lugar tranquilo para dormir.
La hierba estaba mojada y solté una maldición antes de ver un árbol lo bastante bajo para poder subirme pero con la suficiente altura para que no me molestaran y no se me pudiera ver a simple vista.
Trepé con agilidad y me recosté en una de sus ramas, entre el follaje, dejando caer una pierna y cerrando los ojos.

Abrí repentinamente los ojos y comencé a dar manotazos al aire para quitarme esas horribles avispas, lo que me hizo perder el equilibrio y caer encima de alguien.
- No sabía que me echabas tanto de menos, Juliette- sonreí, todavía encima suya.

Me acomodé encima suya, sin apartar la mirada de sus ojos.
- No lo dudo, soy irresistible- me encogí de hombros- Oh, bueno, molestas- le dediqué una sonrisa entre lobuna y pícara- pero tranquila, que ya se me pasa el susto.

- Y disfrutando, preciosa.
Cerré los ojos, sin moverme. Se estaba muy bien allí.

- Aburrida- le dije mentalmente.
Me levanté muy a mi pesar y me recosté en el tronco de un árbol, apoyando la espalda y mirando al cielo.

- Porque soy irresistible- me fui acercando-, porque tengo encanto- me agaché y cogé un trozo del pañuelo para ver la iniciales- , o porque simplemente te gusto. Aunque creo que es mas que improbable- reí y la miré a los ojos- ¿Tú que crees?

- No me rompas el corazón, Juliette.- fingí un bonito sollozo.- ¿Y esas iniciales?
Pasé lentamente un dedo por el filo de la espada, sin importarme demasiado que le estubiera molestando.

Me alejé de ella y volví al árbol donde me había recostado antes, apoyándo de nuevo la espalda.
Sonreí con frialdad y volví a entrar en su mente de forma imperceptible.
- Y dices que no me lo vas a contar ¿verdad?- dije en su mente mientras rebuscaba en sus recuerdos.
Sabía que por eso como mínimo me mataría, pero quien no arriesga no gana.

Salte hacia una rama,luego hacia otra y finalmente salte enfrente de ella.La mire con frialdad a los ojos.Dejando la mente en blanco y colocando la punta de mi espada en su garganta.
-Dejalo o juro que te matare.

La miré durante unos dos minutos eternos con una frialdad impropia de mí.
Asentí, muy muy despacio y cogí su mano, apartando la espada de mi cuello.
Quité el influjo de mi poder sobre su mente y le dediqué una media sonrisa.
- Que bien te lo pasaste en el pasado- susurré en su oído.
Me alejé de ella y me fui de allí.