Re: Noche oscura, fría y sin luna

por **Apocalíptica** Lun Nov 14, 2011 2:31 am

Demasiada calma había en el ambiente, ¿no creéis? Estar en medio de un bosque, de una grande además, a plena noche y en temporada cálida debería ir estrictamente relacionado con una gran actividad de animales, de sonidos y de movimientos. No obstante, silencio. Absoluta quietud. No había nadie más que los incautos que se atreven a pasear entre los árboles cómo si no hubiera posibilidad alguna de peligro. Pero siempre la hay, se estaba acercando. ¿No lo sentís? Esa tranquilidad no puede ser natural.

por **Nathan Drake** Lun Nov 14, 2011 3:30 am

Siguió tocando un poco más con los palos, acompañado del movimiento de cabeza al ritmo de los sonidos, prosiguió escuchando sin interrumpir a Ivayne, la última vez que se metió en una estructura creyendo que era estable casi pierde la cabeza y la cordura por lo que vino después. – En eso lleva razón señorita, las canciones que nos recuerdan momentos del pasado fueron, son y serán únicas. – Había captado lo que Ivayne pretendía decir sobre las canciones que se echaba de menos. – A menos que digáis cuales son e intente cantarlas como un ganso mareado. – Esbozó una sonrisa y rió un poco. Se agachó dejando los palos a un lado y descolgándose el petate, lo abrió y rebuscó sus libros. – El baloncesto, si, se me daba bien, aunque mi vocación era la medicina. – Sacó los libros y se los ofreció a Ivayne. – Me dejaría pegar por un buen tazón de chocolate caliente. – Bromeó de nuevo. Parpadeó y giró lentamente su cabeza, con el ruido de los palos no se había dado cuenta. – Esto… esta demasiado tranquilo… ni se quiera se escucha nada… - Apresuró a cerrar el petate guardando de nuevo los libros en el interior. – Yo quiero que terminemos aquí lo mejor será acelerar el paso, si nos vemos en peligro corre, no vayamos también a quemar el bosque y otra cosa más de lo que nos tengamos que preocupar, no vaya a ser que nos quememos el culo también…

por **Ivayne Lann** Lun Nov 14, 2011 3:55 am

Ivayne sonrió ante la ocurrencia. Se quedó parada mientras Nathan dejaba los palos y sacaba un par de libros del petate que llevaba encima. Los cogió y leyó la portada. Los dos tenían nombres acordes a su contenido y estaban en inglés. Por suerte con los años había aprendido a hablar el inglés con una fluidez asombrosa, así como el castellano, pero a la hora de leer no se le daba tan bien. De todas formas sabría apañárselas.

-Gracias -Eran algo pesados, pero los acomodó sujetándolos con el brazo derecho y se dispuso a reemprender la marcha-. Hace ya tiempo que no veo una mísera tableta de chocolate, pero seguro que los humanos tienen -comentó. No pretendía colarse en su ciudad y robarles chocolate, no estaba tan loca, pero quería decir que al menos no estaba desaparecido para siempre. Y seguro que quedaban plantaciones en alguna parte, semillas y demás.

No se había dado cuenta hasta que él lo dijo en voz alta, pero era cierto que el bosque estaba preocupantemente silencioso. Era bastante siniestra aquella falta casi artificial de sonidos. Hasta el viento parecía haber desaparecido sin más. Asintió a Nathan y, tras devolverle los libros para que los guardara, apretó el paso. No estaba dispuesta a emplear el fuego a menos que estuviese segura de que era la única manera de sobrevivir, por lo que esperaba que todo aquello no fuera más que una casualidad.

-No creo que correr sea una buena idea -susurró. Correr en medio del bosque y en plena noche sólo ocasionaba desgracias.

por **Apocalíptica** Lun Nov 14, 2011 4:31 am

Demasiado tarde, demasiado tarde, ¿por qué siempre reaccionan cuándo el peligro ya está encima? Huir ya no era una opción viable a tomar. La criatura se había ido acercando muy poco a poco, cuidándose de estar siempre bien escondida detrás de los árboles ó detrás de algún arbusto, cuidándose también de ir en silencio y sigilo absolutos para que los mutantes no pudieran detectarlas. Efectivamente, no lo habían hecho pero el resto de animales sí que habían percibido su presencia y habían huido para no ser sus víctimas. De nada tenían que temer, el ser no tenía interés alguno en ninguno de ellos.

La maleza se empezaba a mover y producía un pequeño sonido, un ruido de ramas u hojas al agitarse, el primero de la noche si no se tenía en cuenta el que hacían los mutantes. Ya estaba tan cerca que no le importaba si llegaban a notar que se encontraba ahí, de hecho sabía que por fin habían caído en cuenta de que algo estaba yendo mal por lo que no iban a tardar en atar cabos y en sospechar. Daba igual, era imposible que se les escapasen.
Saltó del suelo sobre el cual se había encontrado arrodillada hacia el árbol más próximo que tenían, un rápido movimiento que les sería percibido solo como una sombra desenfocada. Entonces se dejó colgar de una rama con un brazo. Era noche oscura y la luna daba a su espalda de forma que su figura se dibujada contrastaba con la luz. Un cuerpo de tamaño medio, brazos un poco largos, parecido a un simio pero sin pelaje era sin duda alguna de aspecto humanoide; sus ojos relucían con un brillo entrañable y se balanceaba ligeramente hacia delante y hacia atrás. ¿A caso... parecía inofensivo?

por **Nathan Drake** Lun Nov 14, 2011 4:54 am

El sonido cada vez estaba más cerca, las hojas comenzaban a moverse, sus ojos se movían hacia los lados, pendiente de lo que provocaba aquél sonido, pendiente del peligro que les acechaban, estiró su brazo y colocó a Ivayne detrás suya, protegiéndola. – Vayamos retrocediendo con cuidado. – Acompañó la frase con un paso hacia atrás, su ojos habían captado una sobra moverse entre las ramas, demasiado rápido para tratarse de una serpiente, podría ser incluso una pantera lo que le acechara. La criatura en cuestión salió de su escondite agarrándose a una de las ramas y quedándose balanceando. ¿Era acaso un simio del tamaño de un humano? Pero si ni siquiera tenía pelaje, sus ojos relación adorablemente pero si algo había aprendido Nathan en sus viajes es que nada es lo que parece y nada es tan adorable como para acercarse a él. – No hagas movimientos bruscos… tenemos que salir de aquí. Si tiene que correr para salvarse, no se lo piense. – Nathan seguía entre el bichillo adorable e Ivayne retrocediendo lentamente sin perder de vista a la criatura, si la criatura se acercaba trataría de agarrar alguna rama dura para atizarle.

por **Ivayne Lann** Lun Nov 14, 2011 5:06 am

De repente ellos ya no eran la única fuente de sonido en el bosque. Un ruido de ramas crujiendo y de hojas moviéndose se fue acercando hasta que desembocó en la aparición de un ser humanoide sin pelaje y con aspecto de simio que tras pegar un salto quedó colgando de una rama. Parecía el último ser capaz de hacerles daño, pero Ivayne lo miró con desconfianza. Sabía que algo capaz de acallar el bosque en su totalidad no era de fiar, precisamente.
Ivayne no opuso resistencia cuando Nathan la obligó a ponerse detrás suyo, pero aún así evitó perder de vista al bicho, por lo que pudiera pasar. Empezó a retroceder a la vez que su compañero, pisando con cuidado para no caer al suelo. Andar de espaldas por el bosque, a oscuras y en tensión. Aquello no iba a acabar nada bien.

-Correr es un movimiento brusco -replicó en voz baja. Seguía sin parecerle buena idea echar a correr en aquellas circunstancias, sobre todo porque ahora que había visto al ser moverse le parecía mucho más rápido que ellos.

Por algún motivo recordó el episodio de las llanuras, cuando aquella cosa azul con pinchos los había atacado. En la Ciudad había oído decir que cosas como esas estaban rondando por la superficie, y esperó con todas sus fuerzas que aquella especie de mono no tuviera nada que ver.

por **Amorphs** Lun Nov 14, 2011 6:19 am

La criatura se balanceó un poco más, esta vez provocando ella misma el movimiento, y miró a los dos mutantes que tenía en frente. Luego ladeó su cabeza, como si con aquel gesto demostrara el poder comprender lo qué eran, y soltó su mano de agarre al árbol para dejarse caer hacia el suelo. Eran casi tres metros del altura que resolvió con un aterrizaje perfecto que no produjo apenas ruido alguno, dobló las rodillas y sus manos con cinco dedos tocaron contra la tierra para amortiguar la caída pero, luego, se alzó lentamente sobre sus pies. La postura que adoptó claramente no era la propia de un simio, sino más bien la de un humano aunque desde luego que no lo parecía. Sus ojos continuaban reluciendo con luz propia, amigables, mientras daba un pequeño pasito hacia delante. Pero, ¿por qué un ser tan aparentemente de buena voluntad poseía, al final de cada uno de sus dedos, unas afiladas uñas de color oscuro? Si los mutantes todavía tenían dudas acerca de qué podría ser aquella criatura, probablemente ahora habrían resuelto sus dudas. Un amorpho. La cuestión era si sabían que era lo único que puede esperarse del encuentro con un amorpho...

por **Nathan Drake** Lun Nov 14, 2011 7:02 am

El ser aterrizó perfectamente sobre la tierra sin hacer ni siquiera ruido. Encima imponía con esa respetuosa altura que tenía, di un paso hacia ellos, pero lo que llamó su atención no era su altura sino sus afiladas uñas color oscuro, ¿sangre reseca? Aquello no le daba muy buena espina, ni siquiera había visto un ser extraño antes, ¿Aquello era un animal o una persona o que era realmente antes de ser eso? Seguía retrocediendo lentamente atento a cualquier movimiento extraño por parte del bicho y aunque podría parecer absurdo, si aquella cosa antaño fue un hombre quizás podía hablar, quizás hubiera algo de razón detrás de aquella mole. Miró de reojo a Ivayne para asegurarse de que seguía retrocediendo y no había topado con ninguna rama traicionera, volvió su mirada a aquel ser y con toda la naturalidad que le trajo al mundo le habló. - ¿Hola? - Arqueó una ceja ante tal estupidez que acababa de cometer.

por **Ivayne Lann** Lun Nov 14, 2011 7:15 am

No las tenía todas consigo, pero le quedó bastante claro que aquello se parecía más a los seres de las llanuras que a un mono de la selva cuando vio las afiladas uñas que coronaban sus largos dedos. Por desgracia aquél bicho no era como el azul de los pinchos y no sabía que esperarse de él.

-Es un amorpho -informó a Nathan apretándole el brazo para que la escuchara. No entendía muy bien porqué diablos el chico lo había saludado. No estaba la cosa como para ponerse a charlar tomando el te.

Su mente se remontó a su primer encuentro con una de aquellas cosas. Que ella recordara habían matado a la chica-pez-globo gracias a las armas de la humana y a aquél armario andante de Ragnarök. Ahora mismo Nathan podía hacer de armario, pero el detalle de las armas había sido importante.

-Tenemos que cargárnoslo o nos matará -susurró. Pensó en su poder y miró en derredor. Si incendiaba otro bosque tal vez no tuviera tanta suerte a la hora de huir como la última vez. Y aunque ella podía sobrevivir a las llamas, Nathan probablemente no.

por **Amorphs** Mar Nov 15, 2011 10:02 am

La criatura alzó el brazo izquierdo y agitó su mano hacia los lados como correspondiendo al hablado saludo que le había dirigido Nathan. Si todavía alguno de los mutantes ponía en duda la capacidad intelectual del ser que tenían ante sus ojos, ahora también tendrían resuelta esa pregunta. Sonrió con suavidad, estirando solo un poco los labios, y dejó caer la alargada extremidad.

Permaneció durante un rato más en silencio y mirando con sus ojos castaños claro, amarillentos, a sus objetivos tal vez para analizarlos durante unos últimos instantes. Antes de que empezase todo. No obstante, aquel segundo momento de quietud no llegó a durar mucho pues, sin previo aviso, el rostro de la criatura se contrajo en una mueca de agresividad que fue la antesala de su posterior ataque y atrás quedó toda aquella simpatía que aparentaba. Era como si estuviera poseído. Saltó hacia delante dirigiendo sus garras hacia el cuerpo de aquel que tenía más cerca, Nathan, dispuesto a desgarrar todo aquello que pudiera atrapar con sus largas uñas negras; fue un movimiento veloz e indudablemente inesperado pues la criatura se desplazaba con una agilidad sobrehumana.

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Nota de Máster: Para agilizar el desarrollo de la pelea no ser necesario usar dados durante el roleo sino que las acciones se darán de forma meramente narrativa y a mi respuesta me encargaré de reflejar el resultado.

por **Nathan Drake** Mar Nov 15, 2011 10:25 am

Asintió ante la información que Ivayne le estaba dando, por su cara le parecía extraño que intentara hablar con él, ni se molestó en preguntarle ahora su atención estaba puesto en el Amorpho. – Si es así… - Suspiró profundamente. – Vamos a darle lo suyo. – Agarró ambos extremos del palo que había estado tocando música. Pensaba en que aquello terminaría mal, Ivayne quería matar a aquél bicho, lo más seguro que utilizara su poder ígneo, sumado al espesor del bosque aquello no podía traer nada bueno.

El amorpho devolvió el saludo con la mano, incluso parecía que había sonreído. Luego siguió el silencio que precede a la tormenta y como un animal en furia se tratara cargó contra ellos, rápido y letal. Apartó con el brazo a Ivayne, quedándose en la trayectoria del amorpho trataría de esquivarlo cosa que veía poco probable, e hincar uno o los palos en las manos del ser en caso de que lo agarrara, sino era así trataría de darle en las rodillas para aminorar la marcha del bicho.

por **Ivayne Lann** Mar Nov 15, 2011 10:35 am

Qué mal rollo daba el saludo que les había dirigido el amorpho. Ya podía ser todo lo simpático que quisiera que la elementalista no pensaba darle la espalda por nada del mundo. Seguro que se las clavaba a la mínima.
Ivayne no tubo tiempo a reaccionar. En menos de un segundo el ser se volvió loco y atacó a Nathan, que sólo tubo tiempo de apartarla a ella e intentar defenderse. La chica contempló la escena sin saber qué hacer. No podía atacar con fuego porque el amorpho y Nathan estaban demasiado juntos y lo último que quería era prender fuego al chico, pero tampoco tenía intención de quedarse de brazos cruzados.
Buscó un trozo de rama contundente por el suelo del bosque con el que poder atacar, pero la oscuridad no era su mejor aliada. Finalmente dio con un palo de más o menos un metro que sería más delgado que un bate de baseball. No era gran cosa, pero aquello mejor que nada.
Intentando no pensar demasiado echó a correr hacia ellos y golpeó al amorpho desde atrás, intentando acertarle en la cabeza. Le dio a algo, pero no tenía muy claro a qué. Eso sí, estaba casi segura de que había sido al bicho y no a su compañero Very Happy

por **Amorphs** Jue Nov 17, 2011 10:56 pm

Las garras del amorpho iban directas a despedazar el pecho del mutante, no obstante quedaron frenadas y clavadas en el palo que este llegó a tiempo a interponer entre ambos. La criatura alzó los ojos hacia arriba de forma que coincidió su directa y luminosa mirada con la de Nathan, casi parecía haber un atisbo de sorpresa en aquel gesto. Una décima de segundo. Sin embargo, rápidamente reaccionó y, apretando su mandíbula, hizo fuerza hasta que sus poderosas garras consiguieron partir en dos aquel pedazo de madera muerta y ennegrecida. Trozos de astilla punzantes saltaron y se desperdigaron con la amenaza de clavarse en ellos.

El amorpho se echó hacia atrás para esquivar la madera y a su vez sacudir sus manos y sus uñas, las cuales, a pesar de haber atravesado y destrozado un palo macizo, se encontraban tan intactas como al principio; señal se la gran resistencia que ofrecían. Su distancia le dio tiempo para saltar hacia arriba cuando Ivayne corrió hacia ellos enarbolando otra rama caída. Se agarró el amorpho al mismo árbol del que hacía poco había saltado y contempló, desde arriba, como el arma de la piroquinética chocaba contra el grueso tronco de aquel abeto. Otro ruido seco y más astillas.
Pasado aquel instante de caos para los que no podían ver tan bien como él en la oscuridad de la noche, saltó de nuevo del seguro de su árbol. Esta vez, sin embargo, no fue para dejarse caer con suavidad hacia suelo sino que se lanzó con la intención de envestir a Nathan. Un nuevo movimiento rápido, una sombra difusa entre las tantas que ya había.

por **Nathan Drake** Vie Nov 18, 2011 3:59 am

Había conseguido parar el ataque del amorpho con aquellos palos, poco a poco sus pies se deslizaban hacia atrás por la tierra, sin duda aquel monstruo tenía fuerza. Sus miradas se cruzaron en un deseo de acabar el combate cuanto antes, Nathan entrecerró los ojos, desafiando a aquél monstruo a sacar toda su furia que tenía dentro, incluso le dedicó una sonrisa atrevida. – No quería hacerte daño pero… me estás obligando a ello… - El ser apretó su mandibula y partió el palo con sus garras, Nathan se cubrió con el brazo para evitar que las astillas se clavaran en su cara, a la vez que saltaba hacia atrás con el impulso de ambos pies.

Por otro lado Ivayne fallaba su golpe cuando la criatura saltó hacia el árbol de antes. La miró y asintió con la cabeza para si mismo. – Hora de caldear el ambiente. – Volvía su mirada a la criatura que saltaba sobre el desde las sombras moviéndose con rapidez, Nathan parecía que se iba a quedar en su trayectoria por un instante, sin embargo dejó su pie derecho en el suelo y giró sobre este, como si estuviera jugando a baloncesto con los dos trozos de madera que habían quedado en sus manos. Una vez lo tuvo suficientemente cerca lanzó uno de estos contra la cara del ser, con la intención de clavárselo en un ojo.

por **Ivayne Lann** Vie Nov 18, 2011 6:47 am

Se dio cuenta tarde de que aquello a lo que había dado era un árbol. Tiró el palo astillado con rabia y miró hacia arriba, temerosa de ser atacada si perdía de vista al amorpho durante un segundo. Sin embargo el ser, que la estaba ignorando sistemáticamente, abandonó su refugio en el árbol para atacar a Nathan.
Ivayne observó como el chico intentaba clavarle un trozo de su antiguo bastón al mono deforme y, harta de no hacer absolutamente nada, pensó que ya era hora de actuar. El comentario de Nathan no le había pasado desapercibido, y a pesar de que le daba un miedo atroz utilizar su poder y ocasionar una desgracia, no podía seguir de brazos cruzados. Aquella cosa iba a matarlos a ambos.
No tardó ni dos segundos en tomar una decisión. Plantó los pies en el suelo y centró su atención en el amorpho, que por suerte no estaba pegado a Nathan. Se concentró en canalizar su energía para crear fuego de la nada, lo que seguramente la dejaría bastante débil, por lo que si fallaba tendía problemas para ayudar a su compañero más tarde. La chispa no tardó en prender, y pronto tubo un bonito fuego danzando sobre sus palmas abiertas.

-¡Cuidado! -gritó antes de lanzar aquella bola ígnea en dirección al mono. Más que para avisar a Nathan, el grito había sido un intento de distraer al ser, pero no tenía ni idea de si había funcionado.

por **Amorphs** Sáb Nov 19, 2011 12:21 pm

El mutante se apartó de la trayectoria del salto del amorpho por lo que este, en el último momento, alzó sus manos y las interpuso para topar contra el suelo con estas y evitar así estamparse dolorosamente. Algo ondeaba a ambos lados de su cuerpo mientras caía. Luego rodó sobre si mismo y se reincorporó rapidamente para volver a encarar a Nathan, no obstante su velocidad le jugó en su contra esta vez puesto que se alzó justo en el momento en el cual el bioquinético alzaba uno de los dos trozos de palo contra su cabeza. La rama terminó de romperse del todo a chocar con el craneo de la criatura y un nuevo enjambre de astillas se alzaron a la vez que el ser caía de rodillas con un ligero quejido por culpa del golpe, aquello le había pillado por sorpresa.

Sin embargo eso solo sirvió para el amorpho se llenara todavía de más rabia y con un chillido agudo le arranco el otro trozo de palo a Nathan y lo destozó contra el suelo, dejándolo así completamente desarmado. Echó un vistazo hacia un lado y vio a Ivayne, sopechaba lo que estaba a punto de hacer. Luego se alzó y se quedó completamente quieto mirando a Nathan con el labio superior alzado de forma que mostraba sus dientes blancos y ligeramente afilados por los laterales, parecía estar bufándole en silencio mientras esparaba a algo. El brillo del fuego creado por Ivayne les iluminó al acercarse tras ser proyectado y el amorpho todavía esperó un segundo más. Entonces, cuando el impacto era inminente, cogió a Nathan por la camisa y lo tiró hacia delante, exponiéndolo, de forma que él tuvo tiempo de saltar por segunda vez y perderse entre las hojas de las copas de los árboles.
Unos ruidos de ramas, una sombra deslizándose por lo alto rápida y difusamente y luego nada.

por **Nathan Drake** Dom Nov 20, 2011 5:26 am

El amorpho casi se estampada dolorosamente contra el suelo si no fuera por sus rápidos reflejos, Nathan lo había podido esquivar y era momento para lanzarle el trozo de madera como si fuera una lanza partida, aprovechó el impulso que el amorpho se daba para volver a la carga y lo arrojó haciendo que fuera inevitable que le impactara. El ser clavó la rodilla en el suelo, parecía que aquello le molestaba más aún, sus presas se resistían como que parecía que habitualmente no lo hiciera por sus sentimientos por sus gestos. Gritó con un chillido agudo para quitarle el palo de la mano, era soltar el palo o perder la mano, optó por lo primero para retroceder un poco. - ¿Daño, ah? – Sin duda se estaba mofando del bicho, pero por otro lado sentía como su furia iba en aumento, hasta que escuchó la voz de Ivayne admitiéndole de lo que iba a hacer. Había lanzando una bola de fuego hacia donde estaban el ser parecía que no se iba a mover hasta que cogió a Nathan por la camisa y lo arrojó contra la bola. - ¡Jooooooder! – El fuego comenzaba a iluminarle la cara mientras hacía el trayecto inevitable hasta ella, dejó flexionar sus piernas y dejándose caer, echando todo su cuerpo hacia atrás, haciendo que la bola pasara a muy pocos centímetros de él sin llegar a chamuscarle. No se iba a parar a mirar a donde había ido aquél amorpho corrió hasta Ivayne agarró su mano y empezó a correr hasta el linde del bosque, había tres opciones, correr, luchar o esperar a que el bosque prendiera en llamas por la bola de fuego.

por **Ivayne Lann** Dom Nov 20, 2011 5:41 am

Ivayne se temió algo muy malo cuando vio que el amorpho no reaccionaba ante la llamarada que se acercaba hacia él, pero lo que no se esperaba era que utilizara a Nathan como escudo para huir de allí por patas amparado por la oscuridad. La chica pegó un grito cuando vio que ya no podía hacer nada para detener el fuego, pero por suerte su compañero supo mantener la cabeza fría y evitar que la bola de fuego lo convirtiera en cenizas.
Ivayne se quedó plantada en su sitio, sin entender muy bien que había ocurrido, pero de nuevo Nathan reaccionó y corrió hacia ella para llevársela de allí a toda prisa. Mientras corría hacia la linde del bosque, la elementalista se dio cuenta de lo que había hecho y miró hacia atrás en un intento de averiguar si el bosque se estaba incendiando. De ser el caso, estaba segura de que podría extinguir las llamas, en el remoto caso de que no se hubiesen extendido demasiado y de que la energía que tenía -que no era mucho- fuera suficiente.

-¡Espera! -le gritó a Nathan-. No podemos dejar que se incendie todo el bosque -exclamó desesperada. Como le volviese a ocurrir no iba a volver a acercar una chispa de fuego a un vegetal en toda su vida. De todas formas el bosque era húmedo y cabía la posibilidad de que el fuego se extinguiese por sí solo, pero si no lo hacía iba a acabar convertido en un montón de leña chamuscada.

por **Nathan Drake** Mar Nov 22, 2011 2:56 am

Tiraba de la mano de Ivayne mientras corría a toda prisa, pero sin embargo Ivayne hacia la fuerza en sentido contrario como si quisiera volver para seguir la lucha, giró su cara para mirar que hacía y vio que ella también estaba mirando hacia atrás, ¿Acaso aquél ser los seguían o es que había visto otra cosa? - Corre, corre... - Paró en seco cuando Ivayne le gritó que se esperara, por un momento parecía que le iba a decir que no pero al ver su cara de desesperación, suspiró fuertemente y tiró de ella hacia el fuego. – Espero que el bicho ese no vuelva o vamos a estar en las mismas. – Se acercó con ella a una distancia prudencial del fuego y la dejó hacer, ahora que el fuego iluminaba un poco se mantuvo alerta por cualquier movimiento que hubiera en los alrededores. – Date prisa…

por **Ivayne Lann** Jue Nov 24, 2011 3:20 am

Por un momento Ivayne pensó que el chico no le haría caso y seguiría corriendo, con lo cual no tendría más remedio que seguirlo, pues no tenía fuerza suficiente para soltarse. Por suerte no fue necesario, ya que él mismo la arrastró hasta el fuego a toda prisa. Ella ignoró su comentario para no ponerse más nerviosa y se centró en los árboles que ardían a tan solo unos metros de ella. Y pensar que su bosque se estaba incendiando por su culpa.

-Iré rápido, iré rápido -aseguró con apremio.

Cerró los ojos y buscó la energía que desprendía el fuego. Energía que, al fin y al cabo, era suya. La había creado de la nada, así que había necesitado de sus propias fuerzas para darle vida. Ahora quería recuperarla y, a pesar de que sabía cómo hacerlo, no estaba segura de poder conseguirlo. No era la primera vez que apagaba un fuego con su poder, pero nunca lo había intentado con una masa ígnea tan grande.
Estaba a unos cuantos metros del incendio, pero notaba perfectamente el calor que éste despedía. Y Nathan debía estar pasándolo peor, pues ella al menos estaba protegida contra las altas temperaturas. Intentando dejar la mente en blanco para acabar cuanto antes, Ivayne forzó su cuerpo a absorber la energía de las llamas para así dejar al fuego sin fuente de alimentación y obligarlo a apagarse.
Cuando abrió los ojos, vio que las llamas anaranjadas habían desaparecido dejando lugar al color negro de la corteza de los árboles, que no habían acabado convertidos en cenizas pero tampoco se habían librado del todo. El calor del ambiente persistía, sin embargo, pero la elementalista no se fijó en aquello. De repente le dolía mucho la cabeza. Se apoyó en el árbol que tenía detrás y se giró para mirar a Nathan, sonriente.

-Ya está, vamos -dijo con un tono de voz mucho más firme que el que se podía esperar por su aspecto. Sólo esperaba no desmayarse por el camino. Eso y no tener que hacer algo así nunca más.

por **Apocalíptica** Jue Nov 24, 2011 4:40 am

Ivayne hizo bien en detenerse para apagar el fuego antes de que se extendiera por los árboles contiguos pues, de no haberlo hecho así, ninguno de los dos habría podido salir antes de que los engullera. El árbol había perdido sus hojas perennes, su corteza estaba completamente ennegrecida y apenas le quedaban las ramas principales pero se mantenía todavía en pie y probablemente con el tiempo recuperaría su espeso follaje; no obstante, lo que llamaba la atención de él no era nada de eso. En una de las ramas supervivientes, una muy elevada, se balanceaba ligeramente un algo alargado y muy fino. La oscuridad impedía poder ver qué color y textura tenía pero podía distinguirse que era largo y estrecho, con los bordes desgarrados y que se había quedado enganchado en la madera. Parecía delgado como el papel, como un trozo de piel o de tela.

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