El inicio: Un nuevo giro (Libre)

Camino por los pasillos de las naves con paso rápido, se me puede notar un poco de alteración en mis veloces movimientos aunque estos se mantienen tan elegantes como siempre. Las cosas no van bien, tampoco es que vayan mal, pero no van tan bien como a mi me gustaría que fuesen: se nos está empezando a escapar todo de las manos, esta es la sensación que tengo y no me gusta, no me gusta en absoluto.
Me meto las manos en los bolsillos y bajo la cabeza de forma que mi rostro queda medio oculto a causa del sombrero y de las grandes solapas alzadas de mi chaqueta anudada de color gris oscuro. Paseo pensativo en dirección al pasadizo que conduce hasta la sede de la Organización a través de una entrada secreta cuya ubicación está justamente en la zona de las naves que se encuentra más lejos de donde yo estoy ahora, cosa que significa que me toca dar una buena vuelta.
Suspiro con algo de aburrimiento hasta que una intuición me obliga a alzar la cabeza, y es oportuno porque al hacerlo me topo nada más y nada menos con una agradable presencia que camina distraída en dirección contraria a la mía, es decir, hacia mí.

- ¡Ma guardate che abbiamo qui! -exclamo con una sonrisa llena de galantería a la vez que llego hasta donde se encuentra a ella y le hago un reverencia ligeramente teatral-. Bella come sempre e... -le digo sin dejar de usar mi lengua natal- directamente a mis brazos, ¡qué placer! - añado, finalmente, medio en broma y guiñándole un ojo con encanto.

PD: Traducción del italiano: ¡Pero mira lo que tenemos aquí! Tan bella como siempre y...

Sin darme cuenta durante mi andar, doy casi de lleno contra un chico con el rostro cubierto. Observo su sonrisa con cierta intriga cruzandome de brazos y deladeando la cadera sin dejar de observarlo. Escucho atenta lo que dice, bueno al parecer pretende impactarme con su acento italiano y la reverencia hace alución a eso más que otra cosa.
-¿Sin saludo anticipado giovani? - Respondo con una ligera sonrisa pues no parece ser una mala persona, "¿o acaso es el aburrimiento que traigo?" pienso en un segundo desviando la mirada para no hacerle notar que veo sus guiños "alagadores", en ese movimiento llevo la mano a mi cabello para poner uno de los mechones sueltos tras de mi oreja.

Me es más facil tratarlo como si no lo conociera, y así poder ser más natural al estar con él.

Ruedo ligeramente la mira intentando no mostrar una ligera sonrisa ante lo que hace - Basta por favor - salé de mis labios con una ligera risa al ver todo su espectaculo, al tiempo en que paso una mano posando la palma en la mejilla y los los dedos cubriendo hasta mitad de mi frente.

Meneo negativa la cabeza, mientras bajo las manos y entrelazo mis dedos al frente viendo que al fin ha quitado su faceta sufrida. - Esta mejor el verte natual, te sale más facil y creible que la del sufrimiento - le menciono con un tono natural.

Veo su sonrisa y desvío la mirada arreglando un poco mi cabello. ¿Pero qué…? No termino el pensamiento, pues ya se la respuesta aunque me parezca de los más imposible de decir, mi misma faceta no me permite tener debilidades y el decirlo sería una de ella, y no me permitiría mostrar esa parte, no ahora.

- Di que te conozco Luca, que ya es mucho decir – le menciono con cierto tono juguetón y mirándolo de reojo – No es que no queramos aprovecharte, bueno, creo que de admiradoras no tienes problemas, eso es parte del aprovechamiento – le digo alzando distraída la vista al techo, aunque no me gustase ese tema, no era de mi agrado, yo mejor que nadie las había visto babear y me habían dado una pauta importante.

Observo su “desaire” que muestra que no le importa que aprovechen su talento, por lo que no puedo evitar mostrar una sonrisa más sincera, como si me relajara que no le importase su “éxito” como actor. Dudaba mucho de que si las cosas en nuestro mundo hubieran seguido su curso nos hubiéramos conocido. ¿Acaso me alegraba eso?

- ¿Un poco? – le respondo con un tono irónico y de sorpresa fingida, sin que sea perceptible el acto muerdo ligeramente mi lengua por sus últimas palabras, es verdad, me gusta ese humor y alegría que tiene, pero oh dios, me es íntegramente imposible responder a eso pero intentarlo se vale – No me gusta – afirmo con una sonrisa de lado y la mirada fija en él para que sean creíbles mis palabras y más por aquel guiño del cual suprimo la imagen en mi mente. – Ten en mente que no te ago daño por que quiera hacerlo así – en cierta forma me interesa que sepa eso, aunque lo digo con la voz algo aislada, no puedo expresarlo de otra forma.

Sin siquiera detenerme a pensarlo agarro la mano con que se estaba pegando deteniendo el movimiento y alejando suavemente mi mano de la suya – Nunca te he visto en la etapa sería, y no creo que por mi cambies-

Ahora siento que la cosas me han llegado muy rápido, tanto es eso que ni mi actitud parece la típica, ella me ha afectado a tal grado de no poder enfrentar la mirada de Luca como antes, con una sonrisa llena de reto y seguridad, pero he de regresar a esos tiempo, olvidar ese capitulo y superarlo, cueste lo que cueste.

- Lamento el bajarte de tu nube, bueno no tanto. Pero de que somos más que simples conocidos lo somos – le empiezo a decir con un tono de intriga en mis palabras y una sonrisa – claro, lo digo por el trabajo que realizamos a diario en la organización – Creo que ese final no lo esperaba, pero bueno, a parte de ser compañeros, conocidos y toda las cosas pequeñas, él tenía razón, éramos algo más que simples conocidos o compañeros.

- ¿Yo celosa? – le respondo con fingida sorpresa – Te la pondré más fácil, ¿Qué son los celos? Se que es sorprendente, pero en mi vocabulario no se encuentra esa palabra descríbemela – le digo al tiempo en que me recargo levemente en la pared, y cruzándome de brazos y observando de mejor manera la maniobra que hace con su sombrero. No se que es más … “hipnotizante”, si el girar del sombrero o sus mechones rebeldes cayendo por su frente.

- ¿Acaso miento tan mal como para que no me creas?- le susurro antes de que se aleje de mi oído y que vea en mis labios una inocente sonrisa posando mi mirada en la suya.

Siento sus labios sobre mi mano que ha detenido sus dramáticos golpes y la calidez de su acto hace que sus palabras denoten mayor veracidad. – El caso es que no te diría lo que me molesta, es más, dejaría que tu mismo dieras con esos detalles – menciono alejando mi mano de la suya y posándola en su mejilla izquierda, dándole una leve caricia antes de quitarla de su rostro. - Se como eres, y lo peor, me conoces, así que no dudo que descubrieras las cosas que me molestan. – dejé las palabras sin darle mucha importancia, pero en cierta forma creo que ambos sabíamos que no mentíamos, él me conocía y de igual forma yo a él, solo era cuestión de que observáramos de más.

Venía por los pasillos con un paso rápido, carpesano en mano, sin siquiera fijarme por donde iba; mis pies me guiaban por los pasillos que tan bien conocía. Iba comprobando los datos que ponían en mis papeles, debía hablar con los miembros de la Organización enseguida. ¿Dónde estaban cuando les necesitaba...?
De repente, unas voces conocidas me hicieron levantar la vista del carpesano con mala gana. Ahí estaban dos de esos preciados y escasos miembros, Luca, mi mano derecha, y Reneé, joven prometedora. Sonreí ligeramente.
-Buenos días, pareja. -les saludé con la cabeza. -Justamente quería hablar con vosotros... -me puse a hojear los papeles, comprobando algunos datos mientras hablaba. -Primero de todo, acaba de llegarme un informe sobre el último encontronazo de nuestros hombres con un grupo de mutantes hostiles... unas cuantas bajas, incluyendo a un miembro de Eirene que se metió en medio del fuego cruzado. Después tenemos los planos sobre la construcción de la nueva capital, que anda terriblemente retrasada, y en tercer lugar...
Me di cuenta del silencio que había, así que levanté de nuevo la vista de los folios y me coloqué bien las gafas.
-Esto... ¿Interrumpo algo? -miré a Luca interrogante.

Me siento al momento algo irritada, en verdad esto no me gusta para nada, no en esta situación, pero no puedo hacer más y agradeciendo un poco al ser como es él, ya sabemos que me he expuesto de una manera que no suele ser la mía, que oculto algo y sonrío internamente por que él no indagara más en el tema, sabe que no le diere nada y respetara mi silencio-

- Lo pensaré pero no prometo nada Luca – le digo con media sonrisa por como termina su argumento – Si es extraña nuestra relación, pero es tu culpa, yo soy completamente normal - ¿Y si me conoce bien? Creo que sabe que expresar lo que siento en este momento no es en lo que pienso. Además de que me agrada el como nos llevamos en este momento, excepto esa pequeña parte de celos que sus admiradoras causan en mi.

Y ahora noto que hice mal en responderle sobre los celos, y lo peor es que llega a darme un toque de alegría al saber que me gusta escuchar que causo celos en la gente, eso desde siempre, desde pequeña y es algo que no pienso que cambie a futuro, empiezo a pensar que son absurdas mis actitudes ante las desmayadas y me embarga un nuevo pensamiento, a buena hora ha llegado – Oh, con que eso eran los celos, lo que sienten todas aquellas que no alcanzan mi nivel, bueno resumo con la palabra todas – respondo con una naturalidad y algo de inocencia para cubrir mis palabras anteriores.

Y lo que no podía faltar, sus siempre tan expresivos gestos por lo que solo le doy una sonrisa de lado y ruedo ligeramente la mirada, es tan típico al igual que mis respuestas, - Bueno, mientras que el mundo entero no sepa que miento, con eso me conformo. Ya es costumbre saber que me conoces – le digo con un toque de complicidad en mis palabras, a fin de cuentas, con quien tengo un trato diferente es con él.

Parece que le sorprende mi acción, es claro que nadie vio que acaricie su mejilla y bueno es algo digno de ver el que él cambie su típica actitud confiada y un tanto risueña por la sorpresa. Y- Así es, no es propio de mi dejarte ver lo que siento tan fácilmente – Respondo con una sonrisa al escuchar su carcajada, pero al tiempo me separo de la pared y me pongo derecha al escuchar que caminan por el mismo pasillo por el que estamos.

- Mikhail, buenos días - respondo sin ningún tono diferente en mi voz, aunque eso de dirigirse a nosotros como pareja, bueno, mejor dejarlo de lado.
Coloque una mano en mi cadera, dejando caer la otra a un costado mientras sus palabras atraen mi atención. Al parecer eran muchas las cosas a revisar, y eso me agradaba, empezar a aprovechar el tiempo y más al saber que estaban listos los planos para la construcción de la capital.

El silencio se hace presente, por mi parte por que estoy atenta a las palabras de Mik, pero ¿Y luca?, lo miro de reojo al escuchar que Mik pregunta si interrumpe, pero más por que se dirige solo a él. Solo sonrío ligeramente esperando su respuesta ante eso, antes de continuar con los nuevos informes.

Miro a Reneé con una ceja alzada, lo primero que me dice podría ser bastante mal interpretable, en el sentido de que dice que ella es normal y por lo tanto yo no, por eso empiezo mirarla con cierta expresión de estar ofendido.

- ¿Me estás llamando anormal? -le pregunto casi como si me sorprendiere ese hecho, luego esbozo una sonrisa para que sepa que estoy bromeando- Me lo tomaré por el lado positivo y me sentiré alagado porque me consideres alguien fuera de los normal -añado casi con algo de vanidad y guiñándole un ojos.

Estoy por añadir algo más sobre nuestra particular relación y lo muy poco que se parece a una entre dos conocido e, incluso, a una entre dos amigos cuando siento unos pasos por el pasillo que se dirigen hacia nosotros y luego una voz conocida hablándonos distraídamente. Es Mik, qué alegría el verle por aquí...
Giro mi rostro hacia él aunque no cambio la posición de mi cuerpo, que está inclinado hacia Reneé, y se me escapa una media sonrisa cuando se refiere a nosotros llamándonos "pareja", no pierdo el detalle de la expresión de Ren al oírlo.
No sé cómo mirar a Mikhail, si enfadado por la interrupción o no; finalmenete opto por la segunda opción pues le veo con aire despistado y que, sin duda, no se ha dado cuenta de que nos ha interrumpido.

-Mik, si fueras un muntante, sin duda tú tendrías el poder de la oportunidad -le digo con un tono de voz que destila sarcasmo pero también algo de cachondeo.

Niego con la cabeza casi con conforsmismo, como si estuviera acostumbrado a que Mik hiciera este tipo de cosas y, por lo tanto, ya no me enfadara por ello

- En fin... -digo para sacarle importancia a su interrupción, ya que está aquí que nos diga lo que quería decirnos y ya seguiré hablando con reneé en otro momento - ¿Qué decías de mutantes hostiles, Eirene y la ciudad?

FDR: Siento el retraso, no me salía nada bueno y ni siquiera este post me gusta n.n

Respondí al saludo de Des Mignaux con un leve gesto de cabeza, y luego miré fijamente a Luca, algo sorprendido. Enarqué una ceja, haciendo que mis gafas, algo viejas, se resbalaran por el puente de mi nariz. Me apresuré a ponérmelas a sitio, y me encogí de hombros.
Hubiera jurado que molestaba, pero si Luca decía que no pasaba nada y Reneé no se mostraba molesta en ningún sentido, no pasaba absolutamente nada, ¿no?
-Bueno, Luca, esos bichos de ahí fuera tienen más dones que el de la oportunidad, como hemos podido comprobar últimamente -repuse de mala gana, acordándome de nuestro último encontronazo con los mutantes que se colaron en las naves. Bufé. Mi primer fracaso estrepitoso. Recordarlo aún me producía escalofríos. En fin.

-En fin, tal y como iba diciendo... -volví a mirar mis hojas, para asegurarme de estar diciéndolo todo bien. No soportaría equivocarme en cualquier detalle. -Veamos, tenemos unas cuantas cosillas de las cuales ocuparnos. No sé por qué exactamente, pero por algún motivo la Organización va terriblemente retrasada. -fruncí la nariz en un gesto de claro desagrado.
-Volviendo al tema. Primero de todo, acaban de hacerme llegar un informe sobre el último encontronazo que tuvieron los nuestros con un grupo de mutantes de Ragnarök. -bufé con desprecio. -Esas alimañas atacaron por sorpresa una expedición científica que andaba en busca de materiales útiles para la construcción, y que por tanto, no iban armados, así que tuvimos unas cuantas bajas... -suspiré. -Una de las bajas era un activista de Eirene, pacifista. No creo que a Rutherford le guste eso, pero ea.

Me aclaré la garganta.
-Veamos, luego tenemos el grave retraso que sufre la construcción de la ciudad, como he dicho antes. Necesitaremos que alguien se encargue de la organización de eso, el emplazamiento ya está decidido, pero aún no se ha contratado a los que construirán, ni se ha organizado de dónde sacaremos los materiales, etcétera, etcétera. -enumeré con aburrimiento.

-Y, en tercer lugar... -sonreí divertido con algo de malicia. -Un informante nos ha hecho llegar datos sobre el posible emplazamiento de la sede de Ragnarök. Sería una buena ocasión para averiguar si, efectivamente, lo es, y en caso afirmativo, organizar una redada. Me encargaré de ello personalmente, claro.
Miré a mis subordinados, alternando ahora uno, ahora la otra.

-Veamos. -me llevé la mano a la barbilla. -Vosotros dos me haríais un favor si os encargarais de la reconstrucción de la capital. En cuanto al encuentro con los hostiles, se lo encargaré a Dylan en cuanto aparezca... ¿alguien le ha visto, por cierto? -estaba algo molesto con él. Llevaba un tiempo sin aparecer, y su seriedad estaba siendo puesta en entredicho, al menos yo la pondría en entredicho como siguiera así.

Sonreí ante la acción de que tomara tan bien mis palabras de que él era el anormal, bueno en este momento nosotros éramos los que no teníamos cambios, y el resto del mundo era otra cosa, eran repugnantes.

Ruedo la mirada con un gesto tranquilo al escucharlo hablar sobre el termino” cosas oportunas”, bueno a decir verdad era mejor emplear el tiempo en estos asuntos, cuando tuviéramos formada la ciudad podríamos hablar más tiempo y sin tantos problemas, pero para que solo pensar en hablar, si tendríamos de nueva cuenta tiendas comerciales.

Sin distraerme más en el futuro prospero que seguramente nos esperaba, decidí afinarme a la conversación. Hice un ligero gesto de inconformidad cuando menciono que la expedición había fracasado y hubo bajas. El hecho de ser menos era en verdad preocupante y nada de que enorgullecerse.

Pero sus demás palabras enaltaban un tanto mi curiosidad y visualización de algo, para la ciudad. Aun así lo último me dejo más que interesada. Mi postura cambio a una más pensativa y meditativa, además de la evidente alegría por encontrar el resguardo de los de Ragnarök, mi mente se desplazaba hacia algo en particular de esas acciones y se dividía en una anormal balanza que siempre se inclinaría más para un lado en especifico.

Dejo de hablar y mi mirada se torno seria y decidida al ver que nos miraba de uno en uno. De ambos había captado la atención, no dudaba eso, pero si de sus planes para cada quien.
Sólo lo mire un poco más deladeando la cabeza – Necesitaremos los pocos resultados que los sobrevivientes de la expedición pudieron traer – mencione mientras empezaba a pensar en los cimientos de la capital y en el aprovechamiento de todos los datos y el inicio de otra búsqueda. – Por mi parte no lo he visto – le respondí ante la incógnita de donde estaba Dylan.

Fruncí el ceño al oír una voz conocida. Levanté una ceja, y me di la vuelta de improviso.
-Vaya, ya era hora de que aparecieras. Empezaba a preocuparme que se te hubieran comido los monstruos de fuera. -sonreí divertido, con la frialdad que me caracteriza.
Solté un suspiro. No me gustaba repetirme demasiado, pero no me importaba.

-Bien, la verdad es que iba a convocar reunión pero al encontrarme a estos dos en el pasillo -señalé con un ademán de la cabeza a Luca y Renée -les di las órdenes y los informes correspondientes. Tenemos mucho trabajo atrasado, y no podemos permitirlo, Dylan. -comenté mientras hojeaba los folios hasta encontrar el que quería mostrarle. Le tendí unas cuantas hojas unidas por un clip.

-Ten. Es el informe del asunto que me gustaría que investigaras. -me llevé las manos al entrecejo, masajeándome el puente de la nariz algo preocupado. -Unos mutantes hostiles atacaron una expedición exploradora, resultando algunos heridos, un par de muertos de los nuestros... Y un miembro de Eirene muerto. ¿Te encargas tú? -fruncí el ceño. -Por cierto, ¿dónde estabas?

Ambas respuestas son afirmativas para Mik, no hay más que haces que ponen manos a la obra con respecto a los inicios de la ciudad, ahora Luca muestra esa mirada pensativa y emprendedora hacía lo que viene para nosotros, además del hecho de que estamos atrasados y hay que aventajar ese terrible hecho. A mi mente viene una imagen pasada, y era parte importante para esforzarme más en esto.

Giro mi vista hacía Luca quien bueno, es el que de seguro ve más a Dylan, en algún lado este tiene que ir a dormir, ¿no?, y por que no hacerlo en su habitación. Sus palabras fluyen pero son interrumpidas por una melodía que procede de la persona que buscábamos. – No te hemos invitado a la reunión por el hecho de que desapareces y ni como contactarte Dylan – respondo a la pregunta que realiza cuando esta cerca de nosotros.

Mik no tarda en ponerlo al día, claro que le resume la mayoría de los detalles pero el hecho es de que ya esta presente para así iniciar el nuevo ciclo de actividades y ponernos al corriente en todo lo que debemos realizar.

Con una sonrisa de lado espero la respuesta que Dylan nos tiene ante su reciente desaparición. Estaba bien, de eso no había duda pues su presencia en este momento era lo que nos delataba ese hecho. – Vamos Dylan, tenemos que saber esos detalles importantes para la organización. Por si tenemos que irte a buscar -

Asentí con la cabeza a la explicación de Dylan, tampoco atento del todo.
-Entiendo. -apunté algunas cosillas en los folios: la distribución de las tareas, y demás cosillas sin mucha importancia. Levanté la mirada de los papeles y miré a Dylan a los ojos con semblante serio. -Me parece bien que salgas a divertirte, Dylan, pero tenemos mucho trabajo que hacer, y no tenemos tiempo para divertirnos con tonterías.
Suspiré. Tampoco quería ser el malo, y menos con Dylan, que era mi amigo.
-De todos modos, por eso te he asignado esa tarea. -sonreí un poco, con frialdad. -Sé lo mucho que te entretiene acabar con los mutantes, así que hacemos un trato: cuando hayas redactado el informe de lo que te he dicho, me acompañarás a la zona insurrecta que nuestro informante dice que es la base de Ragnarök. -me encogí de hombros. -De todos modos, solo no puedo ir, y tú sabes más de armas y defensa que yo. Serás útil.

Escuche con atención el pequeño relato de Dylan y ahora mi mente se bifurca en la necesidad de saber algo más antes de … bueno, * dejare que la disyuntiva se deshaga por si misma * pensé al tiempo en que las palabras de Luca deshacían como bien pensaba una de mis incógnitas.
- Bien Mikhail, ya nos podemos ir a cumplir el “favor” o van a necesitar antes de algo más – le pregunté con cortesía y una ligera sonrisa, al tiempo en que sentía como Luca se colocaba tras de mi, a un ligero paso.

Tal parece que de nueva cuenta tendremos el transcurso hacía la ciudad para “platicar” y a ver que resultaba de todo esto, me planeaba arreglar asuntos de trabajo, por que mi mente estaría distraída en visitar un peculiar lugar fuera de las naves…
Pero ya veríamos que pasaba, no adelantar los hechos, pero si ver todas las posibilidades, ese era el pensamiento que corría por mi mente al esperar la respuesta de Mik.

Asentí con la cabeza a Luca y Reneé en señal de aprobación.
-Por supuesto, podéis ir. Ya os lo he dicho todo creo. -me giré en dirección a la puerta por donde había entrado: me volvería al laboratorio, ahora que ya había encontrado a los miembros de mi organización, ya no tenía más que hacer por las naves, así que volvería a mi pequeño reducto de paz y limpieza, me pondría mi bata blanca, y terminaría el experimento con factores en gravedad cero que tenía a medias.
Suspiré. Sí, eso era lo que me apetecía. Miré a Dylan, y me despedí con la mano.
-Cuando estés del trabajo, ya sabes dónde encontrarme.
Sin más, me encaminé de nuevo al laboratorio. Tal vez luego iría al de la Base de la Organización, era más grande y estaba más preparado.