El viejo mundo [Libre]

El humo se ascendia formando sinuosas curvas y espirales al cielo, saliendo de su boca con una leve expiracion mientras sostenia el cigarrillo en sus manos, cubiertas con unos guantes de cuero negro, siguio caminando por las calles desiertas mientras la nieve crujia bajo sus botas militares y metia la mano izquierda en el bolsillo, cerrandose mas la gabardina negra para abrigarse del frio. Richard contemplo con sus ojos castaños y en ese momento de expresion melancolica los edificios en ruinas, las tiendas destrozadas y saqueadas, los objetos como maletas, muñecos y toda clase de cosas imaginables estaban por el suelo mediocubiertas por la nieve, objetos que la gente robo o trataba de llevarse en el panico del apocalipsis, coches oxidados, quemados y destrozados ocupaban las calles, parecia la unica alma en el lugar... El ex S.A.S. era un hombre alto, casi metro noventa, de constitucion delgada y hombros estrechos, aun asi musculado y formado fisicamente para la accion, tenia un rostro estrecho, con el cabello rubio corto y una ligera barba de no haberse afeitado. Richard notaba la pierna izquierda un pelin floja, recientemente habia sido herido alli en un combate contra un mutante, habia sido hospitalizado, tenia suerte de que la hoja del cuchillo no hubiera tocado la arteria, asi pues, en cuanto se pudo ir, despues de dos dias en la ciudad sintio una extraña necesidad de volver a contemplar el pasado... Y se dirigio a una ciudad sin nombre cercana a la pista de aterrizaje. Llevaba unos tejanos oscuros, y dentro de la gabardina, oculto pero a su alcanze, un revolver Taurus Raging Bull, quizas el unico que quedaba en todo el planeta, llevaba el arma cargada, con las siete balas en sus sitios respectivos en el tambor, y apenas llevaba siete balas mas guardadas en una funda en su cinturon, tambien tenia como siempre, en la cintura, tambien oculto bajo la gabardina, una porra telescopica, estos dias uno nunca era lo suficientemente precavido...

Paso al lado de un coche que en apariencia habia chocado con un edificio en un accidente, seguramente por el panico, miro dentro cuando de reojo vio algo blanquecino en el interior... dos esqueletos, uno en el asiento del piloto y otro en el del copiloto, ambos tenian musgo y unas telarañas que le cubrian, y estaban sucios, irreconocibles, esas personas, habian muerto dentro del vehiculo en el accidente supuso, y sus cadaveres nunca se sacaron del vehiculo, lo cual si se pensaba friamente, no era sorprendente ¿quien se ocuparia de un par de cadaveres cuando se acercaba el apocalipsis? Siguio caminando por la calle, y vio un enorme y elegante edificio con puertas grandes de vidrio (rotas) y unas columnas, ese edificio se habia mantenido en pie durante todos esos años... apenas se habia derrumbado parte del techo, entro en el interior y vio que se trataba de una biblioteca, siguio avanzando hasta entrar en las salas principales, varias estanterias estaban en el suelo, mesas rotas y sillas volcadas, en el suelo habia varios montones de libros, algunos mas estropeados que otros, se adentro en el tetrico edificio, cerca de donde se habia derrumbado el techo, por donde entraba nieve y un gran haz de luz, en las profundidades de la biblioteca, habia una serie de estanterias de libros aun con sus tomos intactos, Richard se acerco a curiosear, varios libros habian desaparecido de sus lugares como indicaban los huecos, seguramente los que los saqueadores consideraban utiles, o los que usaron para tener fuego los supervivientes en el apocalipsis... Aunque era una perdida, Richard no podia culparlos, despues de todo ¿no los habian abandonado a la muerte? ¿no les habian negado la salvacion y, para empeorarlo todo, parte del peso de la resonsabilidad y la verguenza estaba sobre sus hombros? que sobrevivieran como pudieran con los restos del mundo que habitaron una vez....

Camino entre las estanterias y tomos, soplando y limpiando lomos de algunos libros para ver los titulos, cogio un libro aleatorio y lo abrio, un libro de anatomia, cogio otro libro, "Ensayo sobre el principio de la poblacion " de Thomas Malthus, cogio otro libro, 20.000 leguas de viaje submarino de Julio Verne, leyo el principio del libro, alli de pie, aunque le gustaba la lectura, nunca habia leido ese libro, asi pues, empezo la lectura alli de pie entre las filas de estanterias en la ruinosa biblioteca.

FDR: Voy a ambientar este post antes de todos los que tengo de recuperar la memoria. Espero que no te moleste.

Llevaba varios días vagando sin descanso, en busca de algo inexistente. Quería encontrar recuerdos, pensamientos escondidos y olvidados, muestras de lo que había sido. Sin embargo, era una misión imposible; semejante a buscar una mota de polvo en un desierto. La cabeza no me dolía tanto como antes, tenía unos cuantos recuerdos dispersos y a los que no sabía buscarle orden. Por lo demás, todo era igual que siempre. La misma capa de monotonía cubría mis claros hombros: Buscaba, no encontraba, me deprimía, volvía a las naves; y después, comenzaba desde el principio. Era una cadena interminable.

Mentiría si dijese que sabía a dónde me dirigía. Nunca sabía a dónde mis pasos me llevarían, si me gustaría aquel lugar o por el contrario me infundiría temor. Me odiaba a mí misma por asustarme con todo… tan frágil, tan pequeña, tan tonta. Sin embargo, me consideraba afortunada pues todavía no me había encontrado con ningún mutante que desease mi muerte.
¿Y si algún día se diese el caso de que un mutante con tales características se cruzase en mi camino? Entonces podría suplicar en silencio, salir corriendo o esperar mi muerte. No tenía oportunidades en lo referente a la lucha cuerpo a cuerpo; lo único que podría ayudarme era mi inteligencia y dado que nunca la había utilizado con el fin de mi supervivencia, no tendría ninguna posibilidad.

Continué arrastrando mis pies por la tierra, dejando marcas en la nieve allá por donde iba. Adoraba la nieve… aunque odiaba el frío. Me encantaba el paisaje que dejaba ver, su blanco puro, su suave tacto. Sin embargo, no me gustaba el frío glaciar que hacía en aquella época del año. Supongo que estaba demasiado acostumbrada a la temperatura idónea que hacía en las naves. Ni mucho frío, ni mucho calor. Además, los aires acondicionados funcionaban durante día y noche.

Me agaché y posé mis manos sobre el suelo, dejándome acariciar por los cristales de hielo que había en él. A continuación y sin previo aviso, cogí un gran montón y lo arrojé por encima de mi cabeza. Observé cómo por acción de la gravedad volvían a caer al suelo, sobre mí, mientras lanzaba una carcajada de felicidad. Entonces y para propio disgusto, tuve la gran idea de volver al mundo real. Tenía que continuar con mi búsqueda…

Acabé en una zona oscura, fría y siniestra como ninguna otra en la que antes hubiese estado. Había montones de cuerpos todavía en descomposición, coches, edificios destruidos. Aquel lugar era ni más ni menos que la destrucción en persona. No había esquina en la que no se atisbase horror, desesperación, sufrimiento, etc. Todos los sentimientos que los mutantes deberían de haber experimentado en el pasado se encontraban allí, de una manera u otra, plasmados.

Posé mis manos sobre mi boca intentando aguantar las arcadas que me entraron ante tal escena. Finalmente, y sin poder conseguirlo, acabé corriendo hacia uno de los edificios y vomitando en su puerta. Había intentando encontrar unos cuartos de baño aunque claro… ¿Quién iba a encontrar un váter en mitad del fin del mundo si no era en las naves? Era un intento estúpido. Miré hacia ambos lados deseando que ninguna persona me hubiese visto manchar la nieve de aquella manera y, finalmente, acabé entrando en el edificio que se encontraba a mi lado.

Cada paso que daba retumbaba. Podía escuchar el eco que producía. Se aspiraba soledad… de nuevo. ¿Por qué debería de haber acabado en aquel lugar? Era el sitio peor en el que jamás había estado. No quería continuar allí aunque si salía sabía que acabaría vomitando de nuevo. <Mala suerte> Pensé para mí mientras me deslizaba por el laberinto de pasillos que se habrían ante mí.

He de reconocer que el edificio no se encontraba tan mal como yo hubiese podido suponer. Aunque sus paredes estaban desconchadas, había olor a humedad mezclada con algo de descomposición y el suelo de madera no hacía otra cosa que crujir; siempre podría haber sido peor. Me abracé a mí misma intentando infundirme algo de calor mientras continuaba avanzando, siempre con cuidado. Miraba muy bien dónde posaba mis pies, procurando que no se derrumbase toda la estructura y acabase aplastada por ella.

Finalmente acabé en una gran sala con una chimenea a la derecha y unas grandes estanterías frente a ella. No había muchos libros aunque era capaz de imaginarme que seguramente en el pasado los hubiese habido. Solo era otro símbolo más de destrucción. Me acerqué a la chimenea y acerqué una de mis manos a ella, intentando descubrir si habría avivado una llama hacía poco tiempo. Sin embargo, la madera estaba fría. Seguramente los mutantes se hubiesen ido de allí hacía mucho.

Me quedé fijando la vista en la chimenea durante un rato más, escabulléndome entre mis pensamientos que me daban una visión mucho más hermosa que la que la realidad me mostraba. Un ruido de pisadas tras de mí me hizo ponerme en tensión. Provenía de las estanterías, seguramente sería algún mutante en busca de sangre… estaba perdida.

Giré la cabeza lentamente hacia aquella zona excesivamente aterrorizada. No quería tener que vérmelas con ningún mutante enloquecido por la furia… no quería. Sin embargo, la cara conocida que vi hizo que todos mis miedos desapareciesen tan rápido como habían llegado. Solté un fuerte suspiro antes de correr hacia Richard. Cuando llegué a su altura le di un fuerte abrazo y escondí mi cabeza entre sus brazos, apretando los ojos con fuerza.

-Gracias a Dios que eres tú… -Susurré aguantándome las ganas de llorar por el miedo que había pasado. -Serás tonto... me habías asustado -Me mordí el labio. En realidad hablaba más para mí que para él, intentando recordarme con quién me encontraba, que aquel hombre no suponía ningún peligro hacia mi persona.

Richard escucho un sonido mas adelante, habia alguien mas en la biblioteca... ¿algun animal? ¿o un mutante? El S.A.S. cerro el libro y lo gaurdo en su abrigo, despues de todo, ese libro ya no era propiedad de nadie, era de una ciudad muerta... Se puso tenso y ralentizo la respiracion, la gente no solia venir a las ruinas, se llevo la mano a la altura del pecho dentro de la gabardina, listo para coger el revolver si habia problemas, se acerco al lugar, y repentinamente, se encontro con una figura conocida que le sorprendio.

- Enid! ¿Que haces aqu...? - quedo interrumpido por la chica que le abrazaba, Richard paso un brazo por la espalda de la joven abrazandola y dandole palmaditas, mientras retiraba la otra mano del abrigo y el arma escondida y abrazo tambien a Enid dejando que se tranquilizara, solto una ligera carcajada suave - tranquila, solo estoy yo... Tienes una pinta horrible - bromeo, se saco el guante de la mano derecha y le toco la mejilla y la frente a la muchacha.

- Te veo algo palida ¿estas bien? si estas helada - Richard se desabrocho la gabardina y se la saco, debajo llevaba un jersey cuello alto negro de lana, con unas correas que pasaban por los hombros y se le sujetaban al torso (al estilo de la policia), donde estaba en su funda su revolver Taurus Raging Bull. Le dio la gabardina a Enid.

- Toma, abrigate algo mas -

Espero un rato, a que se pusiera el abrigo y se calmara - ¿Y que haces por aqui? Es peligroso ir a las ruinas sola, no deberias alejarte tanto de la ciudad o las naves - miro a Enid ya separandose, sonrio levemente, parecia estar pensando en algo - Eres una joven muy inteligente ¿te gusta leer? - pregunto, se giro a las estanterias, de nuevo limpio con la mano unos cuantos lomos polvorientos de libros - aqui hay de todo, desde conocimientos, literatura, cultura, todo de antes del fin del mundo... - su tono en la ultima frase tenia un deje mas melancolico y pensativo. Despues de todo, ella no recordaba el viejo mundo, y Richard se sentia muy atado al pasado, era una verdadera lastima que todo acabara asi, con lo que habian evolucionado los humanos en el mundo... Pero penso que quizas Enid ya no queria estar por aqui, en esa depresiva y siniestra ciudad - Aunque si lo prefieres te puedo llevar de nuevo a la nave - dijo -

Richard supuso que la joven se habia alterado ante la desalentadora imagen de la ciudad fantasma, ciertamente, inspiraba un cierto respeto, antes del fin del mundo Richard habia estado en una ocasion en Pripyat, una ciudad de Ucraina que fue evacuada por la fuga de radioactividad del Reactor 5 de la central de Chernobyl, una ciudad en la que vivian cientos de miles de personas abandonada en unos dias y, tras varios años, tenia apariencia fantasmal, era unicamente habitada por saqueadores... Esa ciudad en ruinas se parecia a Pripyat, pero estaba mas destruida... y habia el mudo testimonio de huesos y cuerpos que confirmaba que antes habia gente viva alli, era mas impactante de lo que parecia... especialmente para Richard que aun recordaba su vida en el mundo de antes, nunca se habria imaginado que llegaria el dia en que caminaria solo en una ciudad fantasma... Pero estaba con Enid, y ahora si tenia algo que hacer. La joven le pregunto porque sacaba el comentario.

- No cada dia se encuentra una biblioteca con libros intactos en su interior... Aqui dentro, se salvo una de las cosas mas importantes de la humanidad y la civilizacion que eramos antes... Aqui, en este edificio, en estos libros, se ocultan mas de dos mil años de historia, conocimiento, pensamientos y vidas, lo que eramos antes e incluso, quizas algun dia... Podamos volver a ser, si esto se salvo mucho aun esta vivo - dijo, con un leve deje soñador, Richard siempre fue en parte un ingenuo idealista... Pero se obligo a volver, no... No creia que nada volviera a ser como antes, no sabia a que venia ese sentimiento pesimista pero lo tenia, Enid comento lo de los textos, y Richard sonrio con la actitud de un padre que se siente divertido por algo que dice su hija -

- Creeme que no, hay alguno divertido, pero hay mucho mas de momento en los textos de antes del fin, algun dia te traere unos cuantos libros - dijo Richard - pues bueno, vamos a ponernos en march... - pero callo, Enid parecia cansada, el S.A.S. asintio con tranquilidad y con actitud comprensiva, rodeo con un brazo tambien a Enid cuando ella se acerco - De acuerdo, nos quedaremos un rato - Richard desaprobaba sentarse en el suelo, con lo frio que estaba el ambiente lo estaria aun mas el piso, por eso cogio una de las sillas que habia alli, saco las telarañas y la escarcha con la mano y la acerco a donde estaban, invito a Enid a sentarse en su regazo y no en el frio, el S.A.S. se quedo pensando y al final hablo -

- Sabes? En una ocasion, cuando aun era un cabo, tuvimos una mision en el desierto, me ahorrare los detalles y la batallita, la question es que yo y mi escuadra habiamos quedado dos dias aislados en el desierto en un edificio, cuando acabamos la mision y nos volvieron a enconttrar, llevandonos al campamento en helicoptero, estabamos esperando despues de bajar del vehiculo a que nos trajeran agua, estabamos muertos de cansancio, deshidratados y agotados, entonces, el commandante se nos acerco y dijo " Muy bien, habeis cumplido la mision superando las expectativas iniciales, estais agotados, pero que de un paso al frente el que esta cansado y con ganas de descansar " todos dimos un paso al frente menos el recluta nuevo, que era su primera mision, el commandante se quedo sorprendido y dijo " Recluta ¿que te hizo no dar el paso al frente? " en esto, el recluta le contesta entre jadeos - Richard contuva la risa - " Señor... esque estoy tan cansado que no puedo dar ni un paso! ". Como nos reimos... Eran buenos tiempos aquellos. - la anecdota tenia mas intencion de entretener que otra cosa, aunque siempre era diferente de haberla vivido que contarla -

Unos fuertes temblores comienzan a sacudir el edificio en el que Lobo y Enid West se encuentran descansando. El suelo empieza a ceder bajo los bruscos impulsos y la biblioteca se va derrumbando sin poder evitarlo. De la hoguera saltan pequeñas ascuas encendidas, aún sin ser apagadas del todo, que provocan un par de llamas que acabarán por extenderse demasiado rápido para que nadie se de cuenta hasta que ya sea demasiado tarde. No, no parece haber escapatoria alguna: por un lado las paredes cayéndose, por el otro el fuego amenazador.
Ahora todo el edificio está envuelto en llamas y Lobo y Enid encerrados en él. ¿Qué harán?


FDR: Espero que os guste

-Supongo que tienes razón, aunque en las naves siempre dicen que los libros más importantes que tenemos de la Antigüedad nos lo llevamos con nosotros… no sé, yo prefiero no opinar puesto que hasta el momento no he ojeado las manchas de tinta de ninguno de ellos –Comenté intentando quitarle importancia al tema pues a mi parecer, le molestaba que yo dijese que no era para tanto.

Cerré los ojos un momento antes de abrirlos y fijar mi mirada sobre las maderas putrefactas del suelo. Paseé una de mis manos por su superficie de manera distraída mientras mis pensamientos seguían danzando en lo más profundo de mi mente. Daba gracias a que las personas fuesen incapaces de leer la mente puesto que si pudiesen… se encontrarían más que un basurero dentro de mi cabeza.

-No creo que nuestra meta deba de fijarse en el pasado… deberíamos de intentar avanzar y conseguir ser mejores incluso que antes. Deberíamos de intentar desarrollarnos mejor y arreglar todos los problemas que teníamos antes del fin, ¿No? –Levanté la cabeza hacia él un momento dedicándole una sonrisa bastante tímida, antes de volver a bajarla hacia el suelo. En aquel momento, lo que más me atemorizaba, era que el suelo cediese bajo nuestros pies puesto que si eso pasaba, acabaríamos realmente mal. Acerqué mis piernas a mi cuerpo y las abracé con mis manos, intentando hacerme entrar en calor y olvidarme de lo que había allí fuera.

Rechacé su invitación a sentarme sobre él negando con la cabeza. Prefería quedarme en el suelo aunque estuviese frío… el frío me ayudaba a aclararme. Me gustaba más el calor, todo hay que decirlo, pero con el frío al menos podía pensar, algo que no me venía mal de vez en cuando. Además, de esta manera tenía alguna distracción para no quedarme pensando en todos los cadáveres que había tras las paredes de la biblioteca.

Entonces, comenzó a contarme una historia que me recordó muchísimo a las típicas batallitas que los abuelos contaban a sus nietos. Richard era muy joven para aquellas cosas… ¿No? Aunque he de reconocer que me hizo gracia. Por ello solté una pequeña carcajada y obtuve unos cuantos de segundos felices, llenos de risas y mundos de recuerdo. Iba a contestarle algo apropiado por haber conseguido acabar con la tensión cuando… Espera, ¿Qué estaba pasando? Unos fuertes temblores sacudían las estanterías de la biblioteca. Me levanté de un salto y miré de un lado a otro sin reaccionar, pensando en qué era lo que estaba pasando realmente.

-Rich… deberíamos de salir de aquí si no queremos acabar aplastados –me acerqué a él unos pasos y posé una de mis manos en su espalda para poder darle un pequeño empujoncito y que saliese de aquella sala. Mala suerte, sí, esas dos palabras son las que describen perfectamente lo que ocurrió después.

Unas ascuas de la chimenea prendieron y el edificio, de repente, se encontraba en llamas. No podía ser, no nos podía estar pasando esto… primero mi aventura con los cadáveres y ahora había sacudidas del edificio y llamas. Intenté pensar algo, alguna estrategia, algo que pudiésemos hacer pero durante este rato, lo único que conseguí es que el edificio acabase medio derrumbándose. Busqué con la mirada otra salida que no fuese la puerta… no había nada, las ventanas se encontraban tras el fuego y la otra zona se derrumbaba.

-Busca algún lugar por el que podamos salir. Tú por allí y yo por aquí –Casi grité a mi acompañante deseando que mi voz se alzase por encima del sordo sonido que producía la destrucción del edificio.

Desesperada me acerqué a una de las paredes y comencé a golpearla, intentando crear un agujero en su superficie por el que poder escapar. Me dolían las manos, los dedos los tenía ensangrentados y no conseguía nada. Me giré hacia una de las estanterías y la intenté arrojar contra la pared. Nada. Entonces, fue cuando me fijé en Rich, intentando averiguar si había conseguido algo mientras yo solo hacía intentos fallidos.



FDR: Siento lo horroroso que me ha salido el post... ando con la cabeza como una bota e inspiración nula.

Despues de la tranquilidad llegaron los problemas... repentinamente el suelo temblo, y parte de la ruinosa biblioteca empezo a desplomarse, para empeorar la situacion, Richard se dio cuenta demasiado tarde que de la chimenea, donde aun quedaban ascuas, empezaba a extenderse un fuego que avanzaba rapidamente y con voracidad, los libros se prendian en llamas y los armarios empezaban a arder junto viejas cortinas y muebles por el suelo de madera, el pequeño tesoro encontrado en la biblioteca quedaba destruido...

Era una desgracia, pero ahora tenian de sobrevivir, Enid lo hizo volver a la realidad con su comentario, el ex S.A.S., levantandose de un salto de la silla trato de ver si podia pasar a traves de las llamas hasta la salida, pero el mar de fuego era demasiado fuerte, se quemarian, ademas el techo se rompia a pedazos, podrian morir aplastados antes de salir " Piensa Richard... maldita sea, piensa " miro a traves de las llamas y vio en una pared cercana una ventana, las bibliotecas solian tener varias ventanas para permitir que la luz exterior iluminase bien el interior, aunque al ser edificios publicos tenian gruesos vidrios que habian resistido hasta ahora... pero habia una forma, Richard se llevo la mano derecha a la empuñadura del revolver, cogio con fuerza su Taurus Raging Bull desenfundandola y apunto a la ventana, era un tiro seguro, disparo dos balas, provocando agujeros y roturas en el cristal con el enorme calibre del revolver, el estampido de los disparos resono, despues, guardo el revolver. Cogio con ambas manos la silla donde se habia sentado hasta hacia poco, la levanto y solto un grito mientras esprintaba hacia la ventana y lanzaba con todas sus fuerzas la silla contra el debilitado vidrio por los disparos.

Entre la destruccion provocada por el arma y el golpe con la silla, el vidrio se rompio hacia el exterior saliendo volando con la silla, estaban en un piso bajo, apenas a unos metros del suelo y la ventana era la salida, corriendo entre un muro de llamas mas pequeño y saltando fuera, asi no se arriesgaria a ser aplastado o caer en posibles figuras de la zona que se derrumbaba.

- Enid! Rapido! Corre y salta! - grito, cogio a la joven por el brazo y la condujo cerca de la ventana, gritaba y señalaba la ventana para hacerse oir sobre el estruendo, ademas... Su tono era el que usaba para dar ordenes en combate a sus hombres, sacarlos de su estupor o miedo y obligarlos a simplemente obedecer su voz, en cuanto Enid hubiera saltado, Richard saltaria tras ella a la nieve, que ademas ayudaba a amortiguar caidas mejor que el agua -

Richard apoyo la pierna en el borde de la ventana, subio y se descolgo cuidadosamente para no resbalar por las tejas humedas por la nieve y con carambanos colgando de los bordes. Camino haciendo equilibrios medio a gachado tratando de mantener el centro de gravedad bajo y con las manos por delante por si necesitaba apoyarse en el tejado. El suelo temblo, tejas resbalaron y Richard estubo apunto de caer, se le resbalo un pie pero se mantuvo apoyado adelante y quedo a cuetro patas, despues se reincorporo de nuevo mientras soltaba un bufido de alivio por no haber resbalado. Vio como Enid paraba en el borde y miraba atras, el ex S.A.S. miro en la misma direccion que la muchacha y vio las llamas que les evitaban retroceder, habia una buena altura de arriba a abajo... Enid le señalo a una ventana de la que intentar descolgarse, el miembro de las Fuerzas de Seguridad asintio con la cabeza mostrandose de acuerdo.

Richard se cogio al borde del tejado, se colgo por el para apoyar los pies en las ventanas, se cogio al marco de la ventana y miro abajo, habia solo unos 4 metros de altura, si saltaba con cuidado no pasaria nada, el ex-S.A.S. repitio el proceso anterior, cogiendose del borde inferior de la ventana con las manos enguantadas, colgandose, entonces se solto y aterrizo con las rodillas flexionadas medio agachado manteniendo el equilibrio y estabilidad, hundiendo las piernas hasta las rodillas en la nieve y abriendo surcos en el blanco manto casi perfecto de nieve virgen, se aparto rapidamente del lugar donde habia caido mientras con un rapido vistazo comprobaba que el terreno alrededor era seguro y ofrecio los brazos para amortiguar la caida de Enid cuando esta saltara.

- Vamos! Salta, que yo te cojo! - le grito -

En cuanto Enid hubiera bajado (si era necesario Richard la animaria a saltar o le gritaria si fuera necesario), el soldado le haria una señal con el brazo para que se alejaran del edificio, se podria derrumbar y aunque estaban parcialmente seguros a esa distancia, era mejor ser prudente, al menos la nieve evitaria que el fuego se extendiera a otros edificios y la ciudad en ruinas volviera a arder, aunque era una verdadera lastima la destruccion... Todo el conocimiento... Richard suspiro, al menos habia salvado un libro...

- Vamos... lo mejor sera que volvamos a las naves... Creo que nos vendria bien librarnos de este frio, comer algo y asearnos - dijo el ex- S.A.S. mientras sacaba la Taurus, abrio el tambor del revolver del arma y saco los casquillos vacios de las dos balas disparadas, cogio dos de las balas que guardaba y ocupo su ranura, cerro el tambor del arma, puso el seguro y la guardo en su funda -

Empezo a andar y mirar su alrededor tenso mientras unos pocos copos de nieve cayan en una suave nevada, entre los copos de nieve tambien habia otra lluvia, ceniza... ceniza y nieve iban del cielo a la tierra mientras la biblioteca vomitaba humo y llamas por sus huecos y una negra columna de humo se alzaba al cielo. Se podrian producir mas terremotos o derrumbamientos y entre las ruinas podria ser peligroso, pero tambien mutantes hostiles podrian acercarse al lugar de donde salia el humo, aunque en general parecia que el peligro habia pasado...

OFF: Perdon por el corto post.

El edificio que antes era la biblioteca acaba por quemarse del todo y derrumbarse. Sin embargo, todavía los pequeños "humanos" no están a salvo, pues, de detrás de unos cuantos edificios cercanos comienzan a salir mutantes y animales de todas las clases. Todos parecen tener ganas de venganza. Tienen ansia de sangre, desean matar a los humanos que les han traído la desgracia a su ciudad, que pretenden hacerse cargo de su ciudad. Sin embargo todos son demasiado rápidos y silenciosos como para que Lobo y Enid se den cuenta de su presencia hasta que están demasiado cerca.

Uno de los animales, algo parecido a un león enorme, se abalanza sobre Lobo en dirección a su cara, dispuesto a arrancársela de un bocado.

FDR:

Alcé una ceja cuando Richard, sin llegar a responderme a nada, pasó por mi lado y se acercó a la ventana. Vaya, menuda caballerosidad que tenían algunos... resulta que ni una respuesta, él iba por delante con ganas de salvar su culo. Me crucé de brazos y me quedé observando cómo se dejaba caer sobre la nieve sin decir nada, a la espera de que por fin dejase libre la ventana para que yo también pudiese saltar sin llegar a matarme.

Cuando por fin lo hizo avancé con cuidado hacia ella y agarrándome al tejado, me dejé caer sobre su superficie. A través del cristal pude divisar cómo unas pequeñas llamas iban alzándose sobre las estanterías, haciéndolas danzar entre sus brazos y quemándolas con una velocidad vertiginosa. Agité la cabeza de un lado a otro intentando olvidarme de todos aquellos pensamientos cuando una fuerte sacudida volvió a hacer que el edificio tambalease bajo mis pies. Me agarré al marco de la ventana intentando no perder el equilibrio, no me sería de gran ayuda eso de caer en una mala postura principalmente porque aunque fuese poca la distancia que me separaba del suelo, podría causarme grandes males si caía de cabeza. Me mordí el labio inferior y girando sobre mí dirigí una mirada hacia el suelo antes de dejarme caer sobre él.

He de reconocer que, frente a todo pronóstico, acabé cayendo relativamente bien y lo único que me hice fue una torcedura de tobillo. Me lo toqué con cuidado intentando calibrar la gravedad, era poca. Después, tras dar un par de giros con él, me giré hacia Lobo con una sonrisita dispuesta a salir de allí lo más rápido posible.

-Vale... Lo mejor sería salir de aquí cuanto antes... ¿Sabes cuál es el camino más corto? -Le pregunté dubitativa, era la primera vez que yo me encontraba en aquel sitio así que no sabía nada de nada sobre cómo salir de él. No sabía ni cómo mis pies me habían llevado hasta aquella zona.

-Mmm... un buen baño de agua caliente no me vendría mal ahora mismo -Me reí girando sobre mí misma y decidiendo que el mejor camino para llegar a casa sería continuar recto. Si Richard tenía una idea mejor, que me sorprendiese con su inteligencia y me hiciese cambiar de rumbo. Distraída dirigí una mirada hacia el edificio antes de se derrumbase por completo bajo las llamas. ¿Deberíamos de intentar buscar ayuda para apagar el incendio? A lo mejor acababa por extenderse destruyendo todos los demás edificios a su paso... a lo mejor había mutantes refugiados por la zona que acababan calcinados... Espera, si había mutantes por la zona seguramente serían atraídos por el ruido del edificio al caer.

Un escalofrío recorrió mi espalda y me hizo ponerme alerta. Miré de un lado a otro justo para descubrir cómo un gran león corría hacia nosotros... más concretamente hacia Lobo. Lancé un grito dando un salto hacia un lado, observando cómo caía sobre él. Giré la mirada de un lado al otro preocupada, para descubrir como un grupo numerosos de mutantes salían de entre las sombras acompañados por animales de todo tipo.

Actué relativamente rápido, saqué una pistola que tenía guardada en mi cinturón y disparé al león un par de tiros, en el cuello. Di un fuerte suspiro deseando que hubiese muerto y, girándome hacia los mutantes con mi pistola en alto me quedé con los ojos entrecerrados intentando ver lo mejor posible a los mutantes, a la espera de que alguno se moviese para poder dispararle. ¿Podría realmente mi pistola matar a alguno de ellos?


FDR: Siento la tardanza pero como ya sabes me quedé sin ordenador y hasta que no vino un amigo, no se arregló :S

Una vez estubieron fuera del edificio, parecia que la situacion ya no seria tan complicada, tenian de alejarse del edificio no fuera que llamara la atencion a alguien no deseado, pero mas o menos ahora, era poco probable que no pasara nada y podrian salir de alli, mejor... Enid le pregunto si conocia el camino mas corto para salir de alli, Richard se humedecio los labios y nego con la cabeza.

- La verdad esque no estoy seguro... Si pudieramos dar la vuelta al edificio hasta de nuevo a la entrada que da a la calle por la cual accedi, supongo que una vez en la calle podria intentar deshacer el camino, hay varios elementos que no puedo olvidar por lo que vi... Y si deshacemos el camino podriamos salir... O si no las ciudades suelen seguir un diseño logico, si buscamos calles principales de entrada y salida como tipicas diagonales o quizas siguiendo recto en una direccion saldriamos... Aunque lo mejor seria ir lo mas rapido posible, no queremos pasarnos el dia aqui ni que nos pille el anochecer - dijo pensativo mientras miraba a ambos lados buscando el camino para ir a la parte frontal de la biblioteca -

Escucho un enorme estruendo, se giro sobre si mismo y contemplo la biblioteca desplomarse, el ex S.A.S. se quedo sin habla... Si hubieran tardado un poco mas... Ademas, nunca veia uno todos los dias desplomarse un edificio de ese tamaño, era realmente una lastima lo sucedido... Al menos se habian alejado lo suficiente como para que no les cayeran encima peligrosos cascotes, contemplo las montañas de escombros y las llamas que devoraban la madera podrida, los muebles rotos y aplastados y las pilas de papel y carcomidos libros... Era una maldita desgracia.

Estaba distraido de espaldas a las calles mirando el edificio cuando repentinamente pudo escuchar como algo enorme se iba a abalanzar sobre el y dos disparos, se giro sacando el revolver y con el brazo por delante al ver el leon, pero este habia caido bajo los disparos de Enid, Richard solto el aire, lentamente. Vio la bestia que la joven habia evitado que le destrozara.

- Gracias... - se limito a decir, sorprendido ante el tamaño de la criatura, pero se dio cuenta que no habia tiempo para distracciones... Habia mas seres, esperando a algo... ¿Los atacarian? El ex S.A.S. estaba tenso, eran muchos seres... si se abalanzaban sobre ellos, no le daria tiempo a matarlos, entre disparar, recargar el arma y volver a disparar... Penso... si con un poco de suerte conservaran una minima parte de su instinto basico, igual Enid y Richard tenian una posiblidad...

Si, tenia una idea, era hora de ponerla en practica... miro la biblioteca, esta habia quedado reducido a escombros, pocas paredes quedaban en pie y no eran muy altas... Aun habia bastantes llamas, ya no era tan peligrosa la zona (aunque no seguia siendo recomendable acercarse, el fuego podia estar debilitando partes de las ruinas que tenian vacios que con peso se derrumbarian, o alguna de las paredes podian caerse si pasaban cerca o las golpeaban), pero en esos momentos Richard no veia que tuvieran ninguna posiblidad de exito contra las criaturas, asi pues, era la mejor opcion que tenian...

- Enid... Retrocedamos lentamente y sin parar de vigilarlos hasta la biblioteca... con un poco de suerte no se acercaran al fuego, si usamos algun palo en llamas o interponemos entre ellos y nosotros fuego, igual podamos bordeando la biblioteca en ruinas alejarnos de las criaturas, aunque quizas tengamos de en algun momento pasar por los escombros... Si alguna de esas criaturas mutantes carga contra nosotros... echate a correr, yo te seguire en breve - explico mientras echaba atras el percutor de la Taurus, Richard no se habia percatado ni fijado en el estado de Enid concentrado como estaba en las criaturas -