La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

por **Enid West** Vie Dic 31, 2010 9:02 am

Me encontraba sentada en una esquinita, abrazando a mi propio cuerpo. La lluvia caía sin cesar. Iba mojando mis sueños, mi ropa y mi cuerpo. Mi mirada, concentrada en una pequeña piedrecita del camino, intentaba hacerla levitar. Como si yo fuese mutante y pudiese hacer tales... ¿Maravillas? Pensar en los mutantes hizo que el dolor agudo de cabeza volviese a atormentarme. Si es que no puedo mantener a mis pensamientos callados ni un ratito... ¿Qué se le va a hacer? Sin embargo, esta vez, acabé zanjando por el camino corto y sencillo: una bonita aspirina. Cogí una botella de agua que había dentro de mi mochila y, lanzándome la pastilla a la boca, bebí de la sustancia incolora en abundancia hasta estar completamente saciada.

Odiaba la lluvia pero más aún con aquellos fríos invernales que, aunque te abrazases a ti misma, no conseguías evitar. Iba vestida con ropa de abrigo pero... la lluvia la había mojado. Así pues, allí estaba yo, tirada en el suelo y muerta de frío. Con prendas de lana calientes pero chorreando. ¡Qué suerte la mía! (Hágase notar la ironía). Pero claro, cuando pensaba que no podía ir peor... siempre aparecía algo que me recordaba el error tan grande en el que había caído. Sí, podía haber cosas peores... ¿Cómo qué? Pues que te levantes del suelo dispuesta a volver a casa y... te des cuenta de que no tienes ni idea de dónde te encuentras exactamente. He aquí mi inteligencia y mi sentido de la orientación. ¿Y ahora qué?

Anduve sin rumbo fijo durante unas cuantas horas, recordándome mentalmente lo calentita que habría estado en mi habitación de las naves, frente a la chimenea. Incluso podría haber encendido el aire acondicionado y, como último remedio contra el frío, esconderme bajo mis sábanas calentitas. Pero no, yo siempre tenía que fastidiar el plan y decir: ¿Por qué no me voy a dar una vuelta y a descubrir mejor el mundo? La soledad siempre me viene bien para recordar. Fallo técnico completo.

Acabé subiéndome a las ramas más cercanas al suelo de un árbol. Al menos allí, podía encontrarme resguardada de aquella insoportable lluvia aunque tuviese agua hasta en los huesos. Me dolía cada movimiento que hacía, estaba entumecida. Ojalá viniese alguien que pudiese ayudarme porque sino... íbamos a pasárnoslo muy bien en aquel árbol. Saqué una chocolatina de la mochila y, aburrida, anduve por la rama del árbol con los brazos extendidos a ambos lados para guardar el equilibrio.

-One day I´ll fly away... -Canturreé una melodía que de repente acudió a mi mente. Vaya.. ¿De qué sería aquella canción? Me sonaba muchísimo, parecía que en el pasado la había escuchado bastantes veces. Pero... lo más importante de todo era que... ¡Acababa de recordar algo! ¡Acababa de recordar algo después de dos años! Di un salto de alegría sobre la rama pero al volver a caer encima suya, tropecé y acabé en el suelo, bocabajo.

-Genial...-Me crucé de brazos con los mofletes bien inflados y las piernas todavía hacia arriba. Al menos, no me había caído verticalmente... sino estaría con la cabeza plantada.

por **Alessia Rutherford** Sáb Ene 01, 2011 1:09 am

Me había adentrado en las cercanías de Eirene para poder continuar mi camino. El lugar me traía múltiples recuerdos y la mayoría con James... ¡Bingo! Ya tenía un lugar en el cuál buscar. ¿Cómo podría haber sido tan idiota y no haberseme ocurrido antes? Pasamos mucho tiempo los dos por estos lugares, quizás la dichosa muestra de la vacuna ande todavía por aquí... Ni siquiera sé como fuí capaz de perderla.

El día de hoy era bastante fresco por lo que me había puesto ropa de algo más de abrigo: una camiseta de manga larga y cuello alto, otra encima de esas finitas que dejan un hombro al descubierto al dejarlas caer, un pantalón vaquero corto encima de unos leggins negros lo suficiente tupidos para protegerme del frío y para terminar unas botas negras altas de tacón no demasiado alto. También iba equipada con mi mochila negra y todo su contenido. Había decidido recogerme el pelo en una coleta, dejando alguna de las ondulaciones que mostraba mi cabello sueltas. Mis ojos mostraban el mismo maquillaje que el día anterior, aunque algo retocado. Y mi amada pístola descansaba sujeta en el bonito cinturón azul de mis vaqueros cortos.

Comencé a seguir con total atención el suelo y los arbustos de mi alrededor. Decidí partir la extensión de terreno en tres partes, con el fin de registrar todo con exactitud y sin ningún tipo de distracción. Sin embargo, tras media hora concentrada y aburrida en dicha tarea escuché un ruido extraño como de algo o alguien que se cae de cierta altura. Supuse que un árbol al escuchar el sonido de las ramas al quebrarse. Me llevé con rápidez la mano a la parte trasera del pantalón y desenganché el arma de dicho cinturón. De manera automática, reaccionando como un robot me apresuré a quitar el seguro, alzar el arma en alto apuntando a múltiples lugares (alternandolos por supuesto, pues aún era humana y sólo tenía dos manos) y preparada para apretar el gatillo en cualquier momento.

Intenté moverme sigilisomante produciendo el menos ruido posible aunque se podía escuchar perfectamente a mis tacones haciendo crujir las hojas secas en el suelo. Me guié por mi instinto con el fin de llegar al lugar del que procedía el ruido escuchado segundos antes. Finalemente, unos metros a la derecha tras unos arbustos pude divisar a una persona estampada contra el suelo. Sugeté el arma con fuerza mientras me acercaba, pero no tardé en bajarla y volver a guardarla al reconocer a la personita que se encontraba en el suelo.

-¡Joder Enid, qué susto me has dado! - maldecí mientras terminaba de llegar hacia el lugar dónde estaba - ¿Se puede saber que hacías en un árbol?

Sonreí. Resultaba bastante cómico verla con los mofletes hinchados y tirada en el suelo de ese modo. Observé el lugar con atención, mientras esperaba una posible respuesta, desde todas las hojas que habían caído al suelo, hasta la rama que intuía había sido la causante de la caída pues estaba partida.

-¿Estás bien? - pese a la pregunta con cierto tono de preocupación me quedé exactamente dónde estaba, no me agaché a ayudarla pues parecía poder levantarse perfectamente, simplemente me dediqué a observarla mientras tanto.

por **Enid West** Sáb Ene 01, 2011 3:49 am

Dejé caer mis piernas y mis brazos hacia el cielo y me quedé observando el cielo encapotado de nubes un buen rato, sin llegar a pensar en nada. Cerré los ojos con una pequeña sonrisa y el dolor que inundaba mi cabeza fue disminuyendo lentamente hasta que por fin desapareció. Abrí mis brazos y me estire en el suelo antes de girar como una croqueta y quedarme mirando hacia ningún lugar en concreto. Mi ropa estaba mojándose aún más, bien, genial, guay. Pero... no sé, no me importaba, me encontraba a gusto en el suelo. Me estoy volviendo loca, lo sé. Sin embargo.. era tan mullido y tan cómodo... y bueno, yo tan vaga que no me apetecía levantarme de él. Volví a tumbarme y a estirarme, total, ya estaba sucia así que... no podía ensuciarme más aún.

Unas pisadas hicieron que abriese los ojos alertada... aunque de todas formas, era lo que quería.. ¿No? Es decir, tener a alguien que supiese exactamente dónde me encontraba y que me llevase a casa... aunque... ¿Y si era un mutante que venía a matarme? Me quedé en silencio por si acaso podía hacer que la persona que andaba cerda de mí se despistase y siguiese de largo. Mala suerte es lo mío, decidido. Tengo suerte, sí, pero de la mala. Me mordí el labio cuando una cabeza se metió en mi visión. Era una muchacha de pelo largo negro, ojos claros y tez pálida. Joven, delgada pero estilizada. Bueno... recemos porque esa apariencia de niña buena sea verdad...

Abrí mucho los ojos al escuchar mi nombre de sus labios y cómo me hablaba con confianza, como si me conociese de algo. Alcé una ceja y, apartándome el pelo (Todavía limpio) de la cara, me levanté del suelo y me quedé mirándola con cautela. Me sacudí la capa de mugre de la ropa y me quedé mirándola con una ceja alzada un momento más.

-Perdona... ¿Te conozco? -Pregunté con desconfianza mientras me apartaba unos pasos de ella. Si realmente la conocía seguramente sería del pasado pero.. ¿Y si era una mutante de las que me habían hecho daño? Mejor guardar las distancias por si las moscas. Mierda, dolor de cabeza de nuevo.

Me fijé en su ropa y... espera, llevaba algo plateado sujeto a un cinturón color cielo. Bien, lo que me faltaba... encima armada. Intenté guardar las apariencias y mirarla como si no tuviese miedo de ella. No os creáis... casi lo conseguí... aunque mi actuación fue mala con ganas. Vale, Enid, tranquilízate ya... ¿No te acuerdas? Eres de La Organización... debes de tranquilizarte. Respirar hondo, soltar el aire lentamente...

-¿Quién eres exactamente? ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas? ¿Por qué sabes mi nombre? -Que cutre era, le exijo respuestas cuando es ella la que posee el arma. ¿Qué podría hacer para intimidarla? Me mordí el labio y, sacando fuerzas de donde no las había, me arrojé hacia ella con un grito gutural. Caí encima suya y, ambas acabamos en el suelo. Puse mi mano encima de su cuello sin apretar y susurré con una frialdad que incluso me puso a mí los pelos de punta -Responde.

-Sí, estoy perfectamente, ahora... responde -Volví a exigir.

por **Alessia Rutherford** Sáb Ene 01, 2011 7:13 am

Fue un error esconder el arma, ya no podía fiarme de nadie. Pensar que con Jack dió resultado no significaba en ningún momento que cualquier otra persona iba a hacer lo mismo. Su supe cuanto me arrepentía hasta que Enid se abalanzó de aquella forma tan salvaje sobre mí. ¿Qué la pasaría? ¿Por qué querría hacerme daño a mí? Que yo supiese, no había hecho nada malo.

Decía no conocerme. ¿Cómo no me reconocía? No lo entendía. ¿Amnesia? ¿Habría perdido la memoria? No había otra explicación. ¿Pero cómo? Ésto debía de ser una broma.

No tardó en empezar a atosigarme con preguntas cómo de dónde venía, como sabía su nombre... etcétera. Ni siquiera me dio tiempo a responder pues apretó sus manos contra mi cuello dificultando mi respiración, si no hacía algo pronto me ahogaría.

Empecé a forcejear con ella y me sorprendió ver que tenía más fuerza de lo que pensaba. ¿Cosa de mutantes? Probablemente, todos eran bastante fuertes. Intenté deshacerme de ella, probé un montón de cosas: empujones, pisotón con los tacones en alguna parte de su cuerpo que no llegué a identificar, tirón de pelo, patadas al aire, algún cabezazo que no llegó a su destino debido a que me tenía completamente agarrada por el cuello...

Finalmente lo único que pude hacer es llevar mis manos hacia las suyas, hacia dónde me tenía agarrada en un intento por quitarlas de ahí o por aflojar la presión, me estaba quedando sin oxígeno. Intenté hablar.

-E... En...Enid - la sensación me angustiaba, estaba nerviosa, no podía morir sin terminar mi cometido, tenía que quitarmela de encima - por... favor... suelt... ame... - intenté llenar de aire mis pulmones con pequeñas bocanadas que cada vez iban cesando debido a la fuerte presión - me... estás... ahogando - ya no reconocía ni mi propia voz, lágrimas de importencia caían por mis mejillas, no podía aguantar mucho más - ¿Cómo... quieres.... q... que... t.... te... res.... pon... daa si... no me... dejas hablar? - como intento desesperado mi rostro adoptó un gesto suplicante mientras una de mis manos intentaba llegar hasta mi cinturón dónde se encontraba mi pístola.

Noté que empezaba a agonizar. Seguí moviendo mis piernas intentando retorcerme para que me soltara hasta que al final me dí cuenta de que comenzaba a perder la consciencia. De repente todo era blanco, ya no oía ni veía nada pero tenía la esperanza de todavía no estar muerta.

por **Enid West** Mar Ene 04, 2011 1:52 pm

Podía sentir perfectamente el cuerpo de mi "presa" (por llamarla de alguna forma concreta puesto que continuaba desconociendo su nombre). Se agitaba, ondulaba bajo mi peso intentando zafarse de mí, poder arrojarme lejos para que pudiese respirar de nuevo. Quizás me estaba pasando puesto que yo recordase aquella menuda muchacha no me había hecho nada. Solo me conocía. Y yo... Oh sí, mente inteligente, había decidido acabar con su cordialidad arrojándome sobre ella para que respondiese a las incontables preguntas que se almacenaban en lo más profundo de mi ser.

Estuve a punto de aflojar la presión que ejercía sobre su cuello pero, rápidamente, detuve toda intención de hacerlo. Seguramente si ahora aflojaba y me comportaba como una persona normal y corriente y no como el bicho que hacía unos segundos me había sustituido... Seguramente que dada la oportunidad, la chica no perdería la oportunidad. Me apartaría, cogería su pistola y... ¡PUM! Disparo directo al corazón. No podía dejarme matar ahora. No cuando por fin había encontrado una vía que me llevase directamente a los que eran mis orígenes.

Puesto que todavía nadie había reclamado por mí en las naves supuse que mis padres no pertenecerían a aquel mundo pero... Entonces... Si no se encontraban en las naves... O estaban muertos o eran mutantes. La verdad es que no sabría decir cuál de las opciones prefería puesto que los mutantes eran los que habían intentado acabar con mi vida. Los mutantes eran asquerosos, no se merecían vivir. Deberían de haber muerto hace mucho, cuando las naves escaparon del fin del mundo. De esta manera, todo el dolor y sufrimiento que aquella nueva raza había traído consigo nunca habría existido. Es decir, si no hay mutantes no hay dolor, ni guerra...ni nada de lo que las guerras acarrean.

La verdad es que la Tierra se había convertido en un planeta bastante triste, eclipsado por la sombre de lo que había llegado a ser en un pasado. Ahora el frío recubría los suelos con mantos de blanca nieve helados y... O había grandes lluvias que se llevaban todo a su paso y producían inundaciones o grandes sequías en las que cada gota de agua era sagrada. Aquellas eran las dos caras de la moneda. Cada cual peor que la anterior.

Entonces, mientras me mantenía sumida en mis pensamientos, me percaté de que la muchacha estaba empezando a jadear bajo mi cuerpo. Realmente, la había cagado. ¿Y ahora yo qué hacía? ¿Continuaba con el papel de pala piruja? Los dolores de cabeza me hacían comportarme de una manera extraña, como si no fuese yo... y ahora... ¿Ahora qué hacía? ¿Le ponía una sonrisita de super buena persona y le decía: oye, perdona, es que te he visto y no me he podido resistir a ahogarte? No, obviamente, no podía hacer aquello.

Dirigí la mirada hacia su mano, parecía que buscaba algo. Vale, genial, es verdad, la pistola que tan de los nervios me había puesto. La cogí antes de que ella la alcanzase y quité toda presión que estuviese ejerciendo sobre su cuello.

-Vale, bien bonita... ahora puedes hablar -Puse la pistola en dirección a su cabeza. -Cuéntame todo lo que sepas de mí... dime quién soy.... -Mi voz comenzó a flojear, cada vez más. ¿Era capaz de echarme allí mismo a llorar? No, venga ya, yo era mucho más fuerte que eso y tenía que continuar adelante. Estaba demasiado cerca... -Por favor -Terminé con un susurro.

por **Alessia Rutherford** Jue Ene 06, 2011 4:15 am

Todo era silencio, color blanco o quizás gris... no sería capaz de expresar exactamente de qué color era aquello, sabía que no estaba muerta, pero tampoco estaba viva... ¿entonces en qué estado estaba? ¿Ahora se suponía que debía de aparecer una lucecita blanca? ¿Entonces por qué narices no aparecía?

Ésto era agobiante, parecía que llevaba horas y horas en este estado "indefinido". ¿Y ya está? ¿Iba a morir finalmente? ¿Así, de la manera más lamentable? Encima cuando trataba de ayudar a una amiga que al parecer no se acordaba de mí... Menuda suerte la mía. Resultó tener más fuerza de la que pensaba.

El caso es que había fracasado, no había vengado la muerte de Jared, ni ayudado a Jack, ni destruido a la Organización. ¡Todo era una injusticia! Quería llorar de rabia y lo peor de todo es que no podía, mi estado, este estado tan raro en el que permanecía no me lo permitía. ¿Por qué? Ni idea.

Podría reírme de mí misma ahora mismo, si me pudiesen ver...
Ya estaba. Tenía que ser un sueño, sólo eso. He soñado que Enid me ahogaba, que perdía la consciencia y ahora me encontraba en este estado inexistente que mi imaginación se había inventado. Algo tan sencillo como eso.

Intenté relajarme, esperé pacientemente, pero nada, no despertaba. Me pellizqué, me mordí el labio inferior con fuerza, pero nada de nada... yo seguía aquí, casi inmóvil, sin escuchar ni ver nada. ¿Y si estaba ya muerta? ¿Así es como tendría que permanecer el resto de mis días hasta el fin del mundo? Solté una ligera carcajada ante mi última pregunta. El fin del mundo... que cosa más estúpida, el planeta no se ha destruido, sólo se había transformado para hacerlos la vida imposible a todos.

Un momento. Notaba algo en la cabeza. Me revolví como pude, hasta que finalmente, sin darme cuenta abrí los ojos, cogiendo una bocanada de aire como ninguna antes había probado. Una bocanada que sabía a vida, que me había sentado como nunca, que me estaba permitiendo volver a respirar... Aunque no me agradó en absoluto la situación en la que ahora me encontraba: Enid todavía casi encima mía, apuntandome de manera amenazadora con una pistola, y escuchando algo parecido a una ligera súplica por contestar dichas preguntas.

-E...está bien - comencé a hablar como pude - Soy humana. Vengo de las naves. Sólo buscaba una cosa que perdí hace mucho tiempo, era de un amigo. Sé tu nombre porque te conozco. Nos conocimos hace 2 años, en un acantilado, yo quería saltar... y tú me ayudaste. Y eres... eres... hasta lo que yo pensaba recordar, lo más parecido a una amiga para mí.

La observé intentando mantener la calma, sin moverme ni un milímetro, esperando a que mi respuesta le sirviese y me soltase, pues me había limitado a contestar a lo que ella había querido, no sabía que más podría querer.

por **Enid West** Lun Ene 17, 2011 5:18 am

Me quedé mirándola mientras se recuperaba durante un buen rato, con la ceja alzada y la pistola todavía sobre su cuello. Ella sabía que si contaba algo que no me gustase me mataría... por tanto. ¿Por qué no querría adularme, llenarme la cabeza de ideas absurdas y liarme? De tal manera, podría casi asegurar (o al menos aumentar las probabilidades) que continuaría viva. Me mordí el labio pues no sabía qué debería de hacer exactamente. Si creerla o no hacerlo.

Entonces, ella comenzó a hablar. Su voz parecía dubitativa, como si hubiese algunas cuantas cosas que se estuviese ahorrando. Otra cosa era que, si ella en teoría era mi amiga, sabría muchas más cosas de mí de las que realmente me estaba contando. Así que, a no ser que algo absurdo me hiciese cambiar de opinión, seguiría pidiendo más respuestas a todas las preguntas que tenía en mi cabeza y... en caso de que no las supiese... ¿La mataría? No, obviamente. Yo era sencillamente incapaz de matar a una mosca, así que a ella no podría asesinarla. Sencillamente simple, saldría huyendo de la escena como una bandida.

-¿Cómo te llamas? -Pregunté quitando un poco la presión que estaba ejerciendo sobre su cuello con la pistola. -¿Qué soy yo? ¿Qué buscas exactamente? ¿A qué bando perteneces? ¿A qué bando pertenecía? ¿Cómo era yo? ¿De dónde venía? ¿Soy... era... humana? -La última pregunta la realicé realmente dubitativa pues no sabría si debería de creerme la respuesta que ella me daría. Entrecerré mis ojos y me quedé observándola con aquel gesto. Creo que entonces, que fue en ese preciso instante, en el que noté algo en ella realmente familiar.

No, no puedo decir que realmente tuviese algún recuerdo nítido sobre ella.... era algo así como... algo borroso. Sí, algo así. Creo que he visto su cara en otro lado. Es decir, en un sueño... pero... no lo sabría asegurar puesto que su rostro no se me hace muy conocido. Es algo así como una persona con la que te cruzas por la calle alguna vez de tu vida. ¿Podría ser que...? No, es imposible que ella se encontrase allí, con el chaval rubio.

-¿Cuándo fue la última vez que me viste? Y preferiría que no pretendieses hacer el más mínimo acto de mentirme o creo que, una de nosotras se quedará sin cabeza. Dada la situación de que una tiene una pistola en la cabeza y la otra la porta... ¿Cuál crees que será la que se quede sin cabeza si mientes? -Dije con una pequeña sonrisita antes de volver a mis recuerdos/pensamientos.

Sí, creo que recuerdo haberla visto aquel día en la playa. Al lado del chico rubio con katana. Sí, es lo más seguro. Su pelo oscuro... su gesto de miedo. ¿Tenía miedo también aquel día? ¿Qué temería exactamente? Puesto que a ella no le estaba pasando nada... solo me pasaba a mí. Me mordí el labio de nuevo. Creo que a lo mejor lo que me ha contado hasta el momento sea verdad y no esté mintiendo. ¿Por qué tengo esta pequeña sensación? Por el recuerdo/sueño. Es solo eso así que no debería de dejar que mis actos se viesen afectados por él... pero... sin embargo, no puedo evitarlo.

FDR: Siento la espera --"

por **Alessia Rutherford** Mar Feb 08, 2011 1:39 am

Suspiré algo más tranquila cuando redujo la presión sobre mi cuello y me le quedé mirando con gesto serio y atento. ¿Pero quién era ahora? ¿Qué había sido de la Enid de siempre? ¿Qué se supone que tenía que decir y qué callar? ¿Qué sería ella capaz de hacer? No tenía ni idea.

-Soy Aless - al darme cuenta del diminutivo me dispuse a corregirlo rápido - Alessia Rutherford. - me desconcertó aquella pregunta que formuló sobre qué era ella. ¿A qué se refería con eso? - Pues eres una persona, claramente. - Tome aire -Busco algo, pertenencias de mi amigo. Lo siento, no puedo decirte más - tomé una breve pausa - Antes era de Eirene, pero ya no me pertenezco a ninguno. - mentí pero lo dije tan convencida que seguramente ni se notó - Pues eras una magnífica persona. De dónde venías o cual era tu hogar ya no lo sé. - ¿Qué si era humana? ¡Ay dios! No me digas que ha olvidado que es mutante... ¿¡Pero qué le han hecho?! - No hay persona en el mundo más humana que tú, Nid... - intenté responder a su pregunta con otro tipo de significado, no sabía hasta cuanto quería saber verdaderamente y qué no, y si era bueno o no...

Me dolía ya todo el cuerpo de la mala postura. Estaba deseando que me soltase pronto para poder estirar las piernas y sobretodo la espalda. Me estaba empezando a cansar de tanto interrogatorio, que además resultaba del todo inútil, pues yo no tenía nada que ella necesitase.

-Pues no recuerdo cual fue la última vez que te vi, la verdad... - respondí con total sinceridad - lo que sí puedo decirte es que... Jack te ha estado buscando. ¿Te acuerdas de Jack?

No sabía si se acordaría de él, aunque tampoco lo esperaba. Probablemente me tocaría explicar ciertas cosas sobre quién es él, pero ya que más me daba. Al menos la había encontrado yo. Podría comunicarle que Enid estaba bien. Bien en cuanto se dice a sana y salva.... porque otra cosa no.

Después de varios segundos de cierto debate interior, volví a clavar los ojos en los de Enid. Si me iba a matar que lo hiciese ya, si no, que me soltase, pero yo no tenía todo el día. Intenté incorporarme pero como permanecía agarrada, decidí volver a hablar.

-¿Puedes soltarme ya, por favor? - pedí con educación - Si no es así, mátame de una vez porque no tengo ganas de estar perdiendo el tiempo, ya me he cansado de esto.

por **Enid West** Vie Feb 11, 2011 5:52 am

Entrecerré los ojos levemente y me quedé mirándola a ella, desde encima de su cuerpo, sin mover ni un solo músculo. Continué con aquel análisis de la situación antes de decidir levantarme de encima suya y separarme unos pasos de ella, siempre mirando en su dirección por si acaso se le ocurría lanzarse contra mí para acabar con mi vida. La verdad era que tenía razones de sobra para matarme pues yo acababa de intentar asfixiarla (Aunque que conste que no había sido de manera intencionada, solo un simple accidente).

-Bueno... Alessia o Aless... como sea que te llames. ¿Cuáles son esas pertenencias? ¿Por qué dejaste Eirene y lo último que dices no lo creo pues no sería tan buena si acabé embarcando en unas naves que dejaban al resto de la humanidad tirada. Solo para salvar mi culo -Tenía mi dedo metido en el asa de la pistola, mientras la giraba sobre él como si fuese una pelota. Como saliese volando para llegar al lado de mi acompañante sí que me iba a reír.

-Me gustaría que fueses sincera... sé que puedo estar pidiéndote mucho pero... no sé, hazle ese favor a la supuesta "super amistad" que teníamos antes de mi amnesia -Carraspeé pues mi voz comenzaba a vacilar. Lo más importante en la situación en la que me encontraba era: Estar tranquila, demostrar fortaleza, fuerza, no vacilar ante nada. Fría... tenía que ser una persona fría que no se dejase vencer por nada ni por nadie. ¿Por ejemplo? Debería de ser como Mikhail, nunca movía un dedo cuando algo le enfadase aunque por dentro lo quemara. Siempre pareciendo fuerte.

Anduve de un lado para el otro con la mirada hacia el frente, intentando relajarme un poco. Mi respiración estaba acelerada pues por fin, después de tantísimos años, estaba al lado de una persona que sí que me había conocido cuando era la "otra" Enid. Venga, ahora lo más importante era ordenar mis pensamientos para que la chica aquella no se diese cuenta de lo que estaba pasando en mi interior.

-¿Te acuerdas de una playa con muchas personas y una x persona clavándome un cuchillo en el rostro? -Susurré llevándome la mano justo debajo de mi ojo derecho, donde en mis pesadillas me clavaban el puñal. Sabía que allí no había ninguna cicatriz aunque en mi mente sí que existiese. Era capaz de notar su rugosidad, un pequeño agujero hacia adentro, incluso la carne nueva.

-¿Quién se supone que es ese tal Jack? Y lo más importante: ¿Por qué debería de acordarme de él? -Alcé una ceja. Me resultaba bastante extraño que alguien me estuviese buscado y... si lo hacía... la verdad es que no tenía nada de lógica. ¿Por qué no me habría encontrado hasta entonces? A mí nadie me estaba buscando y nunca me buscaría pues no era tan importante para ninguna persona que existiese en aquel mundo.

-Alessia, querida, aquí la que exige soy yo. No estás en condiciones de decir que "te has cansado de esto". Si no te gusta, te jodes -Dije con una sonrisita. -Espero tus respuestas -Creo que si me portaba tan mal con ella era por lo nerviosa que estaba. Si hubiese podido me habría mordido las uñas, los dedos y los brazos.... aunque claro, no voy a practicar el canibalismo con mi propio cuerpo. -Lo siento... -Susurré tan flojo que lo más seguro era que no lo hubiese escuchado. Bueno, ya había eliminado toda culpabilidad que hubiese en mí por comportarme tan mal con aquella supuesta humana.

por **Alessia Rutherford** Dom Feb 13, 2011 4:24 am

De repente, pareció apartarse de mí y levantarse. ¡Por fín! Necesitaba estirar las piernas y descansar un poco la espalda que había estado durante unos minutos clavada contra el suelo soportando no sólo el mío, sino también su peso. Me levanté, sacudí un poco la ropa y la coloqué un poco. Después volví a clavar la mirada en la de Enid. Parecía pensativa, me hubiese gustado saber que era lo que pasaba por su cabeza en esos momentos... Qué pena que no fuese una mentalista...

Aquello me hizo recordar que ella sí que lo era, así que debía tener cuidado con lo que pensaba, porque aunque no recordase al parecer que era mutante, quizás su pequeña habilidad haciendo uso de la mente podría despertar y eso no era nada bueno, más que nada porque me agotaba tener que estar constantemente bloqueando ciertos pensamientos.

-No te puedo decir que pertenencias son, era un secreto tanto de mi amigo como mío. Yo no decido que hacer con él. - me metí las manos en los bolsillos de mi pantalón corto - Dejé Eirene porque allí ya no me quedaba nada, es lo que tiene cuando matan a la persona que más te importa - me encogí de hombros. - ¿Y no se te ha ocurrido plantearte que quizás no embarcaste en aquellas naves para salvar tu culo...? - sonreí.

Sus cambios de humos me desconcertaban. Ahora me pedía que fuese sincera por nuestra antigua buena amistad y hacía un momento me estaba practicamente axfisiando. Sin duda alguna, Enid no sabía hacer las cosas bien. Parecía dudar de todo lo que hacía en cada momento.

Parecía darle vueltas a alguna cosa pues tenía la mirada perdida mientras caminaba de un lado a otro con gesto pensativo. ¿Qué podría decirle yo? Tampoco sabía mucho. Es más, ni ella sabía exactamente lo que quería saber. Toda esta situación era demasiado extraña.

-Sí, tengo vagos recuerdos sobre esa playa. Un episodio de lo más desagradable... - me mordí el labio inferior - ¿Por qué?. - Fue en ese momento cuando me dí cuenta que no tenía ningún tipo de cicatriz cuando se llevó una mano a la zona donde aquella persona... Definitivamente, todo debería de ser obra de la Organización. Éstabamos perdidos...

Cuando me preguntó por Jack, no sabía que contestar exactamente, pues yo no tenía ni idea de qué tipo de historia o relación hubiesen tenido estos dos en un pasado. Pero recordaba la mirada descompuesta y perdida del chico, cuando me dijo que la estaba buscando.

-Ese tal Jack es un rubio de ojos azules, con el cual no es que me lleve demasiado bien... - sonreí con cierta ironía- de hecho, nuestros pocos encuentros no es que hayan sido agradables, pero bueno... - suspiré - no sé que tipo de relación tendrías con él, pero sí sé con certeza de que había estado durante mucho tiempo buscandote y que de hecho, todavía lo sigue intentando. El porqué deberías acordarte de él, no lo sé, te repito que no sé que clase de historia tendrías con él, ni de qué os conocíais...

Me permití soltar una pequeña carcajada cuando me dijo que yo no estaba en condiciones de exigir nada. Estaba muy equivocada, que ella tuviese mi pístola no significaba nada. La que no estaba en condiciones de exigir nada era ella.

-No, cielo. La que no está en condiociones de exigir nada eres tú. - respondí instantaneamente - Yo tengo la respuesta esencial que buscas: ¿Qué eres?. ¿Nadie te lo ha dicho nunca? - adopté un gesto más serio - ¿Qué vas a hacer? ¿Amenazarme con mi propia pístola? ¿Vas a dispararme? ¿Estás segura de ser capaz de hacerlo? Adelante. Dispárame. La que se quedará sin respuesta eres tú. En definitiva yo hace meses que dejé de vivir...

Me pareció escuchar un pequeño susurro con un : "lo siento". No sabía si habían sido imaginaciones mías o verdaderamente fue algo que salió de sus labios, pero sinceramente, no le dí ningún tipo de importancia. Era hora de que se acabase tanta tontería, si quería tener esa actitud allá ella, pero yo ya estaba cansada de toda esta situación absurda.

por **Enid West** Lun Feb 14, 2011 7:25 am

Cerré los ojos cansada, estaba harta de preguntar y no obtener respuesta. Claro, ella le quitaba importancia a todas las preguntas que yo le hacía… no sabía lo que era estar vacía por dentro, sin recuerdos, sin experiencias en nada. Era como volver a nacer, como tener de nuevo 2 años con la diferencia de que posees un cuerpo de 19. Me eché sobre el tronco de un árbol y me dejé caer en el suelo. Apoyé la cabeza sobre el tronco y me reí por no llorar. Me estaba volviendo loca, claro que sí. Debería de acudir a algún psicólogo cuando volviese a las naves. ¿La pega? Que ya había ido a muchos y ninguno había sabido ayudarme con mis problemas. Mala suerte es lo que tengo, sí señor.

-Bueno… supongo que ese dato es irrelevante –Susurré más para mí que para ella dejando caer mi mirada hacia mis entrecruzados pies. Los pantalones que llevaba estaban llenos de agujeros y rajas. ¿Por qué? No sabría decir el por qué pero me gustaba aquel tipo de ropa. Ancha y con roteces. Siempre cómoda. Así era más fácil huir si se tenía que hacer y puesto que no quería dejarme matar por nadie (aunque tampoco es que importase mucho el que muriese) prefería continuar vivita y coleando.

-¿Mataron a la persona que más querías? –Alcé la cabeza y la miré directamente a los ojos, aunque nos encontrábamos demasiado lejos para poder hacerlo bien. -¿Quién lo mató? Esto… lo siento, no quería meterme en asuntos que no me llaman. Siento mucho que hayas perdido lo que más te importaba –Susurré. ¿Por qué siempre cuando me comportaba de una manera más agradable con aquella muchacha tenía que hacerlo en susurros? Ya, claro, porque hasta hace poco la estaba amenazando con una muerte segura que la había llevado a desmayarse. Me mordí el labio, entendía que la chica aquella no quisiera responder a ninguna de mis preguntas. Seguramente, de estar yo en su situación, jamás habría respondido a ninguna pregunta y habría preferido que me matase.

-Entonces… ¿Existió de verdad aquel momento? –Sonreí feliz… aunque no debería de estarlo. Pero claro, acababa de darme cuenta de que uno de mis supuestos sueños en realidad era un recuerdo. ¡Bieeeen! A lo mejor había algunos más como aquel… eso esperamos, al menos. –Porque es el último “recuerdo” que tengo. Bueno, más bien es un sueño que pensé que a lo mejor era un recuerdo y parece ser que sí –Sonreí con dulzura. -¿Podrías hablarme de él? –Pedí. Creo que estaba asustando a la tal Alessia porque mis cambios de estado-comportamiento-loquenaricesfuesen me estaban extrañando hasta a mí. Supongo que el encontrarme tan cerca de alcanzar lo que tanto tiempo andaba buscando me producía aquellos desvaríos.

-Pues si lo que dices es cierto ese tal “Jack” no sabe buscar y si tan mal se ha comportado contigo... no sé por qué intentas ayudarlo –Pensando en voz alta de nuevo… debería de quitarme aquella costumbre. Espera un momento, ojos azules, cabellos dorados. ¿Podría ser…? No, seguramente que no… aunque, ¿Y si lo era? –¿El rubio ese también estaba en “el episodio desagradable” de la playa? –No perdía nada por preguntar, aunque claro, después estaba el que ella quisiera responderme.

Me mordí el labio con disgusto pues era verdad lo que ella decía… sin sus respuestas no era nada. Lo único que me quedaba era desear con todas mis fuerzas que me respondiese y que lo hiciese con sinceridad, que no hubiese más mentiras. Ahora que me daba cuenta, habían estado mintiéndome hasta aquel momento si lo que ella decía era verdad. Apreté los dientes con fuerza a la vez que mis puños se cerraban, haciéndome sangre. Nota mental: controla mejor tu fuerza si no quieres desangrarte a ti misma o seremos pocos y parirá la abuela.

-Alessia… Perdóname. No quería comportarme de esa manera tan brusca contigo… es solo que… eres la única persona que no recuerdo y que me ha reconocido. Eso me ha alterado, como has podido ver… quizás demasiado –Bajé la mirada de nuevo hacia mis pies, dejando que mi pelo cayese alrededor de mi cara y tapase mi gesto de puro dolor. Apreté mucho los ojos antes de alzar la cabeza hacia ella.

-Te necesito… necesito tus respuestas… -Susurré. -¿Me ayudarás? –Seguramente no. Es más, seguramente ahora se asustaría y saldría corriendo pidiendo auxilio porque se acababa de encontrar con una gran loca, con doble personalidad y bipolaridad extrema.

por **Alessia Rutherford** Mar Feb 15, 2011 7:15 am

No sabía como tomarme esta situación. No sabía de qué manera debía comportarme. No sabía si quiera qué sería de mí mañana, ni dentro de dos horas o dos minutos. Vivir de esta manera era un asco y tener que soportar que otras personsa viviesen igual, peor o algo mejor que yo, lo era más. Yo no era capaz de comprender a la "nueva" Enid. Se comportaba continuamente de forma extraña y no sabías de qué forma iba a saltar. Una parte de mí quería ayudarla pero al otra me decía que se merecía quedarse con todas las dudas, en primer lugar por haberme tratado de esa manera y en segundo porque ya no era asunto mío. Mi debate interior crecía notablemente por momentos.

-¿Irrelevante? - no entendía el porqué de ese término. Aquí, desde el momento en que aterrizamos, cualquier recuerdo del pasado o situación del presente, incluso predicciones del futuro eran relevantes. Todo marca un antes y un después en nuestra vida.

Arqueé una de mis cejas cuando preguntó que quién mató a dicha persona. Suspiré con tranquilidad tomando la mayor cantidad de aire posible y cerrando los ojos intantes. Debía de controlar mi rabia y mi odio, puesto que eran los únicos sentimientos que tenía presente últimamente en mi existencia y no era por decirlo de alguna manera, agradables.

-Tengo sospechas de quién pudo ser, pero no está de todo confirmado. Aún así, lo matasen o no, ellos tienen la culpa de que haya muerto, tanto directamente como indirectamente... - pronuncié esas palabras con voz firme, sin apartar la vista de los ojos de Enid. Me chocaba mucho ver esos cambios de humos de agresivos a comprensivos e incluso dulces.

- Sí, eso pasó de verdad. Aunque tengo vagos recuerdos ya que es un episodio que quise borrar de mi mente de forma instantánea... - comenté - pues no sé de que quieres que te hable... La zona cerca del ojo que antes has estado palpando, sí, ahí fue el golpe. Debió de ser bastante doloroso - puse un gesto de dolor - estaban una niña pequeña, Jack, el tío que te hizo eso que era de La Organización por cierto... - recalqué el termino "Organización" - lo digo por si te interesa ese dato. También estuvo una chica rubia que parecía ser la hermana de Jack y obviamente yo.

Puse los ojos en blanco, se notaba que no tenía ni idea de lo que pasaba. ¿Por qué ayudaba yo a Jack? La verdad es que no me lo había ni planteado. ¿Debería? Ya no sabía muchas veces el porqué de ayudar a la gente porque sí, pero en fin, supongo que tratandose de Enid era un tema bastante importante.

-La verdad es que no sé por qué le ayudo... - suspiré - supongo que porque sé que en el fondo no es mala persona, aunque eso no significa que nos llevemos bien... y bueno, porque se trataba de tí. Aunque si lo llego a saber... sobretodo por el feliz recibimiento que me has dado, ni me hubiese molestado. - concluí seriamente.

Asentí con la cabeza cuando preguntó si Jack era el chico rubio de la playa, aunque juraría que eso ya lo había comentado antes. Bueno, quizás sólo preguntaba de nuevo para asegurarse, porque recordaba vagamente o simplemente porque no se había enterado, aunque esto carecía de importancia, pues había otros temas bastante más importantes que tratar.

La miré seriamente. Es dificil verla suplicandote ayuda, sobretodo cuando la tienes cierto cariño por situaciones anteriores. Pero no podía evitar dudar, había visto su comportamiento. Además... ¿y si era una trampa de la organización? Mierda. Si era así había mordido completamente el anzuelo, si fuese un pies ahora estaría emergiendo a gran velocidad de las turbias profundidades del océano de mi horrible y desgraciada vida, si es que se la podía llamar así.

-Pues no sé en qué más podía ayudarte Nid... - adopté un gesto pensativo - además, como comprenderás no es muy fácil confiar en tí cuando hace apenas unos minutos te tenía encima practicamente ahogandome y tienes una pístola en la mano, que es mía por cierto, con la que también me has amenazado antes.

por **Enid West** Miér Feb 16, 2011 4:34 am

-Irrelevante en el sentido de que no tiene nada que ver conmigo. Obviamente, para ti es muy importante -Eché la cabeza hacia atrás apoyándola sobre el tronco del árbol y cerré los ojos con fuerza. Ya no sabía si reír o llorar. Es más, sabía que mis cambios de comportamiento estaban haciendo que Alessia se asustase pero, no podía hacer nada por el momento. Lo único que me quedaba era cruzarme de brazos y esperar a que mi locura no se notase demasiado. Espera, ¿Qué digo? Claro que se notaba. Podía verla hasta en mi propio reflejo en sus ojos. Estaba loca. Estaba asquerosamente loca.

-A lo mejor la culpa la tienes tú por no haberte encontrado a su lado y no haberlo ayudado -Genial. Cuando tengas una especie de aliado que te está poniendo a prueba... ¿Qué es lo que debemos de hacer? Echarle todas las culpas de las cosas malas que le pasen. Sí, sí, así acabaremos haciendo muchos amigos y descubriendo muchas cosas. Solté un suspiro resignado antes de abrir los ojos y fijarlos en Alessia de nuevo. -Lo siento, no era mi intención ofenderte -Susurré con voz de niña arrepentida. Ya no sabía si estaba fingiendo o decía la verdad... aquello era tan confuso. Necesitaba pensar, quedarme sola y en silencio... sin todas aquellas presiones.

-De todas formas, ¿Qué es lo que pretendes? ¿Vengarte? No creo que la venganza sea la mejor opción... enloquece a los hombres y no se consigue nada con ella. La persona a la que querías no va a volver por más que lo desees... a no ser que encuentres a algún mutante que haga revivir a los muertos -Susurré más para mí que para ella. Por aquello era por lo que yo me movía en aquel momento. Claro que quería cargarme a la persona que hubiese borrado mis recuerdos pero, no me serviría de nada. Así pues, prefería no llenarme de furia, odio y rencor. Olvidar siempre es lo mejor, aunque a veces cueste.

-¿Y por qué La Organización querría hacerme daño? -Pregunté. Había llegado a la deducción de que a cada respuesta que me daban otras tres aparecían en mi mente. Esto era una cadena sin fin de la que jamás podría escapar. La verdad es que dudaba que algún día recuperase la memoria... podría asimilar que yo ya solo era un cuerpo sin alma, sin esencia. Era la cubierta, solo eso. Una cubierta y una mente enloquecida encerrada en ella. ¡Oh! ¡Qué bonita que es la vida! Fui a reírme pero prefería no llamar aún más la atención.

-¿Sabes Alessia? Eres una muchacha bastante curiosa. Te mueves por furia, dolor y ansia de venganza pero después ayudas a otras personas con las que no te llevas bien simplemente porque piensas que en el fondo son buenas. Curioso... -Susurré de nuevo más para mí que para ella. Eché mi cuerpo hacia adelante y cogiendo una ramita que había tirada sobre el suelo comencé a hacerme un pequeño esquema de reacciones. A lo mejor así podría estabilizarme emocionalmente.

-Sonrío: Soy feliz.
-Lloro: estoy mal.
-Alzo una ceja: sorpresa.
-Me muerdo el labio: nervios, indecisión.

Vale, ya estaba lista para continuar como una persona normal. Borré las inscripciones del suelo con la mano y alcé la mirada hacia mi acompañante de nuevo, con la que supuse que era una sonrisa. Y, volví a la conversación que estaba manteniendo con ella de la manera más cordial que pude.

-Bueno, al menos te ha servido para aprender que no debes de confiar en nadie, ni siquiera en tus amigos... ¿No? -Alcé la mirada al cielo. No sabía qué más decirle. No iba a volver a llorarle ni a suplicarle perdón. Ya me había ridiculizado delante suya demasiado y si algo era ahora es orgullosa y más ante una persona que no conozco. Si ella estaba buscando disculpas, llantos y todo eso... tendría que buscarlo en otra parte porque a mi lado no los iba a conseguir.

-Alessia, no te puedo obligar a que confíes en mí. Tampoco te puedo dar explicaciones por mi comportamiento... llámame loca si quieres hacerlo. Si lo que quieres es huir, sal corriendo. Si quieres contarme algo y ayudarme, hazlo. No te sientas obligada a hacer algo que no quieras... como si te pones a cantarme el aleluya -Me encogí de hombros.

¡Ag! ¡No me reconocía! Aquella no era yo, no, no era yo. Era como si otra persona estuviese controlando mi cuerpo. No podía comportarme de forma normal, solo actuaba por impulsos extraños. Apreté los dientes con fuerza y cerré los ojos, intentando recuperar la calma, ser yo misma. Espera... ¿Quién era yo? ¿De verdad existía un ser al que pudiese llamarle "yo"? No me conocía, no sabía nada de mí. Me comportaba de forma extraña, no actuaba como el resto de las personas. Me estaba volviendo loca. Me estaba volviendo loca. Me estaba volviendo loca y no podía hacer nada para evitarlo.

por **Alessia Rutherford** Sáb Feb 19, 2011 7:33 am

Los cambios repentinos de humor me estaban atacando mis nervios cada vez se me quitaban más las ganas de ayudar. ¿Le decía que era mutante de una vez a ver si me dejaba en paz? Sí, eso sería lo mejor. Luego que hiciese lo que creyese oportuno y ya, yo me iría tranquila a seguir por mi camino sin tener que andar con este tipo de preocupaciones que no llevan a ningún lado puesto que la persona interesada no muestra signos de colaborar para que la interrogada cuente todo lo que sepa.

-Sí, Enid, sí... - suspiré - ya sé que siempre soy ya la que tiene la culpa de todo. Soy yo la culpable de no haber estado a su lado, también de que no embarcase en las malditas naves, de que Jack te esté buscando, de que tú no estés dónde deberías de estar, de que todo esto pasase. Al principio llegué a la conclusión de que no era más que una pesadilla, ¡pero no! ¡estamos en el fin del mundo! ¡Chupi! De hecho es peor que eso, porque ni siquiera estamos muertos.... - puse los ojos en blanco - ya claro, nunca es tu intención ofenderme... pero siempre lo haces. No es mi culpa que tengas trastornos de personalidad.

Sabía que me iba a venir con el cuento de que la venganza no trae nada bueno, que nada de lo que haga me devolverá a la persona que quería... pero a mí eso me daba igual. Yo sólo quería justicia, lo que viniese después me daba igual, como si me acabase pudriendo lentamente en los infiernos.

-Consiga vengarme o no, no es asunto tuyo.

Ahora empezaba a reflexionar en voz alta sobre por qué la Organización iba a querer hacerle daño. Pero no se daba cuenta de que esa no era la cuestión, no era por qué se lo estaba haciendo, si no por qué se lo había hecho, porque que yo recordara todo empezó en aquella playa, así que... en mi opinión el daño ya estaba más que hecho, lo que había ahora eran las consecuencias de dicha injusticia.

-¿Y yo que sé? Si quieres les invitamos a cenar y les preguntamos, a ver que nos cuentan.

Vale. De repente se pone a hacer reflexiones sobre mi persona. Ahora resulta que soy una chica curiosa. Ayudar es mi debilidad quizá por eso me contradecía tanto, pero no había que buscarle la lógica, porque no la tenía, ni aunque te la inventases.

Observé como ahora empezaba a escribir algo en el suelo. Parecía concentrada. Pero para ser sincera, estaba empezando a creer que aparte de todo lo que le sucedía estaba loca. Completamente loca. Aquellos comportamientos no me parecían para nada normales. O no conocía a Enid lo suficiente (cosa que no me extrañaría puesto que nos hemos visto pocas veces) o estaba en lo cierto y no estaba en su sano juicio.

- En eso estoy de acuerdo contigo. No puedes fiarte ni de tí mismo. - concluí.

¿Confiar en ella? No se trataba de eso en realidad. Simplemente que ya se lo había dicho todo, de forma indirecta y de la mejor manera posible, pero o era demasiado cortita para darse cuenta, o yo me explicaba demasiado mal o ella no hacía ningún tipo de esfuerzo por creerselo.

-Enid cariño... - comencé a hablar de nuevo - te he intentado decir antes la respuesta que estás buscando. Te he dicho que no embarcastes en las naves... ¿sabes lo que eso significa? ¿lo adivinas? - sonreí irónicamente - ¡Siiii! ¡Eres mutantee! Bienvenida al mundo real, espero que tu estancia en el fin del mundo durante estos meses como humana haya sido de tu agrado...

Me crucé de brazos. Ya estaba dicho. Si no me creía ahora, después de la actitud que había tenido que adoptar debido a la situción, ella vería. Yo ya había cumplido.

por **Enid West** Lun Feb 21, 2011 2:43 am

Puesto que las acciones que realicé en aquel preciso momento fueron bastantes extrañas y muchos de otros pensaréis que me volví loca, que salí de mí misma, que no era yo, etc. Haré antes de todo una aclaración: No soporto ni soportaré jamás que una persona comience a reírse de mí. Que se burlen en mi cara. Jamás, nunca, jamás de los jamases dejaré que alguien se crea mejor que yo, que me sobrepase y que encima se bufe de mí. No. Puedo parecer una muchacha muy tranquila, buena, adorable, dulce. Sí, pero no me toques la moral porque en ese caso dispararé. Bueno, dispararé no es la mejor expresión, mejor diré que explotaré.

-¿Sabes? Dicen que las personas que tienden a burlarse de otras es porque tienen una autoestima exageradamente baja y necesitan ridiculizar a las personas que las rodean para creerse mejores. No me lo creía hasta hoy, muchas gracias Alessia, has demostrado algo que llevaba tiempo preguntándome -Sonreí con suficiencia, cruzándome de brazos. Como ya había dicho, no pensaba dejar que ella saliese por encima mía. Ni ella ni nadie. Aunque fuese Dios en persona.

Sé que no soy muy dada a demostrar algo de inteligencia pero, como puede verse, no es que carezca de ella. Yo simplemente prefiero esconderme en mi burbuja de cristal de niña infantil para que nadie se percate de lo que soy capaz. Bueno, todo hay que aclararlo, tampoco es que sea muy capaz de hacer cosas extraordinarias pero... no puedo definirme simplemente como: la cría esa que se cree que vive en el mundo de la piruleta. Sé las cosas como son, las asimilo y, para intentar quitarle tensión al asunto, suelo adoptar personalidad de niña pequeña.

Alcé una ceja cuando saltó con lo otro. Sí, aquella mujer era una de las personas más bordes con las que me había cruzado hasta el momento. Lástima que no supiese que no todo el mundo soporta sus gilipolleces matutinas. Me encogí de hombros restándole importancia y comencé a garabatear en el suelo, visiblemente aburrida por lo que estaba diciendo.

-Así seguro que consigues vengarte, ¡¿Verdad?! ¡Ooooh! Mira que maravilla, ¡dos pájaros de un tiro! Bueno, mejor dicho, ¡tres! Primero comemos, después yo me quedo sin dudas y por último tú puedes matarlos y reírte macabramente de sus cadáveres. Y así tu querido amorcín volverá a la vida y viviréis felices y comeréis perdices. Mmm... ¿Cómo se llamaba? Aaah... ¡claro! ¡Tu adorado Jared! Y los dos juntos acabaréis con todos los humanos, bailaréis sobre sus cadáveres y tú te convertirás en una mutante, qué maravilla. ¡Este es un mundo feliz en el que todo es super bonito!-A veces me sorprendo hasta a mí misma.

Supongo que la furia hace que parte de nustro subcosciente se reactive. No penséis mal, nada de lo que acababa de decir lo había soltado sin saber nada. Iré aclarando por pasos: En primer lugar el nombre del tío. No lo sabía, no sabía cómo se llamaba, pero había sido como si algo dentro de mí me lo gritase. Después: Lo de que ella podría ser una mutante y que su venganza era con La Organización: No había cosa más obvia, perdonad que os diga. Primero: no la veía casi nunca por las naves. Segundo: La propia Organización me había avisado de que tuviese cuidado con una tal Alessia Rutherford porque antes había pertenecido a Eirene y nadie se fiaba de ella. Perdona que te diga, pero si ni una asociación de tu propia raza se fía de ti... no es porque seas super buena con ellos. Y bueno, la parte de que quería ser mutante... la mayoría de los humanos renegados querían, ¿Qué queréis que os diga? Hasta yo a veces quería ser parte de ellos. Además, vuelvo a la parte de La Organización: si estás en contra de ella es que o eres de Eirene y pacifista (Algo que sabía que ella no era) o estás promutantes.

-¿Oh? ¿De verdad? ¡Vaya! ¡Que bien! Si resulta que no soy tan cabrona como otros y no dejé a todos mis amigos en tierra firme. ¡Qué bien Alessia! ¡Yuhuuu! Anda... vaya... que mal, se me había olvidado con quién estaba hablando y que tú sí que eres una cabrona... Perdone usted -No me creería jamás nada de lo que ella me digese. Así de simple. Sí, podría haber atinado con algunas de las cosas que había dicho pero eso no iba a hacer que yo fuese tan ilusa de creerla.

Me levanté del suelo de un salto, me sacudí las ropas y, dedicándole una pequeña sonrisa le dediqué unas últimas palabras.

-Espero que la ansia de sangre no acabe contigo, querida. Ha sido un placer mantener esta agradable conversación -Dije eso último con un pequeño toque de ironía. Giré sobre mí misma y me marché por donde había llegado. No quería continuar con una conversación tan absurda como era aquella y menos teniendo que soportar a una cría que no sabía de qué parte tenía que ponerse.

EDITADO: Lo sientoo! fallos técnicos de escribir rápido >.<

por **Alessia Rutherford** Sáb Feb 26, 2011 2:02 am

Me estaba empezando a cabrear con sus comentarios. Como se notaba que no tenía ni idea de todo lo que había pasado. La mentira que había estado viviendo. Y luego se lo toma tan a la ligera. Algo que he aprendido: se acabó el tener a Enid como amiga. Ya no es la misma.

-Yo no tengo que rediculizar a nadie para sentirme superior, puesto que siempre voy a ser inferior a los demás. Eso lo tengo muy claro. La autoestima alta para mí no existe y no necesito buscarla. Estoy bien como estoy.

Intenté guardar la calma. Conseguía sacarme de mis casillas. Yo solo quería terminar con lo que había venido a hacer aquí. Mala suerte fue encontrarme con la desaparecida.

-En primer lugar, no hables de lo que no sabes. En segundo, matar a La Organización no es mi objetivo. Y tercero, no quiero ser mutante, quiero morirme de una puñetera vez. - tomé aire - Y sí cariño, soy la mujer más cabrona de todo este confuso planeta, me alegro de que te hayas dado cuenta.

Lo más fuerte de todo es que pensaba que había hecho una buena jugada diciendo todo eso y yendose rápidamente para evitar posibles contestaciones. Cobarde. Desagradecida. Primero se queja de que no le cuentan nada y después, cuando le cuento las cosas tras haberme atacado, se esfuma con aires de suficiencia. Si algo sé, es que con la edad la gente se vuelve cada vez más estúpida.

Finalmente, continué con mi propósito: buscar lo que estaba buscando.

PD: Sorry por no contestar antes, es que he estado hasta arriba. Y la semana que viene es... buuff. Pero supongo que a partir del jueves o así se relajará un poco la cosa. Ya que Enid se ha ido, no veo el por qué de escribir un hiperpost, ya que no va a llegar a ningún sitio, así que lo dejo muy resumido. Por cierto, cierro tema ^^

por Contenido patrocinado

La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)

Re: La orientación es una de las cualidades de las que carezco completamente (Alessia + Libre)