Otro día en el... mundo?

Con tan solo un bolso grande colgado en diagonal en mi cuerpo recorría las ruinas con aspecto apenado en mi rostro, no hacía más que mirar e indagar el nombre de las calles... o lo que podía divisar de ella pues en algunas había un hueco enorme del que no se veía fondo...

Cuando encontré una referencia me sentí un tanto aliviado, conocía bien la ciudad... antes de que fuese destruida obviamente pues pasaba el día yendo y viniendo del trabajo de mi madre a casa y viceversa, me encantaba jugar a memorizar el nombre de las calles y a la gente que solía estar en ellas.
Hasta que porfín lo divisé... el parque donde jugaba de pequeña con mi madre y me encantaba tanto... o al menos lo que quedaba de él. Un montón de hierros afilados y oxidados se alzaban entre un círculo de arena de color deprimente, aun así, bajé la cabeza sintiendo como mi pecho se encogía un poco, mostré una sonrisa apenada, me sentía feliz por haberlo encontrado. Caminé hasta dentro del lugar y pasé una mano por una de las barras que no parecían demasiado letales, me senté en una roca saliente del suelo y observé hasta donde me alcanzaba la vista con lástima... no entendía, si el fin del mundo no había sucedido, como era posible que esta ciudad estuviese así? no cabía en mente que una ciudad abandonada normalmente acabase en ese estado.

Bajé de nuevo la vista hacia el medallón de oro que yacía en mis manos, mi sonrisa volvió a florecer y me quedé un buen rato mirando mi nombre, recuerdo que mi madre me había prometido que cuando cumpliese mi primer cumpleaños de dos cifras me revlaría el secreto de esa "J." que estaba escrita y que, a cualquiera le parecía una tontería, pero para mí se trataba de una especie de tesoro o código indescifrable, en vez de un simple segundo nombre... -Solo nos faltaba un año...- Murmuré para mí misma volviendo a levantar la vista y asustándome al ver que, esta vez no estaba sola, me sobresalté notando ocmo el corazón casi se me salía del pecho, no entendía como podía haber llegado ahí sin hacer el más mínimo ruido

Tragué saliva nerviosa, levantándome enseguida pues sabía que cualquier desconocido tenía peligro escrito en la frente... tenía gracia, antes no podía hablar con extraños porque era una cría... ahora no podía hablar con extraños porque podían matarme por estar mutados...
-Yo... de por... ahí.- No señalé ningún lugar en concreto intentando fruncir el ceño igual que lo hacía él, me metó la cadena dentro de la camiseta con gesto protector sin saber si salir corriendo ahora sería la mejor opción. Las converse me daban más movimiento que los tacones que llevaba en el bolso, aunque pegasen menos con los pantalones ceñidos y la camiseta escotada que llevaba.
-Y... y tu?.- No sabía si por preguntar me la había ganado... pero enfín

Solo su mirada, su expresión de furia y sadismo ya me hacían imaginarme que en posible situación acabaría yo dentro de poco. Me quedé paralizada cuando terminó de hablar... al parecer no era uno de esos mutantes hamables... por qué sería tan dificil diferenciarlos?

Tenía claro que debía salir de allí lo antes posible, empecé a retroceder un par de pasos para, cuando estuviese lejos de su alcance, echar a correr todo lo que podía hasta enocntrar ayuda... o que él se cansara de perseguirme, morir no iba en mis planes.
Pero se me había pasado una cosa por alto, me ví apretada contra la barra que antes había acariciado y, que por suerte, no estaba muy afilada, caía en cuenta aun ahora de que nunca había visto a un mutante, ni tampoco su forma de actuar, ytodo sucedió tan extrañamente despacio que lo primero que pensé era en una especie de habilidad mental para mover las cosas... si, lo más seguro esque fuera un quinético, o como se llamase.

Hasta ahora no me había dado cuenta de que ese pinchazo que notaba realmente dolía, dejé escapar un quejido intentando llevar mi mano al bolso que tenía cerca de la barra, pero no era capaz -Suéltame porfavor.- dejé escapar en un quejido mirando ahora con más miedo si cabía sus ojos.

-No... no he visto nada, solo escombros y ruinas y... nada importante suéltame me estas haciendo daño!.- Chillé dolida con el peso que me presionaba la espalda, empecé a tirar disimuladamente de la tira de mi bolso donde probablemente estaba mi salvación... aunque aun no había practicado y no sabía usarla.

Intentaba no delatarme con la mirada pero estar a punto de ser exterminada despues d tanto viaje no tenía sentido, y me asustaba bastante.

Me incorporé pensando en que todo había acabado por lo que al final le sonreí agradecida, pensando que realmente no era tan malo... solo estaba asustado... como yo

Aunque mis pensamientos cambiaron del todo cuando mi garganta se oprimió, mi primer impulso fué llevarme las manos a ella, aunque al no haber mano que lo sostenía, no tenía nada para intentar quitarme, caí de rodillas al suelo y acto seguido rebusqué en mi bolso, saqué una pistola con la que me había hecho, no era idiota de salir de la nave sin protección alguhna... aunque si de no haberla cargado, ni siquiera practicar la puntería, le dí al gatillo pero solo sonó un sordo "click" que hizo que mi desesperación se desatase... definitivamente iba a morir ahí?

Caminaba por otra ciudad en ruinas con semblante aburrido.
- Tengo ganas de pegarme un tiro...- comenté en voz alta haciendo una mueca de desesperacion. - Este mundo es peor que...ver el planeta de los simios...si..mucho peor...
Corté mi automonólogo cuando escuché sonidos en la lejanía.
Me había parecido oir algo,no estaba seguro que.Comencé a andar lentamente,escondiéndome entre los muros ruinosos,hasta que divisé a dos personas.Estaba claro que uno era un mutante.
"Y no de los buenos." - pensé entrecerrando los ojos y acercandome más a las figuras hasta que me coloqué a varios metros de ellos e hice mi aparicion.
- Lecter. - saludé secamente.
Observé como la muchacha con la que estaba se ahogaba.Sin duda era obra de él.
- Suelta a la chica. - le ordené con el ceño fruncido,dispuesto a atacar si no obedecia.

empecé a dar golpes en el sulo con una de mis manos, ya me faltaba poco para que el cuello quedase totalmente aplastado, unas lágrimas se asomaban por mis ojos, no sé si por el miedo a morir o por tanta presión en mi cabeza.

Me desplomé, aun agarrándome inutilmente, la sangre estaba amontonada en mi cabeza y eso me estaba provocando un gran mareo, pero estaba lo suficientemente viva como para oir que alguien más venía, no supe muy bien lo que decían ambos dos, pero no creo que fuese muy malo, en todo caso dentro de unos segundos ya no oiría nada más.
en un intento desesperado, cogí el arma que estaba a un par de centímetros de la mano que golpeaba el suelo y se la itnenté tirar... no fué mucho más allá que un par de pasos... pero había que intentarlo.

Me acerqué lentamente a él con gesto amenazante.
Hubo un tiempo en el que habría dado mi vida por la suya,ahora no me importaría matarle.
- He dicho que la sueltes. - siseé a pocos centimetros de su cara.

Salí volando, en principio no me dí cuenta de que ya podía volver a respirar y a sentir fluir la sangre por mi cara hasta que dí un tremendo y sonoro grito al impactar contra una de las rocas salientes y hacerme unos leves rasguños, pero que sin embargo dolían bastante.

Me intenté incorporar, tocándome el cuello y notandolo totalmente frágil, como si lo tocase y ya fuera a romperse... algo parecido, empecé a respirar irregularmente, tosiendo y tomando grandes bocanadas de aire, no sé porque me había soltado, pero me daba igual, miré mi brazo derecho, estaba sangrando pues fué con el que amortigüé el golpe contra las piedras, eché un vistazo hacia donde se hallaban los dos individuos... no me importaba si uno quería salvarme o no, simplemente intenté incorporarme como pude para empezar a correr, aunque algo en la pierna me dolía a horrores cada vez que intentaba moverla.

Le lancé una mirada gélida a mi antiguo amigo cuando la solto "a su manera".
Pensé unos segundos en lo que debía hacer.Uno,atacaba, dos,comprobaba las heridas de la chica antes de que fuera demasiado tarde y se desangrara o algo peor,o tres comprobaba a la chica y despues volvia a por Lecter.
La tercera opcion tenía la papeleta ganadora.
Empujé con el hombro a Lecter para que se apartara de mi camino y avancé unos pasos.
Volví mi cabeza atrás para vigilar a Lecter y después mire de reojo a la chica,que trataba de incorporarse.
- ¿Estas bien? - pregunte en un tono impasible.
Si podia levantarse,podria correr,y,si podia correr,estaba bien.

Uno de ellos corrió... o más bien casi se teletransporta hasta quedarse delante mia, preguntándome si estaba bien... o algo por el estilo, aun tenía los oidos taponados por la sangre y aun así, no le conocía y el susto me había hecho desconfiar de si eso era un simple juego morboso que tendrían entre los dos.
Solamente proferí un quejido al terminar de toser, y mirar como mi pierna o parte de ella estaba clavada en una especie de tubería, y el brazo mejor ni lo miraba.

Chasqué la lengua al observar la pierna de la chica y la herida que tenia en el brazo.
Si comenzaba a pelear con Lecter tal vez el combate se alargara demasiado y la humana se desangraría.
Pero tampoco quería dejar a Lecter allí.No ahora que por fin lo habia encontrado de nuevo.
Habia oido historias sobre él,sobre lo que se habia convertido.No eran mucho mejores que las que contaban sobre mi,pero aun así eran malas: una mezcla de asesinatos gore,sangre y las leyendas absurdas de vampiros que nos gustaban de pequeños.
Recordar nuestra infancia me hizo pensar si realmente deseaba matarle.El flash de la cara de un niño de poco más de 7 años vino a mi mente.Despues miré al hombre que tenia delante.Ese no era el pequeño Lecter...era un monstruo,parecia un monstruo.¿Como se había convertido en eso?
Fruncí el ceño mientras le observaba.
- Supongo que no entraste en esas naves. - comente en un tono frío,sin ápice de compasion.
Aún dudaba si atacarle o no.

Me quede bastante asustada "medio-escuchándoles" a los dos, lo decían con tan poca importancia y con tanta frialdad el tema de haber sido abandonados en la tierra que realmente asustaban...

Llevé el brazo que tenía bien a la pierna que estaba unida a esa pieza de metal y tiré de ella para conseguir sacarla, me hizo daño... pero al menos avanzó un poco, mi vista se fijó en el chico que estaba más alejado de mí... al otro solo le veía la parte de atrás y en estos momentos no me importaba mucho que dijésemos.

"La recompensa,¿aceptable?La mia apesta...no creia que valoraras tan poco tu vida anterior,amigo."
-Es cierto,no abundan.Asique,si no te importa,podrías dejar de matarlas...- comenté apuntando con el pulgar a la chica que estaba a mi espalda. - Especialmente si son pelirrojas...ya sabes lo que me ponen. - añadí en tono sarcástico.
Volví a acercarme unos cuantos pasos a Lecter.Esperaba que el atacara primero porque,en el fondo,yo no quería hacerlo.

Ladeé la cabeza, y me ajusté la corbata negra sobre la camisa. Dejé entrever la punta de mi lengua.
-Las pelirrojas nunca fueron del todo de mi agrado... pero... la que tienes detrás no está nada mal... -suspiré- Aún así, son humanas, James... tanto ellas como los tíos no merecen otra cosa que la muerte...-siseé fríamente.
No me alejé, a pesar de que se acercaba. Mi intención, por ahora... no era mantener una lucha encarnizada con él... le tenía aún algo de aprecio. Bah, ya se me olvidaría.