Ahora resultará que sí tengo familia [Neysa]

por **Lilith** Lun Ene 24, 2011 9:23 am

Aparecí vagando cual fantasma por la ciudad destruida, mi cuerpo era semi transparente y a veces atravesaba alguna que otra piedra con la que no había molestado en reparar, pues mi vista estaba centrada en el entorno. El desorden y la quietud se mezclaban para crear un paraíso de destrucción, desolación y recuerdos que encogerían el corazón de cualquiera que lo viese.
Suspiré mientras miraba el destrozo causado por el fin del mundo, por los humanos; porque tal vez ellos dijesen lo contrario pero si llegó el apocalipsis fue porque el planeta necesitaba eliminarlos. Una plaga, una purga completa, una vuelta a empezar. Fue su culpa: por su ineptitud, por su egoísmo y su soberbia, creyendo que todo lo que los envolvía les pertenecía. Por eso yo no iba a permitir que ahora volviesen aquí, por eso yo iba a terminar lo que la naturaleza trató de hacer por sí misma y no logró.

El viento empezó a mecer mis cabellos castaños a la vez que las hojas de un planta que escalaba lo que antaño fue el pilar de un edificio, como si estuviera engulléndolo lentamente. Y yo seguí avanzando de forma fantasmagórica, porque no había otra cosa que combinara mejor con el aquel ambiente de muerte que la figura desdibujada de un fantasma ficticio vagando entre los restos.

Girando por el vacío dejado por lo que antaño debiera ser una amplia avenida, tal vez una de las principales de aquella ciudad en ruinas, continué perdiéndome en mis propios pensamientos y pasando de una preocupación a otra. Los humanos, Ragnarök, mis espías y ahora Enid. Arkadi me acababa de explicar justo el día anterior lo sucedido con la joven mentalista, que se encontraba en las naves viviendo una ilusión en la que era una asquerosa humana, tal vez creyendo que nosotros éramos sus enemigos y siendo manipulada. Ahora ella dudaba de sí lo que le habían contado era la verdad pero con solo dudar no significaba que ya estuviese todo solucionado, yo tenía que hablar con Jack y pensar un plan para llevarla de nueva con nosotros, pues sabía que él estaría al tanto de ello y sería el primero en ofrecerse para hacer algo. El por qué estaba preocupada por lo sucedido con Enid no lo tenía del todo claro, ni me importaba mucho darle vueltas; estaba claro que apreciaba a aquella chica, aunque no fuera perteneciente a Ragnarök y algunas fuentes me hubiera dicho que seguramente estaba a favor de Eirene, pero de algún modo me recordaba mucho a ella... A mi hermana pequeña, muerta seguramente.

por **Neysa** Lun Ene 24, 2011 9:59 am

Caminaba por entre las ruinas y lo hacía sola, no por placer, esta vez no, sino por recuperar algunas cosas que había dejado enterradas por eso de las manías mías de proteger ciertas cosas, cosas que no llevaría conmigo, puede que por... bueno, no tiene importancia.

Los restos de los edificios yacían a ambos lados, sino desperdigados en parte por diferentes lugares a cual mas extraño, pero no me importaba, en cierto modo el desorden guardaba cierto orden. ¿Que si estaba de buen día?, oh si... puede ser. En cuanto al por qué...

Un golpe de viento, desperdigó mis cabellos haciéndolos revolotear durantes unos instantes, obligándome a girar el rostro por aquello de cubrirlo de la arenilla que se amontonaba siempre entorno a todo aquello que quedaba abandonado en el camino, fuera lo que fuese, un edificio, un vehículo o incluso, una mochila.

Asiendo la mía, con fuerza, y una vez el viento dejó de jugar al pilla, pilla, mis ojos se posaron sobre el cuerpo de la fémina, encaminándome hacia ella, sin estar segura de si ella había logrado o no, descubrirme desde su posición.

Oh si, no me imaginaba que ella pudiera ser hostil, yo no lo era, pero por si acaso lo dudaba, mis manos permanecieron a ambos lados de mi cuerpo, libres de arma alguna u objetos que pudieran llegar a hacerle pensar lo inapropiado.

Curiosa, si... era demasiado curiosa. Puede que algún día lo cambiara o puede que... no.

por **Lilith** Mar Ene 25, 2011 10:37 am

Seguí caminado, solo avanzando pues no había nada más que me resultara importante, solamente era ir hacia delante hasta que algo me detuviera, aunque sabía perfectamente que no había nada que pudiera detenerme. Mi forma intangente atravesaba los objetos como si estos no existieran o como si estos fueran menos que simple aire, o quizás como si fuera yo el ser inexistente. Así me desplazaba yo completamente aislada de cuanto sucediera a mi alrededor, ya pudieran caer delante de mí toda una avalancha de piedras de algunos de los edificios, ya pudiera hacer temblar los restos de la carretera un poderoso terremoto, que yo seguía completamente absorta en aquellos pensamientos y preocupaciones que instalados plenamente en mi mente no me dejaban apenas un minuto de descanso. Y tan fácil era dejarse llevar por ellos, perder por un tiempo la noción cruel de la existencia en la realidad y adentrarme en el mundo subjetivo de mi mente; tal vez así lograra solventar todos los problemas que estos me comportaban para destruir de ese modo cualquier atisbo de duda. Porque la duda no me estaba permitida a mí, no cuando yo no era un mero peón en el juego de ajedrez de la supervivencia y de mi dependían muchas personas; había pasado mucho tiempo ya de cuando aquella lucha era tan solo una venganza personal, ahora era una guerra grupal que a punto estaba de estallar. Mira, por ahí asomaba su cabecita desoladora.

Avancé, me perdí y di vueltas llevadas por el azar, siendo esa la segunda vez que visitaba las mismas ruinas de la misma forma, y tantas otras que las había recorrido en un paseo normal. Pero aunque lo que hacía agotaba ligera y lentamente mis fuerzas, de forma imperceptible pero existente, no cesaba en ello para poner así en entrenamiento y en prueba mi propia resistencia y mi propia capacidad de control del poder, quería saber también hasta que punto podía mi cuerpo reaccionar para atravesar algo en lo que no me estuviera fijando. Hasta ahora los resultados eran a la vista muy buenos, pero mi afán perfeccionista me obligaba a insistir e insistir en ello para no excederme en confianza y luego descubrir que mi poder no era tanto. No, aunque bien yo podía ser la envidia de muchos mutantes por tener mi poder prácticamente desarrollado en su totalidad, si alguna cosa era en mí característica era la auto-exigencia y la disconformidad. Perfeccionista. Por eso cada mañana entrenaba. Además de no olvidar el precio que tenía que pagar por mi poder, los dolores, las noches sin dormir, la extraña marca en el brazo como un recuerdo imborrable; aquella era la parte que muchos parecían desconocer, aunque obviamente era porque no me interesara que supieran de mis padecimientos.

Y absorta avanzaba porque absorta quería estar, pues si no lo quisiera podría volver a la realidad; y volví cuando me di cuenta de que ya no estaba sola en aquel territorio abandonado. No me molesté en ir a buscar al intruso sin embargo, de alguna forma u otra, terminé encontrándome al poco tiempo con él o mejor dicho con ella y entonces recuperé parte de mi forma tangible cuando nuestros cuerpo quedaron evidentemente recortados en el fondo de la calle que nos había hecho topar. Estábamos algo lejos y no podía reconocer nada en absoluto de sus rasgos, solo apenas destacaba el color de su cabello rubio cuando el sol jugaba a hacerlo reflejar, pero por lo demás no distinguía nada. Y no tenía por qué haberme molestado en querer desentrañar algo de aquella figura sin embargo, algo, tal vez el subconsciente, me obligó a teletransportarme ante ella para acortar completamente las distancias. Al instante, entonces la reconocí.

- ¿Neysa? -Era mi prima, la que supuestamente estaba muerta al igual que el resto de mi familia.

por **Neysa** Jue Ene 27, 2011 1:01 am

Torci los labios, en una mueca de asombro, sin que me diera tiempo a hacer nada mas que eso, sorprenderme por la rapidez con la que la mujer directamente se había transportado hasta quedar frente a mi, clavando sus profundos ojos azules, casi tanto como los míos, sobre mi. Descubriendo de inmediato y gracias a los mismos, que quien tenía delante, no debía resultarme para nada desconocida.

-¿Lilith...?

Bien, los astros o lo que fuera se habían vuelto locos ahí arriba y la semana prometía; primero Ben y ahora Lilith. ¿Qué sería lo siguiente?, ojo, no me quejaba ni mucho menos, con Ben todo estaba siendo... mágico... y...

Sacudiendo un poco la cabeza, por aquello de volver a la realidad y contemplar a mi prima con mayor minucia, ladeé el rostro, esperando que fuera ella quien diera el primer paso, uno que, si llegaba a hacer como con su acercamiento, me sabría a poco, si es que me otorgaba el tiempo para meditarlo.

La creía muerta y... remuerta. No había sabido de ella desde lo ocurrido cuando todo se fue al carajo, ¿cómo saber que seguía siendo ella?, y lo mas importante. ¿Qué pensaría ella de mi?.

Guardé silencio, encogiéndome de hombros, puede que fruto de la sorpresa pero realmente, no sabía a ciencia cierta cómo se suponía que debía actuar... ni si Ben se encontraría o no cerca.

por **Lilith** Mar Feb 01, 2011 10:53 am

Aún dudé por completo que se hallara ante mí quién parecía ver pues simplemente no podía ser posible: llevaba años sabiendo que no me qquedaba nada de familia, que todos había muerto y de hecho había dado con el cuerpo inerte de mi tío tiempo atrás así como también con el de mi madre. Lo que tenía ante mí, entonces, solo podía ser una ilusión producida en mí pero aquello, en el fondo, no tenía sentido alguno pues ningún quimerista podía conocer cómo era mi prima y reproducir una versión adulta de ella. Era real y ahí estaba, entre de mí tan tranquilamente. Pude leer el asombro también en su rostro, estaba claro que había pensado lo mismo que yo hasta ahora sobre la supervivencia de nuestra familia.
Aún dibitativa, realicé un par de teletransportes al rededor de ella como quien da una vuelta a una persona para comprobar su apariencia desde todas las perspectivas. Luego regresé al lugar de inicio, frente a ella.

-Sí, soy yo -respondí con una voz de repente casi enmudida pero sin perder del todo la fuerza que la caracterizaba.

Me quedé en silencio estando a punto de añadir algo más pero no encontrando algo con sentido que decir. Estaba viva, aún seguía con aquel pensamiento ocupando la totalidad de mi mente e impidiéndome pensar en cualquier otra cosa del tipo coherente que no fuera aquel hecho: tenía a mi prima delante de mí, viva, sana y entera. Viva, joder, viva estaba.
Me mordí el labio inferior durante un cortísimo instante y finalmente se me descolapso la mente de aquel único pensamiento que la monopolizaba, siéndome así posible empezar a pensar en muchas otras cosas que se me aparecían en forma de preguntas. Claro, habían un montón de preguntas posibles por hacer. Cuestiones simples como qué había estado haciendo hasta ahora, cómo había sobrevivido -pues estaba plenamente segura de que no se había ido en las naves-, cuál era su poder, si había dado con la ciudad mutante, qué pensaba sobre los humanos... Y así muchos interrogantes nmás que me imaginaba ella también debería estar formulándose.

-¿Qué has hecho hasta ahora? -solté al final tras lograr poner orden a toda aquella masa de preguntas para elegir una que, en cierto modo, las envolvía a todas.

Fdr: Se me ha escacharrado el Word, tendrá un porrón de errores.

por **Neysa** Miér Feb 02, 2011 1:31 pm

-También yo... me alegro de verte, Lilith...-

Metiendo mis manos en el interior de mi levita de cuero, me encojo de hombros mientras pienso, si, pienso. Entre otras muchas cosas, el por qué mi prima pequeña se ha vuelto mas sosa que todas las cosas. Qus han pasado demasiados años como para un saludo como ese, eh... no es lo mismo que un "hola, ¿qué tal anoche?".

Algunos de los mechones de mis cabellos caen sobre mi rostro, cuando este se dispone con la mirada dispuesta a la misma punta de mis botas, y es que eso que hace de moverse de ese modo podría llegar a marearme.
Mis ojos tan azules y fríos como de costumbre, sino más, se prestan a observar a uno de los lados, distraídos, antes de continuar, centrando mi mirada esta vez, sobre los suyos. Humedeciéndome de a poco los labios, antes de entonar a media voz.

-Veo que la vida ha sabido tratarte bien...-

Dedicándole una sonrisa ladeada, mi diestra se desprendió del amparo del abrigo para, con su torso frío, acariciar una de sus mejillas, dejando que mi mano finalizara tomando su barbilla con decisión, sin demasiada fuerza, alzándola para contemplar nuevamente su rostro, acercando el mío al suyo, y depositando un breve ósculo en uno de sus lados.

-Oh, he estado por aquí y por allí, nada del "otro mundo". Ya sabes...-

Con cierto rintintin, suelto mi agarre, dejando la mano sobre mi cadera, suspirando despacio.

Menudo reencuentro...

por **Lilith** Jue Feb 10, 2011 7:57 am

Asentí con la cabeza y le sonreí, así de amistosa y sentimental era yo y había sido siempre, incluso en momentos como aquel en los que me reencontraba con un familiar que ya había dado completamente por muerto, aunque no era tampoco que hubiera tenido muchas de situaciones como aquella en particular. Tal vez lo más usual habría sido que me tirase a sus brazos, que la abrazase con mucha fuerza hasta casi hacerle daño sin darme cuenta, o algo parecido; pero para qué decir que estaba aún bastante shockeada como para tomar aún una reacción como aquella, además del simple hecho de que no me solían salir de forma natural. Finalmente, sin embargo, logré devolverle la sonrisa con naturalidad y la verdad es que después de aquello me sentí mucho mejor.

-Lo mismo exactamente puedo decir de ti, Neysa -le respondí, sin darme cuenta con una media sonrisa que francamente se parecía bastante a la de mi prima. Podía tratarse perfectamente de una marca de familia, a fin de cuenta ella y yo siempre habíamos compartido algunos rasgos fisiológicos en común hasta el punto de poder pasar bastante por hermanas.

La miré mientras pensaba en aquello, realmente a pesar de los diez años y de lo que evidentemente ambas habíamos cambiado en todo aquel tiempo, que había dado suficiente para que pasáramos de niñas pre-adolescentes a mujeres adultas hechas y derechas, aún podía vislumbrar en ella aquellas marcas que nos relacionaban y que la hacían solo poder ser mi prima.
Solté una carcajada con un punto final amargo al oír su respuesta a mi pregunta, tampoco había perdido el sentido del humor por lo visto.

-Entonces más o menos como yo, por aquí y por allá...

Tras su gesto, la miré durante un solo instante y entonces estiré mis brazos y la acerqué hacia íi para envolverla con ellos en un silencioso abrazo. La única forma que se me ocurría de demostrar lo que sentía por saber que estaba viva, que mi familia no me había dejado completamente sola, que me alegraba por ella y que no tenía palabras para poder exteriorizar aquello; me costó dar con la forma adecuada de hacerlo mas después me sentí liberada de la sensación. La soledad de pensar que todos mis seres queridos estaban muertos había sido uno de los factores más importantes para convertirme en quién era yo ahora pero, con aquel abrazo, supe que, aunque ahora hubiera descubierto que ella estaba viva, no iba a cambiar mi meta y de hecho la intensificaba aún; tenía que protegerla.

por **Neysa** Jue Feb 17, 2011 1:50 pm

¿Eso había sido una sonrisa?. Oh vaya... al final el destino acabaría convirtiéndome en una seudohippie de seguir encontrándome en situaciones como esta y otras... tan al punto de... ¿caramelo?.

Deslizando mis manos sobre su cintura, la apegué a mi, volviendo a sonreír, ¡que demonios, era mi prima pequeña!.
Bueno en realidad la pequeña era yo, pero siempre la vi a ella como la menor, yo y mi modo sobreprotector...

-Te has hecho toda una mujer eh...-

Susurré recuperando mi espacio, volviendo a colocar mis manos sobre mis caderas, contemplándola nuevamente de arriba a abajo y viceversa, reconociendo como su cuerpo había sufrido los estragos del tiempo, recordando como de pequeñas el pecho no molestaba a la hora de abrazarnos o tirarnos de los pelos.

Cosas de niñas...

-Y de todos modos es peligroso que camines por aqui sola, bueno, que camines o hagas eso de antes...
Creo que aún debes ponerme al día sobre lo ocurrido contigo y... ¿qué fué de mis tíos?, siento decirte que los tuyos... no lo lograron.-

Había aprendido a ser fría respecto al tema de la muerte de mis padres, a quedarme con lo bueno y despojarme de los lastres de la pérdida y, aunque ante quienes me conocieron pudiera resultar extraño, a mi me iba bien. Era algo semejante a una coraza, la que desde su ausencia y pasado el duelo, había sido mi salvación.

Algo necesario.

por **Lilith** Miér Mar 02, 2011 9:05 am

Nos separamos y entonces aproveché para volver a mirarla de nuevo, como si hacerlo por tercera vez fuese a permitirme descubrir algo nuevo respecto a mi prima, respecto a lo que le había sucedido durante todo aquel largo periodo de doce años en el cual no habíamos sabido absolutamente nada de nosotras. Su pregunta me hizo sonreír de forma irónica y llevarme una mano a la cadera para mirarla ahora con el rostro un poco ladeado.

-Lo mismo podría decir yo de ti, Neysa -completé y entonces volví a cruzar los brazos, una postura que en mí era prácticamente habitual.

La ironía de mi sonrisa se amplío más cuando escuché su segundo comentario, porque no podía ser otra cosa más que irónico el darnos consejos entre nosotras sobre la peligrosidad del mundo. Como si yo no lo supiera ya, como si ella no lo supera tampoco, como si hubiera algún mutante en el planeta que pudiera considerar el mundo como otra cosa que una lucha continua por sobrevivir en un entorno hostil y prácticamente inhabitable. Y, aún y así, aquel era nuestro mundo, lo único que nos había quedado después de todo, por eso no iba a permitir que las asquerosas ratas cobardes que eran los humanos pudieran volver a apropiarse de él.

-Tranquila, para mí no hay problema, puedo caminar y atravesar cosas sin preocuparme -reí con un cierto tono amargo muy escondido ante aquella forma de mencionar mi poder-. De mis tíos, lamentablemente, no he sabido absolutamente nada pensando que ibais todos juntos aunque de mis padres recibí la confirmación de su muerte; sin embargo es Lucy quien me preocupa... ¿Y tú qué? Yo atravieso cosas, también me has visto teletransportándome, y eso me ha servido para sobrevivir; ¿tú como te lo has hecho? -Sentía curiosidad por ello, ciertamente.

por **Neysa** Jue Mar 03, 2011 3:51 am

Enarcando una fina ceja y dedicándole una sonrisa un tanto socarrona, una de mis manos se eleva hasta media altura negando con el índice para con un tono sugerente y divertido, enunciar.

-Shh... esa clase de preguntas no son aptas para una primera cita.

Riéndome mientras mi índice juega a depositarse sobre sus labios pidiéndole silencio. Mis ojos se posan en los suyos volviéndose aún mas claros, dejando que una ventisca heladora nos envuelva agitando nuestros cabellos, dejándolos ligeramente perlados de escarcha, finalizando su torbellino al despegar de mi índice. Momento en el cual le dediqué uno de mis guiños, haciéndole entrega de mi confianza junto al desvelar de mi poder.

-Se puede decir que el frío se hizo en mi, tanto como yo en él. De seguir siendo la misma de antes, no lo hubiera soportado, nunca se me dió bien encajar las perdidas, ya lo sabes...

Si algo podía representarme en el pasado, antes de todo lo ocurrido, era mi calidez y cercanía. Era capaz de sentirlo todo, fuera personal o no, era extremadamente sensible, algo casi enfermizo. Todo era capaz de afectarme, era dócil y requería de quien me protegiera, aunque no me gustara demostrar esto último. Puede que fuera el bien llamado mal de los hijos únicos.

Pero ahora todo era distinto, desde que mi poder me tomo con fuerza, todo aquello cambió, volviéndome igualmente fuerte, eliminando parte de esa...

-Puede que este no sea el mejor de los sitios para continuar con esta animada charla, ¿no?.

por **Lilith** Miér Mar 23, 2011 8:29 am

Observé en el silencio que me pidió Neysa con un gesto lo que hizo a continuación, yo ya le había demostrado de buen principio cuál era exactamente mi poder, había podido ver mi intangencia y mi capacidad de teletransportación, ahora me tocaba a mí descubrir qué había hecho con mi prima el fin del mundo y con qué la había dotado a cambio de arrebatárselo todo. No iba a negarlo en ningún instante, sentía una intensa curiosidad por el hecho de saberlo.
Contemplé atentamente como de repente se alzaba una ligera brisa helada que sacude nuestro cabello y los cubre con una finísima capa de gélida humedad, un breve instante casi polar que termina en cuento rompe su gesto y reanuda su habla.

-Ya veo que así es, aunque siempre he pensado que era lo que mejor te va aunque tal vez sea por uno de los tópicos del norte- respondí al poco tiempo con un ademán hacia mi prima y pasándome luego una mano por el pelo para quitar la escarcha que se había quedado pegada en algunos mechones-. Sí, lo sé, todos hemos necesitado algo para poder soportarlo, cada uno, no obstante, lo hemos hecho a nuestra manera...

Dejé que mis palabras se las llevaran la poca brisa que aún quedaba entre aquellas ruinas de lo que antaño había sido una gran ciudad, y ahora no era nada más que un cementerio de recuerdos. Dolor. Pasado. Rencor. Cada uno habíamos buscado la forma de sobrevivir al apocalipsis y yo era bien consciente de cuál era la mía, mientras miraba a mi prima me pregunté hasta que punto podría ser consciente de ello porque me había llamado por mi apodo, por el cual ahora se me conocía como líder de Ragnarök, y no sabía hasta que punto ella lo había hecho sabiendo eso o solo como una pequeña muestra de cercanía y de regreso a nuestras vivencias juntas.

-Entonces solo tienes que decirme cuál crees que puede ser el lugar adecuado y vamos, puedo ser un servicio de transporte ahora -comenté y en mi comentario, medio broma, había la ironía que no podía ser separaba de la situación en la que nos encontrábamos todos.

por **Neysa** Vie Mar 25, 2011 9:26 am

-¿Un lugar?, mejor sorpréndeme, primita...

Respondí entre dientes, dejando como cierre final una pícara sonrisa, de esas que antaño suponían el inicio de algo realmente terrorífico, una de tantas maldades infantiles, de las ideadas o las que unas mentes como las nuestras, eran capaces de idear.
Originalidad ante todo. Era el sello de la familia, uno que a día de hoy, esperaba, no hubiera perdido.

-¿Se te ocurre algo grande o... tendremos que improvisar sobre la marcha?.

Dedicándole un guiño, mis ojos se centraron en los cielos, meditando sobre la hora que nos acompañaba y el tiempo que restaría para que Ben se preocupara por mi ausencia. Ya no estaba sola, ahora, debía pensar por los dos, y atemorizarlo con mi pérdida no se encontraba entre mis planes.

-¿Dónde vives, Lil?.

Debía saber quién era, si aún seguía siendo la misma de antes, si podía confiar en ella, porque si, el tiempo, siempre nos cambiaba. La pregunta era si con ella lo había hecho para bien o para...

por **Lilith** Jue Mar 31, 2011 7:53 am

Recibí su sonrisa pícara totalmente fuera de lugar pero que evocaba con demasiada fuerza a momentos del pasado, escenas de nosotras dos cuando apenas éramos unas niñas hacía ya bastante más de diez años, cuando el hecho de que ambas nos aliásemos causaba el terror en el resto de niños que nos rodeaban. Demasiada intensidad había en esos recuerdos pero era justamente de toda esa intensidad de aquello que mi ira y mi sed de venganza bebían, la mía y la del resto de mis partidarios, y, que no se engañara el resto, también la del resto de mutantes. Le devolví el gesto, casi como un acto reflejo o tal vez como si fuera una de aquellas acciones que nunca se olvidan, igual que el ir en bicicleta -o al menos ese es el ejemplo que siempre se ha puesto.

-Habría muchos lugares grandes a los que te podría llevar ahora mismo. ¿Qué te parece el mismo cráter vivo de un volcán? -giré mi rostro hacia el suyo y la miré levantando ligeramente una ceja-. Bueno, tal vez eso mejor dejémoslo para futuras citas... -Sonreí irónica haciendo una leve referencia a su anterior comentario, entonces estiré mi brazo derecho hacia su cuerpo-. Ven, agárrate con fuerza y podrás verlo por ti misma.

Mientras pronunciaba aquellas palabras, mi mente viajó rápidamente hacia mi pequeña cabaña en las cuevas e hizo un perfecto trazo de su completo plano interior así como de todos los obstáculos posibles en ella, era algo que había hecho ya tantas veces que me tomaba menos de un segundo. Y en cuanto Neysa tomara mi brazo y nuestros cuerpos contactasen, a penas requeriría de otro segundo para desaparecer de aquellas ruinas y reaparecer en el lugar que había seleccionado.

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