Encuentro agradable [Enid West]

por **Alexander Laggan** Jue Mayo 05, 2011 10:35 am

-Me vendrían bien unas vacaciones. dije bromeando al dueño del almacén de la ciudad en donde iba a buscar algunas mercaderías útiles.

-Se de un lugar especial que seguro te caerá bien. hace unos meses La organización realizó una investigación de la zona y la hallaron segura. no está muy lejos de aquí, incluso algunas personas van a pasar un tiempo para olvidarse de la nueva realidad que vivimos. El lugar en cuestión es la Playa. Mira... te daré provisiones gratuitas para que en verdad puedas disfrutar en ese lugar, es una maravilla visual. La naturaleza ha sido tan generosa de mantener lugares tan bellos a pesar del desastre ocurrido...

Las palabras del hombre me sorprendieron ya que no esperaba que me facilitara las cosas para tomarme un tiempo alejado de las complicaciones de la vida. En el fondo me alegraba que nuestras vidas pudieran continuar con placeres que tal vez ni siquiera podíamos darnos antes del fin del mundo.

-Bueno... jeje, muchas gracias por la propuesta, es usted muy amable. Le traeré recuerdos, se lo prometo.

-De acuerdo, te tomo la palabra, esperare paciente jaja. Luego cuénteme si consigue alguna compañera por esos lados jaja.
-No empieces a molestar con eso jaja.

Con las provisiones listas y el destino fijado, al día siguiente viajé a las hermosas playas que me había recomendado el almacenero. Vaya, en verdad era bueno el lugar, un paisaje paradisíaco, acentuado por el atardecer reflejado en el mar. En completa soledad.
Pero de pronto esa soledad desapareció, ya que oí que alguien se acercaba. Tenía mi arma cerca, por las dudas, pero quise confiar en las palabras de mi amigo que me habían dicho que el lugar era seguro, es mas... ¿quien se atrevería a ponerse a pelear en un lugar como este?

Mi estado de bienestar y relax era tal, que realmente no me importaba lo que sucediere. Aunque luego empezó a importarme, ya que apareció una joven.

por **Enid West** Lun Mayo 09, 2011 12:15 am

Perderse: No hallar o encontrar la salida o el fin de algún lugar.

En aquel preciso instante supe que me encontraba perdida pues mirase hacia donde mirase solo había arena y más arena. No sabía ni dónde me encontraría aunque suponía que aquello sería una playa pues no se me ocurría ningún otro lugar en el que hubiese tantísima arena a no ser que fuese un desierto y no hacía tanto frío.

Anduve durante lo que sería una media hora en cualquier dirección a la búsqueda de algo distinto de… arena. Sin embargo, no encontré nada. Lo único que había a mi alrededor era arena y arena y espera… más arena. Acabé rindiéndome y dejándome caer al suelo pues me encontraba cansada y además, parecía que no había salida de la supuesta playa.

Pasados unos minutos continué con mi caminata y, por fin, di con algo que no era arena… ¡Agua! ¡Sagrada agua! Me acerqué a ella corriendo y, estaba a punto de llegar hasta ella cuando me percaté de que en aquel lugar no me encontraba sola. Había alguien más… por no decir, otra mente más. Me quedé quieta, asustada, pues no sabía qué era capaz de hacerme aquel extraño. Él también me había detectado… ¿Qué cómo lo sabía? Tenía mi poder en tal estado de descontrol que, actualmente, me introducía en la mente de cualquier persona sin poderlo controlar. Escuchaba todo lo que pensaba. Muchas personas podrán pensar que andaba con una gran ventaja sobre los demás, que mi poder era maravilloso y no sé cuántas chorradas más… pues yo digo que no. Cuando me encontraba en un lugar con muchas personas se volvía insoportable. Era como si 36463 personas te gritasen al oído a la vez.

Me acerqué con temor al ser que había allí hasta descubrir que era Alexander. ¿Me habría echado de menos? Había sido uno de los pocos amigos que había tenido en las naves. Eso sí, no pensé que quizás él ahora trabajase para La Organización hasta que estuve muy cerca suya, prácticamente tirándome a sus brazos para darle un buen abrazo.

FDR: Siento la tardanza y la brevedad del post Sad

por **Alexander Laggan** Lun Mayo 09, 2011 7:45 am

Y aquella joven era Enid... el día no podía ser mejor, estaba en un lugar hermoso, tranquilo y reconfortante, y mejor aun, bien acompañado de una amiga que hace tiempo no veía

- ¡Enid! ¡Que sorpresa!

casi no tuve tiempo de terminar de decir eso que ella me dio un buen abrazo. vaya, las cosas solo mejoran por aquí Very Happy

- ¿Que ha sido de ti todo este tiempo? Te he echado de menos... te desapareciste de un día para el otro y no supe mas de ti, ¿has estado bien?

Haya querido o no, mi cara solo mostraba una gran sonrisa. De verdad me había preocupado por ella.

- Trata de avisarme la próxima vez, así te acompaño jaja. Ven siéntate aquí a mi lado, estaba por comer algo.

La miraba, y con ganas, su rostro inocente y amigable me tentaba a ello. pero en mi cabeza la curiosidad era mas fuerte. - Disculpa que sea tan curioso jaja, pero al menos cuentame algo

FDR: No hay problema, últimamente yo también llego tarde a los post XD, ademas que se me complica por la diferencia de horario que hay.

por **Enid West** Miér Mayo 11, 2011 6:21 am

Me reí a carcajada limpia feliz de estar entre sus brazos. No sabía si él pertenecería a La Organización aunque, si lo era, tampoco tenía por qué saber que yo no era una humana. Un recuerdo asoló mi mente como un destello. Era mi padre girando el rostro hacia mí y recordándome que una verdad a medias era como una mentira. Pero... para disculparme a mí misma diré que mi mentira era piadosa. Mejor mentirle y hacer como si siguiese siendo una humana a decirle que era una mutante y que me matase.

-Pues he ido de aquí a allí y de allí aquí todo el tiempo -Le dije con una sonrisita apartándome ligeramente de él para mirarlo mejor. Estaba igual que siempre. Un poco de barba naciente y el pelo algo alborotado, aunque no mucho. Supuse que aquello se debería a la ligera brisa que siempre corría en las playas.

-Yo también te eché de menos, chiquitajo -Le saqué la lengua. Él me sacaba bastantes años aunque... -Perfecta, perfecta. ¿Y tú? Cuéntame todo lo que has hecho en este tiempo -Me moví de un lado al otro un poquito nerviosa. Me emocionaba bastante encontrarme de nuevo con él pues lo había echado bastante de menos.

-¿Te habría gustado venirte conmigo? -Me mordí el labio. -No ha sido un viaje muy allá, te vayas a creer. Solo ha sido ordinario -Le guiñé un ojo antes de asentir con la cabeza a lo de sentarme a su lado para comer. Mi estómago rugía y tenía un hambre voraz. -¿Aquí mismo? -Señalé hacia el suelo antes de dejarme caer en él.

Miré desde el suelo a Alexander a la espera de que se sentase a mi lado.

por **Alexander Laggan** Jue Mayo 12, 2011 3:53 am

Parecía que ella estaba mas contenta que yo porque reía y se ponía inquieta, me sacaba la lengua, se mordía el labio, la alegría que siempre había en ella estaba ahí presente.
Me habían tranquilizado sus palabras, por lo visto, solo se había apartado un poquito de todo, tal como lo estaba haciendo yo ahora, con unas vacaciones. Y que no le haya ocurrido nada malo era mas tranquilizante aun.

- Si, ahí te puedes sentar, ahora voy yo!...
Me tiré al suelo de espalda y caí acostado al lado de ella.
- No me dolió, no me dolió, jaja
Me encantaba bromear cuando estaba con ella. Era la única persona que me hacía reír y olvidar de los problemas y tensiones que día a día tenía en las ruinas y en la ciudad.
Tome el canasto de comida y lo puse delante de ella para que viera que había para comer, por la cara que ponía, se notaba que tenía hambre.
-Mira, he traído panqueques, sándwiches, un par de bebidas, y ¡Vaya! hasta me han puesto una torta, bueno, ahora que estás aquí podremos compartirla, si no no podría yo sólo comerme todo esto jaja.
saqué una bebida del bolso que había traído con las cosas, y bebí un poco mientras miraba el paisaje playero.
- Como ya sabrás, sigo viviendo en las ruinas, solo que ya he mejorado mucho el refugio, jaja, no tiene la misma suciedad de antes, jaja, ya lo arregle, limpié todo y está todo ordenado, es una buena casa, hasta he podido tomar unos paneles solares de la base de las naves y ahora tengo electricidad para la noche, aunque no enciendo las luces muy seguido, por motivos de seguridad. Lo único que hago en estos días es cazar animales, tanto para mi como para vender al carnicero, ya es como un trabajo para mi, por el tiempo que lo llevo haciendo, él me paga como si fuera un sueldo. Ahora ya estoy tratando de convencerlo para que me venda una heladera para poder guardar mis alimentos en el refugio. No he encontrado a nadie extraño, ni tampoco me crucé con ningún mutante, aunque después de tanto tiempo aquí, me gustaría conocer uno, solo que espero que al momento de hacerlo, este no sea hostil, sabes que soy pacifista, pero no confío en todos.

tomé uno de los bolsos con ropa y lo puse bajo mi cabeza para poder acostarme y usarlo de almohada. y esperé a que Enid opinara algo o me contara algo.

por **Enid West** Sáb Mayo 21, 2011 10:45 pm

-¡Qué bestia eres! -Exclamé cuando cayó sobre la arena y levantó a su paso bastante de ella. Me la sacudí de la ropa y me quedé mirándolo divertida. Mira que era mil veces mayor que yo pero a veces parecía un niño pequeño. Esa parte me encantaba de él, todo hay que decirlo.

-Un día de estos te acabarás matando -Le saqué la lengua antes de soltar una profunda carcajada. Con lo bestia que era seguramente que algún día se acabaría quedando sin espalda como mínimo.

-¡Ooooh! ¡Que rico! -Miré con admiración cada uno de los manjares que había traído. Hacía demasiado tiempo que no comía nada de aquella comida tan deliciosa. Estaba demasiado encerrada en la ciudad de los mutantes y todo lo que comía era carne, carne y alguna fruta de los árboles que me iba encontrando por el camino. Ya sabía que era bastante irresponsable probar aquellas frutas pues a lo mejor eran venenosas pero... ¡Estaba harta de tanta carne!

-Sí que te lo has currado, ¿No? ya me gustaría a mí poder ir algún día a visitar tu casa, tiene que ser maravillosa -Le dije con una sonrisita. Su voz sonaba tan emocionada cuando hablaba de las cosas que había logrado hacer en aquel mundo destruído...

-¿Quieres conocer a algún mutante? ¿Para qué? -Pregunté sorprendida. No podría decirle nunca que yo era una mutante pero... no sé, me había llamado bastante la atención su interés por ellos.

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