Prueba de personaje: Ian Armstrong [Aceptado]

El desierto era uno de los lugares más calurosos del planeta, y justamente un muchacho de cabellos castaños se encontraba vagando por el. Llevaba puestas unas vestimentas desgarradas y que no estaban en muy buen estado. Estas vestimentas las había sacado de un segundo armario que tenía en su cuarto, donde tenía ropas de esta índole para hacerle creer a los mutantes que estaba de su lado y así no ser descubierto tan fácilmente. Con nada más hecharle una mirada, se podía ver claramente que Ian no conocía absolutamente nada sobre la moda. Sus cabellos estaban totalmente alborotados por dos razones, la primera, ni se había preocupado en peinarse cuando salió de las naves, y la segunda, aquellos días que había pasado en el desierto ... bueno, hicieron fiesta con su cabello.

Todo este tiempo llevaba cargando en la espalda una mochila un poco desgastada. Era ahí donde tenía las provisiones que los humanos le habían dado, y una que otra que sacó de su habitación. Claro esta, que también llevaba su típica libreta de anotaciones dentro de ella, la cual estaba debajo de las latas que le quedaban de comida. Por el camino se encontraba haciéndo algunos calculos mentales que constaban de lo siguiente: Los días que le faltaban por llegar a donde tenía que llegar, y la comida que le quedaba. Tenía que dividir muy bien aquellas latas, botellas de agua y comida en sobre para poder llegar sin ningun tipo de deshidratación. Sabía muy bien que dentro de los cactus podía encontrar agua, pero el problema era cortar el cactus y sacar aquella agua de allí. Aunque eso no era un problema para Ian, pues en situaciones más difíciles había estado, y por las experiencias que había tenido en su vida había aprendido a sacar lo mejor de cada situación, aprender de sus errores y seguir hacia adelante. Habían algunas cosas que no había podido olvidar pero ese no era el tema. Ya luego improvisaría de ser necesario.

En su relajado pensar pudo ver como a lo lejos un grupo de personas se acercaban. A medida que se iban acercando podía notar aquello que siempre le caracterizaba a todos los mutantes. Si, eran ellos: Piel oscura, vestimentas desgarradas. Justo como lo suponía, puesto que ningun "noble" se tomaría la dicha de caminar por el desierto desprotegido teniendo ellos grandes tecnologías que los ayudasen a viajar de un lugar a otro.

- Tranquilos... - Expresó el joven con un tono de voz calmo. Su misión era infiltrarse dentro del grupo Ragnarok para asesinar a su maldita líder, así que no podía mostrar su frialdad ante su enemigo. Tenía que buscar un perfecto intermedio entre actuación, y "ser el mismo", para que aquel montaje fluyese de forma natural. -No deseo hacerle daño a seres que comparten lo mismo que yo, aunque físicamente no nos parescamos. Nada ganaría con eso. - Dijo mirando al líder a los ojos, para luego mirar de igual manera a aquellos dos que le acompañaban. Volvió su mirada al líder y sonrió levemente.

No era tan normal que Ian sonriera cuando habían personas a su alrededor, pero en este caso tenía que fingir una calmada sonrisa para comenzar con el pie derecho frente a aquellos dos seres. Dependiendo de como se expresaran, vería si sería factible pedirle indicaciones del próximo "pueblucho", si dejarlos pasar o si seguirlos hacia su guarida, a pesar de que eso significase compartir proviciones con ellos. Pero bueno, ya sería un paso más para llegar al Ragnarok, ¿o no?