Re: Un tropiezo lo tiene cualquiera. | Neysa | +18

por **Neysa** Mar Ene 25, 2011 1:38 pm

Tenía tanto que decir... y tan pocas ganas de usar las palabras para ello, me sentía tan plena, tan...

Podría jugar con su lengua y su cuerpo toda la vida, y agotarla para seguir en la siguiente, de nuevo esa sensación adictiva, la misma de la que quise huir con tal de no admitirlo, ansiaba todo su ser, y me asustaba con la misma intensidad que podía lograr desearlo. Si, mi cabeza era un hervidero caótico, pero por suerte, mis neuronas no estaban prestándole mayor atención a eso; ahora no.

-Te daré dos opciones... pero... debes decidirte pronto...

Susurré mis últimas palabras, mientras una de mis manos se entrelazaba a una de las suyas, caminando descalza sobre la piedra, tirando de el hacia el exterior de la cueva, donde la luna volvió a bañar nuestros cuerpos con su plateada luminosidad, logrando que me detuviera si quiera a observarla, deslizando mis ojos hacia el suelo donde aún yacían partes de nuestra ropa.

-Te lo pondré fácil.

Sonreí dejando a la vista un ápice de locura, adoraba las locuras, ¿para qué sino estaba hecha la vida?, ¿para quedarse a un lado y ser simplemente una contemplativa mas?. No, eso no lograría atraparme, no a mi.

Soltándome de él, mis pasos me sumergieron despacio pero sin pausa en las mismas aguas de antaño, girándome sólo cuando las mismas habían cubierto la mitad de mi cuerpo para, con picaresca, entonar.

-¿Vienes o... piensas quedarte mirando?.

Con un guiño coqueto, me sumergí nuevamente del todo. Siempre... existían nuevas... tentaciones, sólo era cuestión de buscarlas...

por **Ben Adams** Mar Ene 25, 2011 1:54 pm

Nuestros ojos tenían una interminable charla los unos con los otros sin dar cavida a la existencia de sonidos con algún tipo de significado.

Nuestros cuerpo se separaron tras besarnos con furor, nuestro cuerpo desnudo casi volvía a recuperar en parte aquella sensación de relajación y bienestar, descanso y demás.
Se alejó de mí, y la seguí sin pensarlo dos veces.

Escuchándola mientras, una de sus manos se entrelazó con las mías, como si fuese el nudo celta de los amantes, salimos fuera de la cueva mientras la luna pintabas nuestros cuerpos a su antojo contrastando con la oscuridad de la noche y las miles de centelleantes estrellas que se arremolinaban entorno a ellas creando un ambiente mágico...

Se soltó de mí, metiéndose en el agua con cierta lentitud, la observé y casi cuando ella se hundió de inmediato me lancé a la mar, por el lado contiguo a ella, hundiéndome, podía verla, el agua era tan cristalina y la luz lunar tan clara que era como la veía aún en el mar, al menos por la cercanía, extendí mi mano hacia la suya bajo el mar, mirándola, esperando una guía y asentí obviando que la seguiría aunque tuviese que sumergirme en un mar que en vez de agua fuese de lava, ahora yo entrelacé mis dedos con los suyos.

Di un par de brazadas para poder estar a su misma altura y así que fuese más fácil seguirla, o al menos eso esperaba, pero, aún así... Estaba a su merced, y bajo su mando y guía, y no, no la perdería, la seguiría, y si era preciso la besaría una y otra vez nuevamente aun en medio de este gélido y cristalino mar con la luna de testigo.

Aquello era como un sueño, las estrellas eran como faros iluminando un camino y la luna la casa que nos esperaba a ambos, sí, algo sin duda surrealista, pero, bajo el mar, aguantando la respiración, de la mano de la persona a la que amo, y tras un momento mágico... ¿qué no parecería surrealista, fantástico y mágico aún?

por **Neysa** Mar Ene 25, 2011 2:38 pm

Los dos, el agua, el sustento armónico nos rodeaba acariciando nuestros desnudos cuerpos, y bajo él todo se veía distinto. Una visión que deseaba enseñarle, la misma que observaran mis ojos antes de que el destino y sus piedras, me hicieran abandonarlo reencontrándolo. Algo mágico que deseaba ser compartido, puede que las aguas lo llamaran sin que él mismo cayera en la cuenta, puede... que necesitara recibir ese pequeño empujón propiciado por mi escasa lejanía, por mi mano muda, esperando reencontrándolo, nuevamente, cerca...

Acaricié la superficie de su rostro, como él hubiera hecho con el mío, reconociéndolo con los ojos cerrados, dejando que las comisuras de mis labios se curvaran otorgándole mi sonrisa, abriendo nuevamente los ojos por contemplar los suyos, por tirar de él nuevamente hacia la superficie y enlazar nuevamente nuestros cuerpos, amándolo como si tan sólo eso importara.
Dejando que la noche de a poco fuera abandonándonos, depositando nuestro juego al abrigo de la pequeña cueva, para finalmente caer presos del sueño del mismísimo Morfeo, pero en brazos de un ser tan mortal como verdadero. Algo que desde que nos separáramos, no había recuperado, pero que sin embargo, no me costó asimilar una vez me envolvieron sus brazos. Yaciendo junto a él, en nuestro recreado lecho, mezclando mis cabellos con los suyos, sintiendo mi piel contra su piel, y ese aroma que tanto lograba embaucarme, junto al latido de su corazón; el mío.

Sin huír, pues ya... no existía... escapatoria.

por **Ben Adams** Miér Ene 26, 2011 12:03 am

El agua nos abrigaba como si fuésemos parte de ella misma, como un manto de esperanza e ilusión, moría internamente cada vez un poco más a medida que se alejaba y por respuesta siempre me acercaba, su mano acarició mi mejilla, y yo mantuve su mano entrelazada con la mía, para con la otra corresponder esa caricia exactamente en la misma zona que ella me la produjo.

Abrió los ojos tras terminar de reconocerme, premiándome con una hermosa sonrisa, para posteriormente tirar de mí para salir del agua, volviendo a tomarme, a tomarla, mientras las horas se sucedían entre sí, quedando finalmente dormidos fruto imagino de tal vorágine de emociones, deseos y hechos, mi brazo estaba situado por su abdomen situándolo contra su cintura como si inconscientemente mientras dormía, y en mis sueños temiese que me abandonase, abrazándome a ella, aspirando su perfume que cautivaba mis sentidos aún cuando ni siquiera tenía consciencia, las horas continuaban pasando mientras un tímido sol empezaba a dejar caer sus rayos como si no tuviese intención, proporcionando un cálido y mayor aún: sueño.

Sin embargo, eran escasos pues se filtraban por algunos puntos de la cueva, abrí los ojos el Sol por escaso que fuera siempre lograba, no se como, despertarme, ella seguía ahí, dormida, y sin ropa al igual que yo, sonreí levemente, y apoyé nuevamente mi cabeza cerca de la suya para poderla observar dormir, sin retirar mi mano de su cintura.
Esta era la única vez que volvía a sentirme bien tras tanto tiempo, y la única vez en la que podía volver a sentirme completo de nuevo, quería levantarme, vestirme, abrigarla, pero por alguna extraña razón... Bueno, quizás no tan extraña, mi cuerpo se rehusaba a moverse de allí, y a dejarla si quiera un instante lejos de mí.
Admito que... era más hermoso que cualquier luna, y cualquier sol, ver su rostro así, y a mi lado.

por **Neysa** Miér Ene 26, 2011 1:27 pm

Abrí los ojos al sentir cómo se despertaba, llevaba un rato despierta, meditando sobre lo ocurrido, centrándome en el sonido del aire al escaparse de sus labios, en el calor que aportaba su cuerpo al mío, y en el baibén de su torso mientras aún se mantenía aferrado a sus sueños y... a mi.

Atrapé su mano entrelazando sus dedos con los míos, cerrándo aún mas su abrazo antes de girarme para observarlo de frente, dedicándole la primera sonrisa del día o... la tarde.

-Buenas... tardes...

Susurré cerca de sus labios, besándolos ni bien mis palabras se hubieron apagado. Levantándome en parte, dejando la mitad de mi cuerpo erguido, contemplándolo desde arriba, sintiéndome tras mucho tiempo, completa.

-Sigo aquí...

Encaramándome a su cuerpo, y colocándome sobre él, tomé sus manos sujetándolas por encima de su cabeza, atrapándolas a modo de juego, dejando que mi cuerpo cayera brevemente sobre el suyo, susurrando cerca de su lóbulo.

-Y podría ser.. tu peor pesadilla. Aunque puede que aún estés a tiempo de escapar... dime, ¿vas a... intentarlo?.

por **Ben Adams** Miér Ene 26, 2011 1:59 pm

Continuaba observándola en silencio, escuchando su respiración, sin decir nada, atesorando el momento, hasta que su rostro se giró hacia mí y su mano entrelazó nuestros dedos simultáneamente.
Me colmó con la primera sonrisa del nuevo día y así esperaba que fuese el resto de mi vida, que cada día pudiese disfrutar a su lado de sonrisas y lágrimas si era preciso, pero, siempre a su lado.

-Buenas tardes...

Susurré casi con la misma ternura que un niño, sólo que con mayor picardía debido a la cercanía de sus labios, besándome un instante. Para posteriormente incorporarse medianamente, dejando medio cuerpo en alza mientras me obsevaba.

-Me alegra que sigas aquí.

Susurré con certeza y sonreí de medio lado sin apartar mi vista de sus hermosos ojos, al menos hasta que se colocó sobre mí y atrapó mis manos por encima de mi cabeza, forcejeé un poco, y reí suavemente hasta que sentí su cuerpo caer lentamente sobre el mío, y provocando estragos en éste, estragos que se reconocerían fácilmente.

-No, no voy a intentar escapar... - Susurré. - Permaneceré a tu lado, siempre...

Continué finalmente sintiendo su peso sobre mi cuerpo mientras mi piel se erizaba por el contacto y las sensaciones de su tacto y por sobre como me tenía doblegado a su merced.

por **Neysa** Miér Ene 26, 2011 2:22 pm

-Podríamos quedarnos por siempre jamás en esta cueva...

Susurré resbalándome con picaresca sobre él, apenas unos centímetros, los suficientes... Sin soltar aún sus muñecas, dedicándole toda la malicia de la que era capaz recién despertada, sintiendo como mi piel se erizaba al contacto con lo despertado, así como otras razones imposibles de ocultar debido a la falta de ropa sobre nuestros cuerpos.

-Pero... acabaríamos aburriéndonos tras haberla descubierto por completo...

Rodando hacia uno de los lados tras haber rozado brevemente las puertas del infierno, me mordí el labio inferior, dejando escapar un breve suspiro, ocultando mi rostro con ambas manos al sentir como el rubor se hacía sobre el mismo, como si de una quinceañera me tratara. Dejando escapar una melódica risa, antes de ladearme y jugar a recorrer su cuerpo con las yemas de mis dedos, formando curvas y ondas, sin perder la atención sobre su rostro en ocasiones tan niño y tan hombre; una dualidad que conseguía enloquecerme tanto o mas de lo que lo estaba haciendo en estos precisos instantes con él.

-¿Alguna idea sobre... nuestro rumbo?.

Sonreí decidida a sacarlo de sus casillas, retirando mi mano, como si mi gesto fuera fruto de la casualidad y no de mi deseo maquiavélico por verle perder el control.

por **Ben Adams** Miér Ene 26, 2011 2:37 pm

-Contigo, me quedaría incluso en el infierno por siglos si fuese necesario.

Respondí con aparente dificultad entre jadeos entrecortados dado a que era víctima de una gran excitación y una tortura dulce por parte de ella quien quería por lo visto cegarme, dejar a mi cuerpo hacer como si un cerebro no se hallase tras él.

-Bueno... mira el lado positivo, la conoceríamos taaaan extremadamente bien, que no nos dañaríamos al saber donde está cada cosa.

Murmuré casi de manera inocente para sonreír de medio lado mientras sus manos ascendían a ocultar su rostro sonrojado y yo incorporaba mi espalda, para quedar sentado bajo de ella y ardiendo, sus dedos habían estado dibujando formas ininteligibles antes de erguirme, por un instante sentí que mi piel de verdad quemaba, mis manos quizás impacientes esta vez presionaron sus costados, no en demasía por supuesto, y descendieron posándose en sus hermosas caderas, para acercar mis labios a los suyos.
Y darle un beso que ni el más tierno de los niños. Negué con suavidad y la besé de nueva cuenta co mayor intensidad, respirando por la nariz, y separándome apenas un ápice.

-¿Nuestro rumbo? El mío es cualquiera en el que estés tú...

Murmuré casi con mimo, para mirarla a los ojos fijamente en sinónimo de la certeza de mis palabras.

por **Neysa** Miér Ene 26, 2011 2:55 pm

Probando sus labios con ansiedad, separándome solo cuando los suyos decidieron dar ese paso, mi pecho se agitó arrancándome una sonrisa, la misma que me avisaba de que el fuego con el que jugaba acabaría consumiéndome.
Cerré los ojos unos instantes, tratando de recuperar el control que por escasos segundos me había arrebatado y, con un tono comedido, continué.

-¿Dónde está tu límite... Ben?.

¿Dónde está el mio?. Me recriminé en silencio, divertida, sin saber realmente cuál era la respuesta. Si existían límites entre ambos, los reconocería de su mano, después de todo, siempre había sido mi mitad, incluso de pequeños, cuando estos juegos eran impensables, cuando era sólo "mi novio", ese niño rubito al que le quitaba de jugar a la pelota por hacerle ver como hacía cientos y cientos de pastelitos de tierra húmeda. Pensamiento que con sólo cruzarse por mi memoria, me hizo sonreir, atrapando una de sus manos, acercándomela a los labios para besar su dorso despacio, con un gesto cargado de ternura, sin descuidar aquellos otros, los que aún continuaban con nuestro juego, cuando mi cuerpo se amoldó ligeramente al suyo, atrapándolo con sutileza.

-¿Cada cosa en su lugar... dices?.

por **Ben Adams** Miér Ene 26, 2011 3:43 pm

Nuestro beso impartido con ansiedad fue separado así mismo con brusquedad, mi respiración volvía a entrecortarse, mientras mis pupilas empezaron a dilatarse como consecuencia del deseo que provocaba en mí y en mi propio cuerpo.

-Ni siquiera sé si tenga un límite...

Susurré agitado mientras presionaba su espalda, en un abrazo contra mi cuerpo,
busqué sus labios aunque ella parecía querer provocarme esquivándolos, mi cuerpo ardía y quería hacerla mía, sentía como que podía estallar, mi respiración era aún más arritmica de lo normal mientras ella se decidía a jugar con mi sensibilidad corporal, hasta que amoldó finalmente su cuerpo al mío, y no pude reprimir la salida de un gemido casi quejicoso, pero de placer cuando la sentí así.

-Creo...

Susurré con la mente en blanco y tratando de contestar afirmativamente, mientras dejaba mi cuerpo a su merced por el momento.

-... Que tienes razón. -Logré finalizar la frase con éxito, y esfuerzo además de con la compañía de algunos jadeos más.

por **Neysa** Jue Ene 27, 2011 1:44 am

-Siempre... la tengo...

Sonreí con malicia, moviéndome lentamente, como si con ello no estuviera mas que desperezándome, todo apariencias, pues lo estaba disfrutando de lo lindo.

Que me fuí yo, si... que me resultaba increíblemente adictivo también, que fuera o no normal eso ya no lo sabía, no tenía con qué comparar, porque nunca tuve intención ni ganas de hacerlo con ninguno. ¿Destino?, puede ser. Siete años de celibato autoregulado podrían asegurarlo, o eso o estaba loca. Aunque de estarlo, no era la única.
El mundo se había puesto patas arriba, nadie controlaba a nadie, ante mis ojos todo, era gris y ante los de los demas blanco o negro, con una salvedad, Ben. El único que le aportaba color a mi existencia, haciéndome temer perder lo que me daba y...

¿Que si puedo pensar y jugar al mismo tiempo?, por supuesto...

-Si lo tienes o lo tengo... lo descubriremos...

Susurré dejando arrastrar cada palabra, continuando con mis lentos y marcados movimientos, mientras mis manos trataban de recoger mis cabellos en una coleta alta, sin que mis ojos se apartaran de los suyos ni un momento.

por **Ben Adams** Jue Ene 27, 2011 2:48 am

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por **Neysa** Jue Ene 27, 2011 12:55 pm

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por **Ben Adams** Jue Ene 27, 2011 1:24 pm

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