Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
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Amorphs
Luca Viatella
Alexandre Di Pietro
Mikhail Kostova
Kirsten S. Trachtenberg
Skyler
Lilith
Katherine Lemacks
Alexander Laggan
Neysa
Ben Adams
Nina Noir
Ivayne Lann
Harley Quin
Apocalíptica
19 participantes
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Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Para Skyler, Harley, Ivayne, Alexandre, Katherine & Co.:
Max estaba acostumbrado a que la gente tuviera aquel tipo de reacción con él, porque siempre había sido así y no podría evitarlo nunca. Creían que era frío, duro, obcecado en su lucha personal y no se daban cuenta de que era todo lo contrario. Bueno, tal vez no exactamente todo lo contrario pero no era un hombre frío: él había amado, a su hermano, a sus madres, a su sobrina, a su prometida; había tenido sus amigos entre los compañeros del ejército y había salido muchas veces; había reído y había guardado tesoros, pero los había perdido todos y ahora tan solo le quedaban sus recuerdos. Podría crear de nuevos, lo sabía, pero era difícil y complicado, más aún en periodos de guerra como aquel en el que se encontraban. Pero Max no había cerrado las puertas a ello, solo estas se habían endurecido un poco más porque él siempre había sido un poco duro de mollera.
El hombre sin embargo tenía ahora asuntos más importantes que tratar que sus relaciones personales pues, no solo su compañero de equipo y él acababan de encontrarse con un grupo formado por individuos desconocidos y posiblemente sospechosos, sino que además acaba de sumarse a ellos un tercer ser. La palabras más adecuada para definirlo solo podía ser aquella pues, aunque tenía evidentes características humanoides, destacaba por atributos que Max nunca había visto antes ni siquiera en los transformistas más experimentados.
-Descuida -susurró. Movió los dedos mientras ponía todos sus entrenados músculos en tensión pero trató de mantener su serenidad y seguir el protocolo establecido-: Vosotros, identificaos -Si eran mutantes de la ciudad secreta, sabrían que aquello correspondía a decir su nombre completo, poder y fecha cercana de llegada a la ciudad.
Max estaba acostumbrado a que la gente tuviera aquel tipo de reacción con él, porque siempre había sido así y no podría evitarlo nunca. Creían que era frío, duro, obcecado en su lucha personal y no se daban cuenta de que era todo lo contrario. Bueno, tal vez no exactamente todo lo contrario pero no era un hombre frío: él había amado, a su hermano, a sus madres, a su sobrina, a su prometida; había tenido sus amigos entre los compañeros del ejército y había salido muchas veces; había reído y había guardado tesoros, pero los había perdido todos y ahora tan solo le quedaban sus recuerdos. Podría crear de nuevos, lo sabía, pero era difícil y complicado, más aún en periodos de guerra como aquel en el que se encontraban. Pero Max no había cerrado las puertas a ello, solo estas se habían endurecido un poco más porque él siempre había sido un poco duro de mollera.
El hombre sin embargo tenía ahora asuntos más importantes que tratar que sus relaciones personales pues, no solo su compañero de equipo y él acababan de encontrarse con un grupo formado por individuos desconocidos y posiblemente sospechosos, sino que además acaba de sumarse a ellos un tercer ser. La palabras más adecuada para definirlo solo podía ser aquella pues, aunque tenía evidentes características humanoides, destacaba por atributos que Max nunca había visto antes ni siquiera en los transformistas más experimentados.
-Descuida -susurró. Movió los dedos mientras ponía todos sus entrenados músculos en tensión pero trató de mantener su serenidad y seguir el protocolo establecido-: Vosotros, identificaos -Si eran mutantes de la ciudad secreta, sabrían que aquello correspondía a decir su nombre completo, poder y fecha cercana de llegada a la ciudad.
LilithLíder de Ragnarök - Cantidad de envíos : 2769
Fecha de inscripción : 28/12/2009
Localización : Por ahí las llanuras heladas si es que sigo con vida.
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Edad: 23 años
Nivel/Poder: Molecular (9): invisivilidad, intangencia, teletransporte, transubstanción, elasticidad, dureza,... No sabes la de cosas que puedo hacer con mi cuerpo.
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Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Dylan, Svetlana y "la" bicho
Miré a mi compañero con una ceja arqueada por encima del lazo flequillo que caía a veces sobre mis ojos debido a la suave presión de mi sombrero. Dylan a veces se superaba en idiotez y ponía en duda que realmente él fuera el mayor del grupo y, por lo tanto, el más maduro. Pero debía aceptar que tenía mucha chispa y a veces me preguntaba hasta que punto podríamos ambos formar un dúo cómico. Quien sabe, tal vez en un momento donde hubiera menos mutantes rabiosos por matarnos, podría ser algo factible. Tendría que pensarlo...
Me eché a reír antes de contestarle.
-Pues así es aunque no se pronuncia 'ragatzo' -dije enfatizando mucho su terrible forma de decir aquella palabra italiana- sino ragazzo -En mi boca, en cambio, sonó con su habitual musicalidad. ¿No era el italiano a caso la lengua más hermosa existente?
Lamentablemente para nosotros, se nos acabó la cháchara muy rápidamente ya que en aquel momento en que yo sentía como la música de suspense se iba crispando, anunciando el inminente susto, apareció ante nosotros una figura. Se había separado de un grupo que se había formado a lo lejos y se había ido acercando hacia donde nos encontrábamos como si realmente fuera con la intención de que topásemos.
Era pequeña, joven pero tenía de humana todo lo que yo de chino; vamos, absolutamente nada más que el blanco de los ojos.
-¿Dónde están tus modales, Dylan? -respondí mirándole a la vez que negaba con la cabeza, luego me dirigí hacia la extraña en un esfuerzo por sonar cordial-: Hola, pequeña, ¿quién eres? -Mi mano, no obstante, se desvió hacia mi arma, guardada en la cara interna de mi chaqueta.
Miré a mi compañero con una ceja arqueada por encima del lazo flequillo que caía a veces sobre mis ojos debido a la suave presión de mi sombrero. Dylan a veces se superaba en idiotez y ponía en duda que realmente él fuera el mayor del grupo y, por lo tanto, el más maduro. Pero debía aceptar que tenía mucha chispa y a veces me preguntaba hasta que punto podríamos ambos formar un dúo cómico. Quien sabe, tal vez en un momento donde hubiera menos mutantes rabiosos por matarnos, podría ser algo factible. Tendría que pensarlo...
Me eché a reír antes de contestarle.
-Pues así es aunque no se pronuncia 'ragatzo' -dije enfatizando mucho su terrible forma de decir aquella palabra italiana- sino ragazzo -En mi boca, en cambio, sonó con su habitual musicalidad. ¿No era el italiano a caso la lengua más hermosa existente?
Lamentablemente para nosotros, se nos acabó la cháchara muy rápidamente ya que en aquel momento en que yo sentía como la música de suspense se iba crispando, anunciando el inminente susto, apareció ante nosotros una figura. Se había separado de un grupo que se había formado a lo lejos y se había ido acercando hacia donde nos encontrábamos como si realmente fuera con la intención de que topásemos.
Era pequeña, joven pero tenía de humana todo lo que yo de chino; vamos, absolutamente nada más que el blanco de los ojos.
-¿Dónde están tus modales, Dylan? -respondí mirándole a la vez que negaba con la cabeza, luego me dirigí hacia la extraña en un esfuerzo por sonar cordial-: Hola, pequeña, ¿quién eres? -Mi mano, no obstante, se desvió hacia mi arma, guardada en la cara interna de mi chaqueta.
Luca ViatellaMiembro de La Organización - Cantidad de envíos : 219
Fecha de inscripción : 09/02/2010
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Edad: 25 años
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Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Para Ben, Neysa, Enid y nuestra visita.
Llegamos a la altura de dónde se encontraban mi prima y su acompañante. A él no me sonaba para nada el haberlo visto antes pero era consciente de que no tenía por qué preocuparme por ello si iba al lado de Neysa. Por supuesto ella no era ninguna niñita tonta que se dejara engañar así que debía tratarse, por fuerza, de alguien de su confianza.
Lamentablemente, estábamos en el fin del mundo y, en el fin del mundo, nunca había mucho tiempo para reencuentros familiares felices y alegres. Menos estando dónde estábamos: en el foco de un nuevo desastre social, el primero después de la gran destrucción, el primero que no creíamos estar causado por el propio planeta.
Yo les vi aparecer. No sé por qué pero estaba mirando el fondo, hacia el horizonte blanco, cuando observé como aparecían toda una serie de sombras en él, recortándose delante la luz. A primera instancia, no habían hecho absolutamente ningún movimiento desde que les vi pero luego, como asegurándose de que habían sido vislumbrados, empezaron a andar. En un principio lo habían hecho en línea recta pero después se fueron separando y desviando lentamente para dirigirse hacia puntos muy distintos cada uno. Hasta que uno llegó a nosotros. Algo en mi interior sospechó que el resto de figuras también había ido hacia los otros grupos que había perdidos por las llanuras. Desconfié.
Le miré al llegar, era horripilante. Nunca había visto un ser así antes y eso que me había encontrado con muchos cuerpos de mutantes e incluso de humanos, los cuales no habían llegado a sobrevivir si no habían mutado, muriendo entre gritos agónicos a causa de uno de los mayores destrozados que se había dado durante el Apocalipsis: la radiación de los residuos nucleares. Había visto las huellas de esa radiación, como también la había sufrido. Pero nunca nada como aquello. Ni siquiera en un transformista.
Crucé una mirada de preocupación con mi prima, Enid tal vez fuera aún demasiado joven como para notar que nuestra visita no era normal pero estaba segura de que Neysa sí lo percibiría. Del chico, de nuevo, no sabía nada.
-¡Tú! -le dije con mi aplomo de líder-, identifícate -Más nos valía que fuera un transformista bufón.
Llegamos a la altura de dónde se encontraban mi prima y su acompañante. A él no me sonaba para nada el haberlo visto antes pero era consciente de que no tenía por qué preocuparme por ello si iba al lado de Neysa. Por supuesto ella no era ninguna niñita tonta que se dejara engañar así que debía tratarse, por fuerza, de alguien de su confianza.
Lamentablemente, estábamos en el fin del mundo y, en el fin del mundo, nunca había mucho tiempo para reencuentros familiares felices y alegres. Menos estando dónde estábamos: en el foco de un nuevo desastre social, el primero después de la gran destrucción, el primero que no creíamos estar causado por el propio planeta.
Yo les vi aparecer. No sé por qué pero estaba mirando el fondo, hacia el horizonte blanco, cuando observé como aparecían toda una serie de sombras en él, recortándose delante la luz. A primera instancia, no habían hecho absolutamente ningún movimiento desde que les vi pero luego, como asegurándose de que habían sido vislumbrados, empezaron a andar. En un principio lo habían hecho en línea recta pero después se fueron separando y desviando lentamente para dirigirse hacia puntos muy distintos cada uno. Hasta que uno llegó a nosotros. Algo en mi interior sospechó que el resto de figuras también había ido hacia los otros grupos que había perdidos por las llanuras. Desconfié.
Le miré al llegar, era horripilante. Nunca había visto un ser así antes y eso que me había encontrado con muchos cuerpos de mutantes e incluso de humanos, los cuales no habían llegado a sobrevivir si no habían mutado, muriendo entre gritos agónicos a causa de uno de los mayores destrozados que se había dado durante el Apocalipsis: la radiación de los residuos nucleares. Había visto las huellas de esa radiación, como también la había sufrido. Pero nunca nada como aquello. Ni siquiera en un transformista.
Crucé una mirada de preocupación con mi prima, Enid tal vez fuera aún demasiado joven como para notar que nuestra visita no era normal pero estaba segura de que Neysa sí lo percibiría. Del chico, de nuevo, no sabía nada.
-¡Tú! -le dije con mi aplomo de líder-, identifícate -Más nos valía que fuera un transformista bufón.
LilithLíder de Ragnarök - Cantidad de envíos : 2769
Fecha de inscripción : 28/12/2009
Localización : Por ahí las llanuras heladas si es que sigo con vida.
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Edad: 23 años
Nivel/Poder: Molecular (9): invisivilidad, intangencia, teletransporte, transubstanción, elasticidad, dureza,... No sabes la de cosas que puedo hacer con mi cuerpo.
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Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Para Mikhail
Por fín llegó la hora de que los miembros de La Organización partieramos para las llanuras a investigar el caso de las muertes misteriosas. Despertamos muy temprano, para tener tiempo de todo. El sol ya se había levantado y con sus rayos iluminaba la ciudad que poco a poco estaba despertando. Me levanté, acomodé todo en mi departamento, fui a darme un baño y a desayunar algo ligero, acompañado siempre por el eterno café y mi amado cigarillo. Era mi desayuno diario. Cogí las llaves y partí para el encuentro con Mikhail y los demás y despues ir directamente para las llanuras heladas. Cláro, me vestí adecuado y con ropa de invierno, ya que como le decía el nombre, las llanuras heladas, seguramente hacía demasiado frío.
En poco tiempo llegamos hasta allí. Todo estaba demasiado tranquilo y el ambiente un poco pesado. De pronto, los dos sentimos un poco de pesadéz en el ambiente. Vimos una nube que estaba circulando, pero era una nube extraña. Miré atento y pensé dentro de mí de que seguramente podría ser un mutante que tenía poderes de atmoquinesis. Yo tenía un coeficiente intelectual bastante desarollado, ya que tambien me gustaba y tenía mi propia empresa, Lestrange Industries. Pero bueno... llegando nuevamente al tema.
Ví como Mikhail estaba acomodando sus gafas que le habían caido sobre la naríz. Pasé una mano por mi cabello y lo miré para despues mirar el ambiente alrededor. -¿Para adónde partimos?- Pregunté con mi voz gruesa y varonil. De pronto, sentí unos pasos acercándose. No sabía que era, pero por instinto, toqué el bolsillo interior de mi chaqueta donde tenía un arma. -Se escuchan pasos. Y no son justamente de humanos.- Dije tranquilamente. -¿Qué será?- Me pregunté con voz baja, pero lo suficiente para que se pudiera escuchar.
De pronto, podemos divisar enfrente de nosotros una cosa, que solo apariencia humana no es, pero tiene cosas bastante humanas en su apariencia. ¡Eso es! Seguramente son extraterrestres los que atacan. ¿O quizás no?... Esa cosa es bastante espantosa, pero tiene apariencia de hombre. Es un hombre que caminaba encorvado, como si los años le pasaron encima, y cuando se acerca a nosotros, podemos divisar que se le está notando la columna vertebral. Estaba tan delgado que se le notaba la columna vertebral. Ya un poco de frío comenzó a recorrer mi columna. No tenía miedo, pero quiería averiguar más sobre aquel ser. Podemos notar tambien que tiene unos hombros extrañamente tensos para que a pesar de su curvatura pueda mirar hacia adelante. No, esto o es un viejo, cosa que es posible, pero en un pequeño procentaje, o es un extraterrestre. El hombre tenía unos brazos que le llegaban hasta las rodillas y tenía la misma musculatura desarollada como los hombros. Pude notar que más bien eran unas garras, ya que los dedos eran huesudos y negros. Pude ver sus ojos de color opaco y vacío. No, esto era más que espantoso.
Por insinto, pasé delante para proteger a Nina y a Mikhail por si al monstruo se le ocurriera atacar. Miré en dirección a los dos y hablé bajito. -Esto creo es un extraterrestre... no puede ser otra cosa.- Dije en bajito para que solo ellos pudieran escuchar.
Por fín llegó la hora de que los miembros de La Organización partieramos para las llanuras a investigar el caso de las muertes misteriosas. Despertamos muy temprano, para tener tiempo de todo. El sol ya se había levantado y con sus rayos iluminaba la ciudad que poco a poco estaba despertando. Me levanté, acomodé todo en mi departamento, fui a darme un baño y a desayunar algo ligero, acompañado siempre por el eterno café y mi amado cigarillo. Era mi desayuno diario. Cogí las llaves y partí para el encuentro con Mikhail y los demás y despues ir directamente para las llanuras heladas. Cláro, me vestí adecuado y con ropa de invierno, ya que como le decía el nombre, las llanuras heladas, seguramente hacía demasiado frío.
En poco tiempo llegamos hasta allí. Todo estaba demasiado tranquilo y el ambiente un poco pesado. De pronto, los dos sentimos un poco de pesadéz en el ambiente. Vimos una nube que estaba circulando, pero era una nube extraña. Miré atento y pensé dentro de mí de que seguramente podría ser un mutante que tenía poderes de atmoquinesis. Yo tenía un coeficiente intelectual bastante desarollado, ya que tambien me gustaba y tenía mi propia empresa, Lestrange Industries. Pero bueno... llegando nuevamente al tema.
Ví como Mikhail estaba acomodando sus gafas que le habían caido sobre la naríz. Pasé una mano por mi cabello y lo miré para despues mirar el ambiente alrededor. -¿Para adónde partimos?- Pregunté con mi voz gruesa y varonil. De pronto, sentí unos pasos acercándose. No sabía que era, pero por instinto, toqué el bolsillo interior de mi chaqueta donde tenía un arma. -Se escuchan pasos. Y no son justamente de humanos.- Dije tranquilamente. -¿Qué será?- Me pregunté con voz baja, pero lo suficiente para que se pudiera escuchar.
De pronto, podemos divisar enfrente de nosotros una cosa, que solo apariencia humana no es, pero tiene cosas bastante humanas en su apariencia. ¡Eso es! Seguramente son extraterrestres los que atacan. ¿O quizás no?... Esa cosa es bastante espantosa, pero tiene apariencia de hombre. Es un hombre que caminaba encorvado, como si los años le pasaron encima, y cuando se acerca a nosotros, podemos divisar que se le está notando la columna vertebral. Estaba tan delgado que se le notaba la columna vertebral. Ya un poco de frío comenzó a recorrer mi columna. No tenía miedo, pero quiería averiguar más sobre aquel ser. Podemos notar tambien que tiene unos hombros extrañamente tensos para que a pesar de su curvatura pueda mirar hacia adelante. No, esto o es un viejo, cosa que es posible, pero en un pequeño procentaje, o es un extraterrestre. El hombre tenía unos brazos que le llegaban hasta las rodillas y tenía la misma musculatura desarollada como los hombros. Pude notar que más bien eran unas garras, ya que los dedos eran huesudos y negros. Pude ver sus ojos de color opaco y vacío. No, esto era más que espantoso.
Por insinto, pasé delante para proteger a Nina y a Mikhail por si al monstruo se le ocurriera atacar. Miré en dirección a los dos y hablé bajito. -Esto creo es un extraterrestre... no puede ser otra cosa.- Dije en bajito para que solo ellos pudieran escuchar.
Tony LestrangeMiembro de La Organización - Cantidad de envíos : 103
Fecha de inscripción : 27/02/2011
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(3/10)
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Para Lilith, Neysa, Ben y el algo:
Llevábamos caminando durante bastante tiempo y todo el rato habíamos estado en silencio. Me habría gustado haber acabado con él, cortarlo y sacar algún tema de conversación que nos pudiese agradar a ambas. Sin embargo, no me veía capaz de ello. ¿Por qué? Principalmente porque no podía ni concentrarme y tampoco quería molestar su concentración.
¿Por qué no podía concentrarme? Las voces en mi cabeza me lo impedían todo el rato. Lo peor no era que supiese qué era lo que pensaban las personas que se encontraban a mi alrededor, es más, esto habría llegado a ser práctico; la cosa era que no escuchaba las cosas de manera ordenada sino que todos los pensamientos de la gente que se encontraba cercana (o eso creía) a mi persona venían a mí. A veces el proceso llegaba hasta a ser doloroso aunque… según había entendido eso significaba que comenzaba a utilizar mis poderes y el siguiente paso era aprender a controlarlos, proceso que no era tan sencillo.
Estaba escuchando los pensamientos de Lilith aunque se mezclaban con un par de personas más que no sabía identificar. Sabía que le molestaba mucho que la gente se metiese en su cabeza y que a veces le producía malestar aunque yo, por más que intentase evitarlo, no podía. Además, aquel día prefería escuchar la mente de todos o casi todos los que me rodeaban… de esa manera podría saber cuándo alguien se nos aproximaba demasiado y con aspiraciones asesinas. Eso sí, me habían dicho que había personas a las que seguramente no podría escuchar sus pensamientos pues su resistencia era demasiado fuerte aunque… nada es imposible, ¿No?
Gracias a mi poder supe cuándo nos acercábamos peligrosamente a otras dos personas y, por las voces que escuchaba en su mente, supe identificar que eran personas conocidas. Sin embargo, no supe bien quiénes eran hasta que estuve muy cerca de ellos. Eran Neysa y su novio, al que se le veía visiblemente molesto con el haberse encontrado conmigo.
Me acerqué a mi buena amiga con una sonrisita justo en el momento en el que Lilith le habló. ¿Se conocían? ¿De qué? Pasé mi mirada de Lil a Ney un par de veces sin verme todavía capaz de romper el silencio que se había originado entre nosotras. Después de carraspear, finalmente, me decidí a hacer una sola pregunta.
-¿Os conocéis? ¿De qué? –Pregunté con visible curiosidad. Podría haber intentado leerlo en su mente y así aumentar el control que tenía sobre mi poder aunque… mejor sería que no hiciese tales cosas.
Fue al cabo de unos instantes cuando, al mirar hacia Lilith me fijé en que miraba a un punto en concreto, como distraída. Giré la mirada y la orienté hacia aquel lugar en el horizonte. Pude distinguir a una silueta borrosa que se acercaba a nosotros, lo que parecía un hombre enorme. Sin embargo, cuando estuvo lo suficientemente cerca me di cuenta de que aquello no era exactamente un hombre… era algo “diferente”. Tenía aspecto de persona enorme aunque su piel estaba llena de manchas amorfas y de algo como escamas.
Entonces, justo antes de que Lilith exigiese que se identificase, una voz dijo en mi interior que lo mejor sería salir corriendo de allí si quería seguir con vida.
Llevábamos caminando durante bastante tiempo y todo el rato habíamos estado en silencio. Me habría gustado haber acabado con él, cortarlo y sacar algún tema de conversación que nos pudiese agradar a ambas. Sin embargo, no me veía capaz de ello. ¿Por qué? Principalmente porque no podía ni concentrarme y tampoco quería molestar su concentración.
¿Por qué no podía concentrarme? Las voces en mi cabeza me lo impedían todo el rato. Lo peor no era que supiese qué era lo que pensaban las personas que se encontraban a mi alrededor, es más, esto habría llegado a ser práctico; la cosa era que no escuchaba las cosas de manera ordenada sino que todos los pensamientos de la gente que se encontraba cercana (o eso creía) a mi persona venían a mí. A veces el proceso llegaba hasta a ser doloroso aunque… según había entendido eso significaba que comenzaba a utilizar mis poderes y el siguiente paso era aprender a controlarlos, proceso que no era tan sencillo.
Estaba escuchando los pensamientos de Lilith aunque se mezclaban con un par de personas más que no sabía identificar. Sabía que le molestaba mucho que la gente se metiese en su cabeza y que a veces le producía malestar aunque yo, por más que intentase evitarlo, no podía. Además, aquel día prefería escuchar la mente de todos o casi todos los que me rodeaban… de esa manera podría saber cuándo alguien se nos aproximaba demasiado y con aspiraciones asesinas. Eso sí, me habían dicho que había personas a las que seguramente no podría escuchar sus pensamientos pues su resistencia era demasiado fuerte aunque… nada es imposible, ¿No?
Gracias a mi poder supe cuándo nos acercábamos peligrosamente a otras dos personas y, por las voces que escuchaba en su mente, supe identificar que eran personas conocidas. Sin embargo, no supe bien quiénes eran hasta que estuve muy cerca de ellos. Eran Neysa y su novio, al que se le veía visiblemente molesto con el haberse encontrado conmigo.
Me acerqué a mi buena amiga con una sonrisita justo en el momento en el que Lilith le habló. ¿Se conocían? ¿De qué? Pasé mi mirada de Lil a Ney un par de veces sin verme todavía capaz de romper el silencio que se había originado entre nosotras. Después de carraspear, finalmente, me decidí a hacer una sola pregunta.
-¿Os conocéis? ¿De qué? –Pregunté con visible curiosidad. Podría haber intentado leerlo en su mente y así aumentar el control que tenía sobre mi poder aunque… mejor sería que no hiciese tales cosas.
Fue al cabo de unos instantes cuando, al mirar hacia Lilith me fijé en que miraba a un punto en concreto, como distraída. Giré la mirada y la orienté hacia aquel lugar en el horizonte. Pude distinguir a una silueta borrosa que se acercaba a nosotros, lo que parecía un hombre enorme. Sin embargo, cuando estuvo lo suficientemente cerca me di cuenta de que aquello no era exactamente un hombre… era algo “diferente”. Tenía aspecto de persona enorme aunque su piel estaba llena de manchas amorfas y de algo como escamas.
Entonces, justo antes de que Lilith exigiese que se identificase, una voz dijo en mi interior que lo mejor sería salir corriendo de allí si quería seguir con vida.
Enid West- Cantidad de envíos : 2217
Fecha de inscripción : 04/01/2010
Localización : Ñaa
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Edad: 20
Nivel/Poder: Mental, nivel 6.
Resistencia mental:
(10/10)
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Para Alexander, Ivaynne, el loco, Skyler, Max y el bicho:
-Un placer Ivayne, yo me llamo Eirin -Le dije con una sonrisa de lado mientras apoyaba una de mis manos sobre mi cadera. Me había inventado un nombre pues mis experiencias me habían hecho averiguar que el dar tu nombre verdadero no era demasiado bueno si se trataban de personas integrantes del grupo contrario. Es más, me habían dicho que había adivinos (o como se llamasen) que nada más con saber el nombre de la persona podían decirte todo lo que le había pasado en su vida.
No sabía muy bien qué pintaba toda aquella gente en el mismo sitio ni qué era lo que La Organización pretendía encontrar en aquel lugar aunque, a decir verdad, me estaba empezando a preocupar todo aquello. ¿Por qué todos se habían reunido en aquel sitio? Es más, estaba segura de que allí no solo había humanos sino que también mutantes. El chaval de la máscara no podía ser ni más ni menos que otro mutante pues personajes como él son fáciles de recordar y seguramente en las naves debería de haber escuchado algo sobre él.
Fue entonces cuando el hombre que nos acompañaba se giró y se acercó al grupo de manera un poco más sociable. Alcé una ceja y me quedé mirándolo con ligera curiosidad antes de lanzar una pequeña carcajada por su comentario.
-Sí, mejor que te dediques a algo más indiscreto… diseñador de moda estrafalaria por ejemplo –Me reí un poco. Supongo que si me reía tanto era principalmente porque el miedo sacudía mis nervios, porque aquello que estaba a punto de ocurrir me asustaba.
Y llegó, llegaron los escalofríos producidos por un “algo” que acarició mi fina piel. Miré hacia todos lados preocupada en busca de quién podría haber sido. Me intenté tranquilizar a mí misma pensando que seguramente sería el loco de la máscara haciendo el estúpido otra vez. Sin embargo, cuando me giré hacia él me percaté de que no, de que se había quedado como paralizado y no decía ni hacía nada.
Me giré entonces hacia el lado del que decía Alexander que parecía venir gente. Efectivamente. Me quedé unos segundos en silencio hasta que pude identificar en las dos personas que se acercaban al mutante de las ruinas. Me mordí el labio inferior pues seguramente me delataría o él sabría qué. La verdad es que si por mí hubiese sido, en aquel preciso instante, me habría abalanzado contra su cuello y se lo habría partido.
Entonces el hombretón que tenía a su lado se dispuso a hablar. Me recordaba en cierto aspecto a Dylan aunque éste bicharraco era mucho más grande. Imagínate a un hombre que a mí, que era alta, me sacase más de una cabeza y dos cuerpos de ancho.
-¿Qué nos identifiquemos? Identifícate tú, subnormal –No era una manera muy fina y delicada de hablar pero, que Skyler estuviese allí me había tocado seriamente la moral. Me giré hacia otro lado ofendida intentando no tener ni que mirarlo cuando me fijé en que alguien más se estaba acercando a nosotros. Bien, maravilloso. Éramos pocos y parió la abuela.
Pero un instante después me fijé en que ese alguien no era en realidad una persona. Es decir, era una muchacha esbelta pero tenía la piel de un color azulado grisáceo y llena de pinchos. Alcé una ceja extrañada antes de sacar una de mis pistolas y apuntar hacia ella.
-¿Quién o qué eres? –Mi voz sonaba fuerte y firme, con toda la seguridad del mundo.
-Un placer Ivayne, yo me llamo Eirin -Le dije con una sonrisa de lado mientras apoyaba una de mis manos sobre mi cadera. Me había inventado un nombre pues mis experiencias me habían hecho averiguar que el dar tu nombre verdadero no era demasiado bueno si se trataban de personas integrantes del grupo contrario. Es más, me habían dicho que había adivinos (o como se llamasen) que nada más con saber el nombre de la persona podían decirte todo lo que le había pasado en su vida.
No sabía muy bien qué pintaba toda aquella gente en el mismo sitio ni qué era lo que La Organización pretendía encontrar en aquel lugar aunque, a decir verdad, me estaba empezando a preocupar todo aquello. ¿Por qué todos se habían reunido en aquel sitio? Es más, estaba segura de que allí no solo había humanos sino que también mutantes. El chaval de la máscara no podía ser ni más ni menos que otro mutante pues personajes como él son fáciles de recordar y seguramente en las naves debería de haber escuchado algo sobre él.
Fue entonces cuando el hombre que nos acompañaba se giró y se acercó al grupo de manera un poco más sociable. Alcé una ceja y me quedé mirándolo con ligera curiosidad antes de lanzar una pequeña carcajada por su comentario.
-Sí, mejor que te dediques a algo más indiscreto… diseñador de moda estrafalaria por ejemplo –Me reí un poco. Supongo que si me reía tanto era principalmente porque el miedo sacudía mis nervios, porque aquello que estaba a punto de ocurrir me asustaba.
Y llegó, llegaron los escalofríos producidos por un “algo” que acarició mi fina piel. Miré hacia todos lados preocupada en busca de quién podría haber sido. Me intenté tranquilizar a mí misma pensando que seguramente sería el loco de la máscara haciendo el estúpido otra vez. Sin embargo, cuando me giré hacia él me percaté de que no, de que se había quedado como paralizado y no decía ni hacía nada.
Me giré entonces hacia el lado del que decía Alexander que parecía venir gente. Efectivamente. Me quedé unos segundos en silencio hasta que pude identificar en las dos personas que se acercaban al mutante de las ruinas. Me mordí el labio inferior pues seguramente me delataría o él sabría qué. La verdad es que si por mí hubiese sido, en aquel preciso instante, me habría abalanzado contra su cuello y se lo habría partido.
Entonces el hombretón que tenía a su lado se dispuso a hablar. Me recordaba en cierto aspecto a Dylan aunque éste bicharraco era mucho más grande. Imagínate a un hombre que a mí, que era alta, me sacase más de una cabeza y dos cuerpos de ancho.
-¿Qué nos identifiquemos? Identifícate tú, subnormal –No era una manera muy fina y delicada de hablar pero, que Skyler estuviese allí me había tocado seriamente la moral. Me giré hacia otro lado ofendida intentando no tener ni que mirarlo cuando me fijé en que alguien más se estaba acercando a nosotros. Bien, maravilloso. Éramos pocos y parió la abuela.
Pero un instante después me fijé en que ese alguien no era en realidad una persona. Es decir, era una muchacha esbelta pero tenía la piel de un color azulado grisáceo y llena de pinchos. Alcé una ceja extrañada antes de sacar una de mis pistolas y apuntar hacia ella.
-¿Quién o qué eres? –Mi voz sonaba fuerte y firme, con toda la seguridad del mundo.
Katherine LemacksCaído - Cantidad de envíos : 78
Fecha de inscripción : 22/12/2010
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Edad: 22
Nivel/Poder: ¡Cinco!
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(1/10)
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
[Para Katherine, Skyler, Ivayne "bicho con sentimientos"....]
Sinceramente, no recuerdo como aparecí aquí, tampoco se donde estoy ni donde estaba, no debía de importar, si mi memoria no quería que lo recordara no la forzaría, apenas recuerdo algo de una gran vibración, y después un frió horrible que penetraba todo mi cuerpo y lo entumecía en gran medida.
Me costo levantarme, por lo visto me tuve que dar un gran golpe, porque quedarme en el hielo, o en la nieve o en lo que fuera que era algo no muy agradable, pues, pese a llevar la túnica negra, el frió no tardaba en atravesar la ropa y filtrarse por mi cuerpo.
Ni en la lejanía podía distinguir lo que era cielo de lo que era nieve, ¿donde cojones estaba? ¿Que mierda había pasado? Reconozco que si me enfado soy una maldita bestia, y que no es fácil que me cabreen, de hecho suelo ser una persona pasiva, en lo que no me concierne, pero esto, esto me había enfadado, el porque es muy sencillo, no sabia ni donde estaba, ni que hacia aquí ni que tenia que hacer para salir, eso si, no me quedaría parado adornando la nieve, o me muevo o me congelo.
Comencé a correr, siguiendo mi instinto, daba igual que dirección tomara, ir en linea recta era lo mas fácil, esquivando y saltando algunos trozos de hielo que habían por el camino.
Diez, quince, hasta veinte minutos estuve corriendo sin conseguir nada, hasta que, tras unos instantes, pude ver a un pequeño grupo de gente, o por lo menos sombras, si eran sombras, detrás habrían personas. Corrí, hasta ver con claridad, quizás a unos siete u ochos metros de distancia, la escena. Como poco, ya habían nuevos "amigos" que poder examinar y tratar según sus habilidades.
Aparentemente habían, seis personas "normales" y sin contar a aquel ser lleno de púas que recorrían su cuerpo, como poco interesante, en este lugar ocultarse y observar no servia de nada, mi color me delataba a kilómetros y no había ninguna estructura que me diera ventaja, eso si, siempre estaban mis sombras, pero, llamarían aun mas la atención, por ahora, me mantendría sin mostrar mis poderes, a saber si son los cobardes de los humanos o mis "semejantes".
Una chica parecía haberse vuelto realmente loca, ¿donde queda su educación? Vale que el "ser" o lo que fuera no era nada normal pero de ahí a perderle el respeto como estaba haciendo, me parecía algo increíble, yo que era un asesino, tenia algo mas de educación con mis victimas.
-Un poco mas de educación no estaría mal. -dije suspirando y pasando mi mano por la frente, oculta como mi rostro bao la capucha negra.
No dije nada mas, lo que debiera de surgir, surgiría, no era yo el que debía de hacer las preguntas, yo era el extraño, no ellos.
Sinceramente, no recuerdo como aparecí aquí, tampoco se donde estoy ni donde estaba, no debía de importar, si mi memoria no quería que lo recordara no la forzaría, apenas recuerdo algo de una gran vibración, y después un frió horrible que penetraba todo mi cuerpo y lo entumecía en gran medida.
Me costo levantarme, por lo visto me tuve que dar un gran golpe, porque quedarme en el hielo, o en la nieve o en lo que fuera que era algo no muy agradable, pues, pese a llevar la túnica negra, el frió no tardaba en atravesar la ropa y filtrarse por mi cuerpo.
Ni en la lejanía podía distinguir lo que era cielo de lo que era nieve, ¿donde cojones estaba? ¿Que mierda había pasado? Reconozco que si me enfado soy una maldita bestia, y que no es fácil que me cabreen, de hecho suelo ser una persona pasiva, en lo que no me concierne, pero esto, esto me había enfadado, el porque es muy sencillo, no sabia ni donde estaba, ni que hacia aquí ni que tenia que hacer para salir, eso si, no me quedaría parado adornando la nieve, o me muevo o me congelo.
Comencé a correr, siguiendo mi instinto, daba igual que dirección tomara, ir en linea recta era lo mas fácil, esquivando y saltando algunos trozos de hielo que habían por el camino.
Diez, quince, hasta veinte minutos estuve corriendo sin conseguir nada, hasta que, tras unos instantes, pude ver a un pequeño grupo de gente, o por lo menos sombras, si eran sombras, detrás habrían personas. Corrí, hasta ver con claridad, quizás a unos siete u ochos metros de distancia, la escena. Como poco, ya habían nuevos "amigos" que poder examinar y tratar según sus habilidades.
Aparentemente habían, seis personas "normales" y sin contar a aquel ser lleno de púas que recorrían su cuerpo, como poco interesante, en este lugar ocultarse y observar no servia de nada, mi color me delataba a kilómetros y no había ninguna estructura que me diera ventaja, eso si, siempre estaban mis sombras, pero, llamarían aun mas la atención, por ahora, me mantendría sin mostrar mis poderes, a saber si son los cobardes de los humanos o mis "semejantes".
Una chica parecía haberse vuelto realmente loca, ¿donde queda su educación? Vale que el "ser" o lo que fuera no era nada normal pero de ahí a perderle el respeto como estaba haciendo, me parecía algo increíble, yo que era un asesino, tenia algo mas de educación con mis victimas.
-Un poco mas de educación no estaría mal. -dije suspirando y pasando mi mano por la frente, oculta como mi rostro bao la capucha negra.
No dije nada mas, lo que debiera de surgir, surgiría, no era yo el que debía de hacer las preguntas, yo era el extraño, no ellos.
Edward BlackwoodMiembro de Ragnarök - Cantidad de envíos : 40
Fecha de inscripción : 21/05/2011
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Nivel/Poder: Umbrakinesis (4) Control sobre la oscuridad y uso de la misma tanto como armas como armadura, reflejos aumentados levemente cuanta menos cantidad de luz hay en el ambiente.
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(3/10)
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Las cosas se estaban saliendo de madre. Los dos recién llegados eran, a todas luces, mutantes. Más que nada sacó la conclusión de la escueta frase que les había dirigido el armario andante. Y se habría identificado de no ser porque no le daba la gana revelar su poder a una panda de desconocidos. Sacudió la cabeza negativamente en dirección al que había hablado, esperando que captase la indirecta. Como mucho iba a decirles su nombre, puesto que allí lo sabían ya la mayoría.
-Yo soy Ivayne -dijo-. Espero que alguien sepa qué diablos está ocurriendo aquí -suspiró. Miró de mala manera a Eirin ante su exabrupto. Al final iba a resultar que era humana, y todo. Estaba a punto de soltarle una perlita cuando apareció otra persona. Por si la fiesta no estaba lo suficientemente animada. Miró sorprendida al nuevo integrante del grupo y sacudió la cabeza, completamente desconcertada. Aquello escapaba de su comprensión. ¿Qué hacía tanta gente en medio de las llanuras heladas? Y lo que era más importante, ¿serían los únicos? Porque de ser solo ellos resultaría extraño que todos coincidieran en el mismo punto.
Se estaba volviendo loca. Y cuando ya creía que nada más podría sorprenderla nunca, la guinda del pastel acudió para demostrarle lo ingenua que era. A lo lejos, en el horizonte, empezaron a tomar forma unas sombras oscuras. Había más de una, y comenzaron a separarse. Cada una de las sombras tomó un camino distinto, y una de ellas se dirigió directamente hacia ellos. Ivayne observó como aquél ser tomaba consistencia lentamente, y cuando se plantó delante de ellos y los miró, no pudo apartar la vista de ella. Su apariencia era la de una mujer entre los 20 y los 30 años, y todas sus cualidades físicas, el pelo violeta, los ojos azul eléctrico que no son más que un iris inmenso, incluso el extraño tono azul de su piel, quedaban eclipsados ante lo pinchos que cubrían la totalidad de su cuerpo.
Ivayne dio un paso atrás, sorprendida, y al instante se arrepintió. Tal vez lo tomase a mal y la ensartase en una de sus púas. Nunca había visto nada igual, era increíble. Tenía ganas de decir algo, pero no se le ocurrió nada que no la hiciese quedar como una imbécil. En vez de ponerse en evidencia, miró al resto de miembros del grupo, y justo cuando su mirada pasaba por la otra chica del cotarro, ésta desenfundó un arma y apuntó al extraño ser hablándole de mala manera. Con aquella acción tan estúpida confirmó las sospechas de Ivayne de que la chica era humana. Además de ser los únicos que, en principio, llevan armas, solo ellos pueden ser tan idiotas. A saber que clase de poderes puede tener un bicho así. Ivayne no quería ni imaginárselo.
-Yo soy Ivayne -dijo-. Espero que alguien sepa qué diablos está ocurriendo aquí -suspiró. Miró de mala manera a Eirin ante su exabrupto. Al final iba a resultar que era humana, y todo. Estaba a punto de soltarle una perlita cuando apareció otra persona. Por si la fiesta no estaba lo suficientemente animada. Miró sorprendida al nuevo integrante del grupo y sacudió la cabeza, completamente desconcertada. Aquello escapaba de su comprensión. ¿Qué hacía tanta gente en medio de las llanuras heladas? Y lo que era más importante, ¿serían los únicos? Porque de ser solo ellos resultaría extraño que todos coincidieran en el mismo punto.
Se estaba volviendo loca. Y cuando ya creía que nada más podría sorprenderla nunca, la guinda del pastel acudió para demostrarle lo ingenua que era. A lo lejos, en el horizonte, empezaron a tomar forma unas sombras oscuras. Había más de una, y comenzaron a separarse. Cada una de las sombras tomó un camino distinto, y una de ellas se dirigió directamente hacia ellos. Ivayne observó como aquél ser tomaba consistencia lentamente, y cuando se plantó delante de ellos y los miró, no pudo apartar la vista de ella. Su apariencia era la de una mujer entre los 20 y los 30 años, y todas sus cualidades físicas, el pelo violeta, los ojos azul eléctrico que no son más que un iris inmenso, incluso el extraño tono azul de su piel, quedaban eclipsados ante lo pinchos que cubrían la totalidad de su cuerpo.
Ivayne dio un paso atrás, sorprendida, y al instante se arrepintió. Tal vez lo tomase a mal y la ensartase en una de sus púas. Nunca había visto nada igual, era increíble. Tenía ganas de decir algo, pero no se le ocurrió nada que no la hiciese quedar como una imbécil. En vez de ponerse en evidencia, miró al resto de miembros del grupo, y justo cuando su mirada pasaba por la otra chica del cotarro, ésta desenfundó un arma y apuntó al extraño ser hablándole de mala manera. Con aquella acción tan estúpida confirmó las sospechas de Ivayne de que la chica era humana. Además de ser los únicos que, en principio, llevan armas, solo ellos pueden ser tan idiotas. A saber que clase de poderes puede tener un bicho así. Ivayne no quería ni imaginárselo.
Ivayne LannMiembro de Ragnarök - Cantidad de envíos : 175
Fecha de inscripción : 09/04/2011
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Nivel/Poder: Elementalista de fuego (5) Controla con bastante eficacia el fuego ya encendido y es capaz de crearlo de la nada en pequeñas proporciones, pero le requiere un poco más de energía.
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Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Misterio Gélido: Resolución
Si alguien iba a decir o hacer algo, ya no importa porque cualquier intento de contestar a algún compañero queda interrumpido por el nuevo movimiento que hacen los recién llegados. La tranquilidad solo es un presagio de una tormenta inminente y eso siempre ha sido así.
De este modo es como, de repente, todas las extrañas criaturas deciden de nuevo volver a moverse exactamente a la vez. Hasta ahora se habían limitado a llegar al punto aparentemente indicado y quedarse mirando fijamente hacia cada uno de los mutantes o humano que había ahí, ahora no obstante reaccionan por segunda vez desde que han aparecido.
La joven de las púas, que mira al grupo más grande de todos, gira su rostro durante unos segundos y observa en silencio con sus ojos de reptil cada una de las personas que tiene en frente. Parece que va a sonreír entonces pero no lo hace, en lugar de ello hincha sus mejillas tras coger aire, cierra los ojos con fuerza y hace que todas las espinas y púas que sobresalían de su rostro salgan disparadas hacia los demás. Cuidado porque son más afiladas que una aguja, resistentes como el acero y quien sabe si no contienen veneno.
A continuación da unos pasos hacia atrás con la aparente intención de escapar.
Al mismo tiempo, en el grupo de los cuatro mutantes recién reunido, con Lilith, Enid, Neysa y Ben; el deforme hombre también se detiene durante unos segundos a mirarlos con un brillo de peligrosa inteligencia en sus ojos. Él si sonríe, mostrando esos dientes de tiburón que posee, y además despeja sus casi inexistentes labios para responder a la pregunta formulada:
-¿Identificarme yo? Identificaos vosotros, futuros fiambres -Sus palabras son burdas y hoscas como de alguien que o es extranjero y no domina el idioma o bien simplemente no sabe apenas hablar.
A continuación se echa a reír con una carcajada oscura y solo propia de un demente, estira sus poderos brazos y corre hacia los cuatro mutantes con la intención de barrerlos con toda su fuerza e impulso tomados como quien limpia el polvo.
Y mientras todo esto se sucede el hombre curvado y de brazos exageradamente largos no se detiene a observar ni a hablar con los tres humanos que ha interceptado y, una vez dada la silenciosa señal que todos desconocen, se abalanza también hacia sus objetivos con los brazos echados hacia delante. En sus dedos brillan esas uñas negras y afiladas que ahora sí toman aún más apariencia de garras que antes, amenazantes, directa hacia los rostros y sensibles vientres de esos humanos. Dados los cuatro primeros pasos en linea recta, empieza a correr y a moverse de lado, como si sorteara obstáculos invisibles o pretendiera hacerse más escurridizo. Su rostro es una desencajada deformación de sádica enfermedad mental.
Y por último las jóvenes gemelas, pobres, tan aparentemente inocentes e inofensivas. Una ha recibido una pregunta por parte de Luca y ella, educadamente, gira su rostro infantil hacia el humano y le dedica una sonrisa infantil antes de contestar.
-Me he perdido -su voz es cantarina y, si bien también es hosca y algo burda, suena menos oxidada que la de su compañero parejo en las manchas de su piel aunque con mayor cantidad de ellas y de envergadura.
No hace absolutamente nada más pero, a millas de distancia y ante unos sorprendidos Alexandre y Kirsten, su hermana gemela pronuncia exactamente esas mismas palabras aún y cuando a ella no se le ha preguntado absolutamente nada.
De este modo es como, de repente, todas las extrañas criaturas deciden de nuevo volver a moverse exactamente a la vez. Hasta ahora se habían limitado a llegar al punto aparentemente indicado y quedarse mirando fijamente hacia cada uno de los mutantes o humano que había ahí, ahora no obstante reaccionan por segunda vez desde que han aparecido.
La joven de las púas, que mira al grupo más grande de todos, gira su rostro durante unos segundos y observa en silencio con sus ojos de reptil cada una de las personas que tiene en frente. Parece que va a sonreír entonces pero no lo hace, en lugar de ello hincha sus mejillas tras coger aire, cierra los ojos con fuerza y hace que todas las espinas y púas que sobresalían de su rostro salgan disparadas hacia los demás. Cuidado porque son más afiladas que una aguja, resistentes como el acero y quien sabe si no contienen veneno.
A continuación da unos pasos hacia atrás con la aparente intención de escapar.
Al mismo tiempo, en el grupo de los cuatro mutantes recién reunido, con Lilith, Enid, Neysa y Ben; el deforme hombre también se detiene durante unos segundos a mirarlos con un brillo de peligrosa inteligencia en sus ojos. Él si sonríe, mostrando esos dientes de tiburón que posee, y además despeja sus casi inexistentes labios para responder a la pregunta formulada:
-¿Identificarme yo? Identificaos vosotros, futuros fiambres -Sus palabras son burdas y hoscas como de alguien que o es extranjero y no domina el idioma o bien simplemente no sabe apenas hablar.
A continuación se echa a reír con una carcajada oscura y solo propia de un demente, estira sus poderos brazos y corre hacia los cuatro mutantes con la intención de barrerlos con toda su fuerza e impulso tomados como quien limpia el polvo.
Y mientras todo esto se sucede el hombre curvado y de brazos exageradamente largos no se detiene a observar ni a hablar con los tres humanos que ha interceptado y, una vez dada la silenciosa señal que todos desconocen, se abalanza también hacia sus objetivos con los brazos echados hacia delante. En sus dedos brillan esas uñas negras y afiladas que ahora sí toman aún más apariencia de garras que antes, amenazantes, directa hacia los rostros y sensibles vientres de esos humanos. Dados los cuatro primeros pasos en linea recta, empieza a correr y a moverse de lado, como si sorteara obstáculos invisibles o pretendiera hacerse más escurridizo. Su rostro es una desencajada deformación de sádica enfermedad mental.
Y por último las jóvenes gemelas, pobres, tan aparentemente inocentes e inofensivas. Una ha recibido una pregunta por parte de Luca y ella, educadamente, gira su rostro infantil hacia el humano y le dedica una sonrisa infantil antes de contestar.
-Me he perdido -su voz es cantarina y, si bien también es hosca y algo burda, suena menos oxidada que la de su compañero parejo en las manchas de su piel aunque con mayor cantidad de ellas y de envergadura.
No hace absolutamente nada más pero, a millas de distancia y ante unos sorprendidos Alexandre y Kirsten, su hermana gemela pronuncia exactamente esas mismas palabras aún y cuando a ella no se le ha preguntado absolutamente nada.
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- Explicaciones: Alexander Laggan, Ivayne Lynn, Harley Quinn, Skyler, Katherine Lemarck, Max Willer y Edward Blackwood van a recibir un ataque directo de su criatura al cual solo tendrán la oportunidad de tratar de defenderse o esquivar pero no devolver ya que ella se ha escondido (es decir, solo pueden lanar dado de defensa pero no de ataque). Neysa, Lilith, Ben Adams y Enid West recibirán también un ataque pero si podrán devolverlo en caso de haberlo esquivado, al ser el resultado de la defensa acertado y no un fallo. Las condiciones del ataque a Mikhail Kostova, Tony Lestrange y Nina Noir son las mismas que las del grupo anterior. El resto de participantes no han recibido ningún ataque.
- Funcionamiento: A partir de ahora deberán usarse los dados, empieza la pelea. Esta cuenta no usa dados porque es necesario que siga un camino en cierto modo ya establecido que los dados podrían entorpecer. Solo después de la interpretación del ataque por parte de la Administración podréis los participantes responder y realizar vuestros ataques o defensas. Para ello se sigue el Sistema de Peleas básico que existe en el foro: se narra el ataque, se lanzan los dados que han sido pedidos, se espera a que hayan pasado todos los turnos correspondientes, se aguarda a la interpretación de los Administradores junto con el nuevo post del enemigo y, solo después, se vuelve a lanzar.
Para cualquier duda sobre el sistema, postead aquí.
AmorphsNarración - Cantidad de envíos : 17
Fecha de inscripción : 04/05/2011
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
No había tiempo para presentaciones, menos con un gorila como ese que al parecer no conocía la palabra dentista.
Dando un par de pasos decididos colocándome ante Ben y dejando tras de mi a Enid y Lilith, mis palmas se abrieron señalando a la bestia, dispuesta a hacer lo que sabía, eso que se mde daba demasiado bien y que hacía tiempo mantenía dormido. Despertar a mi rabia por un bien común.
No existía mejor defensa que un buen ataque, en cuanto a lo otro... seguro que mi primita sabría como salvar la situación de dejar a ese bicho con suficiente sentido y fuerza como para que fuera capaz de lanzar una contraofensiva.
Mis iris adquirieron un color blanquecino mientras mis labios se recogían en una sonrisa cargada de autosuficiencia, mi cuerpo se tornó completamente frío, eliminando todo rastro de calor sin que ello me afectara. Y, de un momento a otro, el hielo junto a una enorme ventisca atacó al susodicho con la única intención de herirlo y congelarlo. Punzantes cuchillas heladas dispuestas a incrustarse en su cuerpo atravesándolo mientras el aire helado hacía por congelarlo paralizándolo.
Dando un par de pasos decididos colocándome ante Ben y dejando tras de mi a Enid y Lilith, mis palmas se abrieron señalando a la bestia, dispuesta a hacer lo que sabía, eso que se mde daba demasiado bien y que hacía tiempo mantenía dormido. Despertar a mi rabia por un bien común.
No existía mejor defensa que un buen ataque, en cuanto a lo otro... seguro que mi primita sabría como salvar la situación de dejar a ese bicho con suficiente sentido y fuerza como para que fuera capaz de lanzar una contraofensiva.
Mis iris adquirieron un color blanquecino mientras mis labios se recogían en una sonrisa cargada de autosuficiencia, mi cuerpo se tornó completamente frío, eliminando todo rastro de calor sin que ello me afectara. Y, de un momento a otro, el hielo junto a una enorme ventisca atacó al susodicho con la única intención de herirlo y congelarlo. Punzantes cuchillas heladas dispuestas a incrustarse en su cuerpo atravesándolo mientras el aire helado hacía por congelarlo paralizándolo.
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
El miembro 'Neysa' ha efectuado la acción siguiente: Lanzamiento de dados
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ApocalípticaNarración - Cantidad de envíos : 260
Fecha de inscripción : 23/02/2010
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
El hombre curvado y de brazos exageradamente largos no se detiene a observar ni a hablar con ninguno de nosotros y, al contrario, se abalanza hacia nosotros con los brazos echados hacia delante. En sus dedos brillan esas uñas negras y afiladas que ahora sí toman aún más apariencia de garras que antes, amenazantes, dirigiéndose hacia nuestros rostros y sensibles vientres. Dados los cuatro primeros pasos en linea recta, empieza a correr y a moverse de lado, como si sorteara obstáculos invisibles o pretendiera hacerse más escurridizo. Era bastante inteligente al hacer eso. Su rostro es una desencajada deformación de sádica enfermedad mental. Ahora me convencía más de que esta criatura era un extraterrestre que piensa que esto es su territorio y anda haciendo de las suyas. Teníamos que detenerlo, pero el ataque no era la mejor manera. Si de verdad era un extraterrestre, el ataque no era la mejor manera; tendríamos que tratarlo bien y no atacarlo porque él cree que le estabamos invadiendo el terreno.
Pude esquivar sus garras afiladas que se dirigían a Nina. Pero gracías a Dios alcanzé salvar a Nina. Sin decir nada, la cogí por la cintura y la escondí detrás de mí, protegiéndola con mi cuerpo.
-¡Tranquila, criatura, o lo que seas!- Le dije con voz calmada. -No queremos invadir tu territorio. ¡Calmado y tranquilo!- Le dije tranquilamente, mientras que con una mano le hice el señál de detenerse, pero no estiré mucho la mano, ya que bien y podía rompermela con sus garras. La retiré de inmediato por si a caso. La otra mano la llevé hacia mi pecho, en el interior tratando de sacar el arma, pero eso era una estupidéz, así que no saqué aún nada, pero estaba preparado por si a caso. Pensé en que quizás con un objeto punzocortante sería lo mejor, ya que así le podía cortar una extremidad. Y así mismo hice cuando ví que con sus garras esta vez iba a atacar y dirigirse hacia mi rostro esta vez, saqué un pequeño cuchillo dispuesto a cortarle los largos brazos que tenía por si quiería herir a más gente inocente.
Pude esquivar sus garras afiladas que se dirigían a Nina. Pero gracías a Dios alcanzé salvar a Nina. Sin decir nada, la cogí por la cintura y la escondí detrás de mí, protegiéndola con mi cuerpo.
-¡Tranquila, criatura, o lo que seas!- Le dije con voz calmada. -No queremos invadir tu territorio. ¡Calmado y tranquilo!- Le dije tranquilamente, mientras que con una mano le hice el señál de detenerse, pero no estiré mucho la mano, ya que bien y podía rompermela con sus garras. La retiré de inmediato por si a caso. La otra mano la llevé hacia mi pecho, en el interior tratando de sacar el arma, pero eso era una estupidéz, así que no saqué aún nada, pero estaba preparado por si a caso. Pensé en que quizás con un objeto punzocortante sería lo mejor, ya que así le podía cortar una extremidad. Y así mismo hice cuando ví que con sus garras esta vez iba a atacar y dirigirse hacia mi rostro esta vez, saqué un pequeño cuchillo dispuesto a cortarle los largos brazos que tenía por si quiería herir a más gente inocente.
Tony LestrangeMiembro de La Organización - Cantidad de envíos : 103
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Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
El miembro 'Tony Lestrange' ha efectuado la acción siguiente: Lanzamiento de dados
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ApocalípticaNarración - Cantidad de envíos : 260
Fecha de inscripción : 23/02/2010
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Podría hacer mucho tiempo que no veía a Neysa y solo haber tenido la oportunidad de reencontrarme con ella durante un día, algo que obviamente no compensaba todos esos años de perdido de comunicación, y aun y así ser ambas capaces de elaborar una táctica de enfrentamiento sin apenas nada más de un cruce urgente de miradas. Aquello era lo que una unión familiar como la que teníamos y una misma obligación de proteger a aquellos que estaban, en cierto grado, a nuestro amparo. Había que ser realistas, y de aquel grupo de cuatro mutantes los elementos más fuertes éramos ella y yo con casi absoluta seguridad. Porque yo conocía a Enid, ella acababa de salir de una convulsión y desorientación mental, hasta hace apenas poco más de una semana no sabía que era mutante y sus poderes aún no se había reactivado; además que dudaba hasta qué punto podrían haber resultado ante una criatura como la que teníamos en frente. Por otro lado estaba el chico, Neysa quién era, y por lo que me había contado podía hacerme a la idea de que no sería lo más efectivo en el lugar en el que estábamos.
La situación era de amenaza directa y sin preámbulos, la criatura se abalanzó hacia nosotros después de mostrar una arrogancia que solo podría haber pertenecido a un ser humano. No daba tiempo a idear grandes estrategias sino más bien a tratar de hacer algo lo más óptimo posible.
La mirada que crucé con mi prima dijo suficiente como para que se establecieran los papeles, ella estaba envuelta de su elemento así que la dejé hacer sabiendo que no tendría problemas en poder frenar al bicho ese. Yo podría haberme puesto en plan de ataque también pero mi poder no estaba pensado especialmente para ello y seguramente había entorpecido a Neysa más que otra cosa, así que hice lo que mejor sé hace: encargarme de mantener mi fama de indestructible bien alta.
-Rápido, cogedme de las manos -espeté sin darles oportunidad de hacer lo contrario.
No era algo que no hubiera hecho ya muchas veces, intangencia para tres cuerpos. Para que Neysa pudiera concentrarse en su ataque, yo tenía que evitar que el ser este pudiera hacernos algún daño. No sabía de lo qué era capaz pero no me importaba, si era material sería inútil frente mi intangencia.
Una vez estuvieron todos conectados a mí, me concentré en transmitirles el cambio molecular: era fácil hacerlo conmigo misma, de hecho solía hacerlo ya de forma inconsciente cuando era necesario, el punto de complicación lo tenía extenderlo en otras personas y hacerlo sin dejar vacíos. Peo no era la primera vez que lo hacía.
La situación era de amenaza directa y sin preámbulos, la criatura se abalanzó hacia nosotros después de mostrar una arrogancia que solo podría haber pertenecido a un ser humano. No daba tiempo a idear grandes estrategias sino más bien a tratar de hacer algo lo más óptimo posible.
La mirada que crucé con mi prima dijo suficiente como para que se establecieran los papeles, ella estaba envuelta de su elemento así que la dejé hacer sabiendo que no tendría problemas en poder frenar al bicho ese. Yo podría haberme puesto en plan de ataque también pero mi poder no estaba pensado especialmente para ello y seguramente había entorpecido a Neysa más que otra cosa, así que hice lo que mejor sé hace: encargarme de mantener mi fama de indestructible bien alta.
-Rápido, cogedme de las manos -espeté sin darles oportunidad de hacer lo contrario.
No era algo que no hubiera hecho ya muchas veces, intangencia para tres cuerpos. Para que Neysa pudiera concentrarse en su ataque, yo tenía que evitar que el ser este pudiera hacernos algún daño. No sabía de lo qué era capaz pero no me importaba, si era material sería inútil frente mi intangencia.
Una vez estuvieron todos conectados a mí, me concentré en transmitirles el cambio molecular: era fácil hacerlo conmigo misma, de hecho solía hacerlo ya de forma inconsciente cuando era necesario, el punto de complicación lo tenía extenderlo en otras personas y hacerlo sin dejar vacíos. Peo no era la primera vez que lo hacía.
LilithLíder de Ragnarök - Cantidad de envíos : 2769
Fecha de inscripción : 28/12/2009
Localización : Por ahí las llanuras heladas si es que sigo con vida.
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Edad: 23 años
Nivel/Poder: Molecular (9): invisivilidad, intangencia, teletransporte, transubstanción, elasticidad, dureza,... No sabes la de cosas que puedo hacer con mi cuerpo.
Resistencia mental:
(6/10)
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
El miembro 'Lilith' ha efectuado la acción siguiente: Lanzamiento de dados
'Defensa' :
'Defensa' :
ApocalípticaNarración - Cantidad de envíos : 260
Fecha de inscripción : 23/02/2010
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Para la cría, visto que los demás me ignoran
Había visto a muchas niños y niñas en las naves, niños que venían con sus padres, niños llevados a última hora, niños nacidos ahí mismo, pero nunca me había topado con una criatura que pudiera provocar tal cantidad de escalofríos con únicamente dos palabras. A su lado los críos mimados, los huérfanos odia-mundos y hasta la niña de "The Ring", parecían angelitos encantadores... Porque ella daba miedo, verdadero yuyu de ese que ves en la tele y te quedas ahí fulminado de un ataque en el corazón o algo parecido, y so viniendo de alguien que siempre ha amado las películas de terror como el que más. Qué redadas de cine me hacía con los amigos a los catorce años, qué tiempos aquellos, qué igual lo seguía haciendo aún hoy en día.
Giré levemente mi rostro y crucé una mirada con mi compañero, con Dylan, mientras mi mano derecha seguí cruzada sobre mi torso para mantener bien sujeta la pistola por si era requerido en cualquier momento que la usara de forma rápida. Me imaginaba que él también percibiría la misma tensión y sospecha que yo pero quería asegurarme de que estaba efectivamente preparado, porque no sabíamos lo que nos esperaba tras aquel cuerpo aparentemente inocente. A saber si era alguna treta de los mutantes, siempre tan cobardes... Al mismo instante que pensaba en todo aquello intenté, no obstante guardar la serenidad y las apariencias, yo siempre había sido muy bueno manteniendo el temple aunque interiormente no me sintiera así y se me daba bastante bien fingir. Lo mejor era, entonces, que la niña esa no supiera ni de lejos que sospechábamos de ella, que la veíamos como un peligro ni que llevábamos armas; sobre todo aquello último.
-¿Te has perdido? Vaya que mal -giré mi rostro hacia mis compañeros con una sonrisa como interpretando el papel de adulto que ve un niño y lo trata como si fuera un niño-. Bueno, pues dime de dónde vienes y puede que así podamos ayudarte a volver -Pregunta con trampa por supuesto.
Había visto a muchas niños y niñas en las naves, niños que venían con sus padres, niños llevados a última hora, niños nacidos ahí mismo, pero nunca me había topado con una criatura que pudiera provocar tal cantidad de escalofríos con únicamente dos palabras. A su lado los críos mimados, los huérfanos odia-mundos y hasta la niña de "The Ring", parecían angelitos encantadores... Porque ella daba miedo, verdadero yuyu de ese que ves en la tele y te quedas ahí fulminado de un ataque en el corazón o algo parecido, y so viniendo de alguien que siempre ha amado las películas de terror como el que más. Qué redadas de cine me hacía con los amigos a los catorce años, qué tiempos aquellos, qué igual lo seguía haciendo aún hoy en día.
Giré levemente mi rostro y crucé una mirada con mi compañero, con Dylan, mientras mi mano derecha seguí cruzada sobre mi torso para mantener bien sujeta la pistola por si era requerido en cualquier momento que la usara de forma rápida. Me imaginaba que él también percibiría la misma tensión y sospecha que yo pero quería asegurarme de que estaba efectivamente preparado, porque no sabíamos lo que nos esperaba tras aquel cuerpo aparentemente inocente. A saber si era alguna treta de los mutantes, siempre tan cobardes... Al mismo instante que pensaba en todo aquello intenté, no obstante guardar la serenidad y las apariencias, yo siempre había sido muy bueno manteniendo el temple aunque interiormente no me sintiera así y se me daba bastante bien fingir. Lo mejor era, entonces, que la niña esa no supiera ni de lejos que sospechábamos de ella, que la veíamos como un peligro ni que llevábamos armas; sobre todo aquello último.
-¿Te has perdido? Vaya que mal -giré mi rostro hacia mis compañeros con una sonrisa como interpretando el papel de adulto que ve un niño y lo trata como si fuera un niño-. Bueno, pues dime de dónde vienes y puede que así podamos ayudarte a volver -Pregunta con trampa por supuesto.
Luca ViatellaMiembro de La Organización - Cantidad de envíos : 219
Fecha de inscripción : 09/02/2010
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Edad: 25 años
Nivel/Poder: Nivel 7. Ganar siempre al póker xD
Resistencia mental:
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Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Ivayne se quedó esperando una respuesta que tardaba en venir. Al parecer moriría sin saber que estaba ocurriendo. ¿Quién diablos la había mandando a meterse en la llanuras? ¿No había aprendido nada después de tantos años de difícil supervivencia? La frustración la invadía por momentos.
La extraña criatura llamó su atención, pues desvió la vista para mirarlos fijamente durante unos instantes. Ivayne frunció el ceño, con curiosidad. ¿Qué estaría pensando aquella chica azul? ¿Podía hablar? Aquellas preguntas y más eran las que se formulaban en su cabeza, todas a la vez. Pero no tuvo tiempo de responderse ninguna. La criatura hizo un amago de sonrisa, tras el cual infló los mofletes. Aquella le daba un cómico aspecto de niña pequeña. O se lo hubiera dado, de no ser porque Ivayne se vio venir lo que ocurriría a continuación.
-¡Cuidado! -exclamó tirándose al suelo, en un intento de esquivar las púas que salían disparadas del cuerpo de la chica azul. Se cubrió la cabeza con ambas manos, como si aquello fuera a protegerla de alguna manera. En aquellos momentos envidiaba a aquellos con poderes de transustanciación, pues su control sobre el fuego de poco le servía contra un ataque como aquél.
Ivayne pudo ver, de reojo, como la criatura se movía con la posible intención de huir.
La extraña criatura llamó su atención, pues desvió la vista para mirarlos fijamente durante unos instantes. Ivayne frunció el ceño, con curiosidad. ¿Qué estaría pensando aquella chica azul? ¿Podía hablar? Aquellas preguntas y más eran las que se formulaban en su cabeza, todas a la vez. Pero no tuvo tiempo de responderse ninguna. La criatura hizo un amago de sonrisa, tras el cual infló los mofletes. Aquella le daba un cómico aspecto de niña pequeña. O se lo hubiera dado, de no ser porque Ivayne se vio venir lo que ocurriría a continuación.
-¡Cuidado! -exclamó tirándose al suelo, en un intento de esquivar las púas que salían disparadas del cuerpo de la chica azul. Se cubrió la cabeza con ambas manos, como si aquello fuera a protegerla de alguna manera. En aquellos momentos envidiaba a aquellos con poderes de transustanciación, pues su control sobre el fuego de poco le servía contra un ataque como aquél.
Ivayne pudo ver, de reojo, como la criatura se movía con la posible intención de huir.
Ivayne LannMiembro de Ragnarök - Cantidad de envíos : 175
Fecha de inscripción : 09/04/2011
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Edad: 24
Nivel/Poder: Elementalista de fuego (5) Controla con bastante eficacia el fuego ya encendido y es capaz de crearlo de la nada en pequeñas proporciones, pero le requiere un poco más de energía.
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Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
El miembro 'Ivayne Lann' ha efectuado la acción siguiente: Lanzamiento de dados
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ApocalípticaNarración - Cantidad de envíos : 260
Fecha de inscripción : 23/02/2010
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Siento la tardanza, pero por fin encontré un hueco pa postear.
Menudo grupito nos habíamos juntado. Parecía que Katherine todavía se acordaba de mí. Parecía que no le gustaba que la hubiese fastidiado su caza de mutantes. Aunque la verdad, no me importaba nada lo que una humana pensase de mí, tenía que dar gracias de que aún estuviese viva.
No pudimos relajarnos mucho pues, un momento después, la criatura parecía hacer su primer movimiento. Empezó a cojer aire y cerró los ojos. Parecía que iba a imitar a un pez globo hincándonse. Aunque esta vez me equivoqué, pues el bicho empezó a disparar sus púas en todas direcciones. Tenía que pensar rápidamente qué hacer, probablemente no fuesen espinas normales, por lo que lo mejor era que no me tocasen. Pero no podía dejar a mi compañero al descubierto, tal vez debería intentar hacernos intangentes a los dos. Era algo bastante complejo y arriesgado, pero no podía quedarme de brazos cruzados.
Rápidamente puse mi brazo sobre su hombro y me puse manos a la obra, lo complicado era controlar la acción molecular de mi acompañante y mantener la intangencia el tiempo suficiente sin dañar su propio cuerpo. Nunca antes había intentado eso, pero era ahora o nunca. Si fallaba, mi compañero acabaría destozado por mi poder o aguijoneado por las púas del monstruo ese.
Menudo grupito nos habíamos juntado. Parecía que Katherine todavía se acordaba de mí. Parecía que no le gustaba que la hubiese fastidiado su caza de mutantes. Aunque la verdad, no me importaba nada lo que una humana pensase de mí, tenía que dar gracias de que aún estuviese viva.
No pudimos relajarnos mucho pues, un momento después, la criatura parecía hacer su primer movimiento. Empezó a cojer aire y cerró los ojos. Parecía que iba a imitar a un pez globo hincándonse. Aunque esta vez me equivoqué, pues el bicho empezó a disparar sus púas en todas direcciones. Tenía que pensar rápidamente qué hacer, probablemente no fuesen espinas normales, por lo que lo mejor era que no me tocasen. Pero no podía dejar a mi compañero al descubierto, tal vez debería intentar hacernos intangentes a los dos. Era algo bastante complejo y arriesgado, pero no podía quedarme de brazos cruzados.
Rápidamente puse mi brazo sobre su hombro y me puse manos a la obra, lo complicado era controlar la acción molecular de mi acompañante y mantener la intangencia el tiempo suficiente sin dañar su propio cuerpo. Nunca antes había intentado eso, pero era ahora o nunca. Si fallaba, mi compañero acabaría destozado por mi poder o aguijoneado por las púas del monstruo ese.
SkylerMiembro de Ragnarök - Cantidad de envíos : 91
Fecha de inscripción : 25/01/2011
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Edad: 29
Nivel/Poder: Molecular (6): Es capaz de hacerse intangente o duro como el acero casi instintivamente. Puede volverse flexible, pero necesita un poco de concentración y puede volverse invisible durante un breve periodo de tiempo, pero requiere bastante concentración para volverse totalmente invisible.
Resistencia mental:
(4/10)
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
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ApocalípticaNarración - Cantidad de envíos : 260
Fecha de inscripción : 23/02/2010
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
La expedición no marchaba mal, estaba todo tranquilo. Incluso, me atrevería a aventurar, cosa rara en alguien amante de la paz y el silencio como era yo, demasiado tranquilo. Pero no íbamos a montar un jaleo sólo para tranquilizar mi mente, que por cierto, más tarde me di cuenta de que acertaba, así que nos limitamos a avanzar silenciosamente, Nina, Lestrange, y yo. Nuestros pasos simples sonidos sordos en la nieve que cubría toda la extensa llanura, nuestro aliento condensado por el frío y nuestra respiración lo único que en cierto modo cortaba el silencio absoluto que reinaba en la zona, amplia, y vacía.
Hasta que hicieron aparición esa extraña criatura.
Se trataba de un ser raro, de aspecto humanoide, y de aspecto antiestético y asimétrico. Sus formas eran desproporcionadas en todo su ser, desde el torso demasiado ancho a sus brazos extremadamente largos, pasando por esas garras que ocupaban el lugar donde deberían haber manos.
Puse una mueca de asco inconscientemente. Si ya me repelían los mutantes, esta criatura ya era aún más un error de la Naturaleza. Porque... ¿qué era?
Esa era otra cuestión. Lo pensé un rato, mi interés y curiosidad científica siempre fuera de lugar, me confieso culpable.
"No se parece en absoluto a los mutantes a los que estamos habituados. De hecho... no se parece a nada que hayamos visto ya. Puede que se trate de algún tipo distinto de mutación, más agresiva que la de los mutantes que hemos visto hasta ahora... puede..."
Un millón de preguntas se formulaban en mi mente inquieta, como ramificándose, mientras repasaba con mi mirada gris una y otra vez las extrañas formas del ser, cada vez más entusiasmado. Lo quería. Quería capturar a ese espécimen, meterlo en una de mis jaulas de cristal, sedarlo en caso de que fuera necesario (que por su aspecto hostil, lo sería), y experimentar y averiguar lo que fuera. Incluso diseccionarlo, pintaba ser muy divertido.
Finalmente, el ser habló. Con algo de dificultad y ronquera, pero sí, era nuestro idioma, por lo que la criatura tenía un mínimo de inteligencia. Mis ojos brillaron de emoción, era fascinante. Mis deseos de captura se intensificaron, pero como había supuesto, las palabras que había pronunciado no eran demasiado amables, y en ese preciso momento, se lanzó encima nuestro con ánimo de atacarnos.
No pude hacer más que lanzarme a donde fuera, para rodar por el suelo y tratar de evitar el ataque, y (mi cerebro maquinaba a toda velocidad un plan de acción, se me da bien pensar rápido, pero que pueda ejecutar tareas físicas bien es otra cosa; por algo Dylan me llamaba cerebrito), una vez en el suelo, sacar mi arma y si no amenazar y amilanar a la bestia, disparar, y tener una bonita captura que llevarme a casa.
Hasta que hicieron aparición esa extraña criatura.
Se trataba de un ser raro, de aspecto humanoide, y de aspecto antiestético y asimétrico. Sus formas eran desproporcionadas en todo su ser, desde el torso demasiado ancho a sus brazos extremadamente largos, pasando por esas garras que ocupaban el lugar donde deberían haber manos.
Puse una mueca de asco inconscientemente. Si ya me repelían los mutantes, esta criatura ya era aún más un error de la Naturaleza. Porque... ¿qué era?
Esa era otra cuestión. Lo pensé un rato, mi interés y curiosidad científica siempre fuera de lugar, me confieso culpable.
"No se parece en absoluto a los mutantes a los que estamos habituados. De hecho... no se parece a nada que hayamos visto ya. Puede que se trate de algún tipo distinto de mutación, más agresiva que la de los mutantes que hemos visto hasta ahora... puede..."
Un millón de preguntas se formulaban en mi mente inquieta, como ramificándose, mientras repasaba con mi mirada gris una y otra vez las extrañas formas del ser, cada vez más entusiasmado. Lo quería. Quería capturar a ese espécimen, meterlo en una de mis jaulas de cristal, sedarlo en caso de que fuera necesario (que por su aspecto hostil, lo sería), y experimentar y averiguar lo que fuera. Incluso diseccionarlo, pintaba ser muy divertido.
Finalmente, el ser habló. Con algo de dificultad y ronquera, pero sí, era nuestro idioma, por lo que la criatura tenía un mínimo de inteligencia. Mis ojos brillaron de emoción, era fascinante. Mis deseos de captura se intensificaron, pero como había supuesto, las palabras que había pronunciado no eran demasiado amables, y en ese preciso momento, se lanzó encima nuestro con ánimo de atacarnos.
No pude hacer más que lanzarme a donde fuera, para rodar por el suelo y tratar de evitar el ataque, y (mi cerebro maquinaba a toda velocidad un plan de acción, se me da bien pensar rápido, pero que pueda ejecutar tareas físicas bien es otra cosa; por algo Dylan me llamaba cerebrito), una vez en el suelo, sacar mi arma y si no amenazar y amilanar a la bestia, disparar, y tener una bonita captura que llevarme a casa.
Mikhail KostovaLíder de La Organización - Cantidad de envíos : 689
Fecha de inscripción : 21/12/2009
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Edad: 27
Nivel/Poder: Nivel 9.
Resistencia mental:
(6/10)
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
El miembro 'Mikhail Kostova' ha efectuado la acción siguiente: Lanzamiento de dados
#1 'Defensa' :
--------------------------------
#2 'Ataque' :
#1 'Defensa' :
--------------------------------
#2 'Ataque' :
ApocalípticaNarración - Cantidad de envíos : 260
Fecha de inscripción : 23/02/2010
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Para Skyler y Edward:
Skyler y Max tenían algo a favor de ellos en aquel ataque repentino que no poseían los demás: habían venido formando equipo como miembros de Ragnarök que era por lo que estaba todo planificado por si se daba el caso de toparse con una situación como aquella, de hecho ellos ya sabían que encontrarían alguna clase de peligro no como los demás. De hecho realmente se trataba de una serie de máximas que se daban mismamente en Ragnarök, donde se preparaban a todos los integrantes desde su unión para saber qué hacer de forma rápida si alguna misión se torcía o un grupo recibía una emboscada por sorprenda; en momento como aquellos uno no podía entretenerse a pensar un buen plan por lo que ya habían toda una serie de tácticas y códigos pre-preparados para poder responder eficazmente. Eran muchos y muy variables porque así se acoplaban a todas las combinaciones de grupos y de poderes distintos, de esta forma, en aquel caso, un equipo formado por un molecular, un combo y un novicio debían reaccionar de forma que el primero evitase el ataque recibido, el segundo respondía antes de que el atacante pudiera recomponerse del todo y el tercero se limitaba a ayudar o tratar de no meterse mucho en medio. El problema era que Edward se acordara justamente de esas estrategias, supiera cuál debía ahora realizarse y fuera capaz realmente de no meterse en medio; sobre todo aquello último era lo que le preocupaba a Max porque sabía un poco de las aspiraciones del joven umbraquinético. Lo había instruido en su recién ingreso y si alguna cosa destacaba en él, además de otras, era su impetuosidad constante: su necesidad en cierto grado de exhibición y su negación a quedarse quieto sin hacer nada. Ya podía imaginarse Max que lo que haría iba a ser lanzarse cabeza hacia la criatura, ignorando los proyectiles de pinchos y solo pensando en cargársela. No podía permitirlo.
Max alzó uno de sus brazos largos y musculados, en tensión, y golpeó con él en la espalda del muchacho. No necesitaba buscar la intención de hacerlo con especial fuerza porque esta ya por naturaleza a través de su cuerpo y de hecho si hubiera querido golpearle con fuerza seguramente lo hubiera matado o dejado paralítico. Pero aquella no era desde lejos su intención, si no todo lo contrario: con su golpe, lo empujo hacia el suelo helado para conseguir así ponerlo fuera del radio de los pinchos y, si podía ser, de paso también dejarlo un poco aturdido para que no se le ocurriera levantarse y se quedara quieto.
-No te meta ahora, me encargo yo -le dijo, en su mente resonaron las palabras que le había dicho hacía ya unos minutos a Skyler: Y eso mismo es lo que hago: protejo a mis compañeros, a los míos.
Luego fue con el molecular, que sí sabía el protocolo a cumplir y dispuso su confianza en su poder aunque sabía que no lo había practicado antes y que podía salir especialmente perjudicada si no iba bien. Pero era la única opción, así el ataque de la criatura no le afectaría y entonces Max podría devolvérselo.
LilithLíder de Ragnarök - Cantidad de envíos : 2769
Fecha de inscripción : 28/12/2009
Localización : Por ahí las llanuras heladas si es que sigo con vida.
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Edad: 23 años
Nivel/Poder: Molecular (9): invisivilidad, intangencia, teletransporte, transubstanción, elasticidad, dureza,... No sabes la de cosas que puedo hacer con mi cuerpo.
Resistencia mental:
(6/10)
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
El miembro 'Lilith' ha efectuado la acción siguiente: Lanzamiento de dados
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'Defensa' :
ApocalípticaNarración - Cantidad de envíos : 260
Fecha de inscripción : 23/02/2010
Re: Trama Misterio gélido {Perdidos - Encuentro - Resolución}
Estaba con los brazos alzados y apuntando directamente al entrecejo de la mujer aquella que más bien parecía un pez globo cuando, me percaté de que comenzaba a moverse. Alcé una ceja disputa a darle al gatillo y que una de mis balas saliese disparada y la matase en el acto. Sin embargo, tuve unos segundos de duda pues, a lo mejor, tampoco pensaba atacarnos. Aún entonces, me arrepiento de aquel momento pues, estúpida de mí, no la mató. Le di el tiempo suficiente para que ella, tras lo que pensé que sería una pequeña sonrisa, comenzase a hacer volar los pinchos que cubrían su piel.
Miré hacia ambos lados en busca de algún escondite para poder protegerme de los pinchos pero nos encontrábamos en mitad de una llanura helada en la que lo único que había éramos nosotros mismos.
Sin encontrar ninguna otra opción mejor, me acabé abalanzando hacia el otro humano que iba armado, sí, el del complejo de ninja, pues parecía que no se había percatado de lo que nos venía encima. Caí al suelo y me protegí a mí misma haciéndome una bolita y llevándome las manos a la cabeza.
Miré hacia ambos lados en busca de algún escondite para poder protegerme de los pinchos pero nos encontrábamos en mitad de una llanura helada en la que lo único que había éramos nosotros mismos.
Sin encontrar ninguna otra opción mejor, me acabé abalanzando hacia el otro humano que iba armado, sí, el del complejo de ninja, pues parecía que no se había percatado de lo que nos venía encima. Caí al suelo y me protegí a mí misma haciéndome una bolita y llevándome las manos a la cabeza.
Última edición por Katherine Lemacks el Sáb Jun 11, 2011 2:37 am, editado 1 vez
Katherine LemacksCaído - Cantidad de envíos : 78
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Resistencia mental:
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