Explorando la zona (Libre)

-Ni lo sueñes humano-advertí al ver las intenciones de este.
continué con mis asuntos dentro de la cabeza de la chica...
>que bonito, guerra psicologica< me preocupaba por Prim, eramos como hermanos; pero reconocí claramente su sucia mentira.
>me encantais los humanos cuando pensais durante mas de dos segundos< corrí un tupido velo ante la imagen que habia creado, porque era practicamente imposible que Prim muriera, se curaria a si misma.
-¿soys tontos o que?-continué con la voz de la chica, que aun no sabia su nombre- ¿como va a hacer esto Prim? es demasiado joven.!

Miraba de un lado para otro. Sabia, perfectamente que era Jack quien estaba dominando al la chica y al hombre ese. Que me estaba empezando a dar miedo. Me aleje todo cuanto pude del hombre ese, mi insitnot me decia que no me acercara asi que me lmite a seguirlo. Miantenia la mirada fija donde estaba escondido Jack. Solo veia su silueta, pero era el. Con eso me bastaba para que me tranqulizase y no me pusiera de los nervios. Por miedo, quizas, automaticamente mi cuerpo comenzo a generar energia. Se notaba ya que un ligero flulgor resplandecia ligermaente de entre las palmas ahucadas de mis manos. Era un metodo de defensa, ya que estaba mas asustada de lo que pretendia aparentar

Cerré los ojos pensando al oír la advertencia, en voz de la chica, pero con intenciones de otra persona. Inspiré hondo.
-¿Por qué no debería defenderme? ¿Acaso no has empezado tú? Y encima eres tan cobarde que no te atreves a mostrarte. Bonito ejemplo le das a tu niña. ¿Quién es? ¿Tu hija? ¿Tu hermana?
Sonreí.
-Si tú te muestras protector con esta niña, yo me considero el protector de esta chica, por cualquier medio, cosa. -él me había llamado humano, pero yo no sabía qué era lo que nos atacaba.

-¿quien ha dicho que estamos en igualdad de condiciones?
el cuerpo de la chica era muy debil, podia sentir la sangre corriendo a toda prisa por sus venas, incapaz de controlarla, podia sentir sus debiles flujos mentales, que tan solo utilizaban un 15% del cerebro.
-Prim, quitale el arma ya-le pedí viendo la energia que empezaba a destilar-por favor.
cambié de lado para enfrentarme de nuevo al humano.
-Tu perdiste todos tus privilegios cuando entraste en esa nave y nos dejasteis aqui.

Volví a mantener la mente en blanco, intentando deshacerme de la fuerza que controlaba todos mis movimientos, y me hacía hablar de esa manera tan extraña.
ME aparté de un tirón cuando sorprendentemente ocnseguí lberarme, auqne sabía que no por mucho tiempo.

-¿Por qué no luchas como es debido, eh? ¿Acaso nos tienes miedo? ¿Por qué no das la cara? Esa niña ha demostrado ser mucho más valiente que tú. - Dije colocandome al lado del supuesto científico y sonreí a la niña, por un extraño motivo, sabía que ella no quería hacerme daño, simplemente me preguntaba por qué había decidido acercarse a mi.

Busqué en el bolsillo de mis chaqueta y en mis pantalones, mierda, se me había olvidado la pistola en la habitación. ¿Cómo se me ocurría venir a un lugar como el bosque sin ella?

Me habia pedido que le quitara el arma. ¿Pero y despues que? Realmente, me aprecia lo mas logico desarmarle. Pero tambien sabia que si estaba nerviosa no podia llegar a controlar bien mi don y todo podria salir mal. Antes debia tranqulilizarme atnes de hacer anda. La chica se habia movido al lado del hombre que me caia realmente mal. EN cuanto a Jack, seguia sin aparecer. Sabia que estaba me daba seguridad pero no podia evitar sentirme algo indefensa. Respire hondon cerre los ojos momentaneamente. Sentia calor en las manos, por un simple imulso lo comence a manipular. Lo podia lanzar al aire y dejarlos ciegos momentneamente o converitrlo en solido y lanzarselo al arma para que quedase inutilizada. Opte por la segunda. Ni me lo pense dos veces, sabia que si no hacia algo ese hombre me mataria. Condnese la energia trnasformandose esta en un liquido viscoso transparente y se la lance con inqurible punteria ya que lo conrolaba principalmente ocn la mente. La energia solidificada se quedo pegada en torno al arma y parte de su mano, no podia utilizarla

ya me habia cansado de jugar con estos humanos, eran facilmente irritables, y me empezaban a irritarme metiendose tanto con Prim.
-Acabemos de una vez con esto-resbalé con mis zapatos nuevos, recien robados de una zapateria que no habia sufrido muchos daños, y me situé junto a mi hermanita-¿a gusto de los señores?
entré en la mente de la chica y desconecté un momento la arteria que llevaba el oxigeno a su cabeza, hasta que quedó inconsciente.
-Ahora solo queda uno.

Fdr: Jack, se supone que tu pj tiene poder mental, por lo que no puede hacer algo fisico con la mente, como lo de la arteria. Puedes manipular mi mente y mi cuerpo haciendo que yo haga cosas o deje de hacerlas, etc. // Por esta vez pasa, pero ten cuidado la proxima vez.


Todo había pasado demasiado derpisa, ni siqiuera sabría explicar como pasó todo, pero lo que más me impresionó era sentir otra vez oscuridad y notar como mi cuerpo se desplomaba dando un buen golpe contra el suelo.

Mis sentidos empezaban a no responderme, ya no veía, no sentía , no escuchaba...estaba agena a todo y a todos, ¿Y ahora qué?

FDR: aaaa, ok, tendré que esforzarme mas. una pregunta si la mente maneja el cuerpo, ¿no podria hacer que alguien se rascara (por ejemplo), si yo lo mando desde su cerebro?

Fdr: Humm supongo que si, tendrías que modificar sus pensamientos y forma de actuar xD

FdR: esperamos a Mikhail o posteo¿?

FDR:postea ya, que sino parece un monlogo entre nosotros xD

Pegue un salto atras cuadno vi caer la chica inconsciente al suelo. Mire a Jack.
-¿Por que has hecho eso?-le pregunte asutada quedandome con una expresion embobada mirando a la chica yacer en el suelo.
Desarmar vale, pero no matar ni nada por el estilo. (FdR: se que esta inconsciente pero es una niña pequeña) ¿Ahora que? ¿Iban a venir otros humanos para matarnos? Con solo pensar eso se me ponia el pelo dep unta

sonreí, Prim no sabia lo que le habia hecho a la chica.
-Tan solo esta incosciente, no queria que te hiciera daño.
me agaché al lado de Prim.
-me importas mucho, no dejaré que ningun humano te haga daño.
acaricié su mejilla sonrosada.
-Tu, humano, mas vale que volvais a vuestras naves y os pudrais ahi dentro.

Fruncí el ceño, y levanté una ceja, algo incrédulo. Vaya, al final se dignaban a dar la cara. Recogí a la chica humana del suelo, y palpé su cuello. Aún tenía pulso.
-Eso pensaba hacer, gracias. Eras tú el que no nos dejaba. -comenté con frialdad. -Qué pasa, os cansasteis de jugar ya? Nos acusáis de creernos superiores, pero sois vosotros los que nos atacáis, sois agresivos, y os jactáis de lo que vosotros llamáis superioridad. En fin.
Me dispuse a dar la vuelta con la chica inerte en brazos, en dirección a las naves. Lo peor de todo es que había perdido mi libreta con mis anotaciones astronómicas, joder.

FDR: Lo sientooo, no he estado en casa estos dias TOT

-Es simple defensa, imbecil.-salte.-Vosotros nos dejasteis aqui. Ahora volveis e intentais quitarnos lo poco que hemos podido recuperar
Era muy pequeña cuando las naves partieron, pero lo suficiente como para recordad algo, de como era la vida que llevaba antes. No se parecian en nada. Aqui tenias que matarte por poder comer, si no eras tu mas rapido otros te matarina. Esto era casi una guerra por la supervivencia continua

Me encogí de hombros, con algo de dificultad por el peso que acarreaba.
-Y vosotros no ayudáis en el conflicto de ninguna manera, me parece a mí. Pero está claro que discutir no sirve de nada, ¿o sí, niñita? -pregunté con voz fría e inexpresiva.

>un respeto chupatintas
penetré en su cabeza causandole todo el dolor que pude hasta que se retorciera en el suelo.
>si nosotros somos violentos es porque vosotros nos habeis obligado, buscaros otro planeta deshabitado, alli no tendreis problemas
fruncí el ceño, sin acabar de creer lo que decia el cientifico humano.
>¿no ayudamos en el conflicto?? lo que ayudas tu! ¬¬

Había estado escuchando una poca de conversación y cuando le pareció oportuno hizo acto de presencia. Materializó su cuerpo al lado de la niña y una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su rostro. El pelo naranja le caía liso por encima de los hombros, su piel pálida brillaba de una forma especial y sus ojos centelleaban con una mirada ansiosa.
- ¿Cómo demonios quereis que os ayudemos si nos abandonasteis? Mejor dicho, nos matasteis. -se acercó un poco al científico y sonrió.- Partisteis con vuestras nabecitas y nos dejasteis aquí. A bebés, a embarazadas, a jovenes a adultos... A familias. Lo perdimos todo por vuestra culpa.
Odio. Sus palabras despedian odio y furia contra aquellos que aún eran normales. Los odiaba y los culpaba de todo el dorlo que habíasufrido, de todos los males que habían caído sobre la tierra.

corrí a una velocidad que nunca hubiera imaginado posible en mi y aparté a Prim de la recien llegada; debería comprobar su mente antes de nada.
no hizo falta, era mutante, sus palabras lo decian todo.
desperté a la humana, no me parecia del todo justo que fueramos tres contra uno, y ademas me gustaba ver su forma de actuar

Solté un bufido de exasperación. ¡Mutantes! Todos son iguales, igual de sentimentales, igual de defensores de sus ideales. Los fulminé con miradas de desprecio, a todos.
-¿Os parece que a mí me importa? ¿O que yo tengo la culpa? ¿O que conseguiréis algo matándome a mí, o a la chica? No soy nadie importante, y aunque lo fuera, hay cincuenta más que ocuparían mi lugar. Yo no tuve nada que ver, ¿cuántos años os creéis que tengo? -sonreí con amargura. -No nací en las naves, pero casi. ¿Vais a tomar represalias con gente inocente por las decisiones que tomaron nuestros antepasados?
Vi que la chica que llevaba en brazos se movía un poco, tal vez recuperaba la consciencia.

Le entraron unas ganas de partirle la cara que casi no pudo ni controlar, esa era una de las muchas humanas que darían lo que fuese por ser un mutante. Un estraño. Un monstruo. Alessia Ryterford, líder de Eirene. Penoso.
Una sonrisa de medio lado se dibujó en su rostro, si los Erene tenían una líder que pensaba de esa manera iba a ser pan comido eliminarlos. Se acercó a ella y le acarició la cara con cuidado.

- Eres tan tonta. No sabes lo que dices. -le pasó la mano por el pelo acariciándoselo- Así que un maromo te metió engañada en una nave y te salvaste. Pobrecita, cuaaaanto tuviste que sufrir en una jodida nave. Cuando frío, miseria, dolor, miedo, agotamiento, hambre... ¡Cuanta pena me das!

Furia y frialdad. Su tono de voz era bajo pero sus palabras se clavaban como cuchillos. Sus ojos estaban encencidos de rabio y su labio superior temblanba.

- ¿Te crees que a nosotros nos queda alguien? Murieron, desaparecieron, se los comieros, se suicidaron. ¡Qué sabemos! Nos tenemos los unos a los otros y no creas que es una relación rosa en las que todos comemos perdices. -su tono de voz se había elevado, estaba casi gritando y era raro ver a una especie de muñeca tan alterada.- ¡¿Sábes cuanto dolor me costó esto?!

Estiró el brazo y después lo hizo transparente, volvió a cogerlo, lo puso duro y le dio un `puñetazo en la cara.

- ¡Miles de millones de lágrimas! -chilló al borde de la histeria, no superaba que alguien que consiguiera salvasrse quisiera morit.- ¡Esto es un asco! ¡Y es culpa vuestra. Ahora la tierra nos pertenece, nos la hemoa ganado y debeis morir todo!

Solté un suspiro y puse los ojos en blanco. Lo dicho. Eran todos tan pasionales...
-Hacedme el favor de calmaros un poco, anda. Os estáis poniendo todos histéricos, y ahora que la señorita ya está consciente, tal vez mejor os dejo que sigáis con la discusión. Pero a mí no me hagáis perder el tiempo, anda.
Me dispuse a marchar, y oí un golpe, y cómo seguía gritando la mutante pelirroja. Me giré, con la mirada igual de inexpresiva, aunque algo contratriado. ¿Por qué pegar a la humana? Ella no era una amenaza, es más, simpatizaba con ellos. ¿Entonces?
Miré fijamente a la mutante.
-Eh, no hagas eso. -dije en voz baja.